Mientras que Ivan y el resto de sus hombres buscaban a Dmitriy, él se encontraba atado a una silla y a punto de ser apuñalado a manos de Alexandra.—Nunca había escuchado de ti, eres la encargada en desaparecer a los enemigos de la familia —Dmitriy se burló. —No interesa quien sea yo, lo único que importa es que tu fin ha llegado, haré lo que mi hermano, mi sobrino y otras cuantas personas más no han podido hacer —Alexandra sosteniendo aquella filosa navaja en su mano la acercó directo a su cuello.—¿Qué estás haciendo tía?, es un hombre muy peligroso, mantente alejada de él si no quieres terminar lastimada —Irina interrumpió.Alexandra apretó con fuerza los dientes, si su sobrina se hubiese demorado unos pocos minutos más, todo hubiese sido diferente, ella hubiera logrado conseguir su cometido.De manera sigilosa Alexandra logró guardar la navaja nuevamente en su bolsillo, giró su cuerpo y luego sonrió.—¿Qué haces con este hombre en esta propiedad?, él es un enemigo, en lugar de te
Dmitriy lentamente se fue dejando llevar por el momento, sus mejillas se unieron lentamente recosto los labios sobre los suyos y la besó, Irina correspondió, levanto los brazos y tomó sus mejillas, mientras que él permanecía distante. Mientras que probaba sus labios sentía que estaba viviendo un sueño confuso, decidió dejar de un lado por un instante aquel odio en contra de Irina, para así poder corresponder como ella lo pedía. Los besos fueron cada vez más intensos, Irina bajó los brazos y lo abrazó con fuerza, mientras que él trataba de corresponder, levantó los brazos los colocó sobre sus caderas, ella lo estaba dando todo, sabía que una oportunidad similar no la podría tener. Con delicadeza arrebató el saco sobre sus hombros y luego lo dejó caer, cada vez que él intentaba detenerse o separarse ella lo evitaba.Irina colocó un poco de música para alivianar la tensión, aprovechaba cada movimiento para aferrarse más a él, se fue adaptando hasta que logró conseguir que él pudiera c
Dmitriy intentó detenerse, pero por más que lo quería hacer, su cuerpo y su corazón no se lo permitieron, lo que estaba viviendo era único y a pesar de su promesa, deseaba continuar sintiendo la piel de Irina.Trago saliva y continúo disfrutando del momento, estiró el brazo y se aferró de sus pechos, mientras que con la otra acariciaba su trasero, Irina cabalgó sobre él sin detenerse hasta que llegaron a su nivel máximo de placer, los gemidos que salían de ella hicieron que Dmitriy se estremeciera quisiera más de ella. Dmitriy la tomó de la cintura, y de manera ágil giró su cuerpo quedando él arriba, Irina levantó las piernas y con la punta de los dedos sostuvo sus tobillos.—Toma todo lo que quieras de mí, todo te pertenece a ti y a nadie más —aseguró ella con la voz temblorosa. Dmitriy ingreso en ella brindándole fuertes y largas estocadas, su piel se colocó de puntitos al sentir como su erguido miembro golpeaba contra su útero; Dmitriy dobló su cuerpo y la besó con intensidad, mo
Los rayos de luz ingresar a través de la ventana golpeando de frente contra sus rostros, Dmitriy despertó, una vez que abrió sus ojos lo primero que observó fue el rostro de Irina, era hermosa no lo podía negar, en medio de la confusión, se sentía culpable por haber traicionado la memoria de su difunta esposa.Pero, al mismo tiempo se sentía satisfecho, cómodo y feliz, de repente ella despertó, él movió el rostro para evitar tener el contacto directo, Irina sonrió, llevó una de sus manos hasta su mejilla e hizo que conectaran la mirada. Irina acercó los labios contra los suyos y le brindó un cálido beso, Dmitriy no se molestó al negarse, todo lo contrario correspondió con el mayor afecto, inexplicablemente él quería continuar, lo había disfrutado de manera especial, que necesitaba sentir nuevamente aquellas caricias recorrer su cuerpo.Irina de inmediato levantó su cuerpo y subió sobre él, para ella era su mejor despertar, por un largo tiempo añoraba estar al lado de su amor verdader
