—¿M-Me... estas siendo infiel? —tartamudea sin dejar de observar la marca de un beso en mi cuello —Respóndeme.
—No tengo porque darte explicaciones.
—Claro que si, soy tu esposa y exijo ….
El que se llamara mi esposa me encendió la sangre, la tomé del brazo y cabreado le dije que jamás será mi esposa porque la odiaba con toda mi alma y que por mi ya estuviera pidiendo el divorcio.
—P-Pero... yo creí que tú…
—Eres demasiado estúpida para poder comprender cuando alguien es amable contigo y cuando realmente esté interesado en una relación sentimental. Creíste que por haber sido amable contigo yo estaba enamorado de ti, solo mírate en el espejo, ¿crees que alguien se fijaría en ti? No seas ilusa.
Verla llorar solo empeoró mi mal humor así que salí de la casa tan lejos como fuera posible porque lo que no soporto es a una mujer llorando, lo detesto. Mis padres sabían que yo no aceptaría este matrimonio a menos que fuera con Emilia, pero ellos no pudieron convencer de que la hija menor se casara con el primogénito de mi familia, ósea yo, ya que según sus tradiciones el segundo o primero de un hijo debe comprometerse con otro miembro de familia apoderada y Emilia es la ultima hija de la familia fuentes.
Al regresar a casa mis padres me llamaron a su habitación, sabía que dirían algo por mi ausencia en la casa, me dieron un mes libre de trabajo para que pudiera ser un esposo amoroso y comprensivo para Megan, pero no puedo fingir algo que no soy.
Es demasiado tímida para mi gusto, demasiado sumisa también, ella ni siquiera me contradice ya que seguramente su padre así la educó, es demasiado diferente a su hermana Emilia, alguna vez la quise, pero fue por lastima supongo, nadie la quería más que su padre.
—Supongo que van a comenzar con el sermón.
—No puedo creer que mi hijo, tenga un comportamiento tan estúpido e infantil como este. Ya tu madre me ha comentado de lo que esta pasando entre tu y la hija de la familia fuentes.
—Ella como una niña llorona fue a comentarles de eso ¿verdad?
—Solo te diré esto, compórtate como un hombre y asume tu papel como esposo. ¿Acaso no eres hombre que no puede complacer a otra mujer que no sea la zorra de su hermana?
—Será mejor que recuerdes que esa zorra a la que tú llamas, es la mujer que tú también querías para mí y que incluso tú querías cogértela, papá
—¡Leonardo! —mi madre se coloca frente a mi y me da una cachetada —Jamás vuelvas a hablarle a tu padre así. Tu padre no tiene ojos para ese tipo de mujeres. Ahora, compórtate como un digno miembro de la familia Russo y cumple tus obligaciones con esa chica, ella es la única que podría heredar todo el poder de su familia y lo sabes también como nosotros.
Sali de su habitación y tomé tanto alcohol como pude antes de ir a la habitación, estaba tan ebrio que ni siquiera sabia si estaba hablando en voz alta o solo estaba hablando dentro de mi cabeza, lo único que sé, es que ella fue como una patética mocosa a quejarse con mis padres por mi comportamiento. Entonces, si ella quiere que cumpla como esposo entonces, eso haré.
Entré y azoté la puerta con fuerza logrando llamar su atención, cuando vuelve su vista hacia mí, ella tenía sus ojos hinchados y rojos.
«Seguramente estuvo llorando todo el día»
Es una mujer con la cual no soporto lidiar, seguramente querrá llamar la atención de esta forma y ahora que ha logrado lo que quiere, espero que al menos en la cama sea buena si no, odiaré aun mas este maldito matrimonio.
—Quítate, … la ropa.
—¿Qué?
La tomé del cuello y le advertí que no me hiciera repetir la pregunta, al soltarla ella obedece mientras me pregunta si había hecho algo mal, pero guardé silencio mientras la observo de pies a cabeza nuevamente, me acerque a ella creyendo que la vería llena de miedo, pero, ella tenia una pizca extraña en sus ojos una que no había visto antes, era como si deseara que esto pasara
—Te arrepentirás de desearme. Recuérdalo bien.
