Samantha Leon es una joven universitaria que tiene un crush en linea, pero después de haber sido ignorada tantas veces por él, finalmente logra llamar su atención como una amante sexual. Samantha y Alessandro tienen vidas totalmente diferentes al otro, y solo hay una cosa que tienen en común... la calentura. Logran mantener una relación abierta y sin problemas hasta que se conocen en persona comenzando a tener aquellas molestias llamadas "sentimientos".
Leer más—008 —respondí.—Ok.Toma el brazo de Alessandro y nos guía. Llegamos a la habitación y esperamos que el doctor se vaya, una vez que ya no está, nos quitamos los lentes.—¿Y ahora cómo saldremos? Descubrirán nuestra mentira. —pregunto riéndome.—Sencillo, salimos corriendo. —propone riéndose.Nuestras miradas se conectan por un largo rato y no podemos evitar sonreírnos como dos tontos, él me toma de la cintura con una mano y me junta más a su cuerpo, con la otra, la coloca en mi mejilla y la acaricia.Sintiendo ternura, yo peino su cabello hacia atrás, él me retira un mechón de cabello y lo coloca detrás de mi oreja, acerca su rostro para besarme, pero se abre la puerta, haciendo que nos separemos de inmediato.—¡Al fin llegas jovencito! —Se cruza de brazos y mira a su hijo un poco enojada.—Hola madre. —Da media sonrisa y su madre lo abraza, no lo había visto por unos días, luego ella me abraza a mí.—Me alegro de que al fin estén juntos. —Se separa de mí y nos ve sonriente.Alessand
—No tienes por qué hacerlo, pero gracias. —Esbozo una sonrisa y él me ve como enamorado.—Haría cualquier cosa por mi princesa. —Me guiña el ojo y luego me lanza un beso fugaz, y lo atrapo.—¿Escuché bien? —finjo no haber oído para que repita la oración.—No —bromea notando mi objetivo—. Tal vez escuchaste mal.Lo miro como si lo odiara y entra al baño.***Entramos al hospital y presentí muchas miradas encima, tal vez porque llevo puesto un traje de baño de color rojo y se nota con mi blusa blanca casi transparente, tengo una falda corta de color negro, y unos tenis, no me vestí así por faltar el respeto, es que después iremos a la playa.Alessandro está combinado conmigo, así que también lleva un short negro y una camisa blanca.Ya queríamos ver a su nonna, saber su estado, si estaba bien o no. Llegamos a recepción y él le pregunta a la enfermera sobre la paciente señora de Libertella, y nos dijo que se encuentra en la habitación 008, agradecemos además de dar nuestra información si
—Se puede saber, ¿Dónde demonios estas? —reclama mi madre, enojada.—Estoy en mi casa —respondo, pacífico.—¡Qué lindo! ¿Y cuándo vendrás a visitar a tu nonna? Aún sigue en el hospital.Corto la llamada porque me ha hecho reaccionar, mientras estaba pendiente de mí mismo, me había olvidado de mi abuela, así que hoy la visitaría, ahora no sé si despertar a Sam para que me acompañe o dejarla aquí sola para que haga lo que se le dé la gana, aunque bueno, tengo esperanzas de que lo que haya pasado anoche, haya sido un error por los tragos pasados.Me meto en el baño y dejo correr el agua tibia por mi cuerpo, sigo dolido por lo que ha pasado y en de relajarme con una ducha, muchas cosas pasan por mi cabeza.¿Sam se estaba vengando? Está siendo muy fría conmigo, salgo de la regadera y me seco, me enrollo la toalla en la cintura y salgo del baño. Sam aún sigue dormida, la observo con ternura, comienzo a recordar muchos momentos con ella y esbozo una sonrisa, la amo demasiado y necesito pensa
—Más daño me haces tú, lo que hago es poco. —dijo, chocante.Mi paciencia podría acabar en cualquier momento, pero mi amor por ella es más fuerte.—¿Me das uno de esos? —le pregunta a un chico sentado al lado de ella, quien estaba fumando, ese chico alza los hombros y le entrega el cigarro sin ningún problema.—¿Desde cuándo fumas? —Le arrebato el cigarro.—¿Desde cuándo te importa? Yo hago lo que se me dé la gana, tú lo haces, ¿Por qué yo no debería? —Se pone a la defensiva y trata de quitarme el cigarrillo.—No hagas lo qué los demás hacen. —Apago y tomo su mano—. Nos vamos ya. —La halo y ella lucha contra eso.—No papi, deseo quedarme aquí, con mi amigo. —Ve al chico que le acaba de dar el cigarro. ¿Amigo? Lo acaba de conocer y un amigo no le daría un cigarro a una dama.—¿Es tu padre? —pregunta aquel chico castaño quien saca otro cigarro para seguir fumando.—No —respondemos estos dos al unísono.—Él es… —La interrumpo.—Es mi novia y me dice papi por cariño. —Ella me mira mal.—C
