Samantha Leon es una joven universitaria que tiene un crush en linea, pero después de haber sido ignorada tantas veces por él, finalmente logra llamar su atención como una amante sexual. Samantha y Alessandro tienen vidas totalmente diferentes al otro, y solo hay una cosa que tienen en común... la calentura. Logran mantener una relación abierta y sin problemas hasta que se conocen en persona comenzando a tener aquellas molestias llamadas "sentimientos".
Leer másSostengo su mano y lo halo, él se deja caer en la piscina y desde abajo en el agua me sostiene para cargarme y me mima el rostro con sus besos.—Yo no te doy ninguna recompensa cuando recibo algo de ti. —digo a la defensiva.—Claro que sí, cuando te complazco, te pones más sexy y como que se te activa un modo de hacer las cosas más ricas, es como si me dijeras que, si no me porto bien, no me darás el mejor dulce de tu tienda.Me pongo pensativa, creo que no lo había pensado de ese modo.—Lo siento, no quería manipularte, no volveré a hacer.Él niega y se hunde para sujetarme por las piernas y tenerme como saco de papas en su hombro, y para que mi cara no toque el agua, apoyo mis manos en su espalda y extiendo mis brazos para una altura alta.—Bájame. —le pido.—No hasta que reconsideres lo que acabas de decir, princesa, yo no quiero que dejes de manipularme, al menos no de esa manera, me encanta y como tal no es manipulación, porque cedo, me encantas, todo lo que haces.—No reconsider
Pero en vez de abrir la puerta, sujeta mi mano y me lleva hacia una puerta de rejas al lado del garaje.—Es que creo que está será la mejor parte que deberías ver —me explica y abre la puerta, caminamos hasta encontrar unas escaleras y subir estás.—Aun no la he mandado a rediseñar, pues quiero que tengas crédito de eso —me dice antes de llegar.Cuando llegamos a la especie de terraza con piscina, lo primero que me gusta es la vista a la playa, el suelo de la terraza es de madera y tiene barandas cristalizadas.Ale suelta mi mano, permitiéndome detallar más el lugar, doy una vuelta a mi alrededor, una casa frente a la playa, mi sueño cumplido, Alessandro me lo cumplió pensando en mí, es tan tierno. Veo la casa y está demasiado grande como para dos personas, por lo que miro a Alessandro confundida.—¿Por qué es tan grande? —Le pregunto—. ¿Por la visita?Él me toma de la cintura y planta varios besos en mi rostro.—Para nuestra familia, Angelito, de esa forma quiero formalizar contigo,
Me deja sin palabras, creo que he dejado que piense mucho las cosas.—Lo lamento Sam, pero cuando empezamos a hablar estaba reciente mi ruptura con María, por eso actué de esa forma, quería olvidarla con otras chicas y tú fuiste la única Sam, por eso creo que eres especial, me has ayudado como no tienes idea de recuperarme de una persona que me traicionó. Si veía tus mensajes, comentarios, todo lo que me dejabas en redes, pero no estaba listo, nunca te vi como algo sexual, por eso le escribía a otras y a ti no. Sin embargo, me alegro haberme animado a escribirte, no estaba listo, pero no podía más. Yo te amo.Es lo que logro decir por un auto análisis, le sonrío y ella solo me ve. Entiendo que desconfía de mí, pero estoy dispuesto a todo por ella, solo necesito su sí para tener la libertad de demostrárselo, no quisiera hacerlo y que se enoje.¿En que piensa tanto? ¿Acaso ya no me ama? Mi pecho empieza a doler como si tuviera algo atorado. Gira su rostro para no verme y yo arranco el a
Mi Sam en donde quiera que esté deslumbra, en un restaurante es la comida más deliciosa, en una joyería Esla joya más preciosa, en cualquier lugar, ella es lo mejor.No tengo mucho que decir como el amigo suyo que habla demasiado, pero ella me mira y es como si realmente estuviéramos hablando.Tomo una servilleta de la mesa y me seco las manos, he sudado por lo nervioso que estoy. ¿Lo hago o no lo hago? ¿Ahora? Justo en ese momento, su amigo se levanta y yo lo veo irse, luego me fijo en Sam, quién aún me sigue mirando.Me levanto y camino hacia ella, inhalo profundamente, estoy listo, no tengo nada preparado, solo todo lo que me salga del corazón. Al estar frente a ella y que ambos mantengamos la mirada hace que mi corazón lata con más fuerza.Su aroma rápidamente me envuelve y pega con ella, siempre le gustó los olores a playa, al igual que a mí. Nerviosamente Toni su mano, la levanto y me inclino un poco para besar la parte superior, ella al principio parece dejarme, pero luego apar
