Los guerreros se adentraron en la manada azul, y un estallido de aplausos y festejos les dio la bienvenida. Las hermanas, al divisar a sus padres, no pudieron contener la emoción y corrieron hacia ellos para abrazarlos.—Hijas, ustedes son mi mayor tesoro, y estas tierras no encuentran mejor protección que la que ustedes brindan —vociferó Danna, con sus ojos llorosos, reflejando la felicidad que le embargaba.—Somos las guerreras que somos gracias a ustedes; ustedes son nuestro faro, nuestro ejemplo a seguir —manifestó Eda, apartándose de su padre y sosteniendo a Mateo en sus brazos.Perseo, al divisar a sus hijos, avanzó hacia ellos con paso firme. Eulio, al ver a su padre, se le lanzó con una sonrisa desbordante mientras balbuceaba emocionado.—Papaaa… yo quiero a papaaa…Perseo envolvió a su hijo en un abrazo, y unas lágrimas silenciosas resbalaron por sus mejillas. En el momento de su captura, jamás habría imaginado que experimentaría de nuevo el cálido consuelo de abrazar a sus p
Magnus entró con paso decidido a la oficina de Eda y cerró la puerta tras de sí, su corazón latía con la intensidad que amaba a su mate. Observó cómo Eda se sentaba en la silla, su expresión reflejando una mezcla de incertidumbre y resentimiento, mientras él tomaba asiento frente a ella.— Mi hijo, ¿cómo está? Los he extrañado. No ha pasado un día desde que me marché, que no he dejado de pensar en ustedes —susurró Magnus, tratando de romper el hielo con una dosis de nostalgia.— Mateo está bien, pero extraña a su padre — Eda, con la mirada gélida, respondió sin titubear.Magnus sintió la necesidad de desentrañar la maraña de emociones que los envolvía, pero buscaba en su mente las palabras adecuadas que se resistían a salir. Tomó una profunda bocanada de aire y expresó.— Eda, estoy aquí porque te amo. No los he abandonado como piensas. Yo también tenía mis propias batallas en la empresa. Comprendo que había una lucha aquí, pero también había una lucha en mi mundo. Creo que estás sien
Eos deslizó su dedo suavemente sobre la herida de Sabrina, luego dirigió una mirada cálida a su hermana, acompañada de una sonrisa amable.—Llevémosla a una habitación; pronto despertará asustada y será mejor que tú hables con ella. Heracles ya la marcó como suya; la herida sanará pronto, y hasta le quedó hermosa —comentó en tono bromista. Su alegría era evidente al saber que la dulce niña pronto formaría parte de la familia.—Donis reclamó lo que es suyo —expresó Dylan soltando una carcajada—. El chico recto y tímido de la familia no haría nada para evitar que su mate se fuera y su lado animal actuó.Heracles lo echo un vistazo matarlo matándola con la mirada. Sentía pena por la pobre chica; para él, era hermosa y su olor lo atormentaba. Siempre convivió con su abuelo; sus primos eran su círculo social, y pocas veces interactuaba con otras lobas. De reojo, observaba a la morena que parecía dormida. Cuando vio que Magnus iba a cargar a su mate, declaró.—Yo la cargo —se puso de pie rá
En ese instante, la puerta se abrió abruptamente, interrumpiendo el intenso beso que compartían.—Veo que se están entendiendo muy bien —intervino Eda con una sonrisa amplia.La vergüenza invadió el rostro de Sabrina al ser descubierta por su amiga. Heracles, levantándose de la cama, se acomodó en la silla cercana.—Amiga, ¿dónde estabas? Bueno, lo que viste, eje, simplemente sucedió en el momento, ya sabes —expreso nerviosa lanzando una mirada a Heracles que estaba igual que ella—. ¡Ay, amiga, fui yo quien lo besó primero! —concluyó, haciendo un puchero avergonzado.—Eda, ella no tiene la culpa. Sabes a qué se debe, —explicó Heracles, tratando de hacerle entender a su prima que es llamado de la conexión entre ellos.—No se preocupen, tortolitos —se acercó a la cama y se sentó en la punta de ella, miró a su amiga con una sonrisa tierna y le preguntó—. ¿Cómo te sientes, Sabri, y qué tal la compañía?—Estoy bien —abrió los ojos de repente, sorprendida—. Amiga —vociferó con asombro—, se
