Eda salió de la habitación con cautela como si nada pasara. Bajo las escaleras y llegó donde se encontraba la familia que había llegado para celebrar el cumpleaños de su cachorro.El pequeño Mateo se abalanzó hacia su padre, un destello de alegría se reflejaba en sus ojos mientras extendía los bracitos desesperado para que lo cargara. La conexión entre padre e hijo fue instantánea. Desde ese instante, Magnus se convirtió en el epicentro de la felicidad de su hijo, quien ya no quería estar con nadie más.Eos fue la última en llegar con Perseo y sus gemelos, que alegres corrían y balbuceaban palabras. Las risas flotaban en el aire, como si el tiempo se detuviera para capturar ese preciso momento de unión familiar.Dylan no pudo asistir a la reunión familiar. Él, meses atrás en su viaje hacia la manada Vilkas, había hallado a su mate, o más preciso aún, ella lo había robado y huido en su trayecto hacia la manada.Dylan había dedicado meses buscando a su mate, siguiendo pistas dispersas la
En el bosque, Danna vivía sola en una cabaña. Fue criada en el campo por una pareja de omegas que la encontraron un día flotando en el río, dentro de una cesta. Sus padres murieron cuando ella tenía 18 años; su padre falleció mientras apoyaba al alfa Orfeo en una batalla para proteger las tierras del territorio sur, y su madre, al no tener a su compañero, murió de tristeza.Danna aprendió a sustentarse por sí misma: cosechaba y cazaba su propia comida y, a veces, intercambiaba o vendía sus productos dentro de la manada.Un día, fue al pueblo en busca de provisiones. Ese día la gente estaba alborotada y la plaza se entraba full de personas debido a la coronación del nuevo alfa de alfas. Ella, curiosa, decidió quedarse para observar el acto.El consejo de ancianos y alfas de otras manadas estaban sentados esperando al nuevo alfa de alfa. Eros hacía 6 meses que había asumido su puesto de alfa de la manada azul tras el fallecimiento de su padre en una batalla por defender las tierras del
En la mañana, se despertó temprano y se quedó mirando por la ventana. De repente, sintió un sofocón. Su celo parecía que se había adelantado. Había escuchado que cuando se encuentra a su mate, en algunos casos se adelanta el celo. Es una necesidad fisiológica aparearse y ser marcada por su pareja. Ella estaba sintiendo el olor refrescante y corporal de su mate. Danna trató de calmarse al sentir el sudor erizante recorrer su cuerpo. De repente, sintió cómo de golpe se abrió la puerta, haciendo que se sobresalte.Minutos antes, Eros estaba en su despacho cuando un olor delicioso le provocó escalofríos. Se puso furioso y hechizado, salió a toda velocidad. Sin tocar, entró lamiéndose los labios y cerrando la puerta con los pies.Danna se giró y se sonrojó por la mirada caliente que le transmitía Eros. Él estaba haciendo un esfuerzo extremo para no saltar sobre ella y comérsela entera, dando unos pasos hacia Danna vociferó.—¿Esto es una trampa tuya, omega? ¿Estabas planeando esto para que
Pasaron el día entre éxtasis y gruñidos. Después de un intenso encuentro, Danna se sintió exhausta y se quedó dormida, mientras él se levantó de la cama para pedir comida. Al regresar con una bandeja en la mano y colocarla en la mesa, se acomodó a su lado, abrazándola contra su pecho. Admiraba la belleza y dulzura que emanaba de su loba mientras acariciaba suavemente su cabello.Danna se despertó apenada y trató de alejarse, incorporándose en la cama.Eros la miró sorprendido y se levantó para agarrar la bandeja que tenía en la mesa.—¿Qué haces? Mejor vamos a comer, tengo hambre.Ella asintió con timidez y lo siguió hasta la mesa, aunque todavía se sentía un poco incómoda por la situación. Comieron en silencio, y a medida que pasaba el tiempo, Danna se sentía más avergonzada. Luego de comer él salió de la habitación, ella perezosa se acostó y se quedó dormida, no pasó mucho tiempo cuando sintió unos besos húmedos en su cuello, ella abrió los ojos sofocados y trato de quitárselo de en