Aún sigue aquí, entonces Lourdes me mintió, pensándolo bien, no debería sorprenderme, ella está loca por mi, literalmente y eso no me sube el ego, más bien me avergüenza que gustarle a alguien como ella.Me levanto de mi mesa y me dirijo hacia el mesero para preguntarle por los baños, camino hasta ellos y me meto al de hombres, me acerco al lavamanos y me lavo estas junto con la cara, me examino un poco en espejo, pues no quiero encontrarme con ella y hacer parecer que estoy mal sin ella.O sea, es cierto, pero analizando las cosas que me dijo, ella no quiere que este mal por ella, Sam quería que mejorara por mi, no por ella y si no estoy bien, la voy a alejar nada más.Aunque me de celos que parezca que está en una cita, no me descontrolaré, no seré ese idiota celoso que a ella no le gusta, de igual forma, sé que puedo conquistarla de nuevo, solo necesito seguridad en mi.Mi móvil suena y busco secarme las manos antes de atender, luego sacó mi móvil del bolsillo y justo era la person
Agustín me explica que es la razón por la que mis padres siguen aquí en Argentina, no pueden llevarse a nonna enferma. Y mi padre quien se supone que me ha estado ayudando con la empresa, necesita que yo esté al tanto de ella.Sinceramente, ahora me siento peor, con todo esto de tener mi espacio, no he hecho más que hacer que todo empeore, hay personas que me necesitan y aunque mi felicidad es tener a Sam conmigo, me obligaré a estar bien para atender a los demás.—No me gusta verte en ese estado Ale —insiste mi amigo—. Hablemos si es necesario, quería darte tu espacio, pero no aguanto más, te necesitamos.Me quedo callado por un momento y veo a Lourdes detrás de él, Agustín se voltea a verla y le hace una seña para que nos deje solos, ella se queja en silencio, pero se va, ahora sí me presta atención.—Ella… Sam se fue y es todo mi culpa porque no encajo mi vida sin ella —digo en un tono muy apagado y cabizbajo.Él aprieta sus labios y parece lamentarlo, luego sin importar que me ha
Alessandro.Me hallo solo en el apartamento, considerando en olvidarme de Sam, lo intento, solo para cumplirle, pero no puedo. No logro sacar todos estos sentimientos que tengo por ella, ni siquiera sé si seré capaz de hacerlo. La decisión de Sam solo me ha hecho sentir que mi vida está acabada.María ha estado llamándome, pero hasta pensar en ella me irrita y a la vez tengo ideas locas de usarla para olvidarme de Sam, María había sido mi primer amor, ¿Acaso podía volver a enamorarme de ella? No lo sé, pero no quiero pasar por esta ruptura que siento por Sam, como siempre me gusta huir de mis emociones.Merezco estar solo, porque no se cómo carajos superar cada ruptura, joder, necesito mejorar, estoy consciente de todos mis errores, pero favor, necesito a Sam.Si María me hirió, ella no podrá repararme, tengo que hacerlo yo. Quiero demasiado a Sam, la amo, así que mejora por ella coño.No sé cuántos días han pasado la verdad, pero sé que cada día me sentía peor, solo me veía el a
Salgo de la habitación con mis cosas y encuentro a Alessandro en el pasillo, le doy el vestido que él me compro, trato de pasar por su lado y él se mueve para no darme paso.—Ale, tengo que irme, no quiero seguir molestando —digo sin mirarlo.—Tú no molestas mi angelito —Con mi reflejo veo que trata acariciar mi mejilla y me aparto para evitarlo. Suspira—. Te pedí que te fueras porque necesitaba hablar contigo a solas sobre María, es que parece que no comprendió lo que hablé con ella ayer y creo que es un tema delicado, no quiero que tú le prestes atención.Lo miro y me ve con esa faceta arrepentida que tiene cuando de verdad se siente mal por algo.—No importa ya Alessandro, estoy cansada, no quiero esto, es en serio —le digo, fastidiada.—Pues no quiero que te vayas, quiero que me perdones —junta sus manos en súplica.—¿Y lo que yo quiero que? Eres muy egoísta si me quedo contigo solo porque quieres.—Tú también lo quieres, solo que tú enojo momentáneo te lleva a tomar decisi
—Pero si quiero algo serio contigo Sam —me siento como un tonto y no la entiendo.—Aun así necesito tiempo —me pide.—¿Por qué? Se supone que es lo que querías hace mucho —le recuerdo.—Pero con tu vaivén me has hecho dudar de lo que quiero contigo, siento que no hay nada seguro porque eres inestable.Ella suspira, rendida, como si ha soltado su verdadera molestia, no confía en mí y lo entiendo, cada vez que actúo de forma infantil.—Prometo mejorar, por favor —tomo sus manos y ella inmediatamente me las suelta.—Tus acciones deben respaldar tus palabras, porque ya no creo nada de lo que digas —dice negando con la cabeza y alejándose de mi.Eso me destroza y demasiado.Samantha.Veo que le duele lo que le digo, y aunque no parezca, a mi también me duele, pero primero estoy yo y si de verdad me quiere, no lo conseguirá tan fácil, no quiero que sea como ayer, me suavizó y solo tuvimos sexo, según él me iba a ser el amor, pero por favor, es Alessandro, un hombre mujeriego. Me