Dos meses después Nuestra vida se había convertido en una locura, salir de aquel lugar sin un solo centavo fue muy mala idea, tal como lo supuse, nunca aparecí en las noticias como que me estaban buscando, así que vivía una vida bastante tranquila. Vivíamos en un pequeño apartamento en uno de los barrios marginados de aquí, jamás en mi vida pensé que iba a vivir en ese tipo de sitio. Hoy, justamente cumplía 19 años, ciertamente me hacía sentir diferente, en especial que ahora estaba oficialmente embarazada. Todavía recuerdo cuando todo ello dejo de ser una simple hipótesis para ser la realidad. Un mes antes La cita donde la ginecóloga me tenía comiéndome las uñas, estaba a punto de confirmar lo que ya casi que estaba segura de que era verdad. —Aria Johnson —Me llama la ginecóloga desde la puerta del consultorio. En ese momento me levanto, tomo mi bolso de mano y me encamino lentamente hacia allá. —Hola Aria, ¿te puedo llamar así? Asiento, sentándome en una de las sillas frente
Jace Daniell Todo aquí era un caos, desde que Aria se había ido había causado un gran revuelo, aquí se notaba muchísimo lo inteligente que era, era obvio que aquí nadie iba a alertar a la policía por qué sabían que tenían mucho más que perder qué Aria. Todavía no podía creer que ella estuviera esperando nuestros cachorros, si mi lobo estaba molesto conmigo por qué no la había marcado, ahora ni siquiera me hablaba al saber que no estábamos protegiendo a nuestra luna. En lo primero que pensé fue que tenía que buscarla hasta debajo de las piedras, si la hubiese marcado todo sería más fácil. —¡Quien pudo haberle hecho eso a la niña Aria! —grito entre clemencias Sor Patricia. —Sabía que ella era problemática, no debí aceptarla aquí. —espeta la rectora. —Lo más probable es que ella sabe allá escapado, nadie aquí sería capaz de hacerle algo como eso a una alumna, pero el hecho de que no se tratase de alguien de aquí nos pone en una mala posición que una alumna sé allá escapado en múltipl
Capítulo XXVII Aria Johnson Me había recién levantado después de haber sido marcada por Jace, empezaba poco a poco notar el cambio, ya que no me dolía tanto el cuerpo. Todo esto lo estaba haciendo por mis bebés, no por él. Sabía que se suponía que debía estar en casa, con María quien debía de estar comiéndose la cabeza por qué no estaba allí. Me levanto de la cama, con sumo cuidado de no despertar a Jace, voy a lo que supongo es el baño de la habitación y me baño. Estaba a punto de morir de un colapso nervioso por qué todo esto estaba resultado estresante para mí. ¡Jace hijo de puta, me hubieses dicho toda la verdad! —¿Para dónde vas? —Me pregunta Jace desde la puerta del baño, no puedo evitar saltar del susto. —¡Me asustaste! Voy a mi casa, tengo cosas que hacer. —¿No escuchaste lo que dijo la sanadora? Lo mejor es que no te vayas de mi lado. —No me puedo quedar aquí como si estuviéramos de luna de miel, allí a fuera esta María, la cual debe estar a punto de comerse las uñas a
El dolor que sentía ahora mismo era indescriptible, cuando empecé a tener contracciones en lo único que pensaba era como iba a nacer nuestra pequeña, ¿nacería como un lobo? Por lo que me planteé dar a luz en la manada de Jace, pero él rápidamente me saco de la duda. Nacían como humanos. Ir al hospital me hacía sentir mucho más segura, por algo la medicina había avanzado a lo largo del tiempo. —¿Cómo te encuentras Aria? —Me pregunta mi ginecóloga, entrando a la habitación, mientras yo me encontraba de espaldas apoyada en la camilla, muriéndome de dolor. —Estoy algo… adolorida. —¿Desde qué hora empezaron las contracciones? —Desde la una de la mañana —Responde por mi Jace. —Necesito que te recuestes en la camilla, necesito ver que tan dilatada estas. A regañadientes lo hago, la doctora se acerca y mete una mano en mi vagina. —Estás lista. En ese momento Jace se acerca a mí y susurra sobre mi oído. —¿No quieres que absorba tu dolor? —No, quiero seguir el proceso natural. Él asi
