Aún no puedo creer las cosas que mis padres me han dicho.
¿Desde cuándo los hombres lobos existen y por qué él me quiere a mí?Estoy asustada.Tanto que accedí a irme al otro lado del mundo para escapar de ese hombre... si es que puedo llamarlo de ese modo ya que mis padres lo llaman "bestia".—¿Estás bien, cariño? Sé que es mucha información pero necesitabas saberlo.Descansa, cuando lleguemos yo te avisaré.—De acuerdo mamá.Aún inquieta cerré mis ojos intentando no pensar en él.¿Sería la misma persona de mis sueños?¿Cómo podía meterse en mi cabeza?—Una vez más intentando huir... no es posible pequeña.Te encontré.Me desperté agitada y mi madre me censuró con la mirada.—¿Qué te pasa, Selene? Compórtate. Hemos llegado.Yo asentí y todos comenzamos a bajar del avión.—¿Qué te pasa preciosa?—Mi nueva vida comienza ahora Leif, sin embargo no sé qué dirección tomará gracias a esa... bestia.De solo pensarlo mi corazón se agita.—No tienes de que preocuparte. Yo te protegeré.Quería creer en él.De hecho anhelaba hacerlo pero algo me lo impedía.Días después:—¡Estoy feliz de salir al fin de ese encierro! Necesitamos conocer el lugar Leif.—Selene, sabes que tus padres nos prohibieron adentrarnos al bosque.—Solo será un rato Leif, nada puede pasar por unos segundos. Sabes cuanto amo el bosque, por favor.Él me miró fijamente antes de dejar escapar un suspiro de sus labios.—De acuerdo. Solo un par de segundos y luego volveremos.Yo le sonreí asintiendo antes de ingresar al bosque emocionada.Algo en este me atraía de una manera hechizante que no comprendía.—Esto es tan hermoso ¿Verdad?—Sí... está sonando tu teléfono.—Oh sí, ¿Mamá, qué pasa?—¡¿Están en el bosque prohibido?! ¡Les dije que no ingresaran ahí, salgan ahora mismo! ¡Él está ahí! ¡Están en peligro!Mi corazón retumbó con una fuerza que jamás lo había hecho antes al escuchar estas palabras.Pero lo más extraño es que yo no sentía miedo sino ansiedad.—¡Corre! —el grito de Leif me sacó de mis pensamientos.Lo vi correr sin esperarme y cuando yo iba a hacerlo también sentí que mi cuerpo se estampaba con algo duro.Reprimí un gemido y alcé la mirada topándome con un pecho masculino desnudo.Sus músculos brillaban con la luz del sol y tragué grueso al llegar a su rostro.No entendía cómo pero yo sabía que era él."La bestia".El hombre que quiere hacerme daño.Un escalofríos recorrió mi cuerpo además de algo que no supe como interpretar.—Yo... tengo que irme.Comencé a retroceder sin quitar mi mirada de él pero cuando me di la vuelta para huir, él no me dejó hacerlo cargándome y colocándome sobre su hombro como un neandertal.—No vas a ir a ningún lado.Viniste a mí por tus medios compañera.—¡¿Qué demonios te pasa?! ¡Suéltame!Mi chillido se pareció más al de un gatito asustado que al de una mujer furiosa.Comencé a repartir golpes por su espalda masculina pero no sirvió de nada.Él seguía avanzando como si nada.—¡¿Dónde me llevas?! ¡No puedes hacerme esto!Este tipo era como un muro impenetrable.—Te llevaré a donde perteneces.—¡Pertenezco a mi casa! ¡Libérame!La bestia no respondió a ninguna de mis palabras a partir de ese momento.Yo solo me dediqué a ver el camino.En cuanto se descuidara yo escaparía y volvería con mi familia.No volvería a hacer nada imprudente otra vez.—¿Por qué tuve que meterme en el bosque?—Porque tu alma conoce tu destino.—¡Perdiste la cabeza! ¿Qué lugar es este? Mis padres dijeron que en el bosque no hay aldeas ni nada parecido.