Enciende el auto y arranca, me ha dejado sin palabras, me gusta, lo amo, pero aún no ha pasado la prueba, solo puro bla, bla, bla, aún le falta demostrar que lo que dice es cierto. Debí ponerlo a prueba antes de ser novios, pero bueno, es que lo que tuve que hacer y ya no hay vuelta atrás.Se estaciona al frente de la playa y bajamos con las compras que hizo Alessandro, caminamos en busca de nuestros amigos, mientras que él estaba algo seductor conmigo, quería comerme a besos, pero lo evitaba.—¿Aún sigues enojada conmigo? —me pregunta y niego.—No, solo no le encuentro sentido besarse, estamos en la playa sin ningún lugar en donde coger y los besos son inicios para calentarnos —me explico algo obvio y él me pone los ojos en blanco.—Es que me encantas demasiado que te besaría cada segundo de mí día a día. —Me guiña el ojo—, Aparte, quiero follar esa boquita tuya tan sucia con mi lengua. —Logra provocarme y me muerdo el labio.—Si te portas bien, te dejare hacerlo. —Le lanzo un beso f
—¿Y si eso sería el único problema? ¿Y si de verdad no me ama? —Estaba realmente preocupado por eso.—¿Cómo puedes estar seguro de eso? —Arquea una ceja.—Por cómo me trata y lo que me dice, pues me lo creo y me afecta. —Agustín muestra fastidio ante mi inseguridad.—Bueno, ¿Serías capaz de engañarla? —Ladea su cabeza intrigado.—¿Qué? ¿A qué se debe esa pregunta?—Pues dices que temes a que ella no te crea y que piense que aun eres el mismo mujeriego, supongo que si temes es porque te consideras capaz de engañarla, ¿No? —Me ha dado en el dedo pequeño, Agustín tenía razón.—¡Jamás en mi puta vida haría eso! Prefiero mil veces lastimarme. —Reacciono algo histérico—. Hacerle daño, es como hacerme daño.—Entonces no veo el problema. —Me pone los ojos en blanco.—No lo sé.—¿A qué temes realmente? ¿Perder oportunidades con cualquier chica o perder a Sam? Porque estoy seguro que, si es por el sexo, ella cumplirá todas tus fantasías. —me molesto por ese comentario.—¡No es por el sexo! ¡Mal
Nuevamente se metían en mis asuntos, y esa pregunta no iba ser respondida sabiendo que la pregunta viene de una de las chicas que gustan de él.—Aún no, creo que estaré bien así —contesto lo que sea para evitar hablar con sinceridad.Son amigos para pasarla bien, no para contarles mis emociones o mis planes.—Mmm y… —interrumpen a Karol, fui salvado por la campana.—Uff, no saben lo lejos que fuimos —dice Lourdes llegando con unas bolsas y Sam también, Agustín se levanta a ayudarlas.—¿Qué compraron? —pregunta Sofía animada.—Pescado frito, tostones, papas fritas y ensalada —responde Lourdes.Siento que Sam me ve de reojo y noté su molestia, tal vez por tener a Sofía en mis piernas, aparte de seguir molesta por lo de antes de que llegáramos a la playa.Samantha saluda a todos con un beso en la mejilla sin importar que no conocía a algunos, gracias a su paseo saludando a todos, tuve una vista perfecta de su trasero, y me ha gustado, me ha provocado cogerla.No sé si lo ha hecho a propó
—Déjanos a solas Sofía. —Micaela la mira mal.—No. —Se cruza de brazos.—Sofía, por favor —insisto, Sofía me mira y asiente sonriente.—Está bien, iré al baño, pero no me lo quites por mucho tiempo. —Le guiña el ojo antes de irse.—Agustín me conto todo —Me dice Micaela.—¡Genial! —Alzo mis manos al aire y las choco con mi cuerpo.—¿Qué esperabas? Los tres somos mejores amigos y nos contamos todo, pero claro, ustedes se olvidan de mí. —Se hace la ofendida y me siento mal inmediatamente.—Lo siento. —Agacho mi rostro.—¿Qué te sucede? Te mueres por estar con ella y en vez de atraerla, la alejas, ¿qué es más doloroso? ¿Estar con ella o alejarla? Con ella estarás feliz, no te entiendo, cuando están juntos hay felicidad, cuando están lejos se odian, no puedo entender tu miedo. —Se sienta.—Necesito tiempo. —Suspiro.—Eso espero, porque no te quiero ver llorando por ella. —También me siento.—No me presiones. —le pido.Micaela aprieta sus labios y asiente.—De acuerdo, pero si quieres esta
