Selene:
Mis ojos se abrieron lentamente.
—¿Dónde estoy...?
Entonces el recuerdo fugaz me golpeó.
—No ha sido un sueño.
Realmente estoy aquí, ¡¿Por qué estoy durmiendo en la cama si me acosté a dormir en el suelo?!
De prisa miré al otro lado de esta y por suerte estaba vacío, noté que nadie había dormido ahí.
—Por lo menos no se acercó a mí ese tipo —gruñí quitándome la sábana de encima para levantarme—. No debería estar pensando en asearme pero lo necesito.
Tengo que deshacerme de esta ansiedad que estoy sintiendo.
No tardé en quitarme la ropa, bañarme y después lavarme los dientes.
—Así me siento un poco mejor.
Aparté la mirada del espejo para ir en busca de un poco de ropa al closet aunque evidentemente solo había ropa de hombre.
—Tengo que encontrar una manera de escapar de aquí.
Este tipo quiere volverme loca.
No sé lo que pretende conmigo pero no va a lograrlo.
Me coloqué unos boxers nuevos que encontré y una camisa que me cubría hasta los muslos pero no había nada más.
—¿Cómo puedo escapar de aquí? ¿Mis padres me estarán buscando? ¿Leif...?
Interrumpiendo mi retahíla la puerta se abrió y yo enseguida me tensé esperando ver a ese tipo pero para mi sorpresa se trataba de una mujer mayor.
—Buenos días luna, le he traído su desayuno. No sabía qué le gustaba así que traje de todo un poco.
Espero que le guste.
Mis pupilas se dirigieron hasta la bandeja que la mujer sonriente sostenía.
Efectivamente todo se veía riquísimo pero no podía perder el tiempo, esta era mi oportunidad.
—Lo siento mucho.
Antes de que ella lo previera la empujé haciéndola a un lado mientras corría fuera de la habitación sintiendo mi corazón latir apresurado.
—¡No puedes irte luna! ¡Guardias, ha escapado la luna!
—Maldita sea.
A pesar de todo yo seguí corriendo sin detenerme.
Mi curiosidad me ganó cuando escuché gritos a mi espalda así que giré a ver sin detenerme.
—¿De dónde salieron tantos? ¿A caso todos son... bestias? ¿Hombres lobo...?
Horrorizada aceleré el paso sintiendo el cansancio llegar a mí.
–No puedo parar, no ahora cuando logré salir de esa m*****a casa.
Podía sentir la mirada de las personas cuando pasaba pero no me importaba.
Ellos eran cómplices de esas bestias.
—Un poco más y llegaré al bosque... ¡Sí!
Miré a atrás otra vez notando que venían mucho más cerca.
Mis pies dolían al haber salido descalza me había hecho daño.
—Ya quedará tiempo para lloriquear. Tengo que hacer algo para perderlos, debo despistarlos.
Fue entonces cuando frente a mí aparecieron un grupo de lobos gruñendo logrando que gritara deteniéndome en el acto.
Una cosa era que mis padres me contaran sobre los hombres lobos y otra era que yo los viera.
Eran mostruosamente grandes y sumamente peligrosos.
Di un paso atrás sin apartar la mirada de ellos hasta que mi espalda golpeó un pecho duro y firme.
Escuché un gruñido que hizo que el vello de mis brazos se erizara.
Estuve a punto de echarme a correr pero no pude hacerlo.
—Ni siquiera lo pienses —gruñó.
Me tomó en brazos levantándome del suelo en forma nupcial logrando que un grito escapara de mis labios por la sorpresa.
Alcé mi mirada y nuestros ojos se conectaron.
—¡No puedes hacerme esto! ¡No es justo! ¡Quiero volver a casa ya!
—Será mejor que no hables.
—¡¿Ahora no tengo ni siquiera derecho de hablar?!
—Has perdido todos tus derechos y más, ahora mantente en silencio.
Sí.
De verdad estaba furioso.
Pero entonces noté que a pesar de ello él intentó cubrir mi retaguardia para que nadie pudiera verme ya que estaba prácticamente desnuda a la mirada de todos estos hombres, cosa que logró ruborizarme aunque lo oculté.
