Steven logra darle un calmante ligero a Hope, pero ya que no ha dormido cae rendida por todo un día. Cuando se despierta se siente algo desorientada, ve la cama vacía a su lado y recuerda su trágica realidad de ahora.Se sienta en la cama, sin darse cuenta de que su padre está allí sentado vigilando su sueño, por lo que cuando corre al baño para vomitar se sorprende cuando él llega para sostenerle el cabello.—Papi…—Tranquila, mi amor, estoy aquí.Daryl le acaricia la espalda para ayudarla con los espasmos, luego la lleva al lavabo, se lava los dientes e intenta caminar a la cama, pero se desmaya en brazos de su padre.—¡Steven! —en pocos segundos el doctor llega con ellos y comienza a revisar a Hope—. ¿Qué tiene mi hija?—¿Además de pena? Está débil, casi no ha comido estos días y su cuerpo está pidiendo eso. Pediré que le preparen una sopa, aunque puede que con su comida favorita se anime más a comer.—Haré que le preparen pasta, eso siempre le ha gustado —Daryl sale de allí para p
Hope intenta seguir con su vida de una manera distinta. Ahora ya no puede sumirse tanto en el dolor, porque no es solamente ella. En su vientre crece aquel fruto del amor entre ella y Daryan, el único legado real, el fiel testimonio del amor tan grande que ambos sintieron en tan poco tiempo.Valentina se ha cambiado definitivamente para vivir con ella, aunque duerme en el cuarto al lado del suyo. Mientras que Daryl y Zoe se han cambiado con los Sanders para no estar en peligro. Por otra parte, Robert se ha encargado de seguir buscando a Schneider, Bastián tiene intervenido el teléfono de su hermano y gracias a eso están enterándose de varios de los movimientos que están planeando.Por alguna extraña razón, Hope quiere intentar tejerle ella misma algo a su bebé. Ya han pasado tres semanas desde que se enteró de su embarazo y quiere comenzar a moverse. Por lo que llega a la mansión y se encuentra allí a su padre y a Steven, quien se ha quedado de punto fijo en Roma para apoyar en todo l
Mientras los otros dos guardias van empaquetando cada una de las cosas, Yandar paga la cuenta, Hope vuelve a agradecerle y salen de ahí con las compras en dirección al auto, sin embargo, en el camino Hope ve una tienda de bebés y decide que quiere entrar.—Ay, no. Yo no quiero entrar ahí —le dice su hermana—. La verdad es que pensaba pedirte que me llevaras a beber algo. Tengo mucha sed y tal vez un poco de hambre.—Hagamos algo. Como estaremos en una tienda cerrada, se ve bastante seguro y no hay mucha gente, ustedes dos podrían llevar a mi hermana para que compre algo de beber y comer para las dos, mientras que el señor Yandar y yo entraremos a la tienda, y una vez que terminemos nos uniremos a ustedes.—No creo que sea buena idea —dice Marcus con seriedad—. Las órdenes son no dejar a la señora tan expuesta.—Vayan tranquilos. De todas maneras, la señora tiene razón, hay muy poca gente y este lugar es cerrado, no estará expuesta para nada. Ubiquen una mesa que quede bien protegida y
Muchas de las cosas comienzan a volver a la normalidad, excepto porque Hope no sale de su casa a menos que sea para comprar o dar un paseo corto, y Robert permanece fuera de la ciudad, nadie sabe dónde, pero todos saben haciendo qué.Valentina ha regresado a sus clases, por supuesto custodiada para evitar cualquier situación de peligro, razón por lo que Hope está sola en casa, su madre ha debido retomar las riendas de la empresa y su padre ha tenido que hacerse cargo de la fundación.Por esa misma razón es que nadie se da cuenta de que ese día se siente mal producto de las náuseas, hasta que uno de los guardias entra a la casa para saber si necesita ayuda.—¿Hola? —dice Marcus entrando y al no ver a Hope por la casa, decide adentrarse un poco más e ir a llamar a la puerta de su habitación—. ¿Señora Sanders, se encuentra bien?—No… —dice con voz lastimera y Marcus sale corriendo para buscar a los otros dos.El primero en entrar como un vendaval es Yandar, quien abre la puerta y se encu
