Y ahora...???
Capítulo 44 —Hueles a culpaNarrador:Cédric se dejó caer en el sillón como si llevara el peso del mundo encima. Apoyó los codos sobre las rodillas, hundió el rostro entre las manos y no dijo nada durante un largo rato. Adrien, desde la barra del minibar, preparó un café sin preguntar, como si supiera que eso era lo único que podía ofrecerle sin presionarlo.—¿Margot? —preguntó Cédric, sin levantar la cabeza.—Se fue temprano —respondió Adrien, dejando la taza sobre la mesa frente a él —Dijo que debía regresar con Desirée.Cédric soltó una risa amarga.—Sabe más de lo que aparenta.—Mucho más. —Silencio. Adrien se sentó frente a él. Lo observó con atención, como si evaluara a un paciente que se niega a admitir la gravedad de sus heridas. —¿Vas a decirme qué ocurrió anoche? ¿O tengo que arrancártelo como si fuera una bala?Cédric levantó la mirada por fin. Tenía los ojos enrojecidos, pero secos.—Estuve con ella.Adrien no se sorprendió. Solo asintió una vez, con lentitud.—¿Y?—Y fue
Capítulo 45 —Finalizar la licenciaNarrador:Margot entró en la oficina de Desirée como lo hacía siempre: sin golpear, con paso firme y el gesto alerta, como si fuera a rescatarla de algo. Pero esta vez se detuvo en seco al verla con esa expresión.Estaba sentada con la espalda recta, la mirada fija en la ventana, los dedos entrelazados sobre el escritorio. No había papeles abiertos, ni correo pendiente. Solo silencio. Y una decisión que ya no pesaba: se había vuelto concreta.—¿Pasa algo? —preguntó Margot, acercándose despacio.Desirée giró la cabeza hacia ella. Sus ojos no estaban llorosos, pero sí distintos. Serenos. Claros. Determinados.—Me voy.Margot frunció el ceño.—¿De aquí?—De todo esto —asintió ella, sin rodeos —De la Fundación. De esta ciudad. De esta historia que nunca quise protagonizar.Margot la observó en silencio unos segundos. No intentó frenarla. No la juzgó.—¿Estás segura?—Más que nunca.—¿Y qué vas a hacer?—Volver a mi ciudad, a mi vida, a mi trabajo como fi
Capítulo 45 —Así de simpleNarrador:Cédric apenas había llegado a su oficina cuando la secretaria lo interceptó en el pasillo, con una carpeta en la mano y expresión neutra.—Buenos días, doctor Lafay. Esto acaba de llegar. Me dijeron que requiere su firma cuanto antes.Él la tomó sin demasiada atención, pensando que sería otro de los tantos documentos rutinarios que se acumulaban día a día. Caminó hasta su escritorio, dejó la carpeta sobre la mesa, aún de pie y abrió la primera página.Tardó exactamente dos segundos en comprender de qué se trataba.El encabezado era claro. “Poder de representación legal otorgado por la doctora Desirée Duval a favor de la señora Charlotte Lafay…”El resto de las palabras se le empezó a borrar. Leyó de nuevo. Esta vez más lento. Con el ceño fruncido y los dedos apretando con fuerza los márgenes del documento.Lo hojeó hasta el final. Estaban todas las firmas: la de Desirée, la de Charlotte… y la de Margot como testigo legal. Solo faltaba la suya.Lo s
Capítulo 47 —Mi firmaNarrador:Cédric se puso de pie con un movimiento repentino, como si todo lo que había estado reprimiendo hasta ese momento finalmente se hubiera roto por dentro. Tomó la carpeta con firmeza, con un gesto seco, y caminó hacia la puerta sin decir una palabra.Adrien lo observó en silencio durante un segundo, luego se enderezó un poco en su asiento.—¿A dónde vas? —preguntó, sin ocultar la tensión en la voz.Cédric no se detuvo. Ni siquiera giró la cabeza. Mantuvo la mirada fija en el pasillo al otro lado de la puerta.—A buscar respuestas —dijo simplemente.Y salió, dejando atrás la oficina, el silencio, y la única certeza que le quedaba: no podía seguir esperando mientras la perdía en silencio.Cédric caminó con paso firme por el pasillo, sin saludar a nadie, con la carpeta bajo el brazo como si fuera un escudo y una condena al mismo tiempo. La reconocía de memoria: esa puerta, el número grabado en la placa, el sonido amortiguado de las voces dentro.Se detuvo fr