Aquella intervención había logrado que una lluvia de fuego se desatara en aquel lugar, Ivan arrugó las cejas buscado descubrir de quien se trataba aquella mujer que se acercaba meneando su cuerpo como una felina enfurecida. —He dicho que bajen las armas, ¿por qué no lo hacen? —reclamó mostrando molestia aquella mujer, por supuesto que Mía por nada del mundo bajo la guardia. —¿Quién demonios eres? —indagó observando su cuerpo de pies a cabeza. —Sé muy bien lo que estás buscando, o mejor dicho a quien buscas; nunca llegué a imaginar que mi trabajo fuera más fácil de lo esperado, pero claramente a la fuerza no vas a conseguir nada, solo un estúpido estaría seguro que podrá irrumpir en esta propiedad sabiendo la seguridad que hay. —Busco a mi prometido, no me iré de este lugar sin él, así que si no quieres arruinar tu bonito vestido te sugiero que te hagas de un lado, porque una lluvia de fuego recibirás de nuestra parte —aseguró Mía.—Abran la reja —ordenó Alexandra, pero aquellos ho
Dmitriy, el amo de la mafia.Moscú/ RusiaLuego de un largo viaje Dmitriy se encontraba de regreso en su país, estiró el cuerpo y acomodó su traje una vez que descendió del avión. Los autos al igual que sus guardaespaldas esperaban por él, debido a su oficio lo único que lo hacía feliz era estar al lado de su esposa.A la distancia su hombre de confianza se acercaba velozmente mostrando en su rostro preocupación, en la mano sostenía el móvil.—Señor...—¿Qué sucede?, ¿por qué actúas como si fueras un novato? —indagó mostrando su frialdad mientras se acercaba a uno de los autos. —He recibido una terrible noticia —Dmitriy continuó avanzando sin mostrar importancia, lo único que deseaba era estar en su casa y abrazar a su esposa—. Señor... Se trata de tu esposa —al escuchar aquellas palabras él sé detuvo.—¿Qué sucede con ella? —Dmitriy giró su cuerpo quedando frente a su hombre de confianza.—Yendo de regreso a la casa fueron interceptados, acabaron con los hombres a cargo de su segur
En cuestión de segundos en la entrada principal de la casa de Fedor se había desatado una terrible balacera; Dmitriy un experto a mano armada con sus dos pistolas derribaba hombres sin temor a morir. Dmitriy ingresó a través de la puerta principal quedando frente a unos cuantos hombres que apuntaban directo a su cabeza con armas de largo alcance. —Quietos, quietos todos —ordenó Fedor con aquel tono de voz ronca. Dmitriy con la mirada lo buscó, allí se encontraba él sentado cómodamente en el sofá disfrutando de una botella de whisky. —Maldito hijo de puta, ¿cómo pudiste acabar con mi esposa?, ¿por qué lo hiciste maldito desgraciado? —cuestionó Dmitriy mientras que su cuerpo temblaba de coraje. »Ya habíamos repartido el territorio, habíamos quedado que ninguno se pondría en el camino del otro, pero lo que has hecho ha condenado tu vida al igual que la de toda tu familia, porque juro que hasta que no vea al último integrante de tu familia tirado en el piso sin vida no me iré de
Irina siempre había admirado a su padre y siempre había querido ser como él, eso a pesar de sus rechazos y su desprecio; pero ahora todo había cambiado, el hombre perfecto que tenía como padre solo era una mentira más que tendría que soportar.Mientras que Fedor batallaba para liberarse de los hombres que estaban sosteniendo su cuerpo con fuerza, Dmitriy decidió ir aún más allá de lo que tenía planeado. —Te dije que tendrías que pagar por el daño que me causaste, y se muy bien con quien me voy a desquitar —Fedor intentó levantarse pero no lo consiguió. —Sé que mi padre cometió un grave error, pero no pienso permitir que acabes con su vida como si fuese un animal —Irina avanzó y se ubicó frente a Dmitriy impidiendo que se acercara a su padre. Dmitriy esbozó una leve sonrisa en su rostro y luego la empujó con fuerza cayendo en el sofá.—Por favor no le hagas daño, ella no tiene nada que ver, ya ha sido suficiente con la muerte de mi esposa —intervino Fedor logrando llamar la atención