Después de abandonar una relación amorosa turbulenta, ella se ha esforzado mucho, no ha dejado de hacer ejercicios desde que nació su hijo. Durante un tiempo ha ocultado su cuerpo con ropa holgada, no se ha dejado ver por nadie, de no ser por su nana, su entrenador personal y su tío. Su entrenador le ha impuesto una dieta estricta para que ayude a los ejercicios. Ella ha logrado adelgazar, pero con resultados nada agradables. — Tú puedes Sara, ten ánimo, solo recuerda que después de tu embarazo quedaste pesando trescientas libras, toda esa grasa se ha extinguido, ahora solo pesas ciento cincuenta libras, es un gran avance. Solo un esfuerzo más y llegarás a tu meta. —¡Voy a lograrlo, voy a ser fuerte! Este sacrificio no es inútil, he llegado lejos, no puedo retroceder. —Concéntrate en aquello que te motiva y lo lograrás. Tras los meses de arduo esfuerzo, únicamente reinaba un pensamiento y era ser otra, una mujer que Aarón no quebrante, una que sepa defenderse de sus humillaciones
Sara se mira en el espejo para comprobar que todo está perfecto. Coloca una daga en una de sus piernas y una pistola en el bolsillo falso de su vestido. Sabe que tiene que estar preparada, su exmarido no permanecerá inmóvil cuando ella le haga pasar mal el momento. —Llego la hora, por fin te veré de igual a igual Aarón, mi verdadera prueba está por comenzar, ¡Cuento contigo, tío! —Charlie sonríe al ver, la belleza que tiene al frente. —Estaré a tu lado, solo que esta pelea es solo tuya, no interferiré en tu decisión. —Los dos se encuentran en un avión privado que Charlie contrató para regresar a Dinamarca. —Gracias, tío. Me siento bien de estar de regreso, por lo que veo nada ha cambiado por aquí, aunque no tuve la oportunidad de conocerla, ya que el idiota me mantuvo prisionera. —Bienvenida de nuevo a tu pasado, solo espero que no hagas ningún tipo de locura. En este hotel nos hospedaremos, así que disfruta de la belleza que posees, ya quiero ver la cara del idiota de Aarón. —Ún
El turco mira a Aarón sin parpadear, mientras que Sara se divierte con la situación, ahora ella es una mujer que hace que los hombres babeen por ella, algo que jamás reflexiono. Sonreía de manera coqueta para ellos, quería sacar de sus casillas a su idiota exmarido. —Hola, Aarón, a que tengo el gusto de que vengas en persona a saludarme. —No estoy aquí por ti, sino por ella. —¡¡Acaso ella te pertenece!! ¿Es tu mujer? — «yo solamente los observó, esto se está volviendo interesante». Medito. —Ella está conmigo, así que con tu permiso me la llevo. —Tú y quien más, la estoy pasando rico con él. Mi querido turco en que nos quedamos. —Sara intervino, introduciendo sus manos en el antebrazo del buen bailador. El turco sonrió, en ese momento se dio cuenta de que su acompañante de baile, no era cualquier mujer. Le tomo de la cintura para seguir bailando, ella movió de manera más sensual sus caderas provocando a Aarón, quien quedo parado como un estúpido en medio de la pista. Él no tuvo de
Como toda madre, quisiera estar junto a su bebé y verlo crecer día a día, pero la venganza la ha segado por completo, solo vive para hacer pagar a Aarón por todo lo que le hizo en el pasado. Solo necesita una pequeña provocación para volarle la cabeza, aunque ahora que es líder de la mafia, le será imposible hacerlo, pero él no huirá de su ira, esta vez se enfrentará a su peor pesadilla. *Al día siguiente* —¿Me podrías encontrar un conjunto que sea blusa y pantalón? Solo llevaré mi arma pequeña. ¿Me guardas la navaja? Después de lo de aquel día no creo que se atreva a algo conmigo. —Tenga mucho cuidado, aunque sepa defenderse, recuerde que es mujer, y las fuerzas de un hombre lo superan. Le recomiendo que nunca permanezca sola con ese tipo. —No te preocupes, voy a cuidarme. Después de que se vistió, Lucia le hizo una coleta alta y le maquillo de forma natural. Al verse al espejo, muchos pensamientos cruzaron por su mente. Uno de ellos es volverlo loco con el juego de la seducción.
