Zaria Ivanov. Hospital de las Vegas. Abro mis ojos con dificultad, siento mi cuerpo pesado, mucho calor y al mismo tiempo frío; una sensación extraña. El pitido de una máquina me tiene aturdida, observó hacia abajo y me encuentro en una camilla. Trato de moverme, pero tengo una aguja clavada en mi mano, me están pasando suero creo. Siento mi pecho estancado y comienzo a toser. —¿Dónde estoy?— digo en voz baja. —¿Zaria?— su voz... Esa voz la reconocería dónde fuese, es Asher. Se acerca a mí, toma mi mano y su sonrísa me devuelve un poco de energía. —No puedo creer que seas tú... — besa mi mano. —Zaria, sabía que estabas viva. —¿Me dieron por muerta?— bastante decepcionada. —Yo jamás me rendí. Yo sabía que no habías muerto. —¿Dónde está Veneno? — cuestione, admirando mi alrededor. —¿Veneno es la chica que tenías en tus brazos? Asentí. —Ella está muerta... Lo sabía, pero que lo dijera en voz alta hizo que se sienta real. Sentí ese nudo en mi pecho que poco a poco se extend
Asher Miller.Siento una extraña sensación de felicidad que es opacada al mismo tiempo por preocupación en mi pecho. No sé cómo explicarlo con palabras exactas.Debería estar feliz por tenerla en mis brazos, pero estoy muy preocupado por todo lo que tuvo que pasar en ese club. Todo este tiempo que ha pasado, no quiero ni escucharlo, solo con mirar sus ojos tristes es suficiente.Llego a mi auto y al mirar mi teléfono veo más de treinta llamadas de Sabrina. Incluso mensajes preguntándome dónde estoy.Ignoro y conduzco con rápidez hasta la oficina. Al llegar busco a mi jefe para advertirle que debe abrir el caso de Zaria Ivanov.—¿Tiene un momento señor?— pregunto sintiendo un nudo en la garganta.—Asher, te ves pálido.— mientras se levanta de su escritorio.—Tenemos que abrir el caso de Zaria Ivanov...—Miller, ¿Otra vez con eso?—Esta viva.—¿Qué?— impresionado y algo incrédulo.—Esta viva, la encontré en el club que me mandó a investigar— mi voz se quiebra un poco, tanto así que mi j
Asher Miller está de vuelta, está en mi vida y no puedo creerlo.Si alguien me hubiese dicho hace un par de días que él regresaría a rescatarme en medio de un incendio que yo misma provoqué me hubiese reído a carcajadas por meses. Pero justo así fue.Él, el chico que fue cruel conmigo el primer día en su casa, pero luego se convirtió en el amor de mi vida, está justo encima de mí, introduciendo todo su amor; cálido, duro, fuerte y placentero, repitiendome en medio de jadeos que me extrañó, que me ama.¿A caso morí? Tengo el leve presentimiento que no salí en ese incendio, que estoy bajo los escombros del club, con mi piel carbonizada y estoy agonizando. Tengo alucinaciones con Asher haciéndome el amor.Si no morí y esto es real debo agradecer a quien sea que este controlando mi vida. Tantos meses y años de sufrimiento tienen un cierre feliz por fin.Cierro mis ojos mientras con mis dedos recorro la espalda fuerte de Asher, dejándome llevar por el placer, por como se siente dentro de
Asher Miller.Observo como el diablo se lleva a Zaria, tomándola del brazo, ella me devuelve una última mirada llena de esperanza, ella no se ha rendido y yo tampoco me voy a rendir.El silvido hizo que los tipos me dejen de golpear y se marcharon riéndose a carcajadas de mí.Me levanto de inmediato, busco un par de zapatos, mi arma y mi celular.Llamo a mi jefe.—Señor, entraron a mi casa, necesito refuerzos— mientras iba manejando, persiguiendo el auto del tal diablo hecho un manojo de nervios, molestia y ansiedad.Mi jefe me respondió con total seguridad que varias patrullas iban en camino siguiendo la ubicación en tiempo real que le mandé en el chat.No sé que tan horrible se pongan las cosas luego de todo, pero tengo la certeza que la encontraré y la salvaré.Conduzco sin cuidado, olvidandome de cada norma vial, pasando de largo cada semáforo en rojo y amarillo, girando las curvas con tal frenesí que de verdad espero no terminar volcando el auto y perdiendolos.Él también acelera
