ISABELLA— Me voy en unas horas de viaje, aun no se cuando vuelva pero ya sabes como comportarte — Hablo mí papá rompiendo el silencio, mientras estábamos tomando el desayuno.— Esta bien. — dije alegrándome internamente, pero sin demostrárselo a él, por fin me daba una buena noticia.— Quizás tarde más de lo que acostumbro, pero las cosas no van bien con la empresa. — Explicó él, esperando quizás que yo le diera algún tipo de consuelo u opinión sobre eso, pero nunca me han interesado sus negocios y él nunca comparte ese tipo de información conmigo, por lo que su comentario de hoy me tomo desprevenida.— Que mal. — dije en voz baja simplemente y él asintió y continuo comiendo, luciendo preocupado.Pero yo no tenia tiempo para detenerme a pensar en estas cosas, igual no me importaban, hoy era el cumpleaños de Mike, así que si mi papá viajaba podría ir y ver si Alexander quería acompañarme porque no lo he visto desde el día que me fui huyendo de él, nos hemos mandado uno que otro mensaj
ALEXANDERCuando vi a Isabella salir, joder, gracias al infierno que decidí acompañarla a la fiesta, se veía más hermosa que nunca y ese vestido marcaba cada una de sus curvas dejando muy poco a la imaginación, nada más con verla mí polla se puso tan dura que casi traspasa mis pantalones, no puedo imaginarla sola en esa fiesta con tantos hombres a su alrededor teniendo los mismos pensamientos que a mí en este momento me consumen, podría volverme loco solo por imaginarlos deseando la como lo hago yo.— Hola. — Saludó cuando llego hasta a mí, dejando un beso en mí mejilla.— Estas realmente impresionante. — Dije sin poder quitarle los ojos de encima, se veía perfecta.— Gracias, tú también. – Murmuró mientras sus ojos se iluminaban y al mismo tiempo se sonrojaba y me daba una pequeña sonrisa.Maldita sea, ¿Como hago para evitar los sentimientos que ella evoca en mí? ¿quien podría? Si al estar con ella siento que no necesito nada más, a nadie más, solo con verla sonreír me lleno de paz
ISABELLAMe había despertado con un dolor de cabeza terrible, sin poder creer haber bebido tanto, no se porque lo hice, nunca me había pasado algo así y lo peor de todo es que no recuerdo absolutamente nada despues que me subí al auto.Solo espero no haber hecho nada vergonzoso ni haberle dado mucho trabajo a Alexander, me muero de la vergüenza y desde que me desperté ya han pasado algunas horas y aun no encuentro la fuerza de voluntad para llamarlo y disculparme con él por embriagarme de esa manera y que él tuviera que soportarme toda la noche. Cuando decidí que lo mejor era enviarle un mensaje, recibí una llamada de su parte.— Hola — conteste.— Hola preciosa ¿como amaneciste?— Mal, me duele muchísimo la cabeza— me queje.— Por cierto lo siento mucho por ayer.— ¿Por qué te disculpas exactamente? — preguntó inquisitivo.— Bueno por embriagarme así y por cualquier cosa vergonzosa que pude hacer, la verdad es que no me puedo acordar de nada— Al terminar de decir esto lo escuche solta
ISABELLAEntre besos y motivados por la excitación caminamos hasta su hotel y subimos hacia su habitación, él abrió la puerta y al apenas entrar me tomo por la cintura pegándome a su fuerte cuerpo y volvió a devorar mis labios, el calor en mi cuerpo solo se expandía más con su contacto, poder sentir mi suave cuerpo con el poderoso suyo se sentía increíble.Alexander sin dejar de besarnos me cargo y solo rodee su cintura con las piernas mientras nos dirigía a su habitación. Estando en ella me dejo suavemente sobre la cama y se poso encima de mí para seguir besándome mientras alzaba mi vestido y acariciaba mis nalgas.Sus besos eran dominantes y posesivos, me hacían sentir tan bien, que a pesar de mis nervios por lo que pasaría, quería continuar, quería entregar mi cuerpo a este increíble hombre, ya que mi corazón ya me lo había robado.Solo quería entregarme por completo al hombre que se había adueñado de mis pensamientos, en este momento no me importaba lo que deparara el futuro, no i
