Achecar y Charlotte se habían ido a comer a un puesto de Fringas: una especie de pan con carne de cerbali, condimentos que le daban un buen sabor, este era acompañado ya sea con café o un jugo de una fruta;que iban de unas similares a naranjas, manzanas y cocos. A unas de colores peculiares como una color morada, que era del tamaño de un durazno, pero con un sabor agridulce;solían llamarlo "arguina". —Entonces. ¿Cuál es ese asunto pendiente?—¿Recuerdas las chicas de Pokandra? —Sí—al decirlo Charlotte bajo la cabeza con tristeza. —Supongo que vas deduciendo a lo que voy. —Sí, pero me siento rara por ir a Breñas. Hace tiempo que no los visitó. Fueron buenos conmigo y, los he tenido olvidados. —No son rencorosos, además saben del carácter de tu padre y como me trató.—Eso me alegra y me instristece. —No deberías, lo pasado se ha ido, hagamos que el presente sea el mejor posible. Charlotte le sonrió para seguir comiendo y al terminar se dispusieron a volver a Breñas. Achecar se ofr
Por su parte desde el oriente, en un carruaje tirado por una fuerte corriente de aire, se aproximaba el Visero de Pokandra;un cargo similar al de administrador, quien viene en nombre del Solmo ponteficie Dama;lo que vendría ser el dirigente del país.De Salandar, la dirigente de la cámara de electores;un grupo similar a la cámara de senadores. El representante es denominado como Bossed:quien gobierna la nación por un plazo de seis años y quien toma la decisión final propuesta por los electores. Este venía en un transporte similar a un avión, de un tamaño cercano a los once metros con ciertas fallas a la hora de manejarlo; su mayor característica, es qué, al igual que las armas de Salandar el avión posee una esfera de infusión qué es la que le permite volar. De Samibar el Castador;un dirigente similar a un dictador por tener control total de las decisiones, a su vez que el término viene por la forma en que se divide la nación, pues estos son divididos en castas en lo que pueden hacer,
Al caer la tarde Achecar y Charlotte habrían vuelto a Breñas; una situación que pondría nerviosa a está última.—¿Cómo te sientes?—Es bastante obvio ¿no?—Eso lo veo, pero no tendrías que estarlo.—Lo dices como si nada, a pasado bastante que no se cómo lo tomarán, ¿y si me odian por darme su amistad? Y yo los olvide.—Ya te dije, conocen la actitud de tu padre, créeme que les alegrará verte.Tras decir esto Achecar tomo su mano, haciendo que ella la apretara y, dando un respiro entraron en el lugar. Este se encontraba muy tranquilo para esa hora. Al acercarse más, Ana los encontró.—Vaya, buena hora la que te apareces—dijo Ana a Achecar al tiempo que dejaba un cesto con ropa sobre la mesa.—No ha pasado tanto.—Unas semanas, son semanas, en especial cuando una ya esta vieja—, volteo a ver Charlotte y se asombro por tenerla cerca—, pero mira nada más si es la señorita, luces espantada.—Eh, no, es que...—Te preocupaba nuestro actuar, por no venir en mucho tiempo.Charlotte solo bajo
A la mañana siguiente, Charlotte se levantó temprano, tras estirarse, noto que Ana estaba en el cuarto, mirándola con una mirada fija acompañada de una sonrisa burlona.—¡Señora!—dijo Charlotte al momento que se ponía roja de vergüenza y se escondía con la cobija—, le juro que... —No tienes que decir nada señorita, conozco su relación, fue muy duro para ustedes separarse. Tal vez algo más que una amistad a empezado a emanar desde aquí. Esto último lo dijo tocando su pecho y la dejó sola. En el silencio del cuarto, Charlotte sintió como su corazón latía y, recordó aquellas veces en la que jugaba con la idea de que serían esposos. Parecía un juego de niños o quizá nunca lo fue. Se arregló y bajo para empezar a prepárarse para ir a ver a Alfredad, pero encontró a Achecar quien por casualidad se topo con Gigar. —¡Ay no! Dime que no es cierto.—Relájate no me quedare por mucho, además no pienso hacer un caos por aquí.—Ah, que alivio, desde que te hiciste más poderoso, uno no esta tan tr
