Cuando Hope abre los ojos por la mañana no puede evitar dejar salir silenciosas lágrimas al recordar lo que ha ocurrido. Daryl se acerca a ella para abrazarla, Zoe se ha ido a casa para quedarse con los chicos en la mansión de Robert, porque tanto él como su esposa se han quedado esperando por noticias de Daryan.—¿Qué sabes de él? —es lo primero que pregunta.—Salió de la operación muy tarde, lograron contener la hemorragia y quitar el proyectil, rozó el pulmón izquierdo y la vena cava, fue muy complicado… pero está en terapia intensiva, mi amor, estará bien.—Yo… yo quiero verlo, papi… por favor.—Déjame llamar a Steven, pero debes prometerme que no te alterarás, debemos ser fuertes por Daryan y también por sus padres, nunca pensé que un hombre tan grande podía llorar como un chiquillo.Hope asiente y Daryl llama por teléfono a Steven. En pocos minutos llega con esa sonrisa afable que puede dar consuelo en los momentos más duros de la vida.—¿Cómo te sientes?—Creo que tranquila, au
Steven se llevó a su cuñada a una habitación en donde atenderla, mientras que Daryl puso de pie a Hope y la sacó de allí para llevársela a la sala de espera. Lo que vino después fue mucho peor.Le permitieron dejar entrar a ver a Daryan sin todas esas máquinas, pudo darle un beso de despedida y sintió como si él no se hubiese ido, porque sus labios le seguían pareciendo tibios, aunque todo él estaba pálido y frío en aquella cama.Daryl se la llevó a la casa, en donde cayó rendida por algunas horas, las suficientes para tener los sueños más tormentosos de su vida, pero al menos sirvió para recuperar las fuerzas suficientes que necesitaría para hacer lo que se venía.Camina hasta el espejo del baño, allí se ve por completo demacrada, vestida de negro y con el alma destrozada, eso se puede ver en sus ojos. Pasa sus dedos por aquel reflejo, recuerda la imagen de su esposo cayendo al piso del departamento y golpea fuertemente el cristal, rompiéndolo en el proceso y provocándose una herida
Steven logra darle un calmante ligero a Hope, pero ya que no ha dormido cae rendida por todo un día. Cuando se despierta se siente algo desorientada, ve la cama vacía a su lado y recuerda su trágica realidad de ahora.Se sienta en la cama, sin darse cuenta de que su padre está allí sentado vigilando su sueño, por lo que cuando corre al baño para vomitar se sorprende cuando él llega para sostenerle el cabello.—Papi…—Tranquila, mi amor, estoy aquí.Daryl le acaricia la espalda para ayudarla con los espasmos, luego la lleva al lavabo, se lava los dientes e intenta caminar a la cama, pero se desmaya en brazos de su padre.—¡Steven! —en pocos segundos el doctor llega con ellos y comienza a revisar a Hope—. ¿Qué tiene mi hija?—¿Además de pena? Está débil, casi no ha comido estos días y su cuerpo está pidiendo eso. Pediré que le preparen una sopa, aunque puede que con su comida favorita se anime más a comer.—Haré que le preparen pasta, eso siempre le ha gustado —Daryl sale de allí para p
Hope intenta seguir con su vida de una manera distinta. Ahora ya no puede sumirse tanto en el dolor, porque no es solamente ella. En su vientre crece aquel fruto del amor entre ella y Daryan, el único legado real, el fiel testimonio del amor tan grande que ambos sintieron en tan poco tiempo.Valentina se ha cambiado definitivamente para vivir con ella, aunque duerme en el cuarto al lado del suyo. Mientras que Daryl y Zoe se han cambiado con los Sanders para no estar en peligro. Por otra parte, Robert se ha encargado de seguir buscando a Schneider, Bastián tiene intervenido el teléfono de su hermano y gracias a eso están enterándose de varios de los movimientos que están planeando.Por alguna extraña razón, Hope quiere intentar tejerle ella misma algo a su bebé. Ya han pasado tres semanas desde que se enteró de su embarazo y quiere comenzar a moverse. Por lo que llega a la mansión y se encuentra allí a su padre y a Steven, quien se ha quedado de punto fijo en Roma para apoyar en todo l