—No puedes solo mantenerme encerrada y pensar que no voy a escapar. Eso es estúpido.
Él no me respondió manteniendo su mandíbula firmemente apretada mientras que seguía caminando de vuelta a mi encierro.
—En algún momento estarás descuidado.
No lo esperarás y yo podré salir victoriosa.
No volverás a verme nunca más.
Él apretó aún más se agarre mientras que aceleraba el paso gruñendo.
—Alfa, no pude detenerla. Ella...
—No te preocupes Verona. Puedes retirarte.
No sé en qué momento habíamos llegado tan rápido pero ya estábamos frente a mi prisión.
—¡Esto no puede ser! ¡Este hombre está secuestrándome y todos se han unido para ayudarlo! ¡Cuando mi familia venga por mí...!
Antes de que yo terminara de hablar, él cerró la puerta de la habitación con fuerza logrando que me sobresaltara mirándolo a los ojos.
Los de él estaban tan oscuros como la noche.
Tal y como siempre me hacía daño en mis sueños.
Contuve un grito de mi boca dando pasos atrás sin apartar mi mirada de él hasta que comenzó a seguirme intimidándome.
—No-no sé qué quieras conmigo pero sea lo que sea no vas a conseguirlo.
Mi familia y mi novio vendrán por mí.
—¿Tu novio, pequeña? —estaba tan cerca de mí que lograba erizarme la piel incluso sin tocarme, pero no era solo eso sino también el tono de su voz peligrosa—. ¿El mismo inútil cobarde que decidió abandonarte en el bosque dejándote a mi merced?
—Él creía que yo iba justo detrás de él ¡Además no tienes derecho a hablar sobre Leif!
—Si hubiera sido yo te hubiera puesto delante de mí. Yo jamás te dejaría atrás.
Su cálido aliento se mezcló con el mío mientras que mi corazón latía de prisa sintiéndome nerviosa con su cercanía. Pero entonces me enojé conmigo misma por ello.
¿Por qué estaba sintiéndome de este modo por este tipo?
—¡Es absurdo!
Mi chillido hizo que él arqueara una ceja y mis mejillas se colorearan de rojo una vez más.
Intenté apartarme de él una vez más pero ahora sí mis pies dolieron y me mordí el labio para no mostrar debilidad.
—¿Sabes lo que verdaderamente es absurdo? Tú escapando, te lastimaste. Déjame ver...
—¡No! Tienes que dejar esa manía de tocarme cuando se te antoje.
No eres nada mío.
Soy una chica grande, por unas cortaditas en los pies no voy a morir.
—Pero eso no lo determinas tú, pequeña. Yo lo hago.
—Ya, claro. Es que tu vas con esa arrogancia por el mundo imaginando que todos deben obedecerte.
Pero yo no soy como los demás.
Me tiene sin cuidado que seas el líder de todo este sitio.
Sin ponerle atención a mis quejas me tomó en brazos cargándome hasta colocarme sobre la cama.
—¡Que me sueltes, que obsesión tienes por cargarme, yo puedo sola!
—No te muevas y no seas dramática. Quédate aquí, voy por el botiquín.
—Como si pudiera ir a otro lado.
Entorné los ojos pero él no me miró.
Salió de la habitación dejándome sola y furiosa.
—Maldita sea, estos tipos evidentemente son más rápidos que un humano normal. ¿Cómo escaparé de aquí entonces?
Entonces una idea cruzó por mi mente logrando que sonriera con malicia porque probablemente escapara al fin.
