Dana apenas podía procesar todo lo que estaba sintiendo.Su corazón latía más rápido de lo normal y sabía que no solo era por el orgasmo alucinante que Kian le había dado, sin también por su cercanía y sus palabras. Por eso no quería acercarse a él porque ese macho era el más peligroso que había conocido nunca. Era un riesgo para su corazón. Lo había usado para calmar su celo, ¿Qué había de malo en eso? En el pasado era Kian quien la usaba a ella. Salió de sus pensamientos al escuchar su gruñido y se fijó en su hija quien enseguida se levantó apartándose del chico con quien estaba.—¡¿Qué demonios haces aquí con ella Aleksej?—Alfa, pensé que dijiste que querías que la vigilara.Kian gruñó molesto dando un paso asesino hasta el chico quien se encogió reconociendo el peligro irradiar del cuerpo de su Alfa.—¡Dije que la vigilaras, no que la tocaras ni que estuvieras tan cerca de ella!—¿Pusiste a alguien para que vigilara a mi cachorra, Kian?—Nuestra cachorra —gruñó él con posesivid
La adolescente se inclinó acercando su cara a la del chico que dormía profundamente. Alison se fijó en las facciones perfectas de su cara, parecía intimidante a pesar de lo increíblemente guapo que era pero impactada notó que era el mismo chico al que le habían hecho daño por su culpa.—¿El cachorro? ¿P-pero cómo es posible?Tenía la misma herida que ella misma había limpiado aunque literalmente de la noche a la mañana había crecido totalmente.Él se movió en medio de su sueño murmurando unas palabras que ella no entendió. Alison suspiró quitándole la cadena como había prometido.Su corazón comenzó a latir mucho más rápido al notar que la frazada que lo cubría se había deslizado un poco mostrando el pecho amplio y desnudo del chico. Ahora parecía más… proporcionado.Alison echó un vistazo por su cuerpo con curiosidad sintiendo como sus mejillas enrojecían totalmente. —¿Qué me pasa? Es un cachorro… ¿O no?Ella vio que una lágrimas caía por su mejilla hasta llegar a sus labios carnoso
Aunque Kian hubiera estado entrenando a Devanie, Dana seguía preocupada por su cachorra.—Es inexperta, esto no me gusta.—La cuidaré. No me separaré de ella, mi escudo no podrá ser traspasado por nadie. No van a tocarla.Dana suspiró asintiendo con la cabeza, lo vio alejarse y escuchó como todos se desplegaban por sus indicaciones y las de todos los Alfas. La ansiedad de saber que estaría de nuevo frente a su cachorro era sumamente grande pero también estaba emocionada.De repente sintió que un brazo rodeaba sus hombros y captó el aroma de Román. Cuando alzó la mirada el lobo le estaba sonriendo conciliadoramente.—Esta vez sí lo tendrás.Dana le devolvió la sonrisa asintiendo con la cabeza.—Gracias por lo que has hecho por mí. Si no hubiera venido a ustedes estoy segura que estaría muerta.—Nah, eres demasiado buena como para que te mate el bastardo de Owen.—Pero no lo suficientemente buena para sacar a mi cachorro de ese infierno.Román suspiró deteniéndose frente a ella para tom
—Nathan.El Gamma se acercó con paso seguro hasta el Alfa dando una mirada sorprendida cuando vio que los Alfas del Este y del Sur estaban también ahí junto con la Omega que hace tiempo había dejado a su Alfa.—Informe.—Están en una especie de castillo antiguo en medio del bosque, justo en los límites de los cuatro reinos.—¿Se atrevió a adentrarse en ese bosque? —susurró Dana afligida de que Owen se hubiera llevado a su cachorro a ese lugar.En las profundidades de ese bosque nadie se atrevía a entrar porque habían lobos sumamente peligrosos, incluso en las leyendas se decía que habitaban híbridos sanguinarios y debido a que algunos exploradores se habían adentrado en ese lugar y nunca habían regresado los rumores se hicieron más fuertes dejando aquel lugar entre los cuatro reinos como prohibido.Nathan le dio una mirada a la Omega antes de volver a su Alfa quien asintió para que siguiera hablando.—Así es. Están en el centro de todo, sin embargo, no están en lo profundo del bosque
