Aunque Kian hubiera estado entrenando a Devanie, Dana seguía preocupada por su cachorra.—Es inexperta, esto no me gusta.—La cuidaré. No me separaré de ella, mi escudo no podrá ser traspasado por nadie. No van a tocarla.Dana suspiró asintiendo con la cabeza, lo vio alejarse y escuchó como todos se desplegaban por sus indicaciones y las de todos los Alfas. La ansiedad de saber que estaría de nuevo frente a su cachorro era sumamente grande pero también estaba emocionada.De repente sintió que un brazo rodeaba sus hombros y captó el aroma de Román. Cuando alzó la mirada el lobo le estaba sonriendo conciliadoramente.—Esta vez sí lo tendrás.Dana le devolvió la sonrisa asintiendo con la cabeza.—Gracias por lo que has hecho por mí. Si no hubiera venido a ustedes estoy segura que estaría muerta.—Nah, eres demasiado buena como para que te mate el bastardo de Owen.—Pero no lo suficientemente buena para sacar a mi cachorro de ese infierno.Román suspiró deteniéndose frente a ella para tom
—Nathan.El Gamma se acercó con paso seguro hasta el Alfa dando una mirada sorprendida cuando vio que los Alfas del Este y del Sur estaban también ahí junto con la Omega que hace tiempo había dejado a su Alfa.—Informe.—Están en una especie de castillo antiguo en medio del bosque, justo en los límites de los cuatro reinos.—¿Se atrevió a adentrarse en ese bosque? —susurró Dana afligida de que Owen se hubiera llevado a su cachorro a ese lugar.En las profundidades de ese bosque nadie se atrevía a entrar porque habían lobos sumamente peligrosos, incluso en las leyendas se decía que habitaban híbridos sanguinarios y debido a que algunos exploradores se habían adentrado en ese lugar y nunca habían regresado los rumores se hicieron más fuertes dejando aquel lugar entre los cuatro reinos como prohibido.Nathan le dio una mirada a la Omega antes de volver a su Alfa quien asintió para que siguiera hablando.—Así es. Están en el centro de todo, sin embargo, no están en lo profundo del bosque
—Muy bien, tenemos que cubrir cuatro flancos —habló Kian recuperando su voz a pesar de los latidos acelerados de su corazón—. Mis hombres pueden cubrir la zona más peligrosa, la parte trasera que linda con las profundidades del bosque oscuro.—¿Ese también será mi lugar? —preguntó con emoción Devanie.Era más que obvio que la pequeña híbrida sentía la emoción embargarla. Sin embargo, tanto Kian como Dana fruncieron el ceño mirándola. —No. No te llevaré ahí.Devanie hizo una mueca para después entornar los ojos.—Alguien tiene que cubrir ese flanco como arquera, no quieres separarte de mí pero alguien debe guiar a los tuyos Kian. Llévame contigo, juntos somos poderosos.—Cría atrevida —se burló Román.Dana se acercó a Devanie pero ella sabía que no podía cambiar la perspectiva de su cachorra.—Devanie, vas a hacer que me vuelva loca. Mejor…—Mamá, cálmate un poco. Kian me cuidará ¿Sí?—Si es una loba fuerte ¿Por qué preocuparse? Princesa Dana.Dana apretó los labios sabiendo que todos
El Alfa la miró con inquietud. Jamás había tenido miedo en el campo de batalla, pero nunca había estado en alguno en el que su hija estuviera.—Devanie, no…—Lo mataré, no te preocupes.Kian había visto cómo ella se había sorprendido al matarlo. No quería ver a su pequeña pasar por ello otra vez así que estaba indeciso.—Kian, por favor. Puedo hacerlo, esto es por mi hermano. Lo haré, estoy segura que él ha pasado cosas peores.El Alfa dejó salir un suspiro antes de asentir. De reojo vio como un par de machos se acercaban a ellos a la espera de atacarlos pero al desactivar su escudo él fue mucho más rápido.Tomó a ambos por el cuello estrellando sus cabezas contra la del otro. Pateó a otro hombre que venía hacia Devanie, sin embargo, esta vez ella no perdió la concentración. Sus ojos se clavaron en su objetivo. El macho quiso lanzarle una flecha pero fue demasiado lento.Devanie movió su dedo dejando ir la flecha que se incrustó justo en medio de los ojos del macho matándolo en el ac