Los días siguen pasando y Steven le aconseja a Hope que vayan al centro médico para realizarle un ultrasonido. Necesitan saber el estado del bebé y con exactitud cuántas son las semanas de gestación que tiene, ya que no ha cumplido aún los tres meses y su vientre se ve algo abultado.Cuando le confirma el horario de la cita, Hope comienza a alistarse y llama a su equipo de seguridad.—En una hora debo estar en el centro médico, debo realizarme un ultrasonido —ella baja la mirada y sus ojos se anegan de lágrimas.—¿Pasa algo señora? —le pregunta Yandar acercándose a ella.—Es sólo que me gustaría que mi esposo estuviese aquí conmigo —levanta la mirada y sonríe, aunque un par de lágrimas traicioneras salen de sus ojos y ella las limpia rápidamente—. Pero supongo que debo acostumbrarme a la idea de que tendré que hacer todo esto yo sola.—No estarás sola, nosotros le acompañaremos —le dice él con vehemencia.—Pero no pueden entrar los tres conmigo al ultrasonido —les dice con una sonrisa
Hope abre los ojos con cansancio, quiere seguir durmiendo, pero sabe que debe comer algo primero o luego se sentirá peor. Se sienta en la cama e intenta salir de allí, pero un mareo la ataca y prefiere volver a meterse allí, porque tiene miedo de desmayarse y hacerse daño.Toma su teléfono para llamar a su equipo de seguridad, unos minutos después aparecen Marcus y Joseph, mira la puerta frunciendo el ceño porque Yandar no lo hace.—¿Y Yandar? —pregunta con debilidad—. Quiero pedirle que me prepare un desayuno delicioso.—Lo lamento, señora, pero Yandar no está.—¿Salió a alguna parte? ¿Irá a tardarse mucho?—Yandar renunció, señora. Anoche se llevó todas sus cosas y salió de la mansión.—¡¿Qué?! —de pronto Hope recuerda lo ocurrido, se aprieta el puente de la nariz y deja salir un bufido de molestia pura—. Llámelo.—Señora, dijo que era irrevocable…—¡Que lo llame! A mí no me viene con que se va así, sin despedirse y mucho menos que no volverá más… ¡¿Qué se cree?! Condenado hombre.H
Los meses van pasando rápidamente y la amistad entre Hope y Yandar se va estrechando cada vez más. A pesar de que algunas veces ella tiene algunos episodios de tristeza bastante fuertes, en donde el llanto no la dejan avanzar, él se queda junto a ella para consolarla y animarla a seguir adelante.Por supuesto que la familia está apoyándola en todo momento y no se han perdido nada del proceso de crecimiento de su vientre, pero es indudable la manera en que Yandar se ha convertido en alguien muy importante para ella. Jamás encontrará un reemplazo para su esposo, sin embargo, el hombre ha logrado hacer que olvide un poco el vacío que siente en su corazón.Todos los días, tanto por la mañana como por la noche, Yandar le aplica crema en el vientre a Hope. Desde que los gemelos han logrado moverse, estos no dudan en volverse locos dentro del vientre de su madre, deformándolo de maneras bastante graciosas, incluso a veces reaccionan ante la voz del hombre.No digamos ya de la comida que le p
Luego de pasar a Hope a la ha habitación para que descanse, Yandar llega junto a una enfermera quien lleva dos cunitas, mientras que el hombre lleva a cada muchacho entre sus brazos mirándolos orgulloso.Hope se siente cansada, quiere decirle que ya sabe la verdad, pero por otra parte será interesante hacerlo pasar un muy mal rato por tonto. Debió decirle la verdad desde el inicio y le habría provocado menos sufrimiento, pero en esto sería como su madre. Analizaría bien la situación, para luego dar el golpe magistral.—Sin unos niños preciosos —dice la enfermera—. Debo colocarles las pulseras con sus nombres —la mujer se queda viendo a Yandar, pero Hope se aclara la garganta y habla ella.—Yo seré quien le ponga los nombres, su padre no está con nosotros… él murió antes de enterarse siquiera que estas hermosuras venían en camino —deja salir un suspiro y sonríe, porque ya tiene los nombres desde que supiera serían niños, pero no quiso decir nada para que nadie la persuadiera de lo cont