Sabrina se encontraba en la habitación, sintiendo una mezcla de sentimientos que le resultaba desconcertante. En ese momento, Eda entró al baño y, busco un espejo de mano, camino otra vez hacia la cama y le estiro la mano.—Toma y mira tú misma la linda marca que te hizo Donis —comentó, señalando la zona del cuello.Sabrina tomó el espejo y lo ajustó para poder observar la marca. Al verla, se llevó la mano a la boca, notando que la zona estaba ligeramente enrojecida. Sin embargo, la marca no parecía una simple mordida; más bien, tenía la apariencia de un tatuaje hermoso. Un suspiro escapó de sus labios, y con gesto expresivo, le devolvió el espejo a su amiga, haciendo un puchero que reflejaba su confusión y preocupación, decidió abrirse con su amiga.—Sí, es hermosa, no lo voy a negar. Pero yo no estoy preparada para esto, amiga, para tu mundo —Sabrina bajó la mirada, expresando con sinceridad sus temores—. No quiero renunciar a mi sueño de conocer ciudades por un hombre, bueno, un ho
Eda salió de la habitación con cautela como si nada pasara. Bajo las escaleras y llegó donde se encontraba la familia que había llegado para celebrar el cumpleaños de su cachorro.El pequeño Mateo se abalanzó hacia su padre, un destello de alegría se reflejaba en sus ojos mientras extendía los bracitos desesperado para que lo cargara. La conexión entre padre e hijo fue instantánea. Desde ese instante, Magnus se convirtió en el epicentro de la felicidad de su hijo, quien ya no quería estar con nadie más.Eos fue la última en llegar con Perseo y sus gemelos, que alegres corrían y balbuceaban palabras. Las risas flotaban en el aire, como si el tiempo se detuviera para capturar ese preciso momento de unión familiar.Dylan no pudo asistir a la reunión familiar. Él, meses atrás en su viaje hacia la manada Vilkas, había hallado a su mate, o más preciso aún, ella lo había robado y huido en su trayecto hacia la manada.Dylan había dedicado meses buscando a su mate, siguiendo pistas dispersas la
En el bosque, Danna vivía sola en una cabaña. Fue criada en el campo por una pareja de omegas que la encontraron un día flotando en el río, dentro de una cesta. Sus padres murieron cuando ella tenía 18 años; su padre falleció mientras apoyaba al alfa Orfeo en una batalla para proteger las tierras del territorio sur, y su madre, al no tener a su compañero, murió de tristeza.Danna aprendió a sustentarse por sí misma: cosechaba y cazaba su propia comida y, a veces, intercambiaba o vendía sus productos dentro de la manada.Un día, fue al pueblo en busca de provisiones. Ese día la gente estaba alborotada y la plaza se entraba full de personas debido a la coronación del nuevo alfa de alfas. Ella, curiosa, decidió quedarse para observar el acto.El consejo de ancianos y alfas de otras manadas estaban sentados esperando al nuevo alfa de alfa. Eros hacía 6 meses que había asumido su puesto de alfa de la manada azul tras el fallecimiento de su padre en una batalla por defender las tierras del
En la mañana, se despertó temprano y se quedó mirando por la ventana. De repente, sintió un sofocón. Su celo parecía que se había adelantado. Había escuchado que cuando se encuentra a su mate, en algunos casos se adelanta el celo. Es una necesidad fisiológica aparearse y ser marcada por su pareja. Ella estaba sintiendo el olor refrescante y corporal de su mate. Danna trató de calmarse al sentir el sudor erizante recorrer su cuerpo. De repente, sintió cómo de golpe se abrió la puerta, haciendo que se sobresalte.Minutos antes, Eros estaba en su despacho cuando un olor delicioso le provocó escalofríos. Se puso furioso y hechizado, salió a toda velocidad. Sin tocar, entró lamiéndose los labios y cerrando la puerta con los pies.Danna se giró y se sonrojó por la mirada caliente que le transmitía Eros. Él estaba haciendo un esfuerzo extremo para no saltar sobre ella y comérsela entera, dando unos pasos hacia Danna vociferó.—¿Esto es una trampa tuya, omega? ¿Estabas planeando esto para que