ALEXANDER
Después de pensar que ese día ya no tendría tiempo de acercarme a Isabella, mientras manejaba hacia mi hotel, rápidamente me di cuenta cuan equivocado estaba y tenia la suerte de mí lado, quizás un poder superior si es que existía quería que me encargara de hacer pagar a esta chica por todos sus pecados. Al parecer su auto se había averiado, un Audi que seguramente su querido papi le compro con dinero que no le pertenecía.Que buen momento para mí que tuve la suerte de cruzármela en mi camino hacia el hotel donde me hospedaba, necesitando ayuda y esta vez podría hacer el papel de salvador, así que rápidamente me estacione y camine hacia ella para ofrecer mí ayuda.— Hola, ¿que le paso? Si quieres le puedo echar un vistazo. — me ofrecí y ella salto al darse cuenta de mí presencia, lucia hermosa con su cabello suelto ondeando contra el viento, sus mejillas de porcelana ruborizadas, mientras vestía un pantalón negro alto que delineaba muy bien sus hermosas curvas que combinaba con una blusa blanca con un escote en v, pero al mismo tiempo parecía un poco preocupada.— Si, por favor y la verdad no se que le paso, simplemente se apago y no enciende. - Respondió dejándome por fin escuchar esa hermosa voz, tan angelical como su apariencia, mientras se hacia a un lado y eso me sorprendió, pensé que no aceptaría mí ayuda, pero al parecer le preocupaba algo.Sin perder mucho tiempo empecé a echar un vistazo al auto, todo indicaba que algo estaba haciendo corto.— Bueno creo que algo está haciendo cortocircuito, si quieres puedes llamar a tu seguro y que venga por el auto o puedo llamar a un mecánico. — Explique buscando sus hermosos ojos y esta vez no me esquivo la mirada.— La verdad es que necesito llegar a mí casa rápido hoy. — Explicó luciendo un poco nerviosa. — y el seguro aun no lo he pagado. — añadió casi apunto de romper en llanto.No se porque pero no me gusto para nada verla así, esto me preocupo un poco pero es algo para lo que ahora no tengo tiempo para detenerme a pensar.— Te puedo llevar a tu casa si quieres y puedo llamar a alguien para que se encargue de tu auto y luego te lo lleve a tu casa.— ¿De verdad podrías hacer eso? — preguntó luciendo casi esperanzada, pero luego al parecer se le ocurrió algo y frunció el ceño. — ¿No seria muy costoso?Al oír eso casi pude romper en una risa irónica, en serio a una chica como ella podría importarle el precio de las cosas teniendo tanto dinero, o quizás era simplemente una avara como su padre, lo cual no seria raro, dado que los dos son terribles personas, no es que yo sea una buena persona, pero no haría ninguna de las cosas que ellos han hecho a otras sin una buena razón, pero sea como sea esta era mí oportunidad.— No, tengo un amigo que se puede hacer cargo y te aseguro que será muy barato y después podemos arreglar eso. — mentí con una sonrisa. — si quieres que te lleve a tu casa vamos. — dije señalando hacia mí Ferrari.Ella dudo por un momento pero al final se subió al auto, creo que estaba demasiado ansiosa en llegar a su casa como para seguir manteniendo su distancia, así que apenas montarse en el auto hablo para indicarme su dirección, yo asentí y encendí el motor.— ¿Y que estudias? — pregunté con mí vista aún fija en la carretera, intentando entablar una conversación.— ¿ Que? — preguntó ella frunciendo el ceño, luciendo confundida.— ¿Qué carrera estás estudiando en la universidad?— Ah, psicología ¿Y tú?Totalmente irónico que esta chica este estudiando psicología, desde que busque su información y leí eso, aún no me lo puedo creer, ¿Por qué alguien como ella estudiaría algo así? ¿ No se supone que tienes que ser alguien bueno y que te interesen los demás? Cualidades que ella no tenía. Además su papá no preferiría que estudiara algo que le sirva para encargarse de sus sucios negocios más adelante ¿O no quería involucrar a su princesita en esto?— Yo estoy haciendo una maestría en Finanzas.Asintió sin decir nada más, cortando así la conversación hasta que llegamos a su casa.— Es aquí. — dijo ella señalando hacia una mansión. — gracias por traerme. — añadió mientras me regalaba esa hermosa sonrisa y luego se giraba para abrir la puerta.