No viví la guerra, de hecho cuando yo nací, debí vivir en un periodo de paz, pero lo que vieron mis ojos no era realmente eso. En especial con lo que oía y leía de mi país. Habíamos llegado un punto de comercio y economia muy alto. No era necesaria la magia mas que para pequeños trabajos. Usabamos la magia de cubierta, y los sin magia eran cada vez más, habíamos reformulado nuestra cultura, sin importar el género de las razas, que en años pasados habían generado conflictos ridículos. Además estabamos por iniciar una "revolución industrial".
—¿Una qué?—preguntó el rey Bartolomé.—Bueno—contestó Achecar sobando su nuca—así la llamaron los sabios, de hecho los que manejan la zentia en los países del norte, emplean algo similar por lo que he oído, pero en menor escala, al menos como era la visión que describían los libros de historia.—Seguimos sin entender—agregó Astar.—Consiste—empezó Bartolomé—en la creación de maquinas automatas que funcionan sin la necesidad de magia y, solo por recursos naturales. Como los ferrar qué he pensado traer de ellos.—Se refiere, a esas “casas de metal“ que se mueven por esos "caminos de hierro"—añadió Ildar.—Precisamente, les llaman; vagons. Además de "riels" por donde pasan, es un tranporte muy útil, y comodo.—Bueno, si se me permite continuar.—Adelante, perdón por la interrupción.Continuando, cuando leí aquello, era una especie de sueño. Por esos años los migrantes de Krisñar: la tierra natal de Tin-deray, llegaron, aún no sabían mucho de estos mecanismos y, al usar aún magia, les cedieron las regiones del oeste que no estaban pobladas, pero eran propicias para vida humana, y donde podrían fundar una nueva colonia. Pero la tecnologia no es rival para la magia, en especial en aquel ataque.Landeria era una de las naciones colindantes, junto a Lancoste y Val drenar, vivíamos en armonía compartiendo recursos y costumbres, sin embargo Landeria tenía un problema de abastecimiento de pescado. Val drenar debido a ciertas corrientes no se le permitía pescar y junto a Landeria qué se encontraba dentro de tierra tuvieron que comerciar el pescado con Lancoste, pues Ming-son a pesar de tener salida al mar no quiso comercializar con ellos el pescado, en especial por que se le consideraba sagrado y una bendición para el país, ante esto y no lograr convencer a mis compatriotas iniciaron su ataque.Debido a que tenían en su poder los crisalis; un mineral qué permite amoldar la magia a voluntad y producirla. Se equipo a cañones qué dispararon de una distancia segura y por sorpresa. La primera ciudad fronteriza en caer fue Nihan siendo arrasada hasta sus cimientos sin prisioneros, lo que incluía niños y mujeres, consideraban qué no era necesario debido a que podían reproducirse. Esta acción era una advertencia para rendirnos, no lo hicieron, los sin magia apredieron y diseñaron la magia de anulación, un poder nutrido del cuerpo y que servía de forma eficaz aunque no del todo, los que poseían magia de cubierta se defendieron, y los Krisñar que se quedaron en el norte se marcharon antes de que su poca gente fuera borrada, no los culpo, yo habría hecho lo mismo, pero los de Ming-son eran orgullosos y testarudos. La guerra duró casi diez años y, fue devastadora para ambos lados, los invasores se retiraron sin lograr su cometido. Ambos países quedaron dañados, el número de población se redujo con brusquedad, segun los datos, la población de Ming-son antes de la guerra era cercana a los diez millones de habitantes para después de la guerra quedaban dos.—Fue una mortandad devastadora—dijo Josuea—y, ¿esos sujetos eran tan fuertes como tú?—No lo se, a fin de cuentas las naciones tienden a enaltecer a sus hombres sin importar la verdad.—De ser tan fuertes como tú, serían rivales que valdrían la pena—agregó Diana emocionada.—O un país lleno de problemas—añadió Evelin.Hubo un silencio incómodo.—Y, ¿que paso con Landeria? Afirmas qué sufrió, pero que tanto—dijo Ildar.