Respiró profundamente pues tenía temor a las alturas pero necesitaba llegar ahí pues la culpa no la dejaba dormir.—Casi lo logro, ¿Por qué lo tuvieron que poner en este lugar?Solo así podría llegar a él porque su habitación estaba siendo custodiada por los hombres de su padre. Ella tenía que asegurarse que él estaba bien.Alison saltó de un balcón al otro a punto de caerse pero fue más rápida, su corazón latía aceleradamente bajo su pecho.—Mierda, lo logré.Enseguida entró a la habitación del cachorro después de asegurarse que no hubiera nadie en esta.Sus ojos escanearon el lugar y pudo encontrarlo acostado sobre la cama descansando. Enseguida llegó hasta él cayendo de rodillas a un lado de la cama.—¿Oye? ¿Puedes oírme?Alison vio que su rostro seguía golpeado y notó que el pobre cachorro había sido encadenado a su cama con plata.—Esto es mi culpa, lo siento tanto…Ella parpadeó para alejar las lágrimas que amenazaban con caer por su rostro pero se negaba a dejarlas salir. Tenía
Dana se dirigió a donde estaba esparcida su ropa, sin embargo, no llegó demasiado lejos.Las manos de Kian se anclaron en su cintura desde atrás y él la cargó ocasionando que ella se tensara.Estaba tratando de calmar aquel deseo ardiente que palpitaba en sus venas, sin embargo, ahora llegaba él queriendo destruirlo todo.—Kian, déjame en el suelo —gruñó Dana con los dientes apretados.No quería hacer un escándalo, primero porque Devanie estaba durmiendo cerca y segundo porque si lo hacía otros hombres la verían vulnerable y ella no volvería a permitir eso.Empujó su codo hacia atrás intentando darle en la cara pero él la detuvo con facilidad. —Comienzo a leer a la nueva tú, princesa. No te escaparás de mi tan fácilmente. Kian la giró y empujó su cuerpo contra un árbol. Dana sintió cómo se le erizaba la piel ante el contraste de la fría brisa que azotaba y el cuerpo cálido de ese macho. Sus pezones se endurecieron aún más al ver el deseo ardiente en las pupilas de Kian y se mordió
Devanie se despertó sintiendo una opresión en el pecho.Miró hacia la tienda de campaña de su madre pero ella no estaba allí, luego desvió la mirada hasta donde debería estar su padre pero tampoco lo encontró.Hubiera sonreído, de no ser porque se sentía sin aliento. Se quitó la frazada que cubría su cuerpo y se levantó alejándose de todos en medio de la oscura noche.—¿Quién te dijo que podrías apartarte de los demás, mocosa?La irritante voz detrás de ella provocó que se sobresaltara, sin embargo, no se detuvo.Como había pensado lejos de la gente podía respirar mucho mejor. Pero el idiota detrás de ella no se la dejaría fácil. Apretó su muñeca tirando de ella aunque Devanie empujó su puño contra la nariz de él soltándose de su agarre antes de girarse a mirarlo.—No me toques, imbécil.—No voy a dejarte ir a ningún lado, mi Alfa me dijo que te mantuviera vigilada —gruñó el lobo cubriendo su nariz con una mano mientras que la miraba fulminante.Sin poder evitarlo, la cachorra comenz
Dana apenas podía procesar todo lo que estaba sintiendo.Su corazón latía más rápido de lo normal y sabía que no solo era por el orgasmo alucinante que Kian le había dado, sin también por su cercanía y sus palabras. Por eso no quería acercarse a él porque ese macho era el más peligroso que había conocido nunca. Era un riesgo para su corazón. Lo había usado para calmar su celo, ¿Qué había de malo en eso? En el pasado era Kian quien la usaba a ella. Salió de sus pensamientos al escuchar su gruñido y se fijó en su hija quien enseguida se levantó apartándose del chico con quien estaba.—¡¿Qué demonios haces aquí con ella Aleksej?—Alfa, pensé que dijiste que querías que la vigilara.Kian gruñó molesto dando un paso asesino hasta el chico quien se encogió reconociendo el peligro irradiar del cuerpo de su Alfa.—¡Dije que la vigilaras, no que la tocaras ni que estuvieras tan cerca de ella!—¿Pusiste a alguien para que vigilara a mi cachorra, Kian?—Nuestra cachorra —gruñó él con posesivid