—Muy bien, tenemos que cubrir cuatro flancos —habló Kian recuperando su voz a pesar de los latidos acelerados de su corazón—. Mis hombres pueden cubrir la zona más peligrosa, la parte trasera que linda con las profundidades del bosque oscuro.—¿Ese también será mi lugar? —preguntó con emoción Devanie.Era más que obvio que la pequeña híbrida sentía la emoción embargarla. Sin embargo, tanto Kian como Dana fruncieron el ceño mirándola. —No. No te llevaré ahí.Devanie hizo una mueca para después entornar los ojos.—Alguien tiene que cubrir ese flanco como arquera, no quieres separarte de mí pero alguien debe guiar a los tuyos Kian. Llévame contigo, juntos somos poderosos.—Cría atrevida —se burló Román.Dana se acercó a Devanie pero ella sabía que no podía cambiar la perspectiva de su cachorra.—Devanie, vas a hacer que me vuelva loca. Mejor…—Mamá, cálmate un poco. Kian me cuidará ¿Sí?—Si es una loba fuerte ¿Por qué preocuparse? Princesa Dana.Dana apretó los labios sabiendo que todos
El Alfa la miró con inquietud. Jamás había tenido miedo en el campo de batalla, pero nunca había estado en alguno en el que su hija estuviera.—Devanie, no…—Lo mataré, no te preocupes.Kian había visto cómo ella se había sorprendido al matarlo. No quería ver a su pequeña pasar por ello otra vez así que estaba indeciso.—Kian, por favor. Puedo hacerlo, esto es por mi hermano. Lo haré, estoy segura que él ha pasado cosas peores.El Alfa dejó salir un suspiro antes de asentir. De reojo vio como un par de machos se acercaban a ellos a la espera de atacarlos pero al desactivar su escudo él fue mucho más rápido.Tomó a ambos por el cuello estrellando sus cabezas contra la del otro. Pateó a otro hombre que venía hacia Devanie, sin embargo, esta vez ella no perdió la concentración. Sus ojos se clavaron en su objetivo. El macho quiso lanzarle una flecha pero fue demasiado lento.Devanie movió su dedo dejando ir la flecha que se incrustó justo en medio de los ojos del macho matándolo en el ac
—¿Qué está pasando? —susurró con un hilo de voz Alison.—¡Quédate aquí!Kieran se movió hasta la puerta con rapidez. Algo le decía que debía salir, aquello era importante pero por alguna razón quería mantener protegida a la chica.—¡¿A dónde vas?! ¡Se supone que estás encadenado, si alguien sabe sobre esto me matarán!Alison detiene al chico tomándolo del brazo y Kieran se gira. Sus miradas se encuentran y ella no puede evitar sentir que un escalofríos recorre su espina dorsal, enseguida deja de tocarlo cuando lo nota fruncir el ceño.—Escóndete. No dejes que nadie te vea. No diré quién me liberó.—Gracias —susurra Alison y él asiente con la cabeza dándole una última mirada.Alison lo ve marcharse pero tiene un presentimiento extraño dentro de ella. Quería seguirlo, al salir de la habitación todo parecía un caos.—¡Hay arqueros derribando a nuestros hombres!—¡Maldita sea, alguien nos tenía vigilados! ¡Avisa a todos, nos están rodeando! —rugió el líder y Alison se estremeció.Los ojos
—¿Me llevarás con mi madre? —preguntó esperanzada Kathryn. Cuando habían escapado apenas había podido ver a su madre porque los hombres del líder llegaron tan rápido.Su padre la había alejado de su madre “para educarla mejor” pero lo cierto era que la mantenía encerrada y los maestros iban a verla a su habitación. Kathryn sabía que su padre le ocultaba muchas cosas porque cuando la dejaba ver a su madre siempre debía ser en su presencia.—¡Sí, corran! ¡Es peligroso! —gruñó Jethro mirando hacia los lados.Aquel era su única vía de escape.Alison miró detrás de ellos llena de ansiedad, su padre podría ser brusco pero sabía que la amaba, no le gustaba dejarlo solo.—¡Apresúrate, Alison!Cuando la chica quiso correr alguien se interpuso en su camino.Ella gritó alzando una pierna para golpearlo pero el tipo frente a ella se la sostuvo mirándola con frialdad.—Muy débil, cachorra.Alison miró con el corazón acelerado que Jethro ya había sido sometido y Kathryn gritaba intentando liberars