— Espera. le dije tomándola por la muñeca y al tocarla de nuevo sentí esa electricidad que ella al parecer también sintió por su estremecimiento. — necesito las llaves de tu auto y tu numero para avisarte cuando lo traigan. — añadí soltando la.Ella solo asintió luciendo un poco aturdida, busco llaves del auto para entregármelas evitando el roce de mi mano y me dicto su numero el cual anote en mi teléfono, para luego observarla mientras salía del auto y se dirigía hacia su mansión y mientras su linda silueta se perdía de vista no pude evitar pensar en lo bien que su padre había aprovechado el dinero que ha robado, espero que lo disfrutara mucho porque pronto no podrá hacerlo, yo mismo me encargare de eso.Sin más arranque mí auto y me dirigí hacia el de ella y me contacte rápidamente con alguien para que viniera por el y lo arreglara. Después de esperar una media hora vinieron por el, les dije que apenas estuviera listo me llamaran y yo me haría cargo del pago y que solo tenían que entregar el auto a la dirección de Isabella sin informar cuanto costo la reparación. Después de eso me fui hacia el hotel, llegué a la suite, ordene algo para almorzar y me fui directamente hacia mí escritorio para ir adelantando mientras esperaba la comida, tenia demasiadas cosas de las cuales encargarme con respecto a la empresa, había decisiones que tomar y mucho papeleo por revisar.Además también tenia que ir a cenar con mí hermana en unas horas, la verdad no tenia nada de ganas de ir, yo la adoro pero con tantas cosas que hacer de la empresa lo menos que quería era ir a su casa a cenar con ella y su madre, más cuando no aguantaba a esa mujer, pero todo en la vida requiere sacrificios y tenia que asegurarme del bienestar de mí hermana.Las horas pasaron y rápidamente llego la hora en la que había quedado en reunirme con mí hermana para la cena, así que me di un baño rápido y me arregle para irme a su casa.Cuando llegue toque la puerta y me abrió el ama de llaves que les había contratado para que las ayudara.— Hola Joven Alexander. — Saludó Carmina.— ¿Cómo está señora Carmina? — pregunté mientras entraba a la casa.— Bien joven ¿Y usted? — preguntó con una sonrisa amable, pero antes de que pudiera contestarle volvió a hablar. — venga por aquí, la señora y la niña no tardan en bajar. — Dijo dirigiendo me hacía el comedor.Poco después de tomar asiento, vi a Emma mientras era tomada de la mano por Amelia caminar hasta la mesa.— Hola Alexander. — Saludó Amelia con esa sonrisa falsa que la caracterizaba.— Hola hermano. — Dijo Emma acercándose a mí para darme un abrazo, no se veía muy bien, parecía un poco enferma.La rodeé con mis brazos para preguntarle cómo está, ella me dijo que estaba intentando recuperarse, pero rápidamente se desvió hacia el tema de Isabella.— ¿Cómo vas? ¿Ya la conociste? — preguntó expectante.— Ya la conocí, estoy viendo la manera de acercarme a ella, pero ven mejor comamos primero. — Dije señalando hacia la mesa.— ¿Qué te pareció? ¿ Te gustó? — Cuestionó con desconfianza mientras me miraba frunciendo el ceño.— No me gusto. — respondí omitiendo el hecho, de que si la hubiera conocido en otras circunstancias hubiera ido detrás de ella para enamorarla y que lo único que me detiene de no terminar loco por ella, es el odio que le tengo y mí promesa, si no fácilmente hubiese caído derretido por su belleza.— Lo sabía, eres el mejor hermano. — dijo mientras se alzaba para darme un beso en la mejilla.— Bueno, comamos. — dije sin querer hablar más del tema.Después de esto la cena transcurrió tranquila y Emma pareció más animada después de nuestra conversación y al terminar Amelia subió con ella para se acueste, pero yo me quede porque necesitaba hablar con Amelia para que me contara la situación con más detalle.— Listo, ya la deje acostada, ¿Qué necesitas saber? — Preguntó sin rodeos mientras se sentaba a mi lado.— ¿ Que ha dicho la psicóloga?— Apenas y ha mejorado, tu mismo lo puedes ver, aun sigue con problemas.— Pero ya han pasado casi dos años de lo ocurrido, Emma debería haber mejorado. — hice una pausa antes de añadir. — Si es necesario hay que cambiarla de psicóloga.