—¿Estás segura? —me pregunta mi querido profesor mientras estaba de espalda contra la puerta y su mano estaba sobre mi cuello—, Una vez te empiece a follarte, no dejaras de pedirme más.
—¿Tengo permitido cuestionar sobre mi castigo? —me hago la inocente.—Tienes razón cachorrita…En ese momento sus labios atacan los míos. Su beso es muy excitante, por alguna extraña razón me hacen sentir más deseada que nunca… A pesar de que su beso parece agresivo, tiene un toque de ternura.Lame mis labios con ganas y con deseo mientras sus manos empiezan a acariciar mis piernas, haciéndome alzarlas y acercarse un poco a mí, tan cerca que siento su dura erección sobre mi vientre, es grande…Sus dedos llegaron hasta mis tanguitas, me empezó a acariciar sobre estas.—Estás mojada —dice en un tono grueso, posando ahora sus labios en mi cuello—, Mía… —lame mi cuello mientras yo pasaba mis brazos por sus hombros.Segundos después hizo el tanga hacia un lado y metió dos dedos dentJace Daniell Me doy cuenta del error que cometí, mejor dicho, que cometió mi lobo cuando veo a Aria con el rostro sonrojado post-orgasmo, intento no golpear mi cabeza contra la pared a causa de la tontería que acabo de cometer.¡Cómo pude haber caído en la tentación!Esto me podría acarrear muchos problemas, si esto se llegara a conocer…Pero antes de que pueda decir algo, me doy cuenta de que estoy solo en el baño, me siento como un verdadero estúpido, estoy tan estresado y enojado que mi lobo prefiere quedarse callado y evitar soltar cosas como: «Mía» «Hay que marcarla»Me negaba al hecho de siquiera pensar en él eso, no podía entender como la diosa Luna decidió unirme a una humana rebelde y astuta, en vez de una loba… ¡Qué karma o pecado estaré pagando!Salgo casi huyendo de aquella asquerosa reunión para evitar la tentación de volver a golpear al cara bonita cuando veo que está hablando con la cachorrita, me encamino por el
Andrea me mira asustada, sin saber que decir, creo que ella en el fondo no se esperaba que en algún momento me encontrase con mi luna. —¿Ahora que va a pasar? —me pregunta asustada—, Tú y yo somos muy felices… ¿verdad que sí? —No sé que decirte, que lo decida Dios, o la diosa luna… —resoplo. —Es por eso que hueles a humana… ¿Te la cogiste? —me pregunta entre lágrimas. —Todo es culpa de mi lobo, esta más que deseoso de nunca… —Y tú también, ¿o me lo vas a negar? —me interrumpe—, Por favor no me dejes, yo… Alex y yo te amamos, no puedo volver a perder al amor de vida, lo único que me queda de él es Alex y ahora no te voy a perder —ella toma mi mano—, Por favor ignórala, sé que la diosa luna lo entenderá. —No es lo más justo para ninguno de los dos, además… de que mi lobo se puede enojar. —¡Pues no! —ella se levanta de golpe—, Si no eres mío, no serás de nadie, ¡¿Entiendes?! —ella se acerca a mí y me
Sabes que es amor cuando la persona llena tu mundo, llena tus pensamientos. Cuando no importa la hora del día o de la noche, la sientes presente, la sientes junto a ti, te sientes junto a ella. Sabes que es amor cuando sientes nervios al oírla llegar, no importa cuántos años hayan pasado, al escuchar sus pasos tus manos empiezan a sudar y tu corazón comienza a latir mucho más rápido. Sabes que es amor cuando la mayor recompensa a los detalles que preparas para ella es verla sonreír, ya que no hay nada más bello que ver cómo sus ojos se iluminan con la sorpresa. Sabes que es amor cuando antepones tu placer para darle placer a ella. Sabes que es amor cuando llegan al cielo juntos, porque es el acto de amor más puro que pueda llegar a existir. Sabes que es amor cuando en los momentos más difíciles no la abandonas, la acompañas, sufres con ella, no la dejas caer, y si cae no preguntas qué tie
Me aferro contra la almohada entre mis brazos sin poder controlar mis lágrimas. —Va a estar todo bien —me susurra María acariciando mi cabello—, ¿Estás llorando por ese viejo casado? —¿¡Casado¡? —me levanto de golpe asustando a María. —Sí —ella me mira con confusión—, Pensé que ya lo sabías, él está casado y hasta tiene un hijo, pero lo extraño es que muchas veces se quita su anillo de matrimonio, debe ser porque no quiere a su mujer. —Y claro… por eso busca a otras mujeres para cogérselas, y ahí voy yo de tonta a cogérmelo. Aunque tenía tantas ganas de que me follara… —admito. —¿Y qué tal fue? —¡Increíble! —me limpio las lágrimas, debía estar pareciendo una chica patética—, Estoy llorando por algo sin razón alguna. —¡Levántate! Es hora del desayuno y vamos después a clase. —Dime que hoy no tenemos clase con el idiota de Jace, me será un poco difícil no querer gritarle frente a todo el mundo. —Es mejor que vuelv
