—Debiste saberlo. Las hembras son peligrosas y embusteras. Nunca debiste creerle a una hembra.El macho golpeó bestialmente al cachorro mientras que las chicas lloraban.—¡Papá, por favor! ¡Para! No es su culpa, yo…—¡Fue su culpa por confiar en ti. Su deber es seguir órdenes mías o de su gobernante, no de adolescentes.Un nuevo golpe se estrelló contra la cara del cachorro quien apretó los puños sintiendo que la sangre inundaba su boca. Su lealtad estaba con su gobernante, no con este hombre a pesar de que él trabajara directamente con Owen. Entonces ¿Qué debería hacer? —Líder, yo creo que ya es suficiente. —¡No tengo débiles en mis filas!—Pero… es un cachorro…—Para mí no lo es.Con asombro vio como el crío intentaba levantarse otra vez con los ojos inyectados de furia. Por un momento no parecía ser el mismo como si hubiera desatado su verdadera personalidad. Fue entonces cuando Kieran le devolvió los golpes al líder y todo quedó en silencio.Cada persona que estaba ahí estaba so
Su lobo estaba ardiendo de furia y celos al igual que él, por eso Kian no lo pensó y apartó a Alessandro de un puñetazo.Puede que Dana no lo viera por la desesperación que tenía por encontrar a Kieran. Pero él conocía a Alessandro, no por nada eran rivales. El Alfa del Este era un bastardo inteligente que quería aprovecharse de Dana, pero él no se lo permitiría.—¡¿Qué crees que haces?! ¡¿Te volviste loco?! Dana empujó el pecho de Kian enfadada mientras que Alessandro veía al Alfa del Norte con una sonrisa sardónica en los labios y con un pulgar se limpió de la comisura de estos quitando la sangre que Kian le había sacado, irritando mucho más al macho.—¡Eres mía y este hijo de perra debe saberlo! ¡No se te puede acercar así, no debe…!—¿Tuya? —preguntó divertido Román—. Dana es mi prometida...Kian lo ignoró con los ojos fijos en Dana quien seguía con la mano sobre su pecho sintiendo el calor del alfa traspasarla incluso por encima de su ropa. Kian bajó la cabeza encontrándose con
La gélida brisa nocturna azotaba el cabello rojizo de la Omega quien no había podido dormir en lo absoluto. El recuerdo de su cachorro siendo lastimado era mucho más de lo que podía soportar.De alguna manera sabía que iba a llegar a Kieran pero ¿Cómo podría borrar de la cabeza de su cachorro cuatro años lejos de ella siendo lastimado y brutalmente convertido en una especie de adulto antes de tiempo?—Cuando huí de ti, ese mismo día entré en labor de parto —murmuró Dana mirando al cielo.Podía sentir la presencia de Kian justo detrás de ella desde hace rato.—Oculté mi aroma para que no me encontraras. Todos me cubrieron pero no supieron que estaba dando a luz. Una hechicera del Oeste me ayudó porque mis cachorros estaban en peligro así que tuvo que abrirme el vientre para sacarlos de mí —continuó Dana suavemente aunque el revivir esos recuerdo solo estaban despertando esa rabia feroz que cada día la consumía—. En ese momento no me importaba ni siquiera el dolor que estaba experimenta
No era el momento. No cuando después de tanto tiempo ella había cedido silenciosamente a ser consolada por él. Aunque Dana le enviara miradas mordaces cada vez que se acercaba era como si en ese instante solo quisiera su consuelo. Pero no debía entusiasmarse porque la Omega era la loba más impredecible.—Lo conocí Dana, conocí a nuestro cachorro. Él es increíble, es fuerte, valiente así como Devanie. Me has dado el mejor regalo al tener a mis cachorros, incluso si no lo hiciste por mí.Dana notó que temblaba sintiéndose desarmada por la extraña amabilidad de Kian. No recordaba que jamás él hubiera hablado así.Kian enterró la nariz en su pelo pero detestó no encontrar el aroma característico de su Omega, ajeno a sus pensamientos. —Es muy fuerte, estoy seguro de que esa fue una de las razones por las que Owen se lo llevó, además de mantenerte con el alma en vilo al tenerlo controlado por él. Nuestro cachorro es leal a Owen porque obviamente no sabe qué clase de bastardo es ese tipo,
