Berrocal le pidió a Chapas que le diera todo lo que quisiera y que la pusiera al mando. Ella le guiñó un ojo y él sonrió antes de recordarle que tenían otros asuntos pendientes.
—No voy a casarme contigo sin mi abuelo —Replicó. —No puedes vivir en una farsa para los demás sin tenerles cerca. Vamos a ocuparnos de esto y después puedes ocuparte de lo demás. Necesito una especie de prenupcial de la mafia.Berrocal sabía que eso era un rasgo muy marcado en los Staton, no confiaban en nadie ni en nada. Era como si esperara que la vida y que la gente les lastimara así que simplemente se negaban a darle una oportunidad a cualquiera que se les acercara.Berrocal nunca había estado conectado a una máquina de esas, ella se colocó sus cables y Berrocal le vio divertido, porque sabía que con entrenamiento eran altamente modificables, el encargado le enseñó la simbología y ella tomó asiento en frente. —¿Has estado casada?—preguntó Berrocal. —Sí. —¿Lo amaste? —No. —Estás diciendo una verdad a medias—Declaró Berrocal. Lexie sonrió. Él tenía razón, ella había estado casada, había amado a su esposa, así que eso era una cosa que no era correcta y significaba que él era muy bueno leyendo a la gente.
La puerta de la habitación se abrió y Berrocal suspiró pesado. —Estoy ocupado—Resumió y Chapas negó con la cabeza. —Lo siento, están aquí los matones del Rey y encontré a su hermano. —A Nando ponlo en un lugar seguro y no le des absolutamente nada de comer ni beber. —Sí. —Señorita quiere ver a la familia. —Claro, siempre me apetece. Ella se visitó rápidamente y él también, los dos salieron de la habitación y Berrocal le tomó de su mano y le aseguró nuevamente que estaba segura con él. Ella sonrió y los dos rieron. —Sé que puedes defenderte, pero sé que somos más fuertes en equipo. —Tengo un entendimiento contó Berrocal. No rompo promesas y no voy a echarme para atrás porque no soy una niñita, menos voy a olvidar que me debes una Master class. Él le acercó más a su cuerpo.&
Lexie sonrió y se acomodó en su asiento, recogió el pelo largo de forma que su cuello estuviese liberado. Los dos se miraron. —¿Qué si soy una ladrona? —Bueno, eso te pone encima de mí en la línea de carteristas. —Eres un roba carteras. No te menosprecies que yo solo soy una ladrona refinada…—Dijo y bebió champán.—Estafadora me gusta más, lo has escuchado en inglés“Con artist”, ser ladrón es desagradable para rodos menos los gringos que lo llaman tan bonito. —Estás intentando distraerme, aburrirme porque me vale—Los dos rieron. —¿El qué, el que sea una estafadora o el que sea una mujer? —Las dos, tú a lo tuyo…—Respondió y se acomodó en la silla.—Voy a decirte una cosa. Voy a firmar un papel en el que dicen que eres mi mujer, tu felicidad me impor
Lexie sonrió al ver las armas que llevaba debajo del asiento. La joven no pudo evitar reír.—¿Qué son estos? ¿Crees que podemos defendernos con armas ligeras?—Son solo por seguridad.—Te sientes seguro con tres carros de matones detrás de nosotros, armados hasta los dientes y tú con pistolas de muñeca.—Tengo armas atrás.—Atrás donde nos pueden disparar si nos acercamos—respondió irónica y molesta con la situación.—¡Sí, sí Lexington!—gritó y ella le vio amenazante.—Lo estás haciendo complicado.—Sí ¿Por qué?¿Dónde está nuestra seguridad? Ehh—Dijiste que podías solita, ehh.&nbs
Berrocal y Lexie son estrategas impresionantes. Por lo cual decidieron llegar un día antes a la finca para poder hablar. Ambos tomaron una ducha y se cambiaron en ropa cómoda. Berrocal les pidió a sus hombres que descansaran porque no confiaba al 100% en los Staton, ella hizo lo mismo con los suyos. Berrocal sonrió y le siguió a la oficina.—¿Llevas aquí sin dormir desde anoche?—Hay mucho en que trabajar.—Lo sé.Ella sacó dos pizarrones de vidrio, uno con fotografías de los agentes de narcóticos y a los que sueñen infiltrar y otra con la fotografía de todos los hombres de su equipo que podían delatarles o colaborar con la policía abajo. Berrocal fue a la siguiente pizarra, eran fotos de todos los cabecillas en Mainvillage y en la tercera las cabecillas que tenían que conquistar en el exte
Vince siguió moviendo los cubiertos y sus guardaespaldas apuntaron hacia berrocal. Lexie acomodó su arma bajo la mesa apuntando hacia los testículos de su abuelo. Lali se puso una tostada con más mermelada casera. Sonrió y acarició la espalda de su esposo.—El 90 % de mis mejores ideas, cambios y negocios salieron de la cabeza de mi mujer. Si ella me pidiese el negocio hoy o mañana le diría que no.—Esto funciona porque a mi esposa tiene a alguien que dé la cara por ella, no que la respalde.—Dame el apoyo y seis meses, de no ser así, se lo das a berrocal, dices que me estabas probando y a nuestra unión. Un año.—Si alguno de ustedes vuelve a apuntarme con un arma los mato. Cásense y después negociamos.Lali le dio una tostada a berrocal, el cual le dio las gracias y la m
Lexie era una mujer segura y muy convincente. Sabía qué hacer, qué decir, como moverse y como mantener la atención de su público. Su papá supo desde muy temprano que era muy probable que su hija tuviese la capacidad de ser buena en cualquier negocio, simplemente por su capacidad para hablar.Alexis se equivocó en una exposición y su hija hizo de ello una oportunidad. Ella era capaz de ganarse la vida hablando cuando cumplió los cuatro años y tuvo que dar una exposición sobre las abejas.Su secretaria se olvidó de hacer bien la maqueta que él tenía que hacer con su hija, el tema original era la galaxia. Así que en el camino al cole le contó sobre las abejas africanas. Lexie iba tranquila viendo por la ventana y escuchando a su papá. Cuando llegaron tomó su maqueta y vio a su papá con los braz
Berrocal le mostró a su futura esposa un campo de entrenamiento militar al aire libre. Notó o que lo que más llamó la atención de Lexie fue el saco de boxeo, la joven sonrió y él le preguntó si alguna vez había entrenado boxeo ella reconoció que no, sus abuelos eran más de artes marciales. Berrocal le preguntó comentó que por su casa; unas cinco cuadras más había un gimnasio en el cual se practicaba defensa personal, karate, judo, taekwondo y boxeo, él les veía, pero su tío era el encargado del cuadrilátero y le llevaba a practicar. Acomodó los guantes de Lexie a Lexie en la posición correcta. —Siempre proteges tu rostro y cabeza.—Ella acomodó bien y él le enseñó los golpes básicos. Lexie era naturalmente buena descargándose y liberando su ira a golpes. El entrenamiento que le gustaba realizar a Berrocal esa mañana no solo había estado lleno de energía sino de