ALEXANDEREstaba devorándola y ella sabia tan bien, tan jodidamente dulce y le encantaba mi lengua ahí, todo su cuerpo estaba tan excitado y preparado para mí.Verla así tan rendida a la excitación, tan rendida a mis caricias era la puta perfección, lo más hermoso que había visto en mi vida y estoy casi seguro que también será lo más hermoso que veré en toda ella.Isabella ya se estaba retorciendo necesitada y desesperada por su orgasmo, ya estaba tan cerca y yo se lo daría, así que envolví mis labios alrededor de su clítoris y succione un poco fuerte y eso le basto para explotar en mi boca, llenándola de sus deliciosos jugos y mientras ella lucia un poco perdida di una lamida más y ella suspiro.— Serás mi nueva comida favorita— espete lamiendo mis labios, ella no dijo nada y fui acercando mi rostro al suyo encima de ella, pero con mis brazos apoyados en la cama para no aplastar su delicado cuerpo.— Quiero entrar en ti. — dije acariciando con mis nudillos su rostro — ¿tu qui
ALEXANDERIsabella se había quedado dormida en mis brazos rápidamente después del sexo, yo simplemente no podía dormir y solo me quede observándola mientras ella lo hacía.Ella lucia como un jodido ángel, con su piel de porcelana, sus mejillas aun ruborizadas, su hermosa cabellera dorada esparcida por la almohada, era demasiado hermosa y en este momento lucia tan vulnerable y yo era el bastardo más grande con el que se pudo topar, porque aunque no quería hacerle daño, joder no quería que nadie en este mundo le hiciera daño, pero inevitablemente lo haría, no de la forma en la que le prometí a mí hermana ni por la que vine, pero lo haría, porque no lo puedo evitar, todo esto escalo demasiado y ya no puedo remediar nada.Me encantaría no haber venido aquí nunca y simplemente contratar a alguien para que hiciera a lo yo vine, así no la hubiera conocido, no me hubiera terminado enamorando de ella, pero ya es demasiado tarde para pensar en ello y tampoco hubiese querido que un cabron le jod
ISABELLACuando llegue a casa me sentía agotada, habíamos estado mucho tiempo en la playa y me había quemado bastante, pero era tan gratificante lo que vivimos ayer y hoy que no me importaba eso, tendría que echarme algo de crema en el cuerpo y esperar que mi papá no regresara todavía y me viera así.No sabría cómo explicarle mibbronceado.Pasar el tiempo con Alexander después de haberme entregado a él por primera vez fue fantástico, él me trató todo el tiempo como una princesa y eso me encantaba, fue un día demasiado mágico.Alexander después de un día maravilloso en la playa me dejo aquí en mi casa y a pesar del cansancio, nunca me había sentido tan ligera, tan satisfecha y feliz. Todo lo que vivi con él estos dos días fue perfecto, cada pequeña parte y me hizo tan feliz, no recuerdo una sola vez en la que fui tan feliz como ahora.Era como un cuento de hadas y tenia miedo de que terminara abruptamente.Esto me asusta un poco, porque siempre que me pasa algo bueno viene algo malo de
ISABELLAHoy con Alexander habíamos ido a almorzar a un lindo restaurante y luego nos habíamos venido a la suite donde él se hospedaba.Estando aquí en su cama, nuestros besos se volvieron rápidamente apasionados, el calor entre mis piernas empezó a emerger y ya podía ver su gran y dura erección.Aun no podía creer que estuvo en mi interior.El deseo nos estaba consumiendo de nuevo y Alexander me besaba cada vez más dominante y hambriento, mordiendo mis labios y esa acción en vez de disgustarme me excitaba, los dos estábamos perdidos en este fuego y él empezó dejar besos y pequeños mordiscos por mi cuello para ir bajando hasta mi abdomen ya desnudo, se sentía tan bien cuando empezó a pasar su lengua y a succionar suavemente allí.Ya estaba perdiendo un poco la cabeza y empecé a dar pequeños gemidos mientras él se tomaba su tiempo en esa parte.— Quiero lamerte. — Pronunció Alexander con voz ronca mientras se acomodaba entre mis piernas y empezaba a bajar mi pantalón junto con mis bra