No era el momento. No cuando después de tanto tiempo ella había cedido silenciosamente a ser consolada por él. Aunque Dana le enviara miradas mordaces cada vez que se acercaba era como si en ese instante solo quisiera su consuelo. Pero no debía entusiasmarse porque la Omega era la loba más impredecible.—Lo conocí Dana, conocí a nuestro cachorro. Él es increíble, es fuerte, valiente así como Devanie. Me has dado el mejor regalo al tener a mis cachorros, incluso si no lo hiciste por mí.Dana notó que temblaba sintiéndose desarmada por la extraña amabilidad de Kian. No recordaba que jamás él hubiera hablado así.Kian enterró la nariz en su pelo pero detestó no encontrar el aroma característico de su Omega, ajeno a sus pensamientos. —Es muy fuerte, estoy seguro de que esa fue una de las razones por las que Owen se lo llevó, además de mantenerte con el alma en vilo al tenerlo controlado por él. Nuestro cachorro es leal a Owen porque obviamente no sabe qué clase de bastardo es ese tipo,
Su respiración se volvió más pesada al notar que Kian daba un paso más hacia ella. Los ojos del macho estaban dilatados lo que solo dictaba peligro. Dana tragó sabiendo que probablemente debía huir de aquella atracción que volvía siempre que estaba demasiado cerca de Kian.—Dana…El Alfa intentó tocarla pero ella empujó su mano para que no lo hiciera. Si él llegara a hacerlo Dana sabía que eso sería demasiado peligroso.—Solo pensé en dárselo a mis cachorros cuando nacieran para que tuvieran algo tuyo, eso es todo —gruñó ella contestándole antes de dar un paso atrás.La cercanía con Kian la estaba poniendo más nerviosa de lo que quería admitir.El Alfa sabía que Dana no estaba siendo completamente sincera pero estaba cuidando su corazón. Sin embargo, el saberlo no significaba que le doliera menos que su Omega se alejara siempre de él.—No pienses demasiado las cosas Kian, si estás aquí como el padre de Kieran y Devanie, aunque me moleste lo aceptaré. Pero entre tú y yo no va a volver a
Sintió que se inclinaba sobre ella y su cálido aliento le acarició la oreja.—Estoy tratando de mantenerme alejado. Pero no lo haces fácil para mí, compañera.Dana cerró los ojos por un momento recordando los tiempos del pesando en el que Kian y ella habían estado en la misma situación. Era ella la que siempre había salido lastimada. Utilizando su fuerza lobuna finalmente salió de su agarre y se giró hacia él fulminándolo con la mirada.—¿Qué crees que haces? ¿Acaso no entiendes ni una palabra de lo que te digo? Te lo dejé bien claro Kian y estoy harta de que estés persiguiéndome. No eres nada para mí.Dana enseguida pasó por su lado desesperada por huir, por salir de su campo de visión. Su cuerpo era un traidor y respondía únicamente al macho como si fuera su dueño.Cuando llegó a la orilla pensó que Kian la dejaría en paz y ese fue su error.—Pruébalo, prueba que no soy nada para ti.Dana una vez más se giró a verlo con suficiencia mientras apretaba la mandíbula. Sus ojos lo recorr
Respiró profundamente pues tenía temor a las alturas pero necesitaba llegar ahí pues la culpa no la dejaba dormir.—Casi lo logro, ¿Por qué lo tuvieron que poner en este lugar?Solo así podría llegar a él porque su habitación estaba siendo custodiada por los hombres de su padre. Ella tenía que asegurarse que él estaba bien.Alison saltó de un balcón al otro a punto de caerse pero fue más rápida, su corazón latía aceleradamente bajo su pecho.—Mierda, lo logré.Enseguida entró a la habitación del cachorro después de asegurarse que no hubiera nadie en esta.Sus ojos escanearon el lugar y pudo encontrarlo acostado sobre la cama descansando. Enseguida llegó hasta él cayendo de rodillas a un lado de la cama.—¿Oye? ¿Puedes oírme?Alison vio que su rostro seguía golpeado y notó que el pobre cachorro había sido encadenado a su cama con plata.—Esto es mi culpa, lo siento tanto…Ella parpadeó para alejar las lágrimas que amenazaban con caer por su rostro pero se negaba a dejarlas salir. Tenía