—Eran mucho más que nosotros, eran cercanos a los treinta millones así que seguramente solo fue un rasguño para ellos, aunque debido a eso, Lancoste aprovechó y tomo un tercio del territorio donde había fuentes de magias residuales.—¿Magias residuales?—preguntó Sarai con extrañeza.—Estas brotan de la tierra, son de un color negro metálico son tan peculiares qué son exclusivas de muy pocos magos de Lancoste, pero estos tenían capacidades bastante interesantes, como moldear cosas que no se si podre detallar.—Dejalo así, si Lancoste aprovechó la oportunidad, supongo que son de mucha utilidad—perfilo Ildar.—Aprovechar que la nación estaba débil fue una excelente estrategia —agregó Josuea— adueñarse de un tercio del territorio fue un buen movimiento.—Fue algo deshonesto—añadió Bartolomé con un marcado desagrado—¿qué clase de gobernante procede hacer algo así?Achecar lo miro con cierta sorpresa.—¿Sucede algo chico?—Solo que creo que es contradictorio.—De que hablas.—De su actitud tan humana y comprensiva, es más bueno de lo que esperaba, y eso es lo que me molesta, el hecho de que muestre tales actitudes, pero no se preocupe por la educación de los plebeyos.—¿Qué dijiste?—se levanto Josuea de su asiento—es una acusación muy grave, el rey Bartolomé gobierna con sabiduría...—Déjenlo, es cierto, además me gusta escuchar las críticas. ¿Qué clase de gobernante no escucha a su gente? Es verdad, han sido quince años difíciles desde que derroque a mi padre, funde diez legiones más y reste poderes nobeliarios, por no mencionar la economía qué debe estar fluyendo constantemente. De hecho conozco los sistemas educativos de cada país. El scale de Run dai. El Hingag de Pokandra, El gremorysitem de Sanbir, el Casten de Samibar y el Institud de Anela de Salandar. He pensado en eso y de hecho el próximo año darán comienzo las clases, aunque es un asunto que tratare con mis capitanes. Pero no te preocupes, se que un país ignorante es fácil de doblegar y eso no me agrada.Los presentes guardaron silencio, en especial Achecar qué cambio su perspectiva de él.—Bien—empezó Bartolomé—, a habido un silencio qué no esperaba, así que daré unas indicaciones. Ribulca-carmi espero que entiendas que debido a tu condición, deberás permanecer en Armenar para que nos ayudes con la información que saquemos de los prisioneros.—Muy bien señor—dijeron los capitanes.—Será fácil—añadió Diana—Ah, debido a su forma de ser, quiero que todos los capitanes, salvo Josefina y Francesca quienes se quedarán a ayudarme, vuelvan a sus bases sin ninguna escusa. No quiero que maltraten a prisioneros, además de que realizaremos la cremación e identificación de víctimas. Estoy seguro que enviaran a alguien o el tendrá que venir.—Entendido su majestad—dijeron los capitanes.Cuando todos salían, el rey Bartolomé se tomo la molestía de despedirse de Achecar.—Bueno muchacho, fue grato conocerte, tal vez necesite de tus servicios más adelante.—Pues, gracias señor Bartolomé.El resto vio tal acto con suma indignación, algunos no pudieron ocultar su molestia, aunque otros les agrado ver algo así.—Parece que has tenido una buena impresión del rey—dijo Reval.—Es muy diferente a lo que había imaginado, cuando supe que en las otras naciones, la educación era muy importante dude por un momento.—Tal vez tenga un interés más en ti.—¿De que hablas?—Bueno, cuando se muestra un interés de tal magnitud, es muy probable que también te quiera postular como su sucesor.—Eso no es habitual según lo que me dijeron.—Los reyes de antaño tal vez, pero Bartolomé cuarto no cree que los sucesores esten reservados únicamente a la linea de sangre, sino al demostrar actitud.—Que mal entonces, no creo tener tal predisposición.Tras decir eso Achecar se adelanto seguido por Charlotte. Reval lo observó con una marcada preocupación aunque no por él, sino por si mismo.—Le suce...de algo.—A Gina, la verdad es que sí, en mi combate destruí una gran cantidad de los bosques del norte y, la montaña más alta ahora es más baja.—Debio ser un combate muy duro.—Bueno me deje llevar. Nos vemos después Gina, me sorprendió de forma grata ver que te has vuelto más fuerte.