Gracias a todos por leer mi libro, que bueno que hayan llegado hasta aquí. Los espero en otra de mis novelas. Dios los bendiga.
—He esperado tanto tiempo por ti.Cada partícula de mi cuerpo vibró ante tan afirmación aunque fingí ser indiferente ante él.—No me toques, no puedes tocarme.Sí, yo misma había pronunciado esas palabras pero ahora estaba arqueándome bajo ese toque inesperado pero increíblemente seductor que me tentaba y me hacía actuar desinhibida.—Eso no es lo que me dice tu cuerpo...Su voz era ronca y endiabladamente masculina como si llevara años sin usarla, lo que era muy extraño.Eso poco me importó, estaba más centrada en sus dedos acariciando mis puntos más sensibles.Casi retorciéndome vergonzosamente contra él.—No tienes derecho a tocarme, quiero irme de aquí.Cuando recuperé mi cordura mis manos golpearon su pecho intentando empujarlo pero no logré que se moviera ni siquiera un milímetro.Su cálido aliento acarició mi piel erizándome enseguida al mismo tiempo que sentía los latidos acelerados de mi corazón.De repente sus ojos se alzaron hasta los míos.—¡Ah!Mi gemido fue cortado por u
Aún no puedo creer las cosas que mis padres me han dicho.¿Desde cuándo los hombres lobos existen y por qué él me quiere a mí?Estoy asustada.Tanto que accedí a irme al otro lado del mundo para escapar de ese hombre... si es que puedo llamarlo de ese modo ya que mis padres lo llaman "bestia".—¿Estás bien, cariño? Sé que es mucha información pero necesitabas saberlo.Descansa, cuando lleguemos yo te avisaré.—De acuerdo mamá.Aún inquieta cerré mis ojos intentando no pensar en él.¿Sería la misma persona de mis sueños?¿Cómo podía meterse en mi cabeza?—Una vez más intentando huir... no es posible pequeña.Te encontré.Me desperté agitada y mi madre me censuró con la mirada.—¿Qué te pasa, Selene? Compórtate. Hemos llegado.Yo asentí y todos comenzamos a bajar del avión.—¿Qué te pasa preciosa?—Mi nueva vida comienza ahora Leif, sin embargo no sé qué dirección tomará gracias a esa... bestia.De solo pensarlo mi corazón se agita.—No tienes de que preocuparte. Yo te protegeré.Quería
—Le llevaré comida, no quiero que nadie vaya cerca de su habitación. Mucho menos ningún hombre. Aún no controlo lo que siento por tenerla tanto tiempo alejada. Y otra cosa Isakar, encárgate de que Aleix tampoco lo haga. Puede decirle por error algo a Selene y es lo que menos quiero. ¿Entendido? —Eso haré papá. Fui a la cocina para tomar los alimentos que habían preparado las lobas de la manada y de inmediato me fui a la habitación donde había encerrado a mi mujer. Se sentía tan bien llamarla de ese modo. Solo que ahora tenía que ganarme el derecho a hacerlo. Al entrar a la habitación capté su aroma una vez más embriagándome una vez más con este. —Ven a comer. Coloqué la bandeja en la mesa pero al ver que ella no se levantó se la coloqué en las rodillas. —No quiero. Sabía que tenía hambre, solo estaba siendo infantil al respecto. En definitiva no se parecía a Audrey sin embargo esto me atraía aún más sin entender el motivo. —Come o yo mismo te la daré en la boca. No estoy
Selene:Mis ojos se abrieron lentamente.—¿Dónde estoy...?Entonces el recuerdo fugaz me golpeó.—No ha sido un sueño.Realmente estoy aquí, ¡¿Por qué estoy durmiendo en la cama si me acosté a dormir en el suelo?!De prisa miré al otro lado de esta y por suerte estaba vacío, noté que nadie había dormido ahí.—Por lo menos no se acercó a mí ese tipo —gruñí quitándome la sábana de encima para levantarme—. No debería estar pensando en asearme pero lo necesito.Tengo que deshacerme de esta ansiedad que estoy sintiendo.No tardé en quitarme la ropa, bañarme y después lavarme los dientes.—Así me siento un poco mejor.Aparté la mirada del espejo para ir en busca de un poco de ropa al closet aunque evidentemente solo había ropa de hombre.—Tengo que encontrar una manera de escapar de aquí.Este tipo quiere volverme loca.No sé lo que pretende conmigo pero no va a lograrlo.Me coloqué unos boxers nuevos que encontré y una camisa que me cubría hasta los muslos pero no había nada más.—¿Cómo pue