<MEGAN>
Se supone que debería estar feliz porque ahora era su mujer completamente, pero, lo que pasó ayer me dejo llena de miedo y pánico, no salí del baño y aun siento que me duele mis piernas, en realidad me dolía todo, mi alma esta sufriendo porque fue tan despiadado con no tuvo consideración conmigo ni porque se lo pedí a gritos.
Al abrir la puerta del baño, el no estaba, seguramente se fue en la noche, ni siquiera se preocupó por mí, ni siquiera tuvo la amabilidad de preguntarme si estaba bien, solo fue, me trató como si fuera una perra o prostituta
—Esto no es lo que pensaba
Me acurruco en una esquina mientras pienso en lo que ha pasado y en lo que puede suceder, fue muy claro al decirme que no tiene ningún sentimiento por mí, fue duro porque pensé que al menos me quería, aunque sea como amiga, pero estaba equivocada.
Fue mi primera vez y aun así fue despiadado conmigo. Jamás olvidaré este día, pero aun a pesar de eso, siento que debo hacer algo que puedo hacerle cambiar de opinión sobre mi y que puedo ser una esposa adecuada para él, no tengo mucho tiempo de estar a su lado así que al menos debo intentarlo, después de todo, ya estoy casada con él, no quiero que crean que soy tan débil como para renunciar tan pronto, esperaré y les demostraré que puedo soportar esto y mucho más, pero al menos cuento con el apoyo de sus padres, eso me reconforta un poco
—¿Estas cocinando? —al ver a mis espaldas a la señora Russo, le di los buenos días. —¿Qué es esto? —ella se acerca a mi y hace a un lado mi cabello. —¿Mi hijo te ha hecho este moretón?
—Fue un accidente. —mentí
—¿Como que un accidente?
Le dije que no era nada de gravedad y que pronto sanaría, pero ella al parecer no dejaría las cosas así y le diría a su hijo algo por este morete, al caer la noche, lo esperé con una cena especial para el, por suerte sus padres salieron no sin antes desearme buena suerte, pero pasaron dos horas y el no llegaba, comencé a preocuparme de que estuviera con otra o que hubiese tenido un accidente pero cuando lo vi entrar me sorprendió verlo junto a sus padres, ellos se veían molestos cuando entraron ya que estaban hablando en otro idioma que no entendía bien
—¿Qué es esto? —ni siquiera me di cuenta cuando Leo se encontraba en el comedor.
—Te preparé algo de cenar hace dos horas, debe estar fría, pero si quieres la caliento para ti y que…
—Que repugnancia, comida fría, enserio ¿crees que me voy a comer eso así de frio? Eres inútil incluso hasta en la cama —mi cara se torno roja mientras siento la impotencia apoderarse de mi cuerpo al ver como me humilla frente a sus padres —Dormiré en otra habitación.
—No. —dijo su padre de forma autoritaria —Ahora tienes una esposa…
—Una, que abarca toda la cama, papá
Me quedé paralizada, desconcertada por sus crueles palabras, era tan cruel que mi alma desapareció y abandonó mi cuerpo y así esconderse en algún lugar lejos de esta casa donde el hombre que me quitó el sueño por años se convirtió en un demonio, en mi verdugo, sin piedad me denigra, me insulta y sin tapujos me humilla frente a quienes estén presentes
Me quede inmóvil, no podía moverme de mi lugar, mi mente trata de procesar lo que acaba de pasar, solo observo como arroja la comida al suelo y después se marcha, mis lagrimas comenzaron a brotar mientras observo que mi esfuerzo fue arrojado al suelo no sin antes humillarme.
La madre de Leo me abraza mientras me arrodillo para recoger el desastre que hizo, pero ella me impide hacerlo al decirme que lo haría una de las empleadas
—Solo... quiero estar sola —murmuro bajito —Por favor.
Ella respeta mi decisión y me deja sola en la sala mientras recojo cada trozo del plato que ha quebrado al lanzarlo al suelo, sin darme cuenta me había cortado, pero, ni el dolor de la cortada era mas fuerte que el dolor en mi pecho, dolía tanto que sentí que me estaba comiendo viva, ¿Por qué me trata así cuando solo quiero ganarme su cariño? Al ver los pedazos del plato, de repente se transforman en algo cristalino color rojo
Mi corazón, eso era lo que estaba recogiendo y que sostenía en mis manos. Mi felicidad fue de minutos, ya que de pronto, se transformó en un infierno, pero, es que jamás imagine que el seria esa clase de hombre.