—Gracias.Gina lo miro alejarse seguido por su teniente y Vanesa, que la miró con ojos de desprecio y marcada rivalidad.—¿Qué es lo que le impresionó de ella capitán?—De que hablas Vanesa.—No se conocen desde hace mucho y, la tratas con una naturalidad muy grande.—Ella me salvo la vida, a pesar de no tener la capacidad para hacerlo, no creí que inspiraría a alguien para que se uniera a las legiones, en especial a alguien como ella. Se lo dije para que no se metiera en estás cosas. Debí apoyarla cuando vino, dude y ahora mirala, ese extranjero parece ser que ha sacado lo mejor de ella. Y creo que debí hacer lo mismo.Tan pronto dijo eso se retiraron del lugar. Por su parte Achecar y Charlotte caminaban por los pasillos mirando los detalles de la arquitectura. Hasta que se detuvieron en el patio central.—El tiempo se pasa volando ¿no?—empezó Charlotte.—Sí, han pasado tantas cosas, quien diría que la vida adulta sería así.—No, la pasaste bien en tu país por lo que escuche.—No.—Parecía que querías olvidar algo.—Muchas cosas realmente.—Cuando quieras platicarlo, recuerda que yo estare aquí.—Lo sé.Ambos se miraron fijamente hasta que una voz interrumpió el momento.—Vaya, vaya—dijo la voz de Rigar de Rosei.—Papá y ¿Mamá?—¡Hola cariño!—No imagine verlos juntos en este momento.—Bueno—añadió Carolina—, estos años fueron un receso y a pesar de todo prometimos querernos y, ahora evitaremos cualquier acto violento, incluidos los que van en contra tuya Achecar, además también se pondrá más cordial con los plebeyos.—¿Es cierto señor de Rosei?—Quieres probar—en ese momento ambos se dieron la mano, pero una tensión y un impulso los hizo empezar a jugar su famoso juego, pero antes de hacer algo Charlotte y Carolina los enredaron en seda y lianas de rosas.—Deberán quitarse ese hábito ¿me oyen?—Lo sentimos—contestaron ambos.En ese momento Bartolomé paso por ahí. Se alegro y se acerco cordial al ver a Rigar de Rosei.—Mira nomas, no te había visto en bastante tiempo.—¡Ah mi viejo amigo! No has cambiado nada.—No bromees, a fin de cuentas el tiempo no pasa en vano, incluso para los magos.En ese momento una tensión se presenció en el lugar y de la nada ambos soltaron un puñetazo al aire que solto una pequeña corriente de viento, al tiempo que Valerona quien venía con él y Carolina los detuvieron.—¿Qué ocurre?—grito Carolina enojada— enserio es un juego que también solían jugar.—Pues ya saben—dijo Bartolomé bajando el brazo—, Renavier es un ingenioso para estos juegos.—Sí, practicamente nos ahorramos bastantes destrucciones—completo Rigar.Ambos recordaron viejas glorias de su juventud, desde que eran unos jóvenes en el que tras hacer sus juegos, destruyeron desde pequeños condominios a una extensión de árboles por las lejanías.—Que buenos tiempos—dijo Rigar.—Sin tantas responsabilidades—agregó Bartolomé.—Esos destrosos de juventud realmente eran divertidos, pero ahora no es algo que sea bastante bueno.—Sí, los tiempos cambian, bueno, sabes porqué te mande a llamar.—Ya lo sé.—No es que me moleste, pero si quieres ayudar puedes ser parte de las legiones, con el nivel que posees serías capitán.—Ya quisieras, si solo los que poseen un alto rendimiento los nombraras capitan, los más fuertes del país estarían en tu nomina.—Es cierto, como los Delbar y ese loco que levita. Bueno, fue un gusto verlos y aprende a controlar tus emociones, no lastimes a la belleza que tienes por esposa.—Eso lo se.—Bueno, me retiro tenemos que incinerar demasiado, sacar retratos para colocarlos en la vasija y reconocer a los prisioneros.—Suena a una labor muy grande.