Un mes después
No he salido de esta habitación, considero que no es necesario relacionarme cuando mi vida estará cambiado a la merced de un hombre que ha perdido completa comunicación conmigo, pero, sé que está con vida porque habla con sus escoltas.Solo miro por el balcón como todos siguen con su vida, mientras yo ni siquiera tengo ánimo de salir a pasear y no es por Arnold. Hace semanas me resigné, porque de nada sirve intentar algo destinado al fracaso.Los chicos, aunque han sido buena compañía, son tan molestos que me estreso fácilmente. Pero, su trabajo es cuidarme y al parecer entretenerme porque siguen insistiendo aunque no quiero salir o hacer algo diferente a quedarme en la habitación.La puerta se abre y yo miro hacia el reloj notando que es el momento para que ellos sean tan molestos que no pueda siquiera echarlos porque no conocen siquiera el desprecio.&Me quedo inmóvil en mi lugar intentando conectar cualquier pensamiento posible para saber que decir, porque no sé cómo reaccionar con esto que está sucediendo. No, sí sé que ha pasado, pero, no comprendo es ¿Por qué a mí?Siento que voy a morir en cualquier momento, porque las emociones que estoy experimentando son demasiado y extraño para mí. Esto me está matando y sé que no estoy exagerando.‘¿Qué mierda?’ me pregunto mentalmente.— Esto no puede ser posible, quizás es un error. — suspiro profundo.Veo las cosas como una broma, pero, a la vez deseando que sea así. Es extraño, siento que es normal que yo este embarazada porque estoy casada y tuve sexo con mi esposo. Pero, también considero que no es buena idea, no es así de simple.Arnold y yo no estamos bien, las cosas no están bien entre
‘¿Qué rayos está sucediendo ahora? ¿Por qué Arnold está disparando a un hombre que no está haciendo algo malo?’ me pregunto mentalmente mientras siento como mi trasero duele por la caída.Cesar había impedido que me cayera cuando retrocedí y perdí la fuerza en mis piernas, pero, Arnold no dejó que recuperara el equilibrio, cuando le hizo tanto daño a Cesar como lo hizo con el idiota que se pasó conmigo.Tengo tantas preguntas en mi mente, pero, lo que más me preocupa es mi bebé, porque si realmente estoy embarazada, me he caído por culpa de su padre y a él no le importa en lo absoluto.Es entonces cuando temo lo peor y por eso, miro al hombre que me observa con odio como si realmente lo hubiese traicionado. Es entonces cuando comprendo que un bebé no es un buen tema de conversación entre Arnold y yo.— Sube
No sé qué está sucediendo, Arnold parece estar en un mundo donde siempre soy la infiel, quien solo lo ofende de una forma o de otra, porque solo sé hacer eso. Es en ese concepto que me tiene.Durante todo este tiempo no se comunicó conmigo porque creía que uno de sus escoltas tenía insinuaciones conmigo cuando yo esperaba que él me hablara para solucionar las cosas.— Entonces, lo que quieres decirme es que no me hablaste porque estabas ofendido.— Sin duda, estoy más que ofendido por lo que hiciste. — dice Arnold observándome con tanto enojo que realmente pienso que soy la única responsable de que todo este mal entre nosotros.— Arnold, ¿hay un momento en tu mente en el que yo sea una buena mujer? Lo pregunto porque siempre me das a entender que soy lo peor.El hombre que me obligó a quedarme a su lado e incluso ser su esposa, me observa ofendi
Me quedo en silencio, no puedo mentirle cuando se supone que debo esforzarme por salvar una relación en la que me metieron en contra de mi voluntad y me asfixiaron tanto que ahora si no me asfixian siento que algo me falta.Porque ahora lo he comprendido: no extraño la presencia física de Arnold en mi vida, si no, como actúa conmigo. Esa posesividad que lo caracteriza, parece darme una tranquilidad que no encuentro en otra parte.‘Estoy loca, completamente loca.’ Me digo mentalmente.— Contesta, Eva. ¿Has pensado en darme hijos? — pregunta Arnold.— Quiero pensar en eso, pero, me preocupa más que me hagas enojar y pierda al bebé porque no sabemos controlar las emociones. — digo y él suspira profundo.— Por un momento pensé que me dirías que estabas embarazada. — dice Arnold suspirando aliviado.‘Oh, ¿Por qué me duele
Sin duda, no puedo lidiar con los cambios de emociones del hombre que parece… no, está completamente loco y lo peor de todo, es que yo estoy más loca que él porque en momentos en los que estoy cerca de él como ahora, me siento bien, todo es perfecto. ‘Me he enamorado de un criminal que no es el hombre que quería para mi vida, porque su amor muchas veces es asfixiante y doloroso.’ Me digo mentalmente. — Concéntrate, aleja todo lo que te preocupa de tu mente y fija tu mirada en el objetivo, entonces, cuando estes lista dispara. — ordena Arnold. — Pero… — Te estoy corrigiendo la postura, solo necesitas hacer lo que te dije y sabremos si hay que cambiar o arreglar muchas cosas o no. — dice Arnold y yo tensiono mi cuerpo. — No creo que está sea la solución a mis problemas. — Eva, ya te lo dije, nadie va a defenderte a menos que sea estrictamente necesario, por eso, si alguien intenta hacerte daño, le disparas, si algún tonto quiere besarte, le disparas.
