La guerra del mafioso, ella me pertenece
La guerra del mafioso, ella me pertenece
Por: Gio escritor
Dmitriy, el amo de la mafia.

Dmitriy, el amo de la mafia.

Moscú/ Rusia

Luego de un largo viaje Dmitriy se encontraba de regreso en su país, estiró el cuerpo y acomodó su traje una vez que descendió del avión. 

Los autos al igual que sus guardaespaldas esperaban por él, debido a su oficio lo único que lo hacía feliz era estar al lado de su esposa.

A la distancia su hombre de confianza se acercaba velozmente mostrando en su rostro preocupación, en la mano sostenía el móvil.

—Señor...

—¿Qué sucede?, ¿por qué actúas como si fueras un novato? —indagó mostrando su frialdad mientras se acercaba a uno de los autos. 

—He recibido una terrible noticia —Dmitriy continuó avanzando sin mostrar importancia, lo único que deseaba era estar en su casa y abrazar a su esposa—. Señor... Se trata de tu esposa —al escuchar aquellas palabras él sé detuvo.

—¿Qué sucede con ella? —Dmitriy giró su cuerpo quedando frente a su hombre de confianza.

—Yendo de regreso a la casa fueron interceptados, acabaron con los hombres a cargo de su seguridad y finalmente arrebataron su vida —Dmitriy levantó el brazo y retiró los lentes oscuros que cubrían aquellos ojos grises.

—¿Qué?, pero... ¿cómo sucedió? —Ivan con temor se dispuso a responder a su jefe.

—Ella se encontraba en una cita médica, todo fue tan repentino que... —Dmitriy dando pasos cortos se acercó a él y le propinó una fuerte bofetada. 

—Por tu bien espero que sea falsa la información que te han brindado, ella no puede morir, si ella muere... —Dmitriy apretó sus manos con fuerza, haciendo que sus nudillos se tornaran completamente blancos. 

—No estoy mintiendo, quien me ha informado ha sido uno de los oficiales que trabaja para ti —aseguró Ivan.

—Llévame con ella —ordenó con un tono de voz vacío y luego subió a uno de los autos. 

Dmitriy era un hombre frío, pero cuando se trataba de su esposa, era completamente diferente, la amaba con todas sus fuerzas y juntos habían planeado tener un futuro diferente, uno donde dejaría el pasado oscuro en el olvido y solo serían ellos dos.

Pensar que esa noticia era cierta, era algo que lo hacía perder por completo su razonamiento. 

Unos cuantos minutos más tarde el auto se detiene, Dmitriy desciende y fija la mirada en la carretera que se encuentra acordonada, los oficiales alrededor impiden el paso, Dmitriy fácilmente es reconocido siendo saludado con una venia y le permiten el ingreso.

Los segundos transcurren en cámara lenta mientras que él se acerca a aquel auto que le había obsequiado el día de su boda, debido a los impactos se encontraba como una coladera; él tragó saliva mientras que sus ojos se engrandecieron visualizando aquella fuerte escena. 

Las puertas del auto se encontraban abiertas, Dmitriy logró observar a sus hombres en la parte de atrás sin vida y con la pistola en la mano, con cada paso que daba su vida y su felicidad terminaban para siempre. 

En el puesto del medio estaba el cuerpo de ella, Dmitriy sintió un frío recorrer su cuerpo, lentamente se acercó y acarició su fría mejilla. 

—Amor mío, mi vida, te juro que quien lo haya hecho lo tendrá que pagar —habló con la voz entrecortada y sus ojos húmedos. 

Corrió el cuerpo de uno de sus hombres y luego tomó el de su esposa, lo intentó sacar en sus brazos para darle una sepultura adecuada, pero un sobre en su mano llamó su atención. 

«Para el amor de mi vida: Espero que pronto cumplas con tu parte ya que somos tres, eres un hombre genial y sé que serás el mejor padre del mundo, ahora me doy cuenta que no me equivoqué al haber entregado mi amor a alguien como tú, estoy segura que le darás a nuestro hijo protección y amor, quizás sea un poco apresurado, pero sé que estarás tan feliz como lo estoy yo».

Dmitriy abrió aquel sobre observando fijamente la ecografía donde se podía evidenciar el bebé que se encontraba en el vientre de su amada. 

Con las manos apretó con fuerza el sobre, en aquel momento lo único que deseaba era poder encontrar al responsable de la muerte de su esposa.

—Ivan —gritó con fuerza Dmitriy y al instante su hombre de confianza se acercó. 

—Señor estoy corroborando la información sobre el responsable de lo que ha sucedido, aún es demasiado prematuro, pero creo que tenemos al responsable —Dmitriy giró levemente el rostro conectando la mirada con la de su hombre de confianza.

—¿Quién fue el malnacido que acabó con la vida de mi esposa? —Dmitriy tenso la mandíbula mientras que su respiración se encontraba agitada. 

—No queda duda alguna que se trata de Fedor, en el momento en el que sucedió todo han reconocido a varios de sus hombres.

—¿Fedor... ese maldito viejo?, pero ¿por qué rayos lo ha hecho?, creí que teníamos un acuerdo —el rostro de Dmitry cambió al instante.

El dolor se transformó en odio, aquella mirada fría y profunda solo querían decir una cosa, venganza.

—Encárgate del cuerpo de mi esposa, debo saldar una deuda —Ivan carraspeo la garganta arriesgándose al llevarle la contraria a su jefe. 

—Señor, dejaré el personal necesario para que se encarguen del cuerpo de tu esposa, vayas a donde vayas recuerda que mi lugar es estar junto a ti sin importar lo que suceda —Dmitriy negó con la cabeza.

—Esta vez no será así, te estoy dando la orden directa para que te quedes a cargo del cuerpo de mi esposa, junto a ella he muerto ya no hay nada de mí que cuidar —espetó Dmitriy con frialdad.

Dmitriy dobló su cuerpo y besó la frente de su amada, tragó saliva desbaratando el nudo que había en su garganta.

—Iré a cobrar venganza, si algo llega a salir mal quiero que sepas que te amé y te amaré por siempre, adiós amor mío —Dmitriy se dio vuelta y se retiró.

Dmitriy completamente destrozado salió acompañado por la mayoría de sus hombres dispuesto a matar y morir. 

Yendo de camino explotó su mal carácter, golpeó las sillas del auto maldiciendo su mala suerte y jurando acabar con Fedor y su familia.

Los autos se detuvieron frente a la entrada principal, Dmitriy junto con sus hombres fueron directo y con todo el peso de su odio en contra de los hombres que cuidaban de la entrada principal. 

«Tu fin a Llegado Fedor, tendrás que sufrir hasta el último segundo de tu vida, me encargaré de acabar con toda tu mugrosa familia, frente a tus ojos acabaré con ellos y luego te enviaré al infierno para que se corra el rumor que Dmitriy Romanov es el puto amo de la mafia».

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