— No. — dijo sobresaltándose y pareciendo nerviosa. — Lo que pasa es que si la cambiamos su pequeño progreso se puede ver afectado e incluso empeorar, su psicóloga es muy buena, pero tú sabes lo que necesita Emma para seguir adelante.Explico dejándome poco convencido, pero las decisiones sobre Emma quien las toma es ella, porque es su madre y quien cuida de ella.ISABELLAEntrando a mi casa estaba muy nerviosa y ya no solo por enfrentar a mí padre, después de llegar tarde si no también por Alexander, este hombre tenia algo en él que me atraía más de lo que me gustaría admitir, nunca había conocido a alguien así y nunca había sentido lo que siento cuando lo veo o cuando me toca, esa electricidad que sentí cuando me tomo del brazo me tiene totalmente desconcertada, queriendo descubrir si cada toque suyo se sentirá así, pero se que este hombre tiene algo peligroso en él, lo se por la forma en la que me mira y se que no tengo que acercarme pero es lo único quiero cuando lo veo, todo el control y confianza que transpira me hace querer estar cerca, parece que nada lo podría derribar y que nadie lo podría controlar, te hace sentir que puede dominar el mundo fácilmente, eso es lo que más me atrae además de su impresionante atractivo y esos hermosos ojos grises que hechizan.— ¿Por qué carajos estas llegando tan tarde? — preguntó mí padre furioso mi
ALEXANDERQue divertido es ver a una persona esperanzada pensar que todavía se puede salvar, que puede seguir engañando, que todavía hay una salida, cuando mientras más lucha más profundo se hunde en la trampa que cuidadosamente diseñaste. Es que es realmente gratificante verlos pensar que aun pueden ganar, que están por encima y no hay ley para ellos, cuando ya esta todo perdido, cuando se como terminara todo, este juego definitivamente me encanta.Pobre hombre que en realidad no sabe lo que le espera, pero yo si, por eso termine de mandar otras indicaciones a mis subordinados y más información a la policía, todo yendo tal cual lo planee. Ahora que termine tengo que prepararme para mí cena con Isabella.…— Hola. — saludó ella mientras abría la puerta y se sentaba en el auto con una sonrisa tímida, luciendo más hermosa que nunca, estaba vestida con un vestido rosa corto con mangas princesa, ajustado arriba, resaltando su cintura y suelto abajo, con su hermosa cabellera en una una
ISABELLAYa había pasado una semana desde mí primer beso con Alexander y habíamos salido tres veces más, por suerte mí papa aun no llegaba de su viaje y había podido salir con él y disfrutar tiempo juntos y sobre todo besarnos, besarnos mucho. Cuando estaba con él podía olvidarme de todo, de cada cosa que agobiaba mí mente, por fin podía relajarme y solo dejarme llevar y hacer algo prohibido, sabia que esto estaba muy mal y que Alexander no era un hombre bueno para mí pero se sentía tan bien estar con él, esto era lo mejor que me había pasado, estando con Alexander me sentía tan viva, tan feliz que simplemente no quería pensar en las consecuencias que claramente habría, porque siempre las hay.Pero hoy una vez más podía olvidarme de todo eso junto a él, lo estaba esperando para ver una película, Mirtha hoy tenia el día libre y volvería mañana, así que podríamos pasar tiempo a solas. Sonó el timbre y fui a abrirle corriendo y estaba allí parado tan guapo como siempre vistiendo por prim
ISABELLALos días pasaron y las cosas con Alexander iban muy bien, estar con él me encantaba, lo disfrutaba tanto, me hacía sentir totalmente viva, aunque aún no habíamos dado el siguiente paso en nuestra relación espero que sea muy pronto, me moría de ganas por entregarme totalmente a él y ya había perdido un poco más el miedo después de las últimas sesiones en las cuales el placer nos consumía.Lo único que atormentaba mi mente era el regreso de mí padre, eso si complicaría todo, no sé cómo haré para seguir viendo a Alexander, pero de alguna forma tenía que hacerlo, en estos momentos ya no quiero estar sin él, así que definitivamente encontraré una manera para poder verlo.…— ¿Papá puedo ir a casa de Caroline hoy? Necesito hacer un trabajo que mandaron y es muy importante.— ¿ Por qué mierda tienes que ir? Hazlo tu sola— preguntó un poco molesto.— Papá es que la profesora dijo claramente que tenia que ser en grupo, aparte de que es muy difícil, por favor, te prometo que
