Ambos comenzaron a escuchar ruidos y se pusieron alerta.Una tropa se acercaba con el Alfa del Este a la cabeza.—¿Qué demonios hace este tipo aquí? Es irritante.Román entornó los ojos pero Dana lo ignoró. Alessandro la miró fijamente y ella le devolvió la mirada con curiosidad.—¿Por qué estás en mi territorio? Mi padre murió y tú y yo no tenemos negocios.El Alfa del Este le dio una mirada de desprecio a Román antes de responderle.—Entiendo que tienes una alianza con la princesa Dana. Vengo a prestarle la ayuda de mis hombres para ayudar a capturar al tirano de Owen.Dana arqueó una ceja con curiosidad.Alessandro era un macho interesante, tan misterioso e imposible de leer, pero al mismo tiempo le recordaba a Kian, había algo en ambos bastante parecido.—¿Quién te lo pidió? Nadie aquí necesita tu ayuda, mi prometida me tiene a mí para eso.El Alfa del Este ignoró a Román mientras se acercaba a ambos con paso decidido. —Además, si mal no recuerdo eras aliado de Owen.—Teníamos i
—Dana…La Omega no escuchó el llamado de Román, se levantó del suelo con la mirada enfocada en su cachorra y Kian.¿Cómo es posible que a él no le hubiera afectado? Ella ni siquiera estaba pensando con claridad. Estaba poniéndose cada vez más histérica mientras se acercaba a los dos.Pero el cambio de Devanie aún no había terminado para sorpresa de todos el pequeño cuerpo de la cachorra en un destello se convirtió en una loba blanca y después volvió a su figura humana.Rápidamente Kian se quitó su camisa y la cubrió protegiéndola.—¿Estás bien, pequeña?Devanie parpadeó pareciendo salir de un sueño antes de enfocar la vista en su padre quien estaba sosteniendo su rostro con una mano.Sus ojos brillaron por las lágrimas que no se permitió dejar escapar.—¿Kian?Ella aún no se atrevía a llamarlo papá pero eso no le importaba al macho.—Estoy aquí, ¿Cómo te sientes?—Y-yo…—Devanie…Dana llegó poniéndose de rodillas frente a su hija acariciando su largo cabello.La preocupación de Dana e
—Debiste saberlo. Las hembras son peligrosas y embusteras. Nunca debiste creerle a una hembra.El macho golpeó bestialmente al cachorro mientras que las chicas lloraban.—¡Papá, por favor! ¡Para! No es su culpa, yo…—¡Fue su culpa por confiar en ti. Su deber es seguir órdenes mías o de su gobernante, no de adolescentes.Un nuevo golpe se estrelló contra la cara del cachorro quien apretó los puños sintiendo que la sangre inundaba su boca. Su lealtad estaba con su gobernante, no con este hombre a pesar de que él trabajara directamente con Owen. Entonces ¿Qué debería hacer? —Líder, yo creo que ya es suficiente. —¡No tengo débiles en mis filas!—Pero… es un cachorro…—Para mí no lo es.Con asombro vio como el crío intentaba levantarse otra vez con los ojos inyectados de furia. Por un momento no parecía ser el mismo como si hubiera desatado su verdadera personalidad. Fue entonces cuando Kieran le devolvió los golpes al líder y todo quedó en silencio.Cada persona que estaba ahí estaba so
Su lobo estaba ardiendo de furia y celos al igual que él, por eso Kian no lo pensó y apartó a Alessandro de un puñetazo.Puede que Dana no lo viera por la desesperación que tenía por encontrar a Kieran. Pero él conocía a Alessandro, no por nada eran rivales. El Alfa del Este era un bastardo inteligente que quería aprovecharse de Dana, pero él no se lo permitiría.—¡¿Qué crees que haces?! ¡¿Te volviste loco?! Dana empujó el pecho de Kian enfadada mientras que Alessandro veía al Alfa del Norte con una sonrisa sardónica en los labios y con un pulgar se limpió de la comisura de estos quitando la sangre que Kian le había sacado, irritando mucho más al macho.—¡Eres mía y este hijo de perra debe saberlo! ¡No se te puede acercar así, no debe…!—¿Tuya? —preguntó divertido Román—. Dana es mi prometida...Kian lo ignoró con los ojos fijos en Dana quien seguía con la mano sobre su pecho sintiendo el calor del alfa traspasarla incluso por encima de su ropa. Kian bajó la cabeza encontrándose con