Camino rumbo a mi casa, he terminado tan tarde el trabajo que no hay autobuses que pueda usar y los taxis están fuera de mi presupuesto. Por eso, con mucho miedo camino por las calles de Nueva York implorando que no sea una de las miles de mujeres que aparecen muertas y no saben porque.Sin embargo, aún estoy lejos de mi destino cuando escucho unos disparos que me hacen correr aunque me siento extremadamente agotada. El miedo, me hace ver cosas que no son y las ganas de vivir son tan grandes que corro más rápido de lo que estoy acostumbrada.Pero, la suerte no parece estar de mi lado. Porque choco con alguien que huele a pólvora y sangre. Por la rapidez con la que corría, el impacto me hace rebotar y caer al suelo. El hombre me observa sorprendido y yo retrocedo con temor al ver como de sus brazos sale sangre y ni siquiera así suelta sus armas.— Perfecto. — dice él acercándose a mí.— Por favor, no me haga daño. — digo intentando correr, pero, él me agarra con brusquedad y me pega a
Me he concentrado tanto en mi trabajo que cuando llego a mi casa grito al ver aún a mi visita inesperada acostada en mi cama.— ¡¿Qué pasó?! — grita él apuntándome para después suspirar profundo.— ¿Qué haces aquí? — pregunto molesta.— ¿Me estás echando acaso?— Debes marcharte, este es mi espacio y contigo aquí no tengo donde dormir.— Puedes dormir a mi lado.— ¿Eres mi esposo, señor? Porque solo los esposos duermen juntos.El hombre que parece muy cómodo en mi casa, me sonríe, pero, no se molesta en alejarse de mi cama o marcharse, porque se acomoda más como si no estuviera herido.— Entonces eres virgen. — dice él en tono burlón.— Si soy o no virgen no es tu problema.— Tienes razón, no es mi problema. Parece que estás molesta porque me encuentre aquí.— No te conozco y es evidente que eres alguien peligroso, por eso no te quiero aquí. Si vienen tus enemigos, nos matarán y nadie podrá salvarnos.— No te preocupes, ya vamos a marcharnos, solo te estaba esperando.— ¿Marcharnos? ¿
Yo sí quiero saber en qué planeta, dimensión desconocida o realidad alterada yo soy su mujer, porque en esta sin duda no lo es. Pero, no tengo tiempo para aclarar algo así, porque los disparos no se hacen esperar y el hombre despiadado que no le preocupa que este en medio de los disparos continua con el enfrentamiento que reafirma el hecho que soy su mujer.— ¡No apunten a Arnold, maten a la maldita mujer! — grita el hombre.— Pero, ¿yo que culpa tengo? Yo no he pedido que se maten entre sí. — digo llorando.— No se preocupe, señora Krick, nosotros la protegemos. — dice uno de ellos y si pudiera me quitara el zapato para golpearle la cabeza.— ¡Yo no soy la señora Krick! — grito levantándome con enojo, pero, rápidamente Arnold me hace agacharme solo para observar cómo perforan la pared porque varias personas apuntaron hacia el mismo lugar.‘Así hubiese quedado mi cabeza por haber sido tan imprudente.’ Me quejo mentalmente.Agradezco a Dios por tener la oportunidad para vivir un poco m