—Ahora entiendes que no es así.Te estaban engañando como todo lo que te han dicho.Su respuesta me hizo poner furiosa y una vez más golpeé su espalda escuchando un gruñido de su parte.—¡Ellos jamás me mentirían! Seguramente no sabían sobre esta aldea.—Ellos han mentido en muchas cosas, créeme.—Jamás creeré en alguien como tú por encima de mis padres ¡Estás secuestrándome!—Es una manera de llamarlo.¿Acaso estaba burlándose de mí?—¿Y cómo lo llamarías tú? ¿Un arrebato de locura?Gruñí y creo que lo escuché reír pero fue tan suave el sonido que después lo descarté.En silencio y desde su espalda vi como la gente se giraba a vernos y hacían una especie de reverencia cuando este tipo pasaba.No entiendo qué está pasando.—¿Es ella?No podía ver a la persona que había hecho esa pregunta pero me sentí extraña al escuchar su voz.—Es ella.Abre la puerta para mí Aleix.—¡No! ¡Está secuestrándome, tienen que hacer algo!Mis gritos lograron llamar la atención de las personas pero por alguna razón nadie hacía nada.¿Acaso esto era normal en esta aldea o todos estaban locos?—Nadie va a hacer nada por ti cariño.Espero que lo tengas claro.La palmadita que me dio en las nalgas me hizo sobresaltar y avergonzar a la vez por lo que golpeé su espalda de nuevo.—¡No vuelvas a tocarme, pervertido!—No dramatices pequeña.—No me llames pequeña.Me sorprendí cuando de repente me bajó con cuidado deslizándome por su cuerpo.Tuve que alzar la mirada para poder verlo a los ojos.Era él.Definitivamente era el hombre de mis sueños ¿Cómo había hecho para meterse en mi cabeza?—¿Qué es este lugar?—Tu habitación...No pude escucharlo por más tiempo ya que intenté huir sin embargo supe que era inútil.Él era mucho más rápido que yo.La bestia cerró la puerta desde atrás de mí y no pude detenerme a tiempo.Mi cuerpo se estremeció al quedar entre la puerta y el firme pecho de este tipo detrás de mí.—¿Aún no has entendido que no puedes huir de mí?—¡Deja de jugar conmigo! ¡Quiero mi libertad ahora!Me aparté enseguida para mirarlo.Su rostro estaba impasible pero de alguna manera yo sabía que esa era una máscara.Había sentimientos encontrados bajo esa fachada suya.—No cuentes con ello.De repente él salió de la habitación dejándome sola.—¡¿A dónde vas?! ¡Ábreme!Golpeé la puerta incansablemente pero ese tipo había cerrado con llave desde afuera.—¡Ábranme, por favor!Grité y seguí golpeando aunque estaba segura de que nadie vendría en mi ayuda.—¿Cómo voy a salir de esto? Seguramente Leif le dirá a mis padres y ellos vendrán por mí... él es un cobarde ¿Cómo fue capaz de dejarme sola con esta bestia?La angustia me azotó de inmediato sin saber qué hacer por un momento.—Tengo que atacarlo. Necesito huir de aquí cuanto antes, no sé qué me quiere hacer este hombre pero necesito marcharme.Busqué con la mirada algo con lo que pudiera golpearlo y solo encontré una lámpara lo suficientemente grande como para hacerle daño así la tomé y me coloqué al lado de la puerta para esperar su regreso.No sé cuánto tiempo pasó que mis manos se entumecieron en la espera, sin embargo cuando escuché pasos venir en mi dirección me puse alerta.La puerta se abrió repentinamente y nerviosa, intenté golpearlo tomándolo por sorpresa pero él captó mi ataque y me interceptó antes de que pudiera tocarlo. Luego me atrajo hasta sí, haciendo que su cuerpo quedara tan cerca del mío atrapada bajo su mirada cristalina.—¿Qué crees que estás haciendo Audrey? —Mi nombre no es Audrey, yo soy Selene —refuté yo empujando su pecho aunque no logré moverlo ni un poco.