—No es necesario que hagas eso, yo puedo cuidar de mí misma.Traté de apartar mis pies una vez más pero él no me dejó.Me incomodaba lo delicado que estaba siendo conmigo.Eso no es algo propio de alguien como él.—Tú... ¿Lo amas?Su pregunta logró hacer que me fijara en su rostro.No me estaba mirado pero evidentemente estaba a la espera de mi respuesta.Algo me dijo que hizo esa pregunta como si realmente le doliera mi respuesta.Aunque eso era estúpido.—¿De qué estás hablando?—De ese bastardo que te dejó sola en el bosque ¿De quién más sino?—En primer lugar no es tu problema si lo amo o no. Y en segundo lugar, el bastardo eres tú. Leif es...—Claro que es mi maldito problema —rugió de forma letal—. ¿Lo amas o no?—Es mi novio ¿Por qué crees que estoy con él si no es así?—No lo sé, esperaba que me lo respondieras tú. Una mujer enamorada es evidente y tú no pareces una de ellas.—¡No creas saber todo de mí! ¡No me conoces!—Terminé.Se levantó tomando el botiquín sin mirarme y yo
Después de ese día he perdido la cuenta de cuantos llevo encerrada aquí.He visto el sol salir y caer un montón de veces.Esto solo logra que me sienta mucho más desesperada.He estado encerrada en esta habitación desde entonces.—¿Dónde estará ese bastardo engreído? ¿Cuándo me liberará?Caminé de un lado al otro en la habitación ya que eso era lo único que puedo hacer... por ahora.—No entiendo porqué no me ha hecho lo que planeó.Según mis padres él quiere hacerme daño. ¿Entonces por qué no lo ha hecho aún? ¿Está esperando algo? ¡Dios mío, voy a volver loca aquí encerrada!Desde ese día que me dejó encerrada en la habitación tampoco he vuelto a verlo.Verona me trae la comida siempre, con un montón de hombres cubriendo la puerta evidentemente para que yo no intente escaparme otra vez.—Buenos días, pequeña Luna. Aquí traigo su desayuno.Verona me sacó de mis pensamientos haciéndome mirarla.Ella es a la única persona que conozco aparte de ese imbécil que me secuestró de quien además
Sus labios se aferraron a los míos con dulzura y posesividad al mismo tiempo despertando algo que yo jamás había sentido.Ni siquiera con Leif.Sus manos tiraron de mi cintura aferrándose a mi piel y yo casi estuve derretida ante su toque. Perdida en el sabor de sus enigmáticos labios que sabían a gloria.Él me exploró y yo dejé que lo hiciera.Mi corazón latía salvajemente bajo mi pecho por esta intimidad divina hasta que llegó la racionalidad de golpe y supe que estaba cometiendo una locura.—¡¿Cómo te atreves a besarme?!Alcé mi mano para golpear su mejilla avergonzada por mi propio comportamiento aunque él fue más rápido.—No me desafíes pequeña.Estás en mis manos.Sus ojos brillaba intimidantemente sin embargo yo no di un paso atrás.Alcé mi cabeza con firmeza fulminándolo con la mirada.—No por mucho tiempo.Mi respuesta lo hizo endurecer el ceño sin embargo terminó por soltarme antes de darse la vuelta.—Camina.Se hace tarde.En silencio los dos avanzamos por los pasillos del
Él no me había presentado propiamente como su... luna, pero ahora esto era obvio incluso para mí. Una novata que no sabe nada de la vida de los lobos. —Luna, es un placer conocerla. Llevábamos muchos años esperando porque usted apareciera. Desde que mi secuestrador se había alejado de mí un grupo de chicas lobo me habían rodeado para presentarse. —¿Cómo es eso? —pregunté con curiosidad. No soy una traidora. Quizás cuando mi familia venga por mí podré darles información importante sobre los lobos. Después de todos ellos me trajeron contra de mi voluntad y si en mi familia somos cazadores yo también lo soy. —Oh, es que ha pasado siglos para que el Alfa volviera de nuevo y es gracias a usted... Pero antes de que ella terminara de hablar la cortó abruptamente la chica que se veía como una líder. Seria, serena e imperturbable. —Nos dijeron que no hablaramos demasiado Beauty. —Oh, es cierto. Lo siento mucho Luna. —Alaska es tu nombre ¿Cierto? La aludida asintió como respuesta