Por primera vez en la vida, Patrick tomaba un vuelo comercial en asiento turista y se sintió extraño, su familia tenía aviones privados, helicópteros y en casos excepcionales, o alquilaban un avión o viajaban en primera clase.Pero a pesar de lo peculiar del asunto, Patrick se sentía entusiasmado. Lo que estaba haciendo parecía una locura, pero él lo veía más como una aventura y una oportunidad para hacer algo bueno, así mantendría ocupada su mente.Además, la compañía de Nicole resultaba agradable.Ella conversaba con él, le comentaba algunos datos de su familia, de las empresas que manejaban y de su esposo, pero datos vagos, Nicole no mencionaba casi nada de su vida personal, lo que despertaba todavía más la curiosidad de Patrick.En realidad, ¿qué la había llevado a hacer esto?, ¿a contratar un gigoló para que finja ser su novio?, él lo quería saber todo, pero no se le daba bien preguntarle y hacer el papel de chismoso.Eso no era de caballero y además, él sabía que, en algún
Nicole respiró profundamente, estaba nerviosa, sentía que todo le temblaba, había llegado a la empresa en dónde su esposo la esperaba listo para firmar el divorcio.Se suponía que ella llegaría con Patrick, que se lo restregaría en su cara, pero… Pero al final, se dio cuenta de que no podía hacerlo.Quizás Walter la había juzgado mal y la había tratado de manipuladora, también la había despreciado por gorda, pero nunca, pero nunca le restregó a otra mujer, siempre la respetó, aunque se tratara de un matrimonio arreglado.Ella era una heredera, ella representaba a su familia, no podía hacer eso. Tenía miedo, pánico de lo que todos dirían, sobre todo el mismo Walter.Seguramente, Brenda la mataría cuando se enterara de la decisión que había tomado, pero de cualquier manera, ya se le pasaría el mal genio y después, Nicole encontraría la forma de devolverle el dinero que le había dado para el gigoló.La secretaria de Walter la saludó viéndola con algo de pena y sintiendo el estómago
—Sí, debes recordarlo… Es que… Walter y yo nos amamos… Tú debes recordar que hace mucho estuvimos juntos y… Bueno, nos reencontramos… — Intentó explicar Tabitha, mostrando una sonrisa avergonzada.—¿Hace cuánto…? — Preguntó Nicole tan rápido que fue inteligible.—¿Qué? — Walter la miró ceñudo.—¡¿Hace cuánto están juntos?!, ¡¿hace cuánto me están viendo la cara de estúpida?!, ¡me estuvieron engañando!, ¡ustedes dos, me estuvieron engañando! — Gritó Nicole con el rostro colorado y las lágrimas cayendo.—¡Ya basta! — Gritó Walter con más fuerza, provocando un estremecimiento en toda la oficina. — ¡¿Quién te crees?!, ¡no tienes ningún derecho de venir a reclamar nada cuando sabes perfectamente que este matrimonio solo es una artimaña tuya y que yo nunca quise estar contigo!, ¡¿hace cuanto?!, ¡¿acaso eso importa?!—Walter… — Musitó Nicole sorprendida.Pero Nicole logró entrever como desde un lado de Walter, Tabitha dejaba escapar una pequeña sonrisa disimuladamente, sin que Wa
Desde la salida del hotel, Patrick había estado siguiendo a Nicole muy de cerca, tomó un taxi que lo dejó en un enorme y lujoso edificio, sede de una empresa.Él bajó del taxi siguiendo los pasos de Nicole, pero sin dejarse ver, la vio subirse en un ascensor, le preguntó a un vigilante por el piso del personal directivo y tomó otro ascensor a un costado para subir.El último piso era el gerencial, contaba con pocas y espaciosas oficinas distribuidas con instalaciones de lujo, Patrick recordaba que Nicole le había mencionado que su esposo era el CEO de la compañía, así que se dirigió a la oficina principal.Allí tenía que estar Nicole, pero cuando ya llegaba a la puerta, Patrick fue detenido por la voz de una mujer.—¡Señor!, ¡¿quién es usted?!, ¡¿a dónde cree que va?! — Voceo la dama, Patrick volteó sorprendido, parecía ser la secretaria del tal Walter Gibson.—Eh, yo… Lamento llegar así, pero… — Patrick se acercó al escritorio de la mujer, quien lo miraba ceñuda. — Vengo con N
