73 Cristales rotos

Lucrecia le vendó las manos a Jimena, después ella se puso de pie, le dijo a su madre y a Diego.

—Caterina fue la que le abrió la puerta a Silvia. —Diego agregó:

—¿Qué demonios le costaba a Silvia decir que había sido su amiga.

—¿Aún se te hace extraño? Sabes muy bien que Silvia es un ser egoísta, no le importa los demás, y esa "amiga" debe ser igual. —Lucrecia con afán se fue hacia la puerta.

—Voy a decirle a Ignacio para que detenga el despido de todos los empleados.

Ignacio ya había salido de la habitación de Silvia, iba por el pasillo cuando apareció Lucrecia.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo