¡No puedes dejar que mueran!

La respiración de Dana cada vez es más apresurada mientras corre con destreza por su manada aunque sabe que ahí tampoco estará segura. Incluso aunque tenga aquella barriga de embarazo eso no le impide moverse con agilidad por el terreno rocoso.

—¡Vamos, más rápido! —chilló Zakia—. Dana, tenemos que separarnos. Tú conoces mejor tu tierra, escóndete donde no puedan encontrarte. Yo trataré de distraerlos.

—¡No! Zakia…

La hembra entorna los ojos e incluso en ese momento parece divertida por la preocupación de la Omega.

—No te preocupes. Nadie va a tocarme, saben que soy importante para Kian.

Estúpidamente Dana siente celos porque sabe bien que ella tiene razón pero rápido los aparta.

—Gracias por esto, te estás metiendo en problemas por mí.

—Vale, después me agradeces siendo la madrina de tus cachorros, ¡Ya ve!

Dana empieza a correr separándose de Dana y Brent gruñe irritado.

—Se acercan, puedo olerlos.

Dana también podía hacerlo. Ni siquiera le preocupaba el montón de aromas mezclados, l
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP