Elígeme

Berrocal

Despierto en una cama que obviamente no es la mía. Lexie no está y me duele todo el cuerpo, me siento mareado, con la garganta cerca y estoy seguro de que algunos de mis grupos musculares están adormecidos. 

Dos una habitación muy grande con ventanales gigantes y abiertos por los que entra demasiado viento, creo incluso que el frío fue lo que me despertó. Veo una de las puertas abrirse y de ellas sale mi esposa con el pelo recién lavado y un vestido blanco. 

—Hasta que despiertas, pensé que te habían matado. 

—¿En dónde estamos? 

—No sé y no importa, es una isla muy pequeña está llena de trampas y de guardas. 

Los dos nos miramos y yo intento ponerme en pie, pero, no lo consigo, Lexie  se sienta a mi lado y me explica que han usado los analgésicos más fuertes po

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