—Que todo quede en orden. —levanto mi cabeza para ver que se marchaba de nuevo a estas alturas de la noche, lo único que salió de mis labios fue “¿Por qué?” —No preguntes por algo que ya sabes.
Con el paso de los días, nada cambio en lo absoluto, por mas que he intentado ganarme su afecto, nada ha funcionado, ni las cenas y mucho menos parece complacido en la cama, me trata como si fuera una zorra las veces que ha estado conmigo, no me toca y mucho menos me mira, al terminar se va y no regresa a la mañana siguiente, lo único que puedo hacer es observar y guardar silencio, he tratado cada día de llamar su atención pero el me evade y termina diciéndome cosas que incluso a mi me desagrada repetirMe di cuenta que ni si quiera sus padres son capaces de controlarlo, o de que al menos se quede en la casa, o tal vez ellos no hacen o dicen nada ya que seguramente también le temen a su hijo, o, no quieren ayudarme, tantas posibilidades que pasan por mi cabeza y probablemente todas vayan a una misma conclusión.Me desagrada tanto este tipo de vida, pero, aun soy tan tonta que sigo creyendo que a cambiar y dejara a un lado ese comportamiento si tal vez le diera un hijo, pero he comenza
—¿Cómo puedes decirme eso y de esa forma tan?...Cuando escuché la voz de mi madrastra a mis espaldas, elevé una ceja confundida ya que se supone que debería estar en una camilla, ¿Qué hace de pie como si el accidente no hubiese sido de gravedad?Ella estaba llorando mientras se acerca a nosotros, Emilia corrió hacia a ella para consolarla por lo que estaba pasando, nuevamente siento que mi esposo me brinda su apoyo al tomarme del brazo gentilmente, su comportamiento extraño conmigo, primero se comporta como si fuera su peor desgracia y encima, abraza a mi hermana para luego decirme que soy mezquina y que solo pienso por mí misma—¡Todo esto… es tu culpa!! —masculla entre dientes Magdalena —Si no fuera por ti, Bernardo no estaría ahora en coma.—Señora, necesita calmarse. Ella se encuentra aun en shock por lo que ha pasado así deben comprenderla —observo su brazo enyesado —Sufrió una fractura en su hombro que le tomara unos meses en sanar.Eso es lo que el medico dijo antes de marchar
Me quedé toda la noche en el hospital, y la enfermera que me atendió me dio una ropa que era suya pero que ya no usa pues era ropa que usó cuando salió embarazada, me preguntó si algo andaba mal para que no viniera nadie por mi, pero le dije que no, no quiso seguir preguntando y ella se marchó a la media noche y me permitió quedarme en el área intensiva observando a mi padre desde afuera, me quedé sentada a un costado de la puerta mientras me acurruco y apoyo mi frente contra mis rodillas mientras lloró en silencio porque nada está saliendo como yo lo deseaba y al parecer los problemas me persiguen.—¿Qué hace aquí señorita?Me despierto enseguida al ver al medico frente a mí, no me di cuenta que me había quedado dormida, el médico me repite su pregunta por lo que tuve que mentir nuevamente alegando que acaba de llegar pero como no podía entrar me quedé sentada esperando a que el llegara, esperaba que me creyera ya que casi no hay personas en esta área donde se encontraba papá, solo t
Por un instante pensé que me estaban tomando el pelo, pero me di cuenta que no era así cuando me dieron la espalda y con una sonrisa enorme, la señora Russo invitó a mi hermana a tomar una taza de té, algo que jamás hizo conmigo durante estos dos meses, sin darme cuenta les pedí si podía ir con ellas.—Iug, que horror, acaso quieres enfermarnos, —dijo Emilia con desagrado —Seguramente traes pegado a ti una enfermedad asquerosa.—Esto es cosa de damas. —dijo la madre de Leo con desdén —Y tú , … eh, no encajas con nosotros. —sentí como de cierta forma me estaba denigrando con sus palabras —Pero no te preocupes, ya encontraremos un lugar mejor para ti. —su tono irónico era humillante para mi —Señoras, por aquí.Me dieron la espalda y se alejaron hasta desaparecer de mi vista, el padre de Leo me mira con arrogancia y le dice a Leo que lo acompañe ya que hay asuntos que deben resolver dejándome totalmente sola en el recibidor.Él… ni siquiera me vio a la cara, hizo como si yo no existiera,