ALEXANDERAl apenas irse Isabella supe que tenia algo muy importante que hacer, después de todo necesitaba tiempo con ella para que pudiera caer en mi trampa. Aunque lo que estoy sintiendo por ella casi me hace dar marcha atrás, ya que aun no puedo creer que esta hermosa chica pueda ser tan mala y hacer tanto daño, es que parece un ángel, estar con ella logra algo en mí que en mis 25 años de vida nunca había sentido, me da paz, felicidad y una pasión y posesividad descontroladas, todo con ella encaja y me hace querer hacer cualquier cosa por verla sonreír y destruir a cualquiera que la quiera dañar.Y casi dejo todo mí plan de venir aquí atrás, casi tomo la decisión de irme de nuevo y así encargarme de la empresa y estar con mi familia, olvidarme de Isabella para siempre porque a pesar de no querer hacerle daño se que nunca podría estar con ella, no después de lo que le hizo a mí hermana, no podría traicionarla de esa manera, no podría traicionarme a mí mismo de esa manera, pero lueg
ISABELLACuando me estaba levantando al día siguiente para ir a clases el dolor en mi espalda era realmente insoportable, a pesar de que Mirtha después de que mi papá salió vino a mí habitación y me dio algo para el dolor y me unto crema en los golpes, siempre que me pegaba ella venia a escondidas para ayudarme a curar las heridas, mi papá no lo sabia o quizás si pero no le importaba, ya que sabia que ninguna de las dos haríamos nada para denunciar sus abusos.De todas formas a pesar de su esfuerzo mí espalda dolía demasiado y al verla al espejo no pude aguantar mis ganas de llorar, estaba totalmente marcada con las huellas del cinturón, pequeños cortes y morados en ella, era demasiado triste saber que mi papá era capaz de hacerme algo así.Creo que nunca me había dejado la espalda tan lastimada como ayer, sus golpes fueron más fuertes de lo que son normalmente y también fueron más.En estos momentos es en donde más deseo irme lejos de todo esto, pero como siempre hay algo que me deti
ALEXANDERVi a Isabella a lo lejos, se veía diferente, pero igual de hermosa, resultándome tan atrayente como siempre. Todavía hipnotizado por lo hermosa que es, decidí caminar hasta ella para saludarla sin poder quitarle los ojos de encima.— Hola preciosa. — La salude mientras la rodeaba con mi brazos y le deje un beso en la frente.— Hola. — Saludó ella despues de hacer una pequeña mueca como si la hubiese lastimado que rápidamente enmascaro mientras se alejaba de mis brazos.— ¿Estas bien? ¿te lastime? — pregunte confundido, porque la verdad no tiene sentido que la lastimara cuando solo le di un pequeño abrazo en el cual no use ninguna fuerza.Pero igual decidí preguntar ya que todo en ella el día de hoy me tiene un poco desconcertado, luce diferente y no solo lo digo por su forma de vestir, esta más distante y fría, quizás mi hermana tiene algo de razón y todo en ella es una ilusión que creo para mí.Pero algo dentro de mí aun se niega a creer eso, todo en ella se ha sentido t
ISABELLA— Me voy en unas horas de viaje, aun no se cuando vuelva pero ya sabes como comportarte — Hablo mí papá rompiendo el silencio, mientras estábamos tomando el desayuno.— Esta bien. — dije alegrándome internamente, pero sin demostrárselo a él, por fin me daba una buena noticia.— Quizás tarde más de lo que acostumbro, pero las cosas no van bien con la empresa. — Explicó él, esperando quizás que yo le diera algún tipo de consuelo u opinión sobre eso, pero nunca me han interesado sus negocios y él nunca comparte ese tipo de información conmigo, por lo que su comentario de hoy me tomo desprevenida.— Que mal. — dije en voz baja simplemente y él asintió y continuo comiendo, luciendo preocupado.Pero yo no tenia tiempo para detenerme a pensar en estas cosas, igual no me importaban, hoy era el cumpleaños de Mike, así que si mi papá viajaba podría ir y ver si Alexander quería acompañarme porque no lo he visto desde el día que me fui huyendo de él, nos hemos mandado uno que otro mensaj