—Selene...Él parecía saborear mi nombre a lo que yo fruncí el ceño pero mi respiración se aceleró cuando su nariz se deslizó por mi cuello.—¿Qué... qué es lo que haces?Odié que mi voz sonara tan débil. —Tu aroma... no es igual al de ella.—¿Al de quién?Mi desconcierto hizo que él despertara y me apartara al fin logrando enojarme.—¡Me confundiste con otra persona! No soy esa Audrey de la que hablas así que será mejor que me dejes ir en este momento.—¡Nunca vas a irte de aquí! ¡Eres mía! —¡Ah!Di un paso atrás cayendo sobre la cama bajo su mirada oscura.La misma que había visto en mis sueños.—No me lastimes por favor...Tenía tanto miedo ahora.Las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas inevitablemente.Él abrió la boca pero de esta no salió nada más.Sus ojos volvieron a su color inicial y de repente salió de la habitación una vez más dejándome sola.—No entiendo qué está pasando.Por favor, tienen que venir por mí...***Aidan:Apreté los puños al igual que mi mandíbula cuando escuché su susurro.—¿Qué pasó papá?Caminé lejos de la puerta siendo seguido por mi hijo.—La asusté.No quería hacerlo pero... m*****a sea. Ha pasado mucho tiempo. A pesar de ser la reencarnación de Audrey su aroma es muy diferente.—¿Quieres decir que no estás seguro de si es ella? —Sé que es ella. No tengo duda de eso pero de alguna manera su olor cambió.Me resulta más dulce, mucho más atractivo que antes. Por poco no me controlo y eso no me gusta.No quiero forzarla a nada.Si la traje aquí secuestrada fue porque no me quedó de otra.Los malditos cazadores probablemente la tuvieron encerrada cubriendo su aroma con hechizos.—¿Hay otra cosa que sea diferente a la de mamá?—Sí.Su personalidad. Puedo ver lo diferentes que son con tan solo un encuentro. Tu madre era dulce, serena y silenciosa. Pero esta mujer, Selene es alocada, impulsiva y además le gusta llevarme la contraria.—¿Qué querías papá? Acabas de secuestrarla.—Tienes razón.—Pero parece que eso no te disgusta del todo.—No lo hace.No hay nada que no me guste de ella.Debo darle tiempo para que se entere de la verdad, sino podría hacerle mucho daño.—¿Cómo fue que la encontraste, papá?—Ella vino a mí... siempre lo hace.Aunque no lo sepa.Sonreí inevitablemente recordando como fue verla por primera vez.Mi pequeña compañera estaba conmigo de nuevo y no la dejaría ir nunca más.Tampoco permitiré que los cazadores vuelvan a quitármela otra vez.—Le llevaré comida, no quiero que nadie vaya cerca de su habitación. Mucho menos ningún hombre. Aún no controlo lo que siento por tenerla tanto tiempo alejada. Y otra cosa Isakar, encárgate de que Aleix tampoco lo haga. Puede decirle por error algo a Selene y es lo que menos quiero. ¿Entendido? —Eso haré papá. Fui a la cocina para tomar los alimentos que habían preparado las lobas de la manada y de inmediato me fui a la habitación donde había encerrado a mi mujer. Se sentía tan bien llamarla de ese modo. Solo que ahora tenía que ganarme el derecho a hacerlo. Al entrar a la habitación capté su aroma una vez más embriagándome una vez más con este. —Ven a comer. Coloqué la bandeja en la mesa pero al ver que ella no se levantó se la coloqué en las rodillas. —No quiero. Sabía que tenía hambre, solo estaba siendo infantil al respecto. En definitiva no se parecía a Audrey sin embargo esto me atraía aún más sin entender el motivo. —Come o yo mismo te la daré en la boca. No estoy
