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La jefa
La jefa
Por: Mainvillage
En la boca del lobo

 

Lexie estaba sentada en su  oficina tranquilita haciéndose las uñas cuando su asistente llamó a la puerta. Le miró de arriba a abajo y él a ella, los dos sonrieron como siempre. 

—¿Qué se te ofrece, precioso?

—Está aquí.—Dijo refiriéndose al hombre que estaba poniendo una notoria atención hacia su jefa. — De nuevo—Enfatizó. — y las chicas empiezan a asustarse. 

—Ofrécele de beber y envíalos a una de las salas. Dile que tendrá que esperar —La mujer le guiñó el ojo y le lanzó un beso. 

Aquellos dos habían sido amigos de toda la vida. Elvis era el hijo de su niñera, la única mujer que le había tratado bien y juntos se habían querido como hermanos y se cuidaron como tales. 

—Se quieren mucho—dijo la mujer que le hacía las uñas. 

—Somos como hermanos. 

—Son un hombre y una mujer. 

—Es muy gay—advirtió y bebió un poco de agua. 

La mujer le avisó que todo estaba perfecto de nuevo con sus manos. Ella le guiñó un ojo, le dio las gracias y le recordó que le pagaban a la salida. Lexie, fue hacia el bar, recogió personalmente la bandeja y se dirigió al reservado. Le habían advertido sobre André Berrocal, era un mafioso y ella la hija del rey de la mafia, pero eso no quería decir que ella se dedicase al negocio familiar. 

La mujer entró a una de las salas e hizo una llamada a su madrina desde uno de los teléfonos de pánico. 

—Necesito ayuda—Dijo Lexie. 

—Claro, cariño, dime. 

—Quiero por favor, que me consigas información de lo que está pasando con Staton y por qué  me está buscando Berrocal. 

—¿Está de nuevo en tu local? Te sientes intimidada, Lexie, sabes a lo que se dedica ehh—Comentó la mujer notablemente asustada. — ¿Quieres que mande a alguien por ti?

—No. Solo información por ahora. 

—Voy a tener un vuelo listo y hombres. 

—No mandes hombres, es malo para mi negocio. 

—Lex, no puedes dejar de ser una Staton en Mainvillage. Ven por favor, acá está más segura que en ningún otro lugar. 

—La información a partir de eso podemos saber contra qué estamos jugando. 

—Ve a atenderlo. Recuerda estar calmada y mostrarte segura. 

La joven se despidió y pensó un par de segundos si era el momento de hablar con su papá, sin embargo, pensó que eso era una forma de arriesgarse más. El efecto sorpresa le daba poder y no podía perder si su vida era lo que estaba en riesgo. 

La joven abrió la puerta y caminó a paso seguro con un par de copas en la mano y la botella de licor favorita de Berrocal.  Le vio desde lo lejos. Era un hombre bastante varonil.  Con una espalda imponente, todo en su vestimenta y postura indicaban que no era un hombre cualquiera. 

—¿Alexandra, estás lista para atenderme o vas a seguir jugando?

—No me van los juegos—Dijo y puso la botella sobre la mesa, la abrió y sirvió un buen poco del contenido. —No me interesa ningún negocio que puedas ofrecerme.

—Porque eres una mujer fantástica y honesta, libre de pecados—ironizó.  

—No sé si libre de pecados, pero, no soy narcotraficante ni nada por el estilo. 

—Princesa, tienes un prostíbulo. 

—Dirijo una cartera amplia de escorts de lujo—corrigió. 

—Claro, damas de compañía que dan sexo. —Bebió un sorbo de whiskey. —Putas. Zorras. Mujeres del oficio más viejo. No importa el título que le quieras dar, haces algo humillante yo no obligo tampoco a nadie a nada. 

—Siempre que lo deseen y con un porcentaje de por medio—respondió con una sonrisa. —Esa es la diferencia entre tú y yo Berrocal. Mis chicas son 100 % libres de irse y crear la vida que quieran.

Su oponente la había subestimado. Lexie era hermosa, inteligente y muy sensual. Es preciosa para ser exactos. Había escuchado que la primera esposa de Staton era una modelo, pero jamás y menos después de ver a sus dos hijas menores, con su segunda esposa, imaginó que fuese padre de semejante belleza. 

—Tienes tres opciones: te quedas con el negocio de tu familia y por ser mujer te harán fracasar; si no te matan antes. Te casas conmigo y nos dejamos el negocio o me lo dejas; y la última, esperar que la yonqui de tu hermana dé la orden a Asher para matarte. 

Los dos se quedaron en silencio hasta que Lexie caminó hacia la puerta y de espalda a su enemigo reconoció lo que era evidente para ambos. 

—¿Sabes que ese negocio no me lo van a dar a mí ni a ti? Tú no eres familia y yo soy mujer. —Lexie se giró y le dio una repasada antes de decir:  —Aquí soy la jefa, así que no gano nada y la vida siempre se acaba. Me sentaré y esperaré a que vengan a matarme. 

—No seas testaruda. 

—¿Sabes, por qué mis papás se divorciaron? Pasé un año encadenada, escondida y maltratada. Tres más secuestrada aunque mi papá seguro lo llamaría un retiro educativo, porque él era un hombre con mucho poder dentro de la mafia y eso es lo mejor que podía hacer por mí era brindarme una buena educación y refugio. En su cabeza por supuesto. —Declaró la mujer e hizo una leve pausa. —Mi mamá no tenía ni idea y dio todo su dinero para que me encontraran. Antes del pequeño retiro; mi papá nunca se tomó la molestia de decirle que era un traficante o que tenía dos familias. Su trato de honor se lo puede meter en el culo y lo que eres tú; puedes estar seguro de que no voy a ser la esposa de ningún pecesillo y arriesgar a que me maten. No clasificas como cliente aquí, así que puedes irte. 

Primer capítulo de La jefa.

Espero disfruten de esta nueva versión de Mainvillage, la más oscura y cruda. 

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