—¿Qué está pasando? —susurró con un hilo de voz Alison.—¡Quédate aquí!Kieran se movió hasta la puerta con rapidez. Algo le decía que debía salir, aquello era importante pero por alguna razón quería mantener protegida a la chica.—¡¿A dónde vas?! ¡Se supone que estás encadenado, si alguien sabe sobre esto me matarán!Alison detiene al chico tomándolo del brazo y Kieran se gira. Sus miradas se encuentran y ella no puede evitar sentir que un escalofríos recorre su espina dorsal, enseguida deja de tocarlo cuando lo nota fruncir el ceño.—Escóndete. No dejes que nadie te vea. No diré quién me liberó.—Gracias —susurra Alison y él asiente con la cabeza dándole una última mirada.Alison lo ve marcharse pero tiene un presentimiento extraño dentro de ella. Quería seguirlo, al salir de la habitación todo parecía un caos.—¡Hay arqueros derribando a nuestros hombres!—¡Maldita sea, alguien nos tenía vigilados! ¡Avisa a todos, nos están rodeando! —rugió el líder y Alison se estremeció.Los ojos
—¿Me llevarás con mi madre? —preguntó esperanzada Kathryn. Cuando habían escapado apenas había podido ver a su madre porque los hombres del líder llegaron tan rápido.Su padre la había alejado de su madre “para educarla mejor” pero lo cierto era que la mantenía encerrada y los maestros iban a verla a su habitación. Kathryn sabía que su padre le ocultaba muchas cosas porque cuando la dejaba ver a su madre siempre debía ser en su presencia.—¡Sí, corran! ¡Es peligroso! —gruñó Jethro mirando hacia los lados.Aquel era su única vía de escape.Alison miró detrás de ellos llena de ansiedad, su padre podría ser brusco pero sabía que la amaba, no le gustaba dejarlo solo.—¡Apresúrate, Alison!Cuando la chica quiso correr alguien se interpuso en su camino.Ella gritó alzando una pierna para golpearlo pero el tipo frente a ella se la sostuvo mirándola con frialdad.—Muy débil, cachorra.Alison miró con el corazón acelerado que Jethro ya había sido sometido y Kathryn gritaba intentando liberars
Aquella pequeña distracción no había sido suficiente para detener a Kieran.El chico se movía con seguridad en dirección a aquella hembra de la que su Gobernante le había hablado.Por más impresionante en batalla que fuera era un peligro para su líder. Entonces ¿Por qué no quería hacerle daño?Kieran por primera vez en la vida se sentía poderoso mientras se habría paso entre la gente para llegar a ella.—Kieran… —susurró otra voz femenina.El cachorro casi se detiene abruptamente alzando sus ojos hacia ella.La chica lo observaba con lágrimas en los ojos y el corazón de Kieran se apretó al ver felicidad en sus orbes.“¿Por qué me mira así?”Era extraño. Pero se sentía más extraño al pensar que conocía a esa chica.—¡Kieran! ¡¿Qué esperas chico?! ¡Defiende al Oeste!El chico tensó la mandíbula y apretó los puños desviando su atención a la mujer que yacía sobre el suelo paralizada. Ahora no era por su poder, pero aún así ella no se movía ni apartaba sus ojos de él.Un macho se interpone
—Deva, despierta… —sollozó Dana notando la palidez en las mejillas de Devanie.—Estás mintiendo —gruñó Kieran recuperando la cordura para enfrentarse de nuevo a Kian.—No lo hago. Lo sabes dentro de ti, cuando te conocí supe que eran un cachorro inteligente. No hagas esto. Piensa un poco, sabes que hay muchas cosas mal en Owen.—¿Quién es ella? —preguntó en un tono más bajo Kieran.Su corazón retumbaba fuertemente en su pecho como si supiera que todo lo que decía aquel macho era real.El Alfa Kian se caracterizaba por ser un macho de palabra. ¿Entonces por qué le mentiría en algo así?¿Por qué si él mismo era el yerno del gobernante?—¿Quién es mi mamá? ¿Dónde está?Kian casi suspiró aliviado.—Estabas a punto de lastimarla cuando ella reunió ligeramente a los cuatro reinos para salvarte.Kieran sintió como sus palabras calaban profundamente dentro de él ocasionando que se estremeciera.“¿Ella hizo todo esto por mí?”El cachorro se giró hacia donde estaba la que decía el Alfa era su m