Selene:Mis ojos se abrieron lentamente.—¿Dónde estoy...?Entonces el recuerdo fugaz me golpeó.—No ha sido un sueño.Realmente estoy aquí, ¡¿Por qué estoy durmiendo en la cama si me acosté a dormir en el suelo?!De prisa miré al otro lado de esta y por suerte estaba vacío, noté que nadie había dormido ahí.—Por lo menos no se acercó a mí ese tipo —gruñí quitándome la sábana de encima para levantarme—. No debería estar pensando en asearme pero lo necesito.Tengo que deshacerme de esta ansiedad que estoy sintiendo.No tardé en quitarme la ropa, bañarme y después lavarme los dientes.—Así me siento un poco mejor.Aparté la mirada del espejo para ir en busca de un poco de ropa al closet aunque evidentemente solo había ropa de hombre.—Tengo que encontrar una manera de escapar de aquí.Este tipo quiere volverme loca.No sé lo que pretende conmigo pero no va a lograrlo.Me coloqué unos boxers nuevos que encontré y una camisa que me cubría hasta los muslos pero no había nada más.—¿Cómo pue
—No es necesario que hagas eso, yo puedo cuidar de mí misma.Traté de apartar mis pies una vez más pero él no me dejó.Me incomodaba lo delicado que estaba siendo conmigo.Eso no es algo propio de alguien como él.—Tú... ¿Lo amas?Su pregunta logró hacer que me fijara en su rostro.No me estaba mirado pero evidentemente estaba a la espera de mi respuesta.Algo me dijo que hizo esa pregunta como si realmente le doliera mi respuesta.Aunque eso era estúpido.—¿De qué estás hablando?—De ese bastardo que te dejó sola en el bosque ¿De quién más sino?—En primer lugar no es tu problema si lo amo o no. Y en segundo lugar, el bastardo eres tú. Leif es...—Claro que es mi maldito problema —rugió de forma letal—. ¿Lo amas o no?—Es mi novio ¿Por qué crees que estoy con él si no es así?—No lo sé, esperaba que me lo respondieras tú. Una mujer enamorada es evidente y tú no pareces una de ellas.—¡No creas saber todo de mí! ¡No me conoces!—Terminé.Se levantó tomando el botiquín sin mirarme y yo
Después de ese día he perdido la cuenta de cuantos llevo encerrada aquí.He visto el sol salir y caer un montón de veces.Esto solo logra que me sienta mucho más desesperada.He estado encerrada en esta habitación desde entonces.—¿Dónde estará ese bastardo engreído? ¿Cuándo me liberará?Caminé de un lado al otro en la habitación ya que eso era lo único que puedo hacer... por ahora.—No entiendo porqué no me ha hecho lo que planeó.Según mis padres él quiere hacerme daño. ¿Entonces por qué no lo ha hecho aún? ¿Está esperando algo? ¡Dios mío, voy a volver loca aquí encerrada!Desde ese día que me dejó encerrada en la habitación tampoco he vuelto a verlo.Verona me trae la comida siempre, con un montón de hombres cubriendo la puerta evidentemente para que yo no intente escaparme otra vez.—Buenos días, pequeña Luna. Aquí traigo su desayuno.Verona me sacó de mis pensamientos haciéndome mirarla.Ella es a la única persona que conozco aparte de ese imbécil que me secuestró de quien además
Sus labios se aferraron a los míos con dulzura y posesividad al mismo tiempo despertando algo que yo jamás había sentido.Ni siquiera con Leif.Sus manos tiraron de mi cintura aferrándose a mi piel y yo casi estuve derretida ante su toque. Perdida en el sabor de sus enigmáticos labios que sabían a gloria.Él me exploró y yo dejé que lo hiciera.Mi corazón latía salvajemente bajo mi pecho por esta intimidad divina hasta que llegó la racionalidad de golpe y supe que estaba cometiendo una locura.—¡¿Cómo te atreves a besarme?!Alcé mi mano para golpear su mejilla avergonzada por mi propio comportamiento aunque él fue más rápido.—No me desafíes pequeña.Estás en mis manos.Sus ojos brillaba intimidantemente sin embargo yo no di un paso atrás.Alcé mi cabeza con firmeza fulminándolo con la mirada.—No por mucho tiempo.Mi respuesta lo hizo endurecer el ceño sin embargo terminó por soltarme antes de darse la vuelta.—Camina.Se hace tarde.En silencio los dos avanzamos por los pasillos del