Capítulo 1 —Una despedida de soltero cualquieraNarrador:La música vibraba en el suelo y las luces danzaban como llamas entre la multitud. Ella entró al club nocturno junto a sus amigas, después de una larga semana en la oficina. No esperaba nada fuera de lo común. Solo quería beber algo fuerte, bailar un poco y olvidar que su vida estaba completamente programada.Tenía veinticuatro años, era abogada, decidida, con una belleza que llamaba la atención sin que lo buscara. Llevaba un vestido negro que marcaba sus curvas con la elegancia justa para destacar, pero no parecer desesperada por hacerlo.—Mira allá —murmuró una de sus amigas —Un grupo de hombres celebrando. Parece una despedida de soltero.—¿Cuál será el afortunado? —preguntó otra con una sonrisa maliciosa.Ella los observó. No se interesó en los que hacían ruido, en los que brindaban o se reían escandalosamente. Su mirada se detuvo en el hombre apartado del grupo, de pie junto a la barra. Llevaba la camisa blanca arremangada,
Capítulo 2 —Aquella nocheNarrador: El silencio en la habitación estaba roto apenas por el sonido de sus respiraciones entrecortadas. La sábana a medio cubrir, la piel húmeda, el cuerpo aún vibrando del orga*smo. Ella yacía boca arriba, con los ojos en el techo, mientras él, a su lado, seguía mirándola como si aún no pudiera creer lo que había pasado.—Aún no me has dicho tu nombre —murmuró él, con la voz grave y cargada de deseo contenido.Ella giró el rostro hacia él, con una sonrisa ladeada, aún sin aliento.—¿Y tú el tuyo?Él estiró la mano y le retiró un mechón de cabello de la frente.—Damas primero.—Lucía —dijo ella, sin pestañear.—Daniel—respondió él, después de un segundo de pausa, como si saboreara la idea de decirlo solo para ella.—Encantada, Daniel —susurró, con una sonrisa pícara —Aunque creo que ya nos conocemos bastante bien, asi que nada de apellidos.—Todavía no lo suficiente —murmuró él mientras se inclinaba sobre ella otra vez.La besó, lento al principio. Su le
Capítulo 3 —La invitaciónNarrador:El sonido de las llaves al caer sobre la mesita de entrada fue lo único que anunció su llegada. La joven cerró la puerta de su apartamento y se quitó los tacones como si le pesaran siglos. Aún tenía las mejillas encendidas y los labios sensibles. Se pasó los dedos por el cuello, allí donde él la había besado con fuerza, dejando marcas que no se borraban tan fácil.—¿Dónde demonios estabas? —preguntó su amiga Margot desde el sofá, con una taza de café en la mano y cara de curiosidad insatisfecha.Desirée soltó un suspiro mientras caminaba directo a la cocina.—No me lo vas a creer.—¿Te fuiste con uno de la despedida de soltero?Desirée se quedó en silencio, tomó una botella de agua y se la llevó a los labios. Cuando volvió a mirar a Margot, tenía una sonrisa maliciosa pintada en el rostro.—No solo me fui con él... me lo follé como si el mundo se fuera a acabar esta noche.Margot abrió los ojos como platos y se enderezó en el sofá.—¡No jodas! ¡¿Des
Capítulo 4 —Regreso a casaNarrador:Desirée se sentó frente al espejo y comenzó a peinarse. Intentaba parecer tranquila, pero había una inquietud que no podía explicar. Un nudo en el estómago. Como si algo no terminara de encajar.—Me da igual. Solo quiero cumplir, sonreír, tomarme un par de copas y desaparecer.—Claro… como la noche del club.Desirée la miró por el reflejo. Margot alzó su copa con una sonrisa cínica.—No te preocupes, Desirée. Es solo una boda más… ¿qué podría salir mal?El motor del auto zumbaba con suavidad, y el paisaje se deslizaba por la ventana como si no quisiera ser visto. Desirée conducía con una mano en el volante y la otra apoyada sobre su muslo, los dedos tamborileando con impaciencia. El vestido rojo colgaba cuidadosamente en el asiento trasero, protegido con una funda plástica, como si fuera más importante que todo lo que sentía en ese momento. No había música. Solo el sonido del camino y sus pensamientos.Hacía años que no veía a su madre. Ni llamadas