ISABELLAEntre besos y motivados por la excitación caminamos hasta su hotel y subimos hacia su habitación, él abrió la puerta y al apenas entrar me tomo por la cintura pegándome a su fuerte cuerpo y volvió a devorar mis labios, el calor en mi cuerpo solo se expandía más con su contacto, poder sentir mi suave cuerpo con el poderoso suyo se sentía increíble.Alexander sin dejar de besarnos me cargo y solo rodee su cintura con las piernas mientras nos dirigía a su habitación. Estando en ella me dejo suavemente sobre la cama y se poso encima de mí para seguir besándome mientras alzaba mi vestido y acariciaba mis nalgas.Sus besos eran dominantes y posesivos, me hacían sentir tan bien, que a pesar de mis nervios por lo que pasaría, quería continuar, quería entregar mi cuerpo a este increíble hombre, ya que mi corazón ya me lo había robado.Solo quería entregarme por completo al hombre que se había adueñado de mis pensamientos, en este momento no me importaba lo que deparara el futuro, no i
ALEXANDEREstaba devorándola y ella sabia tan bien, tan jodidamente dulce y le encantaba mi lengua ahí, todo su cuerpo estaba tan excitado y preparado para mí.Verla así tan rendida a la excitación, tan rendida a mis caricias era la puta perfección, lo más hermoso que había visto en mi vida y estoy casi seguro que también será lo más hermoso que veré en toda ella.Isabella ya se estaba retorciendo necesitada y desesperada por su orgasmo, ya estaba tan cerca y yo se lo daría, así que envolví mis labios alrededor de su clítoris y succione un poco fuerte y eso le basto para explotar en mi boca, llenándola de sus deliciosos jugos y mientras ella lucia un poco perdida di una lamida más y ella suspiro.— Serás mi nueva comida favorita— espete lamiendo mis labios, ella no dijo nada y fui acercando mi rostro al suyo encima de ella, pero con mis brazos apoyados en la cama para no aplastar su delicado cuerpo.— Quiero entrar en ti. — dije acariciando con mis nudillos su rostro — ¿tu qui
ALEXANDERIsabella se había quedado dormida en mis brazos rápidamente después del sexo, yo simplemente no podía dormir y solo me quede observándola mientras ella lo hacía.Ella lucia como un jodido ángel, con su piel de porcelana, sus mejillas aun ruborizadas, su hermosa cabellera dorada esparcida por la almohada, era demasiado hermosa y en este momento lucia tan vulnerable y yo era el bastardo más grande con el que se pudo topar, porque aunque no quería hacerle daño, joder no quería que nadie en este mundo le hiciera daño, pero inevitablemente lo haría, no de la forma en la que le prometí a mí hermana ni por la que vine, pero lo haría, porque no lo puedo evitar, todo esto escalo demasiado y ya no puedo remediar nada.Me encantaría no haber venido aquí nunca y simplemente contratar a alguien para que hiciera a lo yo vine, así no la hubiera conocido, no me hubiera terminado enamorando de ella, pero ya es demasiado tarde para pensar en ello y tampoco hubiese querido que un cabron le jod
ISABELLACuando llegue a casa me sentía agotada, habíamos estado mucho tiempo en la playa y me había quemado bastante, pero era tan gratificante lo que vivimos ayer y hoy que no me importaba eso, tendría que echarme algo de crema en el cuerpo y esperar que mi papá no regresara todavía y me viera así.No sabría cómo explicarle mibbronceado.Pasar el tiempo con Alexander después de haberme entregado a él por primera vez fue fantástico, él me trató todo el tiempo como una princesa y eso me encantaba, fue un día demasiado mágico.Alexander después de un día maravilloso en la playa me dejo aquí en mi casa y a pesar del cansancio, nunca me había sentido tan ligera, tan satisfecha y feliz. Todo lo que vivi con él estos dos días fue perfecto, cada pequeña parte y me hizo tan feliz, no recuerdo una sola vez en la que fui tan feliz como ahora.Era como un cuento de hadas y tenia miedo de que terminara abruptamente.Esto me asusta un poco, porque siempre que me pasa algo bueno viene algo malo de