Charlie le había hablado de la amazona, sin embargo, le oculto que era su propia sobrina, Aarón sentía que esa mujer era como un carbón encendido en su trasero. No la soporto en la fiesta, mucho menos teniéndola a su lado en todo momento, a menos que le diera lección que la sometiera.—¡Tu nueva socia! —Sara lo analiza, su cerebro trabaja rápidamente.—Deja de pendejadas, sé que me conoces de antes, ¿acaso me has investigado? —ella se burla.—Tan importante te consideras, no te equivoques, mi tiempo es oro para perderlo en cosas de poco interés. —ella sabe darle donde más le duele. Su ego.Aarón tenía ganas de írsele encima, esa mujer necesita una buena lección, dijo entre sí, sabe que ella está armada, la mujer es peligrosa, pero la tentación es más fuerte, él se dirige a la barra y sirve dos copas, en una de las copas, hecho un polvo sin que ella lo notara.Sara siempre va a un paso delante de él. Sabe que él planea algo, así que no baja la guardia en ningún momento, al verlo venir c
Charlie no podía imaginarse como fue que ella terminó en la clínica, se imaginaba el peor de los escenarios, maquinaba que si Aarón la lastimó de nuevo no se lo perdonaría. —Aquí es. —dijo Fabricio al estar cerca del hospital privado. —¡Vamos a ver qué barbaridad hizo tu hermano! Entraron al hospital buscando información en recepción, le indicaron que esperaran en la sala de espera hasta recibir información por el médico que la atiende, en eso Aarón los vio y se les unió. —¿Qué demonios, pasó? —indaga Charlie, molesto. —Tu sobrina tuvo una convulsión. —¿Por qué? —Charlie está a punto de irse a los golpes. —Por culpa de una droga. —Qué carajos estás diciendo, ella no es ninguna drogadicta. —Le di ketamina. —se rasca la cabeza. —Pedazo de basura, como te atreviste. —Fabricio lo retiene para que no golpee a su hermano. —Ella me retó, es una malcriada, crees que me voy a dejar insultar por una mujer y que no reciba su merecido. —Imbécil. —Charlie le dio un izquierdazo que aven
Al llegar al club exclusivo, Charlie se sentó en la barra y pidió un trago, mientras degustaba su vino mirando fijamente el cristal de la copa, él no se sacaba de la cabeza a Fabricio, toma de un sorbo el contenido de la copa, cuando alguien se le sienta a la par. —Me costó dar contigo. —Charlie queda helado al oír esa voz, era tan familiar. —¿Qué quieres? —A ti. —¡Lárgate! Antes de que mis hombres te den un tiro en la cabeza. —Dame una oportunidad de explicarte. Te juro que si me escuchas… —¡¡Explicar qué!! Que te desapareciste con casi todo mi dinero, estás loca con presentarte ante mí. —No tuve opción. —Charlie golpea la barra llamando la atención de los que los rodean, mira a todos lados, tira el dinero sobre la barra y se marcha, la mujer que se ha presentado ante él es nada más que su amante por cinco años. Quien un día sin decir nada tomo su dinero de la caja fuerte, quien ella le robó la clave y se marchó desapareciendo. —Charlie, por favor, escúchame, solo eso te pido,
Aarón está ansioso para verle la cara de la amazona, para él esa mujer es todo un enigma, no la investiga porque es familia de Charlie y por código no es bueno meterse a problemas con la familia de algún socio, pero esa mujer saca lo peor de él. La ve a través de las cámaras de seguridad que está entrando en el edificio completamente sola, eso lo ve raro, pensó que Charlie le montaría todo un show reclamándole y todo eso, pero en vez de eso ella entra sola a su edificio. —Hermano, la sobrina del señor Charlie, ya llego. —Que entre, déjame a solas con ella. —Hermano, no vayas a hacer ninguna tontería. —No lo haré, solamente quiero hablar con ella. Fabricio solo hizo un ademán con la cabeza negativamente, abrió la puerta y Sara está parada del otro lado, ella le sonrió al verlo, a lo que él le devolvió el gesto, se hizo a un lado para cederle el paso. —¡Buenos, días, señorita! —Hola, Fabricio. —¿El señor Charlie no la acompaño? —Hoy no, tuvo una emergencia personal. —¿Él está