Dana se dirigió a donde estaba esparcida su ropa, sin embargo, no llegó demasiado lejos.Las manos de Kian se anclaron en su cintura desde atrás y él la cargó ocasionando que ella se tensara.Estaba tratando de calmar aquel deseo ardiente que palpitaba en sus venas, sin embargo, ahora llegaba él queriendo destruirlo todo.—Kian, déjame en el suelo —gruñó Dana con los dientes apretados.No quería hacer un escándalo, primero porque Devanie estaba durmiendo cerca y segundo porque si lo hacía otros hombres la verían vulnerable y ella no volvería a permitir eso.Empujó su codo hacia atrás intentando darle en la cara pero él la detuvo con facilidad. —Comienzo a leer a la nueva tú, princesa. No te escaparás de mi tan fácilmente. Kian la giró y empujó su cuerpo contra un árbol. Dana sintió cómo se le erizaba la piel ante el contraste de la fría brisa que azotaba y el cuerpo cálido de ese macho. Sus pezones se endurecieron aún más al ver el deseo ardiente en las pupilas de Kian y se mordió
Devanie se despertó sintiendo una opresión en el pecho.Miró hacia la tienda de campaña de su madre pero ella no estaba allí, luego desvió la mirada hasta donde debería estar su padre pero tampoco lo encontró.Hubiera sonreído, de no ser porque se sentía sin aliento. Se quitó la frazada que cubría su cuerpo y se levantó alejándose de todos en medio de la oscura noche.—¿Quién te dijo que podrías apartarte de los demás, mocosa?La irritante voz detrás de ella provocó que se sobresaltara, sin embargo, no se detuvo.Como había pensado lejos de la gente podía respirar mucho mejor. Pero el idiota detrás de ella no se la dejaría fácil. Apretó su muñeca tirando de ella aunque Devanie empujó su puño contra la nariz de él soltándose de su agarre antes de girarse a mirarlo.—No me toques, imbécil.—No voy a dejarte ir a ningún lado, mi Alfa me dijo que te mantuviera vigilada —gruñó el lobo cubriendo su nariz con una mano mientras que la miraba fulminante.Sin poder evitarlo, la cachorra comenz
Dana apenas podía procesar todo lo que estaba sintiendo.Su corazón latía más rápido de lo normal y sabía que no solo era por el orgasmo alucinante que Kian le había dado, sin también por su cercanía y sus palabras. Por eso no quería acercarse a él porque ese macho era el más peligroso que había conocido nunca. Era un riesgo para su corazón. Lo había usado para calmar su celo, ¿Qué había de malo en eso? En el pasado era Kian quien la usaba a ella. Salió de sus pensamientos al escuchar su gruñido y se fijó en su hija quien enseguida se levantó apartándose del chico con quien estaba.—¡¿Qué demonios haces aquí con ella Aleksej?—Alfa, pensé que dijiste que querías que la vigilara.Kian gruñó molesto dando un paso asesino hasta el chico quien se encogió reconociendo el peligro irradiar del cuerpo de su Alfa.—¡Dije que la vigilaras, no que la tocaras ni que estuvieras tan cerca de ella!—¿Pusiste a alguien para que vigilara a mi cachorra, Kian?—Nuestra cachorra —gruñó él con posesivid
La adolescente se inclinó acercando su cara a la del chico que dormía profundamente. Alison se fijó en las facciones perfectas de su cara, parecía intimidante a pesar de lo increíblemente guapo que era pero impactada notó que era el mismo chico al que le habían hecho daño por su culpa.—¿El cachorro? ¿P-pero cómo es posible?Tenía la misma herida que ella misma había limpiado aunque literalmente de la noche a la mañana había crecido totalmente.Él se movió en medio de su sueño murmurando unas palabras que ella no entendió. Alison suspiró quitándole la cadena como había prometido.Su corazón comenzó a latir mucho más rápido al notar que la frazada que lo cubría se había deslizado un poco mostrando el pecho amplio y desnudo del chico. Ahora parecía más… proporcionado.Alison echó un vistazo por su cuerpo con curiosidad sintiendo como sus mejillas enrojecían totalmente. —¿Qué me pasa? Es un cachorro… ¿O no?Ella vio que una lágrimas caía por su mejilla hasta llegar a sus labios carnoso