ISABELLAHoy con Alexander habíamos ido a almorzar a un lindo restaurante y luego nos habíamos venido a la suite donde él se hospedaba.Estando aquí en su cama, nuestros besos se volvieron rápidamente apasionados, el calor entre mis piernas empezó a emerger y ya podía ver su gran y dura erección.Aun no podía creer que estuvo en mi interior.El deseo nos estaba consumiendo de nuevo y Alexander me besaba cada vez más dominante y hambriento, mordiendo mis labios y esa acción en vez de disgustarme me excitaba, los dos estábamos perdidos en este fuego y él empezó dejar besos y pequeños mordiscos por mi cuello para ir bajando hasta mi abdomen ya desnudo, se sentía tan bien cuando empezó a pasar su lengua y a succionar suavemente allí.Ya estaba perdiendo un poco la cabeza y empecé a dar pequeños gemidos mientras él se tomaba su tiempo en esa parte.— Quiero lamerte. — Pronunció Alexander con voz ronca mientras se acomodaba entre mis piernas y empezaba a bajar mi pantalón junto con mis bra
ALEXANDERLuego de dejar a Isabella poco después recibí un mensaje con la foto y me hizo sonreír a lo tonto, esta chica causa tantas emociones en mí que no me puedo explicar y al mismo tiempo no se si pueda alejarme de ella por lo feliz que soy a su lado, no creo volver a conseguir algo así de nuevo, después de todo los grandes acontecimientos solo suceden una vez y ella es eso, algo único, especial, jodidamente impresionante y hermosa.Una de las personas que si pierdes, por más que busques nunca volverás a encontrar a nadie que te haga sentir de nuevo así.A veces quisiera olvidarme de quienes son nuestros padres, de su pasado y el mío, solo así poder hacerla feliz cada día de mí vida sin sentirme culpable y ser aun más feliz por estar a su lado compartiendo su felicidad.Pero nada están perfecto en este mundo, nada de eso sucederá, aun me quedan cuentas pendientes por cobrar y definitivamente de eso no me puedo olvidar ni siquiera por ella....Estaba en el ordenador revisando algu
ISABELLAAl llegar a casa estaba muy contenta, por otro día con Alexander, estar con él era lo mejor que me había pasado y me hacia tan feliz.— Hola niña. — me saludó Mirtha con una sonrisa.— Hola. — respondí con una sonrisa y voy hacia ella para darle un abrazo.— Que feliz has estado estos días mi niña, eso me alegra mucho. — dijo ella devolviéndome el abrazo.— Gracias por ser tan linda conmigo. — le dije soltándola.— De nada niña, deberías ir a cambiarte. — hizo una pausa acompañada de una mueca antes de añadir. — Tu papá me acaba de llamar para decirme que llegara en unas horas.Asentí mientras asimilaba esta noticia, papá volvería y toda la alegría y relajación de estos días se irían con su llegada, se que no todo puede ser perfecto siempre, pero me hubiese encantado tener más tiempo para seguir disfrutando de la vida junto a Alexander. Ahora tengo que volver a crear excusas por no poder verlo y no me gusta para nada tener que mentirle, pero en momentos así, no tengo otra
ALEXANDERDisfrutaba de mi vaso de whisky frente a mi balcón, sintiendo el viento chocar contra mi rostro y mirando hacia el mar saboreando mi victoria, que estaba muy cerca.Todo estaba saliendo tal cual había planeado, el padre de Isabella ya no tenia salida y lo sabia, debe estar totalmente desesperado esperando un milagro y que alguien lo ayudara, pero nadie medianamente inteligente lo ayudaría en un momento así. Ayudarlo implicaría solo perder dinero que no se recuperara nunca e incluso tener problemas con la ley, solo para intentar salvar a un bastardo que no se lo merece.Por fin pagaría por lo que ha hecho, no solo a mi papá si no a tantas personas más, al fin estaría donde pertenece, encerrado tras las rejas viviendo un infierno, en el cual podrá expiar cada uno de sus pecados.Este era el final de todo, de mi venganza, de su libertad, de mi relación con Isabella y mi estadía aquí, todo esto acabara muy pronto.Y solo me quedare con los recuerdos de ella, de cada momento vivi