—No es necesario que hagas eso, yo puedo cuidar de mí misma.Traté de apartar mis pies una vez más pero él no me dejó.Me incomodaba lo delicado que estaba siendo conmigo.Eso no es algo propio de alguien como él.—Tú... ¿Lo amas?Su pregunta logró hacer que me fijara en su rostro.No me estaba mirado pero evidentemente estaba a la espera de mi respuesta.Algo me dijo que hizo esa pregunta como si realmente le doliera mi respuesta.Aunque eso era estúpido.—¿De qué estás hablando?—De ese bastardo que te dejó sola en el bosque ¿De quién más sino?—En primer lugar no es tu problema si lo amo o no. Y en segundo lugar, el bastardo eres tú. Leif es...—Claro que es mi maldito problema —rugió de forma letal—. ¿Lo amas o no?—Es mi novio ¿Por qué crees que estoy con él si no es así?—No lo sé, esperaba que me lo respondieras tú. Una mujer enamorada es evidente y tú no pareces una de ellas.—¡No creas saber todo de mí! ¡No me conoces!—Terminé.Se levantó tomando el botiquín sin mirarme y yo
Después de ese día he perdido la cuenta de cuantos llevo encerrada aquí.He visto el sol salir y caer un montón de veces.Esto solo logra que me sienta mucho más desesperada.He estado encerrada en esta habitación desde entonces.—¿Dónde estará ese bastardo engreído? ¿Cuándo me liberará?Caminé de un lado al otro en la habitación ya que eso era lo único que puedo hacer... por ahora.—No entiendo porqué no me ha hecho lo que planeó.Según mis padres él quiere hacerme daño. ¿Entonces por qué no lo ha hecho aún? ¿Está esperando algo? ¡Dios mío, voy a volver loca aquí encerrada!Desde ese día que me dejó encerrada en la habitación tampoco he vuelto a verlo.Verona me trae la comida siempre, con un montón de hombres cubriendo la puerta evidentemente para que yo no intente escaparme otra vez.—Buenos días, pequeña Luna. Aquí traigo su desayuno.Verona me sacó de mis pensamientos haciéndome mirarla.Ella es a la única persona que conozco aparte de ese imbécil que me secuestró de quien además
Sus labios se aferraron a los míos con dulzura y posesividad al mismo tiempo despertando algo que yo jamás había sentido.Ni siquiera con Leif.Sus manos tiraron de mi cintura aferrándose a mi piel y yo casi estuve derretida ante su toque. Perdida en el sabor de sus enigmáticos labios que sabían a gloria.Él me exploró y yo dejé que lo hiciera.Mi corazón latía salvajemente bajo mi pecho por esta intimidad divina hasta que llegó la racionalidad de golpe y supe que estaba cometiendo una locura.—¡¿Cómo te atreves a besarme?!Alcé mi mano para golpear su mejilla avergonzada por mi propio comportamiento aunque él fue más rápido.—No me desafíes pequeña.Estás en mis manos.Sus ojos brillaba intimidantemente sin embargo yo no di un paso atrás.Alcé mi cabeza con firmeza fulminándolo con la mirada.—No por mucho tiempo.Mi respuesta lo hizo endurecer el ceño sin embargo terminó por soltarme antes de darse la vuelta.—Camina.Se hace tarde.En silencio los dos avanzamos por los pasillos del
Él no me había presentado propiamente como su... luna, pero ahora esto era obvio incluso para mí. Una novata que no sabe nada de la vida de los lobos. —Luna, es un placer conocerla. Llevábamos muchos años esperando porque usted apareciera. Desde que mi secuestrador se había alejado de mí un grupo de chicas lobo me habían rodeado para presentarse. —¿Cómo es eso? —pregunté con curiosidad. No soy una traidora. Quizás cuando mi familia venga por mí podré darles información importante sobre los lobos. Después de todos ellos me trajeron contra de mi voluntad y si en mi familia somos cazadores yo también lo soy. —Oh, es que ha pasado siglos para que el Alfa volviera de nuevo y es gracias a usted... Pero antes de que ella terminara de hablar la cortó abruptamente la chica que se veía como una líder. Seria, serena e imperturbable. —Nos dijeron que no hablaramos demasiado Beauty. —Oh, es cierto. Lo siento mucho Luna. —Alaska es tu nombre ¿Cierto? La aludida asintió como respuesta
