ALEXANDEREstaba revisando unos documentos en mi oficina cuando recibo una llamada de Andrew, tenia ganas de ignorarlo al pensar que quizás me estaba llamando para intentar convencerme de que me alejara de Isabella, cosa que yo no haría, así que decidí contestar para arreglar este asunto de una vez.— ¿Para que me estas llamando? Si es para pedirme que me aleje de Isabella, te aviso de una vez que eso no pasará.— aclaré de una vez, cuando descolgué la llamada antes de dejarlo hablar.— No dejes que Isabella vuelva a casa ni siquiera que se acerque por ahí, incluso no debería salir, su papá estuvo en mi apartamento y atacó a Maddie. — explicó molesto, aunque en su voz podía sentirse la preocupación y yo me estremecí.Ese bastardo había vuelto a atacar a otra chica inocente, lo peor era que había venido en busca de Isabella, ni siquiera me puedo imaginar lo que le hubiese hecho si la encontraba.— Maldita sea, ese sucio bastardo ¿Ella está bien? ¿En que hospital están? — pregunté furios
ISABELLAAlexander me había traído a casa de su abuelo y de aquí no me dejaba salir, ni siquiera había tenido oportunidad de ver a Maddie por lo que me sentía más culpable aún, solo la había podido llamar y disculparme, ella había dicho que no me preocupara y me olvidara de eso, pero no podía, no había hablado mucho con Andrew así qué suponía que las cosas entre ellos iban verdaderamente mal, esto me entristecía mucho, aunque no me podía meter, mucho menos ayudar.Ya han pasado cinco días desde que me trajo aquí y él trata de pasar el mayor tiempo posible conmigo, pero a veces tiene que salir a ver algo de la empresa o verificar como va la búsqueda de mi papá, lo que más deseaba en este momento era que por fin lo atraparan, creo que ya había perdido todo el amor que podía sentir por él, lo que le hizo a Maddie fue la gota que derramó el vaso.Hoy Alexander había tenido que salir, pero no me preocupaba por eso porque estábamos altamente resguardados, él incluso había reforzado el perso
ALEXANDEREstaba reuniéndome con uno de mis socios en un restaurante cuando recibí una llamada de uno de los guardaespaldas que quedaron al cuidado de Isabella y lo que me dijo me llenó de miedo, estaba aterrado de que algo le pudiera pasar.Me estaba avisando que Isabella salió sin decirles nada en uno de mis autos y que cuando intentó acercarse a ella solo aceleró y no la pudieron perseguir, esto no significaba nada bueno, Isabella nunca agarraría uno de mis autos sin decirme y no hubiese salido sin avisarme.Activé el GPS de ese auto para ubicarlo desde mi teléfono y me marcaba que estaba por aquí cerca pero seguía en movimiento, la intenté llamar pero me aparecía como ocupado y con mi corazón latiendo desesperado me fui hasta mi auto sin despedirme de mi socio, lo arranque para seguir a Isabella.Manejé lo más rápido que pude intentando alcanzarla, pero no pude lograrlo y cuando llegué a su destino vi mi auto aparcado cerca de un edificio abandonado y avise a las autoridades antes
ISABELLADesde ese horrible día ya habían transcurrido dos años, fue un momento realmente difícil y superar todo lo ocurrido después fue más difícil aún, pero se hizo y ahora me encontraba aquí mirando hacia el mar, extrañándolo.Todo lo que sucedió ese día fue una locura, al solo pensar en ese día mi cuerpo se estremecía, pero lo único que me aliviaba es que el hombre que me engendró esta preso, pagando su condena y no creo que pueda salir jamás, así que no tendrá la oportunidad de dañar a nadie más.Además que a Mirtha el no pudo alcanzar a hacerle daño y ella ahora vivía con su hermana en Wisconsin, yo había ido a visitarla un par de veces, se encontraba feliz y tranquila, eso me alegraba mucho.Con ese pensamiento continué arreglando la mesa que estaba preparando frente al mar, ya había hecho toda la comida, quería que todo fuera perfecto cuando él llegara, ya que la cena no era la única sorpresa que le daría esta noche.Cuando terminé de acomodar todo lo oí llegar y mi corazón emp