La gélida brisa nocturna azotaba el cabello rojizo de la Omega quien no había podido dormir en lo absoluto. El recuerdo de su cachorro siendo lastimado era mucho más de lo que podía soportar.De alguna manera sabía que iba a llegar a Kieran pero ¿Cómo podría borrar de la cabeza de su cachorro cuatro años lejos de ella siendo lastimado y brutalmente convertido en una especie de adulto antes de tiempo?—Cuando huí de ti, ese mismo día entré en labor de parto —murmuró Dana mirando al cielo.Podía sentir la presencia de Kian justo detrás de ella desde hace rato.—Oculté mi aroma para que no me encontraras. Todos me cubrieron pero no supieron que estaba dando a luz. Una hechicera del Oeste me ayudó porque mis cachorros estaban en peligro así que tuvo que abrirme el vientre para sacarlos de mí —continuó Dana suavemente aunque el revivir esos recuerdo solo estaban despertando esa rabia feroz que cada día la consumía—. En ese momento no me importaba ni siquiera el dolor que estaba experimenta
No era el momento. No cuando después de tanto tiempo ella había cedido silenciosamente a ser consolada por él. Aunque Dana le enviara miradas mordaces cada vez que se acercaba era como si en ese instante solo quisiera su consuelo. Pero no debía entusiasmarse porque la Omega era la loba más impredecible.—Lo conocí Dana, conocí a nuestro cachorro. Él es increíble, es fuerte, valiente así como Devanie. Me has dado el mejor regalo al tener a mis cachorros, incluso si no lo hiciste por mí.Dana notó que temblaba sintiéndose desarmada por la extraña amabilidad de Kian. No recordaba que jamás él hubiera hablado así.Kian enterró la nariz en su pelo pero detestó no encontrar el aroma característico de su Omega, ajeno a sus pensamientos. —Es muy fuerte, estoy seguro de que esa fue una de las razones por las que Owen se lo llevó, además de mantenerte con el alma en vilo al tenerlo controlado por él. Nuestro cachorro es leal a Owen porque obviamente no sabe qué clase de bastardo es ese tipo,
Su respiración se volvió más pesada al notar que Kian daba un paso más hacia ella. Los ojos del macho estaban dilatados lo que solo dictaba peligro. Dana tragó sabiendo que probablemente debía huir de aquella atracción que volvía siempre que estaba demasiado cerca de Kian.—Dana…El Alfa intentó tocarla pero ella empujó su mano para que no lo hiciera. Si él llegara a hacerlo Dana sabía que eso sería demasiado peligroso.—Solo pensé en dárselo a mis cachorros cuando nacieran para que tuvieran algo tuyo, eso es todo —gruñó ella contestándole antes de dar un paso atrás.La cercanía con Kian la estaba poniendo más nerviosa de lo que quería admitir.El Alfa sabía que Dana no estaba siendo completamente sincera pero estaba cuidando su corazón. Sin embargo, el saberlo no significaba que le doliera menos que su Omega se alejara siempre de él.—No pienses demasiado las cosas Kian, si estás aquí como el padre de Kieran y Devanie, aunque me moleste lo aceptaré. Pero entre tú y yo no va a volver a
Sintió que se inclinaba sobre ella y su cálido aliento le acarició la oreja.—Estoy tratando de mantenerme alejado. Pero no lo haces fácil para mí, compañera.Dana cerró los ojos por un momento recordando los tiempos del pesando en el que Kian y ella habían estado en la misma situación. Era ella la que siempre había salido lastimada. Utilizando su fuerza lobuna finalmente salió de su agarre y se giró hacia él fulminándolo con la mirada.—¿Qué crees que haces? ¿Acaso no entiendes ni una palabra de lo que te digo? Te lo dejé bien claro Kian y estoy harta de que estés persiguiéndome. No eres nada para mí.Dana enseguida pasó por su lado desesperada por huir, por salir de su campo de visión. Su cuerpo era un traidor y respondía únicamente al macho como si fuera su dueño.Cuando llegó a la orilla pensó que Kian la dejaría en paz y ese fue su error.—Pruébalo, prueba que no soy nada para ti.Dana una vez más se giró a verlo con suficiencia mientras apretaba la mandíbula. Sus ojos lo recorr