La adolescente se inclinó acercando su cara a la del chico que dormía profundamente. Alison se fijó en las facciones perfectas de su cara, parecía intimidante a pesar de lo increíblemente guapo que era pero impactada notó que era el mismo chico al que le habían hecho daño por su culpa.—¿El cachorro? ¿P-pero cómo es posible?Tenía la misma herida que ella misma había limpiado aunque literalmente de la noche a la mañana había crecido totalmente.Él se movió en medio de su sueño murmurando unas palabras que ella no entendió. Alison suspiró quitándole la cadena como había prometido.Su corazón comenzó a latir mucho más rápido al notar que la frazada que lo cubría se había deslizado un poco mostrando el pecho amplio y desnudo del chico. Ahora parecía más… proporcionado.Alison echó un vistazo por su cuerpo con curiosidad sintiendo como sus mejillas enrojecían totalmente. —¿Qué me pasa? Es un cachorro… ¿O no?Ella vio que una lágrimas caía por su mejilla hasta llegar a sus labios carnoso
Aunque Kian hubiera estado entrenando a Devanie, Dana seguía preocupada por su cachorra.—Es inexperta, esto no me gusta.—La cuidaré. No me separaré de ella, mi escudo no podrá ser traspasado por nadie. No van a tocarla.Dana suspiró asintiendo con la cabeza, lo vio alejarse y escuchó como todos se desplegaban por sus indicaciones y las de todos los Alfas. La ansiedad de saber que estaría de nuevo frente a su cachorro era sumamente grande pero también estaba emocionada.De repente sintió que un brazo rodeaba sus hombros y captó el aroma de Román. Cuando alzó la mirada el lobo le estaba sonriendo conciliadoramente.—Esta vez sí lo tendrás.Dana le devolvió la sonrisa asintiendo con la cabeza.—Gracias por lo que has hecho por mí. Si no hubiera venido a ustedes estoy segura que estaría muerta.—Nah, eres demasiado buena como para que te mate el bastardo de Owen.—Pero no lo suficientemente buena para sacar a mi cachorro de ese infierno.Román suspiró deteniéndose frente a ella para tom
—Nathan.El Gamma se acercó con paso seguro hasta el Alfa dando una mirada sorprendida cuando vio que los Alfas del Este y del Sur estaban también ahí junto con la Omega que hace tiempo había dejado a su Alfa.—Informe.—Están en una especie de castillo antiguo en medio del bosque, justo en los límites de los cuatro reinos.—¿Se atrevió a adentrarse en ese bosque? —susurró Dana afligida de que Owen se hubiera llevado a su cachorro a ese lugar.En las profundidades de ese bosque nadie se atrevía a entrar porque habían lobos sumamente peligrosos, incluso en las leyendas se decía que habitaban híbridos sanguinarios y debido a que algunos exploradores se habían adentrado en ese lugar y nunca habían regresado los rumores se hicieron más fuertes dejando aquel lugar entre los cuatro reinos como prohibido.Nathan le dio una mirada a la Omega antes de volver a su Alfa quien asintió para que siguiera hablando.—Así es. Están en el centro de todo, sin embargo, no están en lo profundo del bosque
—Muy bien, tenemos que cubrir cuatro flancos —habló Kian recuperando su voz a pesar de los latidos acelerados de su corazón—. Mis hombres pueden cubrir la zona más peligrosa, la parte trasera que linda con las profundidades del bosque oscuro.—¿Ese también será mi lugar? —preguntó con emoción Devanie.Era más que obvio que la pequeña híbrida sentía la emoción embargarla. Sin embargo, tanto Kian como Dana fruncieron el ceño mirándola. —No. No te llevaré ahí.Devanie hizo una mueca para después entornar los ojos.—Alguien tiene que cubrir ese flanco como arquera, no quieres separarte de mí pero alguien debe guiar a los tuyos Kian. Llévame contigo, juntos somos poderosos.—Cría atrevida —se burló Román.Dana se acercó a Devanie pero ella sabía que no podía cambiar la perspectiva de su cachorra.—Devanie, vas a hacer que me vuelva loca. Mejor…—Mamá, cálmate un poco. Kian me cuidará ¿Sí?—Si es una loba fuerte ¿Por qué preocuparse? Princesa Dana.Dana apretó los labios sabiendo que todos