Su respiración se volvió más pesada al notar que Kian daba un paso más hacia ella. Los ojos del macho estaban dilatados lo que solo dictaba peligro. Dana tragó sabiendo que probablemente debía huir de aquella atracción que volvía siempre que estaba demasiado cerca de Kian.—Dana…El Alfa intentó tocarla pero ella empujó su mano para que no lo hiciera. Si él llegara a hacerlo Dana sabía que eso sería demasiado peligroso.—Solo pensé en dárselo a mis cachorros cuando nacieran para que tuvieran algo tuyo, eso es todo —gruñó ella contestándole antes de dar un paso atrás.La cercanía con Kian la estaba poniendo más nerviosa de lo que quería admitir.El Alfa sabía que Dana no estaba siendo completamente sincera pero estaba cuidando su corazón. Sin embargo, el saberlo no significaba que le doliera menos que su Omega se alejara siempre de él.—No pienses demasiado las cosas Kian, si estás aquí como el padre de Kieran y Devanie, aunque me moleste lo aceptaré. Pero entre tú y yo no va a volver a
Sintió que se inclinaba sobre ella y su cálido aliento le acarició la oreja.—Estoy tratando de mantenerme alejado. Pero no lo haces fácil para mí, compañera.Dana cerró los ojos por un momento recordando los tiempos del pesando en el que Kian y ella habían estado en la misma situación. Era ella la que siempre había salido lastimada. Utilizando su fuerza lobuna finalmente salió de su agarre y se giró hacia él fulminándolo con la mirada.—¿Qué crees que haces? ¿Acaso no entiendes ni una palabra de lo que te digo? Te lo dejé bien claro Kian y estoy harta de que estés persiguiéndome. No eres nada para mí.Dana enseguida pasó por su lado desesperada por huir, por salir de su campo de visión. Su cuerpo era un traidor y respondía únicamente al macho como si fuera su dueño.Cuando llegó a la orilla pensó que Kian la dejaría en paz y ese fue su error.—Pruébalo, prueba que no soy nada para ti.Dana una vez más se giró a verlo con suficiencia mientras apretaba la mandíbula. Sus ojos lo recorr
Respiró profundamente pues tenía temor a las alturas pero necesitaba llegar ahí pues la culpa no la dejaba dormir.—Casi lo logro, ¿Por qué lo tuvieron que poner en este lugar?Solo así podría llegar a él porque su habitación estaba siendo custodiada por los hombres de su padre. Ella tenía que asegurarse que él estaba bien.Alison saltó de un balcón al otro a punto de caerse pero fue más rápida, su corazón latía aceleradamente bajo su pecho.—Mierda, lo logré.Enseguida entró a la habitación del cachorro después de asegurarse que no hubiera nadie en esta.Sus ojos escanearon el lugar y pudo encontrarlo acostado sobre la cama descansando. Enseguida llegó hasta él cayendo de rodillas a un lado de la cama.—¿Oye? ¿Puedes oírme?Alison vio que su rostro seguía golpeado y notó que el pobre cachorro había sido encadenado a su cama con plata.—Esto es mi culpa, lo siento tanto…Ella parpadeó para alejar las lágrimas que amenazaban con caer por su rostro pero se negaba a dejarlas salir. Tenía
Dana se dirigió a donde estaba esparcida su ropa, sin embargo, no llegó demasiado lejos.Las manos de Kian se anclaron en su cintura desde atrás y él la cargó ocasionando que ella se tensara.Estaba tratando de calmar aquel deseo ardiente que palpitaba en sus venas, sin embargo, ahora llegaba él queriendo destruirlo todo.—Kian, déjame en el suelo —gruñó Dana con los dientes apretados.No quería hacer un escándalo, primero porque Devanie estaba durmiendo cerca y segundo porque si lo hacía otros hombres la verían vulnerable y ella no volvería a permitir eso.Empujó su codo hacia atrás intentando darle en la cara pero él la detuvo con facilidad. —Comienzo a leer a la nueva tú, princesa. No te escaparás de mi tan fácilmente. Kian la giró y empujó su cuerpo contra un árbol. Dana sintió cómo se le erizaba la piel ante el contraste de la fría brisa que azotaba y el cuerpo cálido de ese macho. Sus pezones se endurecieron aún más al ver el deseo ardiente en las pupilas de Kian y se mordió