Zaria Ivanov.20 de Junio, 2014. L.A.Lo mejor de viajar en auto es tener el asiento al lado de la ventana y poder mirar el paisaje, observar cómo se desplaza con rapidez y cambia de forma constante lo que estás viendo, haciendo que sea más difícil memorizar o recordar lo que acabas de ver.Ojala así funcionara la vida.Estoy por ser llevada a un hogar temporal, con una familia que, luego de leer mí expediente a pesar de que soy adolescente, decidió aceptarme.En el asiento del copiloto está sentada Jane cuyo apellido no recuerdo; una agente de servicios sociales y el chofer es otro agente llamado Scott.—Ya casi llegamos, Zaria.— dice, mientras me da una sonrisa de medio lado.Yo intento imaginar cómo serán los señores de esa nueva casa a donde voy, ¿serán amables? ¿Serán estrictos? ¿Los señores serán agresivos conmigo cuando nadie los vigile? Debo admitir que tengo un poco de miedo. Es primera vez que una familia decide aceptar a una adolescente como yo de quince años, la mayoría de
Asher Miller.20 de Junio, 2014. L.A.—Saca las galletas del horno, David— ordena mi ansiosa madre.Yo me acerco a la cocina, preguntando el motivo de su afán en limpiar, ordenar y cocinar todo al mismo tiempo.—Vendrá una visita de servicios social— dijo mi padre.—Oh no— ya sé lo que eso significa, otra persona a quedarse en casa. Odio cuando hacen esto sin consultarme.—Pensé que hablarían conmigo primero, ese era el trato. — refute. Ya habíamos hablado anteriormente de que ser hogar temporal era agotador, no solo para ellos, si no para mí.—Bueno, jovencito, ese no es modo de hablarle a tus padres— me regaña mi padre.—Lo siento, pero pensé que ya no traerían a más niños— insistí.—Este es un caso especial, no es un niño, es alguien que necesita amor y comprensión, así que la vas a tratar bien y apoyaras con una sonrisa hermosa en tu rostro— advierte mi madre.— ¡No es justo! No quiero compartir mis cosas de nuevo, el ultimo niño me rompió mis juguetes— exclame.—Asher, basta, — g
Zaria Ivanov.Que Asher me entregue un sándwich y unas disculpas fueron una forma bonita de empezar el día, no me considero rencorosa, mi madre me enseño a personar repetidas veces, a creer en las segundas oportunidades.Justo ahora creo en ella, sé que se recuperará y vendrá por mí. A cumplir las tantas promesas que me hizo.Sin embargo, cuando la señora Miller, es decir, Adelina mencionó la playa no pude evitar pensar en mi familia. Esa tambien era nuestra tradición.Es inevitable sentir un vacío en mi pecho.—Sé que no tienes traje de baño— me sonrió—pasaremos por una tienda a comprarte uno nuevo.—No es necesario señora Adelina, estoy bien— con vergüenza.—Ay no te preocupes, Zarina. No es nada.—Es Zaria, mi nombre es Zaria. — no me gusta que digan mal mi nombre.—Lo siento— se ríe— soy mala con los nombres, Zaria.Adelina me acompaño hasta mi cuarto y luego me dio privacidad para que me acomodara.En el auto voy sentada junto a Asher, David va manejando y Adelina leyendo una rev
Zaria Ivanov.Me he acostumbrado de una forma increíble a esta casa, a estas personas, Jane tenía razón; los Miller son geniales. En especial Asher, aunque el primer día actuó como todo un idiota, en tanto más paso el tiempo con él, más me doy cuenta que es igual que yo.Que tenemos los mismos deseos por cumplir nuestras metas, que tenemos las mismas ganas de crecer y también tenemos miedo de fallar.Logré entrar al mismo colegio que Asher, estamos cursando las mismas clases. Para muchos podría ser incomodo tener que ir al colegio con una extraña que además vive en tu casa, pero con Asher lo más incómodo se vuelve normal.—No te preocupes, mis amigos son igual de cool que yo— insiste Asher mientras que yo camino más lento a medida que nos acercamos al instituto.Mi respiración se agita, al igual que los latidos de mi corazón. Mis ojos me advierten que si menciono cualquier palabra, lloraré, así que solo me quedo en silencio, paralizada del miedo.Un colegio nuevo es algo que nunca hab