❝Quiero ahogarme en tus labios, susurrarte con palabras mudas el deseo que siento por ser parte de ti y ahora… No quiero despertar❞ El resto de la ceremonia continua con normalidad, aunque muchas veces estaba cabeceando del sueño que me daba. —¡Niña Aria! Por favor, acepte a Dios en su corazón, tienes sueño porque no acepta a Dios en su corazón, ese es el demonio que la está alejando de Nuestro señor. —Lo siento hermana Flor —respondo indiferente, dejo de mirar mis uñas y alzo mi mirada hacía ella. —Ya veo que no sirvió para nada la confección, así que te voy a ponerle la queja a Sor Patricia. —No me interesa lo quiera, solo hágalo, ¿Por qué me dice? —Me encojo de hombros. —¡Qué grosera! Coloco los ojos en blanco llevando el cabello hacia atrás, aburrida, toda esta situación del ser santa. Tal parecía que la deliciosa polla del profesor de religión me había amoldado a ser toda una santa pa
❝Produzcan frutos que demuestren arrepentimiento❞. Mateo 3:8 Mi mente en ese momento había empezado a volar, no dejaba de imaginarme con alguien abría la puerta y me encontraba siendo masturbada por Jace. —Me pones tan mojada… —digo. Antes de que pudiese decir algo más, Jace saca sus dedos dentro de mí y escucho el delicioso sonido de él bajando el cierre de su pantalón. —¿Lista? —Nací lista. Jace me penetra y no puedo evitar gritar, la sensación es realmente deliciosa… —Callate, será mejor que mantengas esa bonita boca cerrada —Escucho como Jace susurra sobre mi oído para después pasar a besar mi cuello—. Mía…—Me susurro al oído —Sí, soy tuya… —Te mereces que te folle duro, deja de tentarme y retarme, pequeña descarada —Toma mi cara entre sus manos mientras me aparto el cabello y me besa. Sus penetraciones eran fuertes y rudas. Intento acallar mis gemi
En el momento en el que salimos por una de las ventanas de la iglesia, me siento más poderosa que nunca. —¡Eres la p**a ama Ari! —exclama feliz María abrazándome efusivamente—, ¿Ahora qué? ¿De verdad vamos a ir a McDonald's? —¡Claro que sí! —¿También iremos a bailar? —¿Recuerdas que la última vez te bebiste hasta el agua del florero? María me mira sonrojada. —Disfrutemos de nuestra salidita —Tomo las manos de María—. Sé que vivimos encerradas y todo eso, pero… aquí afuera no solo está el pecado, también está la comida deliciosa, no me digas que no se te ha pasado por la cabeza comer una deliciosa hamburguesa, no esa avena de dudosa procedencia que nos dan. —Tienes razón, nunca lo había pensado, tal vez para no tener esa sensación de querer escapar. —Eso es lo que intentan hacernos en este lugar, como se dice que los hombres son de molde y nosotras no, intentan convertirnos en uno a las malas, pero conmigo no lo conseguirán. En ese momento empezamos a caminar bajo el frío de la
Al momento de volver, entramos silenciosamente por el mismo lugar donde habíamos salido, sintiéndonos como unas putas amas. En el pasillo nos encontramos a Sor Patri.—Niñas, ¿Dónde se encontraban? Fui a la capilla y nos las vi.—Estábamos en el baño Patri, ya sabes código rojo. —rio.—Está bien, a sus camas.Asentimos y caminamos hasta nuestras habitaciones, María cae en la cama de forma agresiva.—Mierda, ahora tengo que esperar a digerir los alimentos. —Se queja.Yo aprovecho para tomar todas mis medias y hacerme rizos en el cabello, si mi “familia” iba a atreverse a venir después de haberme apuñalado de frente me tenía que ver como que ello no me hubiese afectado.Siento como una ráfaga de emociones me inunda, estaba empezando a imaginarme miles de escenarios sobre lo que fuese a pasar. Siento aquel sentimiento de tristeza que creí olvidar como se sentía me inunda, sabía que era una de mis tantas formas de lastimarme, además de que por fin había hablado con alguien de mi hermana, l