AgradecimientosEs la primera vez, (a pesar de tener cinco libros) que me siento a escribir un agradecimiento, estoy muy feliz de que me halla acompañado en este recorrido. Le quiero dar las gracias a mi amiga Maikba por un día llamarme y plantearme la loca idea de escribir por primera vez un libro juntas, a pesar de que en el camino termine siendo solo yo, estoy gratamente agradecida con ella por darme la oportunidad de hacer parte de ello.Este fue un camino muy duro, lleno de mucho estrés, la universidad, el que ser escritor no es fácil y mucho menos dedicarse a esto, el estrés de sentir que debemos hacer hasta lo imposible por actualizar afectando nuestra salud mental; seamos más empáticos con los escritores.No seríamos nada sin ustedes, de igual manera no serían lectores sin escritores.Le agradezco a mi hermosa mamá, Marinela, quien siempre ha sido un ancla a la realidad, celebra mis logros y siempre está allí para mí.Gracias a mis primas, en especial a Manuela e Isabela A., q
Laura Machado Garcia. (15 de septiembre, Bello- Antioquia)Escritora a medio tiempo y estudiante de medicina de la UDEA (Universidad de Antioquia), colombiana, amante del romance y el erotismo. Alcanzó su popularidad gracias a la plataforma de Dreame, con la tetralogía "sedúceme" (2019-2022). Escribe desde que tenía doce años. Todavía no ha encontrado a su príncipe azul, pero tiene tres grandes amores: su familia, una gatita Nayla y dos quienes ya partieron: Naypa y Katy; y las hamburguesas. Un día descubrió como con las letras podía encontrarse a ella misma, y a partir de ahí no paró de escribir historias.CONTACTO:INSTAGRAM: Dearlaumg.
Como todos, mi vida no ha sido ni la más fácil ni la más feliz. El momento donde sentí que murió gran parte de mi alma fue cuando perdí a mi madre y mi hermana, aquello me hizo cambiar de muchas formas…, Antes era una chica muy estudiosa, amaba estar con mi familia y hacer sentir orgullosos a mis padres… pero ahora para muchas personas puedo ser una muy mal influencia, una chica poco elegante y sin valores, grosera, altanera, mal hablada y hasta promiscua.Después, como si la vida me quisiese demostrar cuanto me odia, continuo al ver como mi padre pasaba rápidamente página volviéndose a casar. Para él, yo no era más que un dolor de cabeza y aún más para nueva y embarazada esposa. Aunque por aquella mujer, mi padre cometió el peor error de su vida: ¡Llevarme a un horrible internado! Aunque yo prefería estar en las vegas, disfrutando del mejor
La música se encontraba con el mayor volumen posible inundando mis oídos con tanta fuerza que comenzaban a dolerme, las luces brillantes y palpitantes me mareaban. Le di un sorbo a mi Martini terminándola por completo, era jueves y me encontraba en el club con mis amigas de siempre. Britney y Bella, bailábamos al compás de la movida canción, mientras nos contorneábamos y movíamos de lado a lado nuestras caderas al ritmo de la música. Solíamos venir muy seguido, el ambiente era cálido en este lugar. Siempre había fiesta, buena música, tragos y chicos guapos.—¿Puedo invitarte a bailar? —preguntó un castaño ojinegro a Bella.—No, gracias—respondió mi amiga, el chico cabizbajo se marchó.—¿Por qué no aceptaste? ¡Estaba buenísimo! —pregunté.—¿Olvidas qu