Él no me había presentado propiamente como su... luna, pero ahora esto era obvio incluso para mí. Una novata que no sabe nada de la vida de los lobos. —Luna, es un placer conocerla. Llevábamos muchos años esperando porque usted apareciera. Desde que mi secuestrador se había alejado de mí un grupo de chicas lobo me habían rodeado para presentarse. —¿Cómo es eso? —pregunté con curiosidad. No soy una traidora. Quizás cuando mi familia venga por mí podré darles información importante sobre los lobos. Después de todos ellos me trajeron contra de mi voluntad y si en mi familia somos cazadores yo también lo soy. —Oh, es que ha pasado siglos para que el Alfa volviera de nuevo y es gracias a usted... Pero antes de que ella terminara de hablar la cortó abruptamente la chica que se veía como una líder. Seria, serena e imperturbable. —Nos dijeron que no hablaramos demasiado Beauty. —Oh, es cierto. Lo siento mucho Luna. —Alaska es tu nombre ¿Cierto? La aludida asintió como respuesta
Mi corazón empezó a latir con rapidez.El tamaño de cada uno era intimidante, ellos parecían de verdad unas bestias.Ahora entiendo el porqué mis padres le llamaban de ese modo a Aidan.—¿Dónde está Aidan, Verona?—No sé a dónde fue Luna, la acompañaré a su habitación.No podía rendirme así de fácil.Tengo que echar un vistazo a los alrededores para ver si encuentro una manera de escapar.Sin embargo debo hacerlo con sutileza para que Verona no lo note.—Antes de eso ¿Podrías llevarme por favor a ver el exterior? Aiden nunca me ha dejado salir de la casa.La mujer parecía renuente pero a pesar de eso asintió a regañadientes.—Está bien Luna, pero después de eso debemos volver.Con satisfacción la seguí hasta un jardín inmenso dejando los lobos atrás.Paneé el lugar dándome cuenta que detrás del jardín estaba el bosque.Solo que no sabía a dónde saldría de irme por allí.—Por lo menos he conseguido ver algo.—¿Dijo algo, luna?—No, estoy mirando las flores.En esta ocasión no mentí.Me
Su rostro estaba a solo centímetros de distancia mientras que sentía como mi corazón latía apresurado bajo mi pecho gracias a su cercanía y a su mirada penetrante.Y es que no era solo eso.Yo estaba manteniendo una batalla conmigo misma.—Sé que no fue la mejor manera en la que te traje aquí, pero no cambia el hecho de que eres mía.Su voz masculina y la posesividad de sus palabras hizo que intentara cerrar mis piernas al sentir la vergonzosa humedad que acababa de aparecer entre ellas.—Cada parte de ti lo es...En el momento en el que Aidan mordisqueó mi cuello y se frotó contra mis piernas sentí que perdí el control.Cada parte de mi cuerpo se excitó a tal punto que me asustó.Ni siquiera con Leif me había sentido de este modo y este hombre conseguía seducirme después de haberme secuestrado.Su boca no se limitó a quedarse en mi cuello sino que comenzó a dejar húmedos besos a lo largo de mi pecho hasta llegar a mis senos.Mis mejillas estaban completamente sonrojadas y tuve que mor