Me dejaron con el desastre que ordenaron limpiar, me acurruco mientras lloro en silencio, como pude ser que de la noche a la mañana me había quedado sin el apoyo de nadie, me sentía tan denigrada, humillada que, solo podía hacer más que abrazarme a mi misma mientras veo como todos pasan sobre mi, mi querido padre, esta en coma, los padres de Leo únicamente me aceotsron por petición de mi papá, ahora, me doy cuenta que estoy sola rodeada de personas que me quieren posiblemente muerta ya que, solo así, podrían sacarme de su caminoLo único que hice fue defenerlos de la arpía de Emilia y que recibí a cambio, golpes y ser humillada por los tres miembros de esta familia, incluso mi esposo me dio la espalda y decidió apoyar a mi hermana, fue un golpe tan duro para mi que no puedo dejar de llorar.Limpié mis lágrimas al ver que había alguien de pie frente a la puerta, al ver que era la madre de su esposo solo se pone de pie y la observa con un vacío reflejado en sus ojos, mis oídos solo escu
No podía soportar un día más de sus intentos de buenas acciones conmigo, cada día que pasa, ella siempre hace algo bueno para ganarse mi atención y mi afecto, quiere hacerme creer que es aquella misma niña inocente y agradable que conocí, había regresado a mi trabajo como el nuevo dueño de todo el imperio Russo, hace dos semanas que lo hice y ella, sigue el mismo patrón cada día, lava mi ropa, siempre cada día esta limpia y sin ninguna arruga, totalmente impecable, me envía desayunos y almuerzo, a la empresa, cuando regresaba a la villa, siempre dejaba me esperaba y me decía que tenía lista mi cena, recién hecha y lista para servir, cada noche algo diferente, cada comida es distinta.Cada vez que ella hace algo bueno, terminó odiando sus acciones, siempre trata de mantener una conversación conmigo pero nunca me hace decir una sílaba. siempre pasaba de paso cada vez que ella me invitaba cenar, pero es demasiado persistente y deja la cena en mi puerta.Salí de mi habitación, eran la die
Yo ni siquiera sabía de lo que están hablando, no estuve en la villa el día de ayer y hoy a altas horas de la mañana, corrí la hospital prácticamente para saber cuáles eran los resultados, no tenía mi idea de cual anillo estaban hablando, traté de explicarles lo que había hecho pero nadie me permitió hacerlo; Emilia me arrebató el ultrasonido de las manos mientras tanto la señora Russo me grita que le entregue el anillo.—¡Le juro por todos los cielos que yo no se nada!...A pesar de que me estaba defendiendo nadie, absolutamente nadie quiso escucharme, me dijeron que estaba mintiendo y me llevaron se arrastras a mi habitación, al voltear, le pedí a Leo que me creyera, que no sabía de lo que me estaban acusando pero él, me dio la espalda nuevamente y cerró la puerta con llave.—¡¡Leo, Leo… por favor!!..Mis gritos eran en vano ya que se marcharon y me dejaron encerrada no sin antes gritarme que me dejarían sin comer. Mi corazón no podía seguir con este tormento, estaba tan llena de fe
—Sal… de aquí. —mascullo entre dientes. Ella se queda inmóvil burlándose de mi. —¡¡Largo!!.Se marcha después al ver que comencé a quejarme de dolor, cuando ella se fue, el medico entró de prisa, le grité que me dolía demasiado y él rápidamente coloco algo en mi suero que me hizo sentirme cansada, solo susurro bebé mientras cierro mis ojos teniendo la silueta del medico al quedarme dormida.Sentía que algo cálida me toma de forma delicada, era como si estuviera flotando en el aire, era reconfortante que me transmite paz, luego sentí que me dejaron sobre algo cómodo, caliente, me agradaba en verdad—Leo…—Despierta de una buena vez. —escuchar la voz de mi madrastra me hizo abrir los ojos —No puedo creer lo holgazana que eres.—Usted…—Anda y levántate ahora mismo que el desayuno no servirá solo.Pensé que conocía las acciones de mi madrastra Magdalena y de lo que podría llegar a ser capaz, pero ahora, me doy cuenta que su maldad supera mis expectativas y que no tiene ni una pizca de co