»En tiempos antiguos, cuando el hombre era joven y todavía predominaba la ignorancia sobre la magia, que fluía por el mundo, dándole forma a la vida de diferentes formas y estilos. Cuando las cosas se acomodaron, las personas fundaron sus naciones y, de estos conflictos existió un grupo de hombres que sirvieron de guías y apoyo. Hombres que fueron venerados como dioses. Los dioses actuales. Trajeron orden y paz a un mundo lleno de caos y desorden. He aquí entonces que así como unos disfrutaron del orden, otros atesoraron el caos, gente que adoro subyugar a otros. Sin embargo, de entre estos nació un hombre, cuyo poder aludio a una magia rara, capaz de engullir y desbordar otras, cosa que parecía imparable, arrasó con ciudades enteras y países. Su imagen a la luz del día y la noche le hacía ver un Draconse: un monstruo de enormes fauces que engullía a todos en el terror, se extendió por el mundo y abarcó por gran tiempo. Pero toda fuerza de destrucción, tiene su oposición, los cinco sal
Como una melodía que armonizaba el ambiente, Achecar se vio caminando en la orilla del mar, viendo las olas surcar la arena.—¿Qué haces hijo?—preguntó su padre.—Mañana partiremos de nuevo.—Temes no volver a casa.—Sí.—Sabes, siempre que iba a la mar, miraba a la orilla y veía a tu madre despedirse de mi, sabía que tenía que volver, porque me esperaba.—¿Y ahora?—Ella me sigue esperando. Te seguimos esperando. Porque a donde fuiste, te destruirán.Achecar se levanto de golpe, y recordó el porque no dormía tan a menudo. Se levantó y miro su mano, recordó que en Ming-son los incompletos perdían todo por se considerados inútiles, algunos vagaban por días hasta morir de fatiga y hambre, y otros se quitaban la vida, esa idea lo atormentaba y desagradaba, se sentía culpable y triste. Pero no se atrevía a expresar tales sentimientos, nisiquiera con Charlotte.Al amanecer, Charlotte se levanto, aunque se sentía algo cansada. Y un sentimiento extraño, siendo una mezcla rara de tristeza y al
Achecar llegaba a la base de Sanber. Donde Astar lo estaba esperando sentado sobre una silla mesedora, cosiendo una manta con una figura similar a una flama, y tomando su bebida favorita.—¿Cómo te fue con el rey?—preguntó al tiempo que hacía un alarido de alegría—, ¡está cosa está riquisima!—Si usted lo dice. Con respecto a lo primero, bien, a decir verdad. Llegamos a un buen acuerdo, por ahora debo ir a ver a un amigo. —Un amigo, ¿qué te traes entre manos? —Ayudar a mis compañeros en está guerra que se viene. —Ah sí, ¿y cómo nos ayudará tu compañero? —Entrenandolos. —Eso es lo que vienes haciendo ¿no?—No como debería ser. ¿Y Charlotte? —Fue a Galvidan por el resto de sus cosas, además ira a otro lado después. —Ya veo—contesto Achecar con cierta preocupación. —No debes alterarte por eso. El mundo no es tan malo como crees, pese a las experiencias desagradables que has tenido estos días. —Por eso estoy intranquilo. Mientras tanto, Charlotte estaba por llegar a Galvidan. Fue
Mientras esperaba en la entrada de la casa de Doroty. Charlotte sentía como algunos la miraban con cierto desagrado y otros la saludaban con el respeto que se merece. A su vez, escuchaba ciertos rumores que la incomodaban, paso de ellos y Elisa:la criada de Doroty le abrió tras la espera disculpándose, Charlotte le pidió que no se lo pidiera y entro a la casa. El proposito de está visita era clara, investigar quién era el que propagaba los rumores, además de entender cómo era la vista de los miembros de su clase. Aunque la respuesta de Doroty no es la que esperaba.—Perdoname, pero no puedo ayudarte.—¡De que hablas! Con tu magia podrías estar en cualquier lugar.—Sí, pero alguien contrato a un hechicero que efectuó un hechizo bastante poderoso para impedirme entrar en ciertas zonas, agrega que papá se enteró de mi acercamiento con ustedes y los plebeyos, me retiro de los circulos sociales y los negocios más importantes.—Tanto así—dijo Charlotte cabizbaja.—Por suerte no me desheredo,