—Me identifico con esta canción en este momento porque es para una persona muy especial para mí, ella es bellísima y yo un idiota, quiero que sepa lo mal que me siento por haberla dejado ir.Él me mira, aunque el público está al frente, eso parece no importarle. Sus dedos comienzan a deslizarse suavemente por las cuerdas de la guitarra, escuchándose un sonido muy lindo.—No sé muy bien, por dónde vas, Te buscaré, Estoy seguro que te encontraré, Estés donde estés… —Entona la canción “Ando buscando” de Carlos Baute y piso 21.Al terminar, Alessandro recibe muchos aplausos, yo estaba muy feliz por él y él me veía solo a mí que más le gustaba era el de Sam. Sofía abraza a Alessandro y lo felicita, borrándome una sonrisa y me giro para no verlos.Entro a la habitación y me siento en la cama, entrelazo mis dedos entre si y juego con ellos impacientemente, escucho la puerta cerrarse y me da un susto, haciendo que sobresalte y me fije en él.—Me asustaste. —Doy media sonrisa.—Lo siento, tú t
—Son tus rasguños amor.—¿Qué? — No entiendo y él me da un beso corto, luego se muerde el labio con gracia.—Si amor, cuando te follo duro, me rasguñas la espalda y eso me excita demasiado. —Vuelve a besarme y me reí.—No pueden ser solo los míos, seguramente de otras chicas también.No puedo creer lo que dice él. Alessandro me sonríe y con su pulgar me toca mi labio inferior para sobarlo un poco.—No nena, son solo tuyos, eres la única que dejé y que aún dejo que me rasguñe cuando follo. —Admira mi labio como si fuera carnada.—Explícate por favor… —pido.—Sam, no me gusta que las demás me toquen si no quiero, no me gustan qué me hagan cosas si no lo pido, y eres la única a la que le permito hacer lo que desee conmigo, a lo mejor lo haces inconscientemente durante el sexo, no me gustan los rasguños y marcas en ninguna parte de mi cuerpo, pero si lo haces tú, me encantan —se explica.—Está bien. —No sé por qué, pero siento un poco de felicidad, tal vez por sentirme especial—. Nuca los
—Bueno, es molesto que aparte de que tengas novia y te acuestes con otras, yo no pueda estar con otros. —Junta sus cejas y él queda embobado—. Quieras o no, haré lo que yo desee.—¿Lo dices porque anoche te discutí de que estuvieras con alguien? ¡Qué importa! Seguramente después hiciste lo que se te dio la gana. —Ella abre sus labios ligeramente por impresión.—Alessandro, me amenazaste con que si estaba con un chico lo ibas a matar, nadie puede ponerme una mano encima —se lo dice como si no se lo creyera.—¿Y? —Le sabe a mierda.—Que tus celos son absurdos. —Cree que esta demente.—Claro que no, simplemente que tú eres mía y nadie puede tocarte. —Ella lo mira molesta.—¿Así será ser tu amiga con derecho a partir de ahora? Solo puedo coger contigo y tú puedes hacer lo que se te dé la gana, ¿Cómo antes? Que vivo eres. —Él alza sus hombros con desinterés—. ¿Acaso es así con todas? Ninguna puede estar con otros sino solo contigo.—No, esa decisión es tomada exclusivamente contigo, me val
—Así soy de complicado, y así me quieres. —La hace reír y asiente.—Pues sí.***Sam mojaba sus pies en la piscina, miraba el agua muy triste, ama a Alessandro, de eso está segura, pero su tristeza es porque no puede estar con él, lo ama, pero no puede estar con él, no puede seguir pisoteándose por él, dejar que le mienta de nuevo y que la siga lastimando, además, ella le propuso ser solo amigos con derecho, pero no puede complacerlo y dárselo todo el tiempo como si ella fuese varias chicas, Sam no quiere quitarle su felicidad, hablamos que su felicidad es el sexo, no quiere quitarle su comodidad de ser mujeriego y proponerle algo serio, por eso su manera de tratarlo, para que no sienta que ella lo está obligando o presionando y no pueda ser libre.—Uy, ¿Qué tiene esa carita triste? —Sam levanta la mirada y es su mejor amiga.—Creí que estarías con Agus. —Lourdes se incomoda, da media sonrisa y se sienta a su lado.—No, ese ridículo está jugando videojuegos con la tal Carolina —dice m