Una tarde, Gin entró en la habitación de Danna y le dijo que fuera a la habitación del alfa, que él la estaba esperando. Danna se mostró incrédula por la inusual invitación, pero fue rápidamente hacia allí. Al abrir la puerta, se encontró a Lamia acostada en la cama de su mate. Refunfuñó en su interior y se preguntó a sí misma: "¿Qué hace esta mujer aquí?"—Danna, qué agradable sorpresa.Danna sintió que cerraban la puerta a su espalda y presintió que era una trampa. Sin decir nada, dio la vuelta y caminó hacia la puerta. Tomó el pomo y lo intentó abrir, pero estaba cerrado.—¿Tienes miedo de estar encerrada conmigo, estúpida omega? —murmuró Lamia con malicia.—¡No! Solo que no quiero tener problemas con el alfa —respondió Danna con nerviosismo.Lamia se levantó de la cama y se acercó a Danna con una mirada despiadada.—Oh, no te preocupes, ya me encargaré de que tengas muchos problemas con él. Estoy harta de que te entrometas en mi camino. Eros es mío, él me ama solo a mí y tú no ere
Danna, desde el piso, sollozaba mientras miraba directamente a los ojos oscuros de su mate.—Por favor, no me mates. Yo no le hice nada, caí en una trampa, por favor, créeme —imploró con desesperación.Eros sentía lástima al ver a su mate en ese estado. Había desarrollado un fuerte vínculo con ella, y le dolía hacerla sufrir, pero como alfa de alfas, también debía mantener el respeto y la autoridad entre su manada. Lo que ella había hecho no podía ser ignorado ni perdonado sin un castigo adecuado. Con la mirada seria, observó a los hombres que lo rodeaban, sabía que tendría que tomar una decisión.—Aguántenla de los hombros —él se colocó a su espalda y rasgó su camisa, luego le dio el primer latigazo.Danna soltó un grito desgarrador mientras sus lágrimas empezaron a pelearse por salir rápidamente. Eros le dio un segundo latigazo. Danna sentía el ardor insoportable en cada azote. Decidió tragarse su dolor y, a partir del segundo latigazo, levantó un poco la mirada y vio a Gin riendo c
Danna abrió los ojos poco a poco y se encontró en una cabaña de madera y paja. Estaba recostada sobre unas pieles y la chimenea ardía con un fuego cálido. Al mirar a un costado, vio a una señora de cabello blanco, piel blanca, de unos 60 años, con un tazón en la mano.—Me alegra que hayas despertado. Te trajeron inconsciente y ardiendo en fiebre. Gracias a la diosa Selene, has sanado —expresó la anciana con una amable sonrisa.—¿Quién es usted? ¿Qué hago aquí? ¿Y mi bebé? —preguntó angustiada, tocándose la barriga y con los ojos llenos de lágrimas al recordar las últimas imágenes antes de que todo se volviera negro.—Soy Hécate. Unos lobos salvajes te trajeron a la puerta de mi cabaña. Tu bebé está bien.—¿Lobos sin humanidad? —gritó asustada. Pasó por su mente: “¿Por qué no me comieron? Gracias diosa luna por salvarme de ellos”.—Tranquila, yo también me asusté. Te cuento, hace dos noches unos lobos estaban aullando en la puerta de mi cabaña. Me asomé a la ventana y vi cómo uno de el
A la mañana siguiente, Danna despertó sintiéndose mejor. Se incorporó de las pieles en las que había dormido y acomodo ese espacio. Durante la noche, había percibido los aullidos de las bestias cercanas, pero en lugar de sentir miedo, su corazón latía con curiosidad. Se cuestionaba si su rescate por esas criaturas estaba vinculado a algún propósito de la diosa luna.—¿Cómo amaneciste, mi niña? —preguntó la abuela.—Bien, abuela. Voy a salir a recorrer el área.La anciana se asustó, no quería perderla otra vez.—Afuera están los lobos merodeando la cabaña. Se van y regresan por períodos cortos. ¿No crees que sería mejor que no salgas?Con una mirada cariñosa, Danna trató de calmarla.—Siento en mi corazón que ellos no me causarán daño. Además, me rescataron de aquellos que realmente querían hacerme sufrir.Danna se dirigió con las piernas temblando hacia la puerta. Sin embargo, no era por miedo, sino por el deseo de entender por qué los lobos seguían allí afuera, como si la custodiarán