—No sabes cuanto, ya veo porqué rechazaste ser parte de la linea real.Después de eso se despidieron, Achecar volvio a la base de Sanber y Charlotte; debido a que Achecar no tenía los dedos de su mano y debido a la invasión, tuvo que volver a Galvidan. Para arreglar los asuntos de la invasión y del posible retiro de la custodía de Achecar. Algo que a Charlotte si bien le agradaba, al mismo tiempo sabía que no podría relacionarse bastante con él. Y tras meditarlo, llegó a la conclusión que la noticia que le daría a su capitana, no le agradaría mucho.El amanecer aún no se veía en el horizonte y, Charlotte ya estaba de pie con la brisa de la ventana. La noche anterior habían organizado el papeleo sobre las misiones activas, así como haber mandado una carta al juez que dictó la custodia a Achecar para que está le fuese retirada, aunque la contestación, fue que se daría de manera directa a la capitana.—Por eso odio la burocracia, supongo que quiere que el asunto se resuelva sin tantas vueltas. A propósito ¿lo llevaras al hospital por lo de su prótesis? —Sí, y también quería solicitarle qué me firme una transferencia a Sanber. Las presentes se vieron sorprendidas por lo dicho. —¿Qué dices?—dijo Rita—. Como te atreves a hacernos eso. —No es algo que les haga—contesto Charlotte—, es una decisión mia ¿no?—Sí—contestó Sarai—, es verdad, pero aún así. Eres mi segunda al mando. Y tienes responsabilidades conmigo, no puedes dejar la base de está manera. —Además vicecapitana—agregó Felisita—, que va hacer de mi si usted se va, a sido mi
Achecar y Charlotte se habían ido a comer a un puesto de Fringas: una especie de pan con carne de cerbali, condimentos que le daban un buen sabor, este era acompañado ya sea con café o un jugo de una fruta;que iban de unas similares a naranjas, manzanas y cocos. A unas de colores peculiares como una color morada, que era del tamaño de un durazno, pero con un sabor agridulce;solían llamarlo "arguina". —Entonces. ¿Cuál es ese asunto pendiente?—¿Recuerdas las chicas de Pokandra? —Sí—al decirlo Charlotte bajo la cabeza con tristeza. —Supongo que vas deduciendo a lo que voy. —Sí, pero me siento rara por ir a Breñas. Hace tiempo que no los visitó. Fueron buenos conmigo y, los he tenido olvidados. —No son rencorosos, además saben del carácter de tu padre y como me trató.—Eso me alegra y me instristece. —No deberías, lo pasado se ha ido, hagamos que el presente sea el mejor posible. Charlotte le sonrió para seguir comiendo y al terminar se dispusieron a volver a Breñas. Achecar se ofr
Por su parte desde el oriente, en un carruaje tirado por una fuerte corriente de aire, se aproximaba el Visero de Pokandra;un cargo similar al de administrador, quien viene en nombre del Solmo ponteficie Dama;lo que vendría ser el dirigente del país.De Salandar, la dirigente de la cámara de electores;un grupo similar a la cámara de senadores. El representante es denominado como Bossed:quien gobierna la nación por un plazo de seis años y quien toma la decisión final propuesta por los electores. Este venía en un transporte similar a un avión, de un tamaño cercano a los once metros con ciertas fallas a la hora de manejarlo; su mayor característica, es qué, al igual que las armas de Salandar el avión posee una esfera de infusión qué es la que le permite volar. De Samibar el Castador;un dirigente similar a un dictador por tener control total de las decisiones, a su vez que el término viene por la forma en que se divide la nación, pues estos son divididos en castas en lo que pueden hacer,
Al caer la tarde Achecar y Charlotte habrían vuelto a Breñas; una situación que pondría nerviosa a está última.—¿Cómo te sientes?—Es bastante obvio ¿no?—Eso lo veo, pero no tendrías que estarlo.—Lo dices como si nada, a pasado bastante que no se cómo lo tomarán, ¿y si me odian por darme su amistad? Y yo los olvide.—Ya te dije, conocen la actitud de tu padre, créeme que les alegrará verte.Tras decir esto Achecar tomo su mano, haciendo que ella la apretara y, dando un respiro entraron en el lugar. Este se encontraba muy tranquilo para esa hora. Al acercarse más, Ana los encontró.—Vaya, buena hora la que te apareces—dijo Ana a Achecar al tiempo que dejaba un cesto con ropa sobre la mesa.—No ha pasado tanto.—Unas semanas, son semanas, en especial cuando una ya esta vieja—, volteo a ver Charlotte y se asombro por tenerla cerca—, pero mira nada más si es la señorita, luces espantada.—Eh, no, es que...—Te preocupaba nuestro actuar, por no venir en mucho tiempo.Charlotte solo bajo