Mientras los otros dos guardias van empaquetando cada una de las cosas, Yandar paga la cuenta, Hope vuelve a agradecerle y salen de ahí con las compras en dirección al auto, sin embargo, en el camino Hope ve una tienda de bebés y decide que quiere entrar.—Ay, no. Yo no quiero entrar ahí —le dice su hermana—. La verdad es que pensaba pedirte que me llevaras a beber algo. Tengo mucha sed y tal vez un poco de hambre.—Hagamos algo. Como estaremos en una tienda cerrada, se ve bastante seguro y no hay mucha gente, ustedes dos podrían llevar a mi hermana para que compre algo de beber y comer para las dos, mientras que el señor Yandar y yo entraremos a la tienda, y una vez que terminemos nos uniremos a ustedes.—No creo que sea buena idea —dice Marcus con seriedad—. Las órdenes son no dejar a la señora tan expuesta.—Vayan tranquilos. De todas maneras, la señora tiene razón, hay muy poca gente y este lugar es cerrado, no estará expuesta para nada. Ubiquen una mesa que quede bien protegida y
Muchas de las cosas comienzan a volver a la normalidad, excepto porque Hope no sale de su casa a menos que sea para comprar o dar un paseo corto, y Robert permanece fuera de la ciudad, nadie sabe dónde, pero todos saben haciendo qué.Valentina ha regresado a sus clases, por supuesto custodiada para evitar cualquier situación de peligro, razón por lo que Hope está sola en casa, su madre ha debido retomar las riendas de la empresa y su padre ha tenido que hacerse cargo de la fundación.Por esa misma razón es que nadie se da cuenta de que ese día se siente mal producto de las náuseas, hasta que uno de los guardias entra a la casa para saber si necesita ayuda.—¿Hola? —dice Marcus entrando y al no ver a Hope por la casa, decide adentrarse un poco más e ir a llamar a la puerta de su habitación—. ¿Señora Sanders, se encuentra bien?—No… —dice con voz lastimera y Marcus sale corriendo para buscar a los otros dos.El primero en entrar como un vendaval es Yandar, quien abre la puerta y se encu
Los días siguen pasando y Steven le aconseja a Hope que vayan al centro médico para realizarle un ultrasonido. Necesitan saber el estado del bebé y con exactitud cuántas son las semanas de gestación que tiene, ya que no ha cumplido aún los tres meses y su vientre se ve algo abultado.Cuando le confirma el horario de la cita, Hope comienza a alistarse y llama a su equipo de seguridad.—En una hora debo estar en el centro médico, debo realizarme un ultrasonido —ella baja la mirada y sus ojos se anegan de lágrimas.—¿Pasa algo señora? —le pregunta Yandar acercándose a ella.—Es sólo que me gustaría que mi esposo estuviese aquí conmigo —levanta la mirada y sonríe, aunque un par de lágrimas traicioneras salen de sus ojos y ella las limpia rápidamente—. Pero supongo que debo acostumbrarme a la idea de que tendré que hacer todo esto yo sola.—No estarás sola, nosotros le acompañaremos —le dice él con vehemencia.—Pero no pueden entrar los tres conmigo al ultrasonido —les dice con una sonrisa
Hope abre los ojos con cansancio, quiere seguir durmiendo, pero sabe que debe comer algo primero o luego se sentirá peor. Se sienta en la cama e intenta salir de allí, pero un mareo la ataca y prefiere volver a meterse allí, porque tiene miedo de desmayarse y hacerse daño.Toma su teléfono para llamar a su equipo de seguridad, unos minutos después aparecen Marcus y Joseph, mira la puerta frunciendo el ceño porque Yandar no lo hace.—¿Y Yandar? —pregunta con debilidad—. Quiero pedirle que me prepare un desayuno delicioso.—Lo lamento, señora, pero Yandar no está.—¿Salió a alguna parte? ¿Irá a tardarse mucho?—Yandar renunció, señora. Anoche se llevó todas sus cosas y salió de la mansión.—¡¿Qué?! —de pronto Hope recuerda lo ocurrido, se aprieta el puente de la nariz y deja salir un bufido de molestia pura—. Llámelo.—Señora, dijo que era irrevocable…—¡Que lo llame! A mí no me viene con que se va así, sin despedirse y mucho menos que no volverá más… ¡¿Qué se cree?! Condenado hombre.H