Mi corazón empezó a latir con rapidez.El tamaño de cada uno era intimidante, ellos parecían de verdad unas bestias.Ahora entiendo el porqué mis padres le llamaban de ese modo a Aidan.—¿Dónde está Aidan, Verona?—No sé a dónde fue Luna, la acompañaré a su habitación.No podía rendirme así de fácil.Tengo que echar un vistazo a los alrededores para ver si encuentro una manera de escapar.Sin embargo debo hacerlo con sutileza para que Verona no lo note.—Antes de eso ¿Podrías llevarme por favor a ver el exterior? Aiden nunca me ha dejado salir de la casa.La mujer parecía renuente pero a pesar de eso asintió a regañadientes.—Está bien Luna, pero después de eso debemos volver.Con satisfacción la seguí hasta un jardín inmenso dejando los lobos atrás.Paneé el lugar dándome cuenta que detrás del jardín estaba el bosque.Solo que no sabía a dónde saldría de irme por allí.—Por lo menos he conseguido ver algo.—¿Dijo algo, luna?—No, estoy mirando las flores.En esta ocasión no mentí.Me
Su rostro estaba a solo centímetros de distancia mientras que sentía como mi corazón latía apresurado bajo mi pecho gracias a su cercanía y a su mirada penetrante.Y es que no era solo eso.Yo estaba manteniendo una batalla conmigo misma.—Sé que no fue la mejor manera en la que te traje aquí, pero no cambia el hecho de que eres mía.Su voz masculina y la posesividad de sus palabras hizo que intentara cerrar mis piernas al sentir la vergonzosa humedad que acababa de aparecer entre ellas.—Cada parte de ti lo es...En el momento en el que Aidan mordisqueó mi cuello y se frotó contra mis piernas sentí que perdí el control.Cada parte de mi cuerpo se excitó a tal punto que me asustó.Ni siquiera con Leif me había sentido de este modo y este hombre conseguía seducirme después de haberme secuestrado.Su boca no se limitó a quedarse en mi cuello sino que comenzó a dejar húmedos besos a lo largo de mi pecho hasta llegar a mis senos.Mis mejillas estaban completamente sonrojadas y tuve que mor
Toda mi cabeza daba vueltas en este momento.Pronto los recuerdos comenzaron a llegar tal y como las voces de las personas a mi alrededor.—¡Maldita sea Aleix, te dije que la cuidaras!—¡Yo tampoco lo vi venir, papá! Ya me siento lo suficientemente culpable.—¡¿Encontraron al maldito que le hizo esto a mi compañera?!Yo estaba atontada aún sin abrir los ojos pero mi estado de estupefacción se incrementó considerablemente al escucharlos.¿Aleix de verdad le había llamado a Aidan papá o yo estoy alucinando?No parecen padre e hijo en absoluto gracias a la edad porque él al igual que Isakar son casi el clon pero supongo que los lobos pueden ser longevos.¿Qué edad tendrá Aidan?Mi respiración se detiene al escucharlo llamarme su compañera porque de alguna manera me sentí... inenarrablemente atraída a él.¿A causa de qué?No entiendo nada.—Alfa, están perturbando a la Luna que comienza a despertar.Ups.Acababa de ser descubierta por lo que no podía seguir fingiendo que seguía dormida par
Cada centímetro de mi cuerpo tembló por su cercanía.Sus ojos, esos ojos poseían una mirada sombría, escalofriante, misteriosa, detallaban mi rostro con tanta profundidad quemándome.Poniéndome nerviosa.Era como si él supiera cosas que yo no tenía ni la menor idea.Su toque enviaba descargas eléctricas por todo mi ser y no entiendo el porqué estoy sintiendo esto.Es como si cada vez que me tocaba las emociones dentro de mí crecían a un punto inimaginable.—¿Por qué estás aquí? —le pregunté temblorosa.Me mordí el labio inferior cuando sentí una parte de su anatomía crecer volviéndose más dura.Me horroricé en el momento que yo misma moví mis caderas en torno a él de manera involuntaria y él me respondiera con un gruñido sumamente sexy mientras me devoraba con esa mirada oscura.Mi cuerpo reaccionó distinto a todo lo que he experimentado antes.Flashes de mis sueños con él hacen que me maree un poco y por ello me aferro a sus hombros con mis manos.Y aquí está él.Confundiéndome.No me