A la mañana siguiente, Charlotte se levantó temprano, tras estirarse, noto que Ana estaba en el cuarto, mirándola con una mirada fija acompañada de una sonrisa burlona.—¡Señora!—dijo Charlotte al momento que se ponía roja de vergüenza y se escondía con la cobija—, le juro que... —No tienes que decir nada señorita, conozco su relación, fue muy duro para ustedes separarse. Tal vez algo más que una amistad a empezado a emanar desde aquí. Esto último lo dijo tocando su pecho y la dejó sola. En el silencio del cuarto, Charlotte sintió como su corazón latía y, recordó aquellas veces en la que jugaba con la idea de que serían esposos. Parecía un juego de niños o quizá nunca lo fue. Se arregló y bajo para empezar a prepárarse para ir a ver a Alfredad, pero encontró a Achecar quien por casualidad se topo con Gigar. —¡Ay no! Dime que no es cierto.—Relájate no me quedare por mucho, además no pienso hacer un caos por aquí.—Ah, que alivio, desde que te hiciste más poderoso, uno no esta tan tr
»En tiempos antiguos, cuando el hombre era joven y todavía predominaba la ignorancia sobre la magia, que fluía por el mundo, dándole forma a la vida de diferentes formas y estilos. Cuando las cosas se acomodaron, las personas fundaron sus naciones y, de estos conflictos existió un grupo de hombres que sirvieron de guías y apoyo. Hombres que fueron venerados como dioses. Los dioses actuales. Trajeron orden y paz a un mundo lleno de caos y desorden. He aquí entonces que así como unos disfrutaron del orden, otros atesoraron el caos, gente que adoro subyugar a otros. Sin embargo, de entre estos nació un hombre, cuyo poder aludio a una magia rara, capaz de engullir y desbordar otras, cosa que parecía imparable, arrasó con ciudades enteras y países. Su imagen a la luz del día y la noche le hacía ver un Draconse: un monstruo de enormes fauces que engullía a todos en el terror, se extendió por el mundo y abarcó por gran tiempo. Pero toda fuerza de destrucción, tiene su oposición, los cinco sal
Como una melodía que armonizaba el ambiente, Achecar se vio caminando en la orilla del mar, viendo las olas surcar la arena.—¿Qué haces hijo?—preguntó su padre.—Mañana partiremos de nuevo.—Temes no volver a casa.—Sí.—Sabes, siempre que iba a la mar, miraba a la orilla y veía a tu madre despedirse de mi, sabía que tenía que volver, porque me esperaba.—¿Y ahora?—Ella me sigue esperando. Te seguimos esperando. Porque a donde fuiste, te destruirán.Achecar se levanto de golpe, y recordó el porque no dormía tan a menudo. Se levantó y miro su mano, recordó que en Ming-son los incompletos perdían todo por se considerados inútiles, algunos vagaban por días hasta morir de fatiga y hambre, y otros se quitaban la vida, esa idea lo atormentaba y desagradaba, se sentía culpable y triste. Pero no se atrevía a expresar tales sentimientos, nisiquiera con Charlotte.Al amanecer, Charlotte se levanto, aunque se sentía algo cansada. Y un sentimiento extraño, siendo una mezcla rara de tristeza y al
Achecar llegaba a la base de Sanber. Donde Astar lo estaba esperando sentado sobre una silla mesedora, cosiendo una manta con una figura similar a una flama, y tomando su bebida favorita.—¿Cómo te fue con el rey?—preguntó al tiempo que hacía un alarido de alegría—, ¡está cosa está riquisima!—Si usted lo dice. Con respecto a lo primero, bien, a decir verdad. Llegamos a un buen acuerdo, por ahora debo ir a ver a un amigo. —Un amigo, ¿qué te traes entre manos? —Ayudar a mis compañeros en está guerra que se viene. —Ah sí, ¿y cómo nos ayudará tu compañero? —Entrenandolos. —Eso es lo que vienes haciendo ¿no?—No como debería ser. ¿Y Charlotte? —Fue a Galvidan por el resto de sus cosas, además ira a otro lado después. —Ya veo—contesto Achecar con cierta preocupación. —No debes alterarte por eso. El mundo no es tan malo como crees, pese a las experiencias desagradables que has tenido estos días. —Por eso estoy intranquilo. Mientras tanto, Charlotte estaba por llegar a Galvidan. Fue