ALEXANDERManeje lo más rápido que pude hacia la casa de Isabella y al llegar toque la puerta pero nadie me respondió y toque con más fuerza pero seguía sin haber respuesta, esto no me gustó nada, presentía que algo no iba bien, así que empecé a patear la puerta para abrirla, luego lidiaría con las consecuencias por irrumpir en una propiedad privada, en este momento lo único que me interesaba era ver que ella se encontrara bien.Pero cuando logre abrir la puerta la conmoción me inundo, no estaba preparado para esta escena, nunca pude imaginarme que la encontraría de esta forma.Era lo mas aterrador que podía vivir, nunca había sentido tanto miedo de algo en mi vida, pero al verla inconsciente y sangrando me sentía totalmente aterrado, yo no quería perderla.Y en ese momento supe que no podía vivir sin ella y peor aun, tampoco quería, no podía soportar vivir en un mundo en que sus preciosos ojitos no brillaran más, sin volver a ver su sonrisa que iluminaba mi vida. Tengo la certeza de
Tres meses antes.ISABELLARecién estaba comenzando mi cuarto semestre de la carrera en psicología, llegando a la universidad, robando miradas a mi alrededor como siempre, decidida y aparentando que tenia el mundo a mis pies, una mascara que había creado para ocultar una realidad bastante vergonzosa y triste que ninguna de las personas que me miraban podrían imaginar gracias a la perfecta imagen de frialdad y distancia que he creado a lo largo de los años.Estaba caminando para dirigirme hacia mi primera clase del día, cuando lo vi, el único hombre que robo mí atención con solo mirarlo, transmitía un aura de tener todo bajo control, una seguridad increíble y con una belleza y cuerpo que complementaba todo lo demás, ¿Quién lo podría ignorar? Definitivamente si había una persona esa no era yo, ni nadie más en esta universidad, ya que todas las mujeres alrededor lo observaban con ganas de devorarlo y los hombres lo veían con algo de recelo ¿ Y como culparlos? Seguramente se sentían algo
ALEXANDERApenas iba llegando cuando la vi, la única razón por la que vine aquí con la excusa de hacer una maestría, Isabella Alarcon luciendo tan hermosa como ninguna otra chica que hubiera visto antes, algo fría e incluso se veía inocente y frágil, parecía un jodido ángel, algo inalcanzable ¿Quién podría decir que debajo de esa apariencia angelical se encontraba un alma podrida? Si no conociera su pasado me engañaría con su belleza, la querría tomar y protegerla de este mundo cruel, pero en cambio la conozco tanto que definitivamente no seré su protector si no que soy de la persona que se tiene que cuidar, quien la quiere destruir. Pero en el momento en que cruzamos miradas a pesar de que solo quiero destruir su mundo como destruyó el de mí hermanita, algo en ella me atrapo, fue casi electrizante, esos ojos azules me envolvieron y casi agradecí cuando retiro su mirada, la seguí observando hasta que finalmente se perdió de mí vista, ya la había visto en fotos pero en persona es mucho
ALEXANDERDespués de pensar que ese día ya no tendría tiempo de acercarme a Isabella, mientras manejaba hacia mi hotel, rápidamente me di cuenta cuan equivocado estaba y tenia la suerte de mí lado, quizás un poder superior si es que existía quería que me encargara de hacer pagar a esta chica por todos sus pecados. Al parecer su auto se había averiado, un Audi que seguramente su querido papi le compro con dinero que no le pertenecía.Que buen momento para mí que tuve la suerte de cruzármela en mi camino hacia el hotel donde me hospedaba, necesitando ayuda y esta vez podría hacer el papel de salvador, así que rápidamente me estacione y camine hacia ella para ofrecer mí ayuda.— Hola, ¿que le paso? Si quieres le puedo echar un vistazo. — me ofrecí y ella salto al darse cuenta de mí presencia, lucia hermosa con su cabello suelto ondeando contra el viento, sus mejillas de porcelana ruborizadas, mientras vestía un pantalón negro alto que delineaba muy bien sus hermosas curvas que combinaba