Estoy molesto, no puedo actuar con cabeza sana.—Si te importara, no me estuvieras diciendo mentiras.—¡Mierda! ¡Lo siento! No quise lastimarte, no quise herirte, eres la persona que más amo en el universo Sam y hacerte daño, me duele, pero más me duele que no estés conmigo sabiendo que me amas. —Vuelvo a mirarla.—Yo no te amo —corrige.—Si me amas, eso se siente Sam, así que no puedes mentirme, pero haz lo que quieras.Entrelazo mis dedos y los observo, no sé si darle de su propio chocolate y reaccione, o simplemente amarla y reconquistarla.—Bueno… Sobre tu venganza, no tenías que hacerlo, Dios los iba a poner en su lugar.Asiento estando de acuerdo con ella y luego me encojo de hombros dándole a entender que soy un imbécil.—¿Aún dormirás en la casa? Porque es nuestra casa Sam.Espero que no se vuelva loca con eso.—¡Claro! Así podemos coger en cada rincón de la casa. —responde animada y ruedo mis ojos.—De acuerdo. —le digo y ella se levanta.—Iré a bailar un rato, ¿Vienes? —La v
—No se vayan, quiero decir algo para que esto quede muy claro. —Los tres le prestamos atención.—De acuerdo —responde Lourdes. Sam me mira.—Terminamos, no podemos estar juntos Alessandro, no somos nada y nunca podremos sentir algo más haya de solo deseo, solo fuimos y seremos siempre amigos con derecho. —Estaba cegada de la rabia, no estaba pensando las cosas, solo quería herirme como ella lo está—. ¿Solo me usaste? Para vengarte, no me importa porque yo no te amo, solo te ilusione para vengarme, ¿Qué se siente que te hagan lo mismo? —Justo donde más me duele.—No digas eso, vamos a tranquilizarnos y hablarlo con calma, porque yo de verdad te amo. —Estoy en serio dolido, pero sé que es rabia del momento.—Si me amaras, no me hubieses usado para tu estúpida venganza donde no tenía nada que ver.Lagrimas no bienvenidas comienzan a salir de mí y de Sam.—Mi amor, yo te amo, en serio, quería vengarme, pero antes, antes de saber que realmente te amo preciosa.Quería acercarme, pero ella m
—Será breve, solo te robaré unos minutos, por favor, es urgente, te contaré toda la verdad. —me suplica con la mirada y lo veo insegura.Voltea para ver a Alessandro y este se encuentra con María, ¿Qué estaba sucediendo?, ¿Qué hacia ese par en esa fiesta? Me entran unos celos, no soporto verlos juntos, Ale está de espaldas, así que solo puedo ver la sonrisa de ella, debo confiar en él.María nota que los estoy mirando y sonríe, seguido de esto, toma las mejillas de Alessandro y lo besa mientra lo gira para verlo de perfil, al ver ese beso me siento destrozada, cierro mis ojos con fuerza y trato de pensar en positivo, fue la estúpida y él se dejó besar, no lo sé.—¡Ven! —Esteban insiste en mi oído.Permito que me lleve y me saque de la discoteca, creo que es bueno que tome aire fresco, y aunque no deseo escuchar a alguien, necesito una explicación antes de hacerme ideas de cosas que no son.—¿Estás ahí? —Esteban agita su mano al frente de mi cara para ver si reacciono.—No, y la verdad
Samantha.El día sábado se aproximó con rapidez, el día esperado para salir a despejar nuestras mentes. A mí ya se me había pasado el enojo, de hecho, no pasé todo el día enojada, necesitaba tiempo como dije y se me quitó rápido. Creo que lo que más me enojó fue que Lourdes siempre me aconsejaba alejarme y olvidarme de él y saber que ellos estuvieron juntos de esa manera, me trajo muchas dudas, pues siempre me hizo creer que ella no estaba interesada en él de ningún tipo. Ahora me encuentro arreglándome para salir con mi novio y nuestros amigos, estoy emocionada con esta relación, seis días de novios apenas, pero estoy feliz, sé que pasar de amantes a novios es algo complicado, pero como siempre, tengo esperanzas en nosotros.—¿Estás lista? —pregunta Alessandro detrás de mí, mientras me miro en el espejo de cuerpo completo—. Te ves hermosa. —Me sonríe a través del espejo, se acerca un poco más y me besa en la mejilla.—Gracias. —Le devuelvo la sonrisa.—Nos vemos bien juntos. —Toma n
—También trajimos ropa luego de ir al supermercado —aporta Lourdes entrando a la cocina con una sonrisa.Miro a Agus y este parece no molestarle que ella esté ahí.—Vale, ¿alguno de ustedes podría alcanzarme una toalla? —pregunto sujetando a Sam para que no se vaya.—Yo te la traeré. —se ofrece Agustín y se va.Y la verdad, era preferible que se fuese Lou, no me siento cómodo que mi ex culo y mi novia estuvieran en el mismo sitio conmigo desnudo.—Por cierto, me gusta la casa, sí que te esforzaste demasiado. —Lou me ve y yo veo a otro lado.—Gracias… —respondo seco.—Lourdes, mi novio está desnudo, ¿No crees que deberías darnos un poco de privacidad? Es incómodo. — oigo venir decir y lo agradezco.—Para mí no lo es, no es la primera vez que lo veo así —suelta de su boca súper relajada y la veo alarmado.—¿Qué? —ella se escucha histérica.Cierro mis ojos con fuerza, sabía que esto pasaría, en algún momento.—¡Ups! —Lourdes se escucha que ha sido un accidente, pero de esa mujer puedo es