Walter tragó grueso, mientras que Patrick seguía sonriente y relajado, con la mano estirada hacia su propio rival.—Pues yo soy Walter, el esposo de Nicole… — Resopló Walter apretando los puños a los costados, ignorando la mano de Patrick.—Corrección, el exesposo de Nicole… ¿O no? — Lo interrumpió Patrick, señalando, con la misma mano que quedó estirada, el documento que Nicole acababa de firmar. — Porque ahora ella es mía.—¿Cómo te atreves…? — Fue a escupir Walter, cuando la mano de alguien lo jaloneó por el brazo.—Cariño… — Musitó Tabitha, confundida con lo que estaba sucediendo, parecía que ambos hombres se estuvieran enfrentando y, ¿por esa mujer?Walter pareció reaccionar al ver la expresión desconcertada de Tabitha, e intentó recuperar la compostura, pero la rabia e indignación no se le iba a pasar como si nada, pues resultó ser una descarada, su exesposa.—¡¿Cómo que tu novio?! — Le soltó Walter a Nicole, llamando la atención de su exesposa. — ¡Tuviste el descaro
Patrick dio un paso al frente, el muy imbécil ese de Walter parecía que necesitaba mucho más escarmiento que unos simples celos, pero Nicole sintió su intención y lo detuvo, deslizando una mano hacia su pecho.Cuando Patrick se contuvo, Nicole volvió a dirigirse a Walter.—No me interesa tu dinero, por mí te lo puedes seguir gastando en los hoteluchos en los que te revuelcas con tu amante… O con las otras que tengas… — Resopló Nicole.—¡Oye! — Tabitha se quejó, zapateando como una niña. Nicole la ignoró.—Vine a pedir lo que por derecho me corresponde, ahora que terminé mi especialización, quiero un puesto de trabajo directivo en la empresa.—¡¿Qué?!, ¡¿estás bromeando?! — Walter sonrió como si le hubieran contado un chiste.—¿Te parece una broma? — Nicole arrugó el entrecejo. — Te recuerdo que esta empresa también le pertenece a mi familia y es mi derecho trabajar en la junta directiva…—No puedes, tú no estás preparada, ¿qué puedes saber tú…?—Terminé mis estudios con
—Gracias. — Musitó de pronto Nicole.—¿Gracias por qué? — Patrick levantó la vista de su plato, haciéndose pasar como si no supiera de qué hablaba ella.—Por no abandonarme… O mejor dicho, por no dejarme abandonarte… Algo así… — Murmuró Nicole con la mirada gacha, avergonzada.Luego de toda la locura en la oficina del ahora exesposo de Nicole, Walter Gibson, ella había invitado a Patrick a un pequeño restaurante cercano para almorzar.Patrick trataba de disimular, pero él no podía dejar de deslizar la mirada hacia ella a cada momento, él se sentía intranquilo, pues aunque todo había acabado por el momento, Nicole todavía lucía muy roja, hinchada y deprimida.Parecía que todo eso le había afectado demasiado, mejor dicho, era obvio que le había afectado, ella se acababa de divorciar, su esposo le había restregado a su amante de la peor manera y lo más cruel era que, aunque se trataba de un matrimonio arreglado, Nicole parecía estar de verdad enamorada de ese sujeto.—¿Cómo lle
Nicole sintió un estremecimiento en el cuerpo, su mirada se perdió al concentrarse en una ventana del restaurante, viendo pasar a los transeúntes en la calle, “más castigo del que tú serías capaz de darle”, ¿eso le acababa de decir Patrick?Patrick prácticamente acababa de conocerla y, ¿tan débil la veía, tan buena y tan incapaz de poner a Walter en su lugar?, la veía como una mujer incapaz de hacer pagar a su exesposo por todas las injusticias y malos tratos.De pronto, a través del mismo cristal de la ventana, Nicole vio tenuemente su propio reflejo, su rostro estaba hecho un desastre, hinchado, enrojecido y todo manchado por el maquillaje corrido con el llanto, ahora ella entendía por qué todos la miraron cuando habían llegado al restaurante.¿En esto se había convertido por su amor a Walter?—¡No! — Voceo Nicole volteándose nuevamente hacia Patrick, llena de convicción. — ¡Eso se acabó!—¿Qué? — Patrick la miró confundido.—No seguiré siendo la mujer tonta que se deja pis