ISABELLA — Feliz cumpleaños Isa. — dijo Caroline abrazándome con una sonrisa.— Gracias. — respondí devolviéndole la sonrisa.— Toma. — Extendió una bolsa de regalo hacia mí y cuando la tomé ella comenzó a buscar algo más en su bolso y cuando lo encontró me lo entrega. — Este te lo mando Andrew.Era una hermosa cajita de terciopelo negro con una cinta plateada envolviéndola, que claramente debe tener una joya, le había dicho que no me tenia que regalar nada este año porque estaba lejos, pero típico de Andrew siempre va contra la corriente.— Gracias de nuevo y a él le agradezco más tarde.— Abre el de Andrew y el mío lo abres en tu casa. — Dijo un poco ansiosa.— Los dos los abriré en mi casa.— Por favor Isa, me muero por verlo y Andrew no me dejo abrirlo. — Insistió tomándome del brazo y haciendo puchero.— Esta bien. — Accedí y cuando abrí la cajita quede impactada con la vista, era un collar de oro con un colgante de girasol, mi flor favorita, con pequeños diamantes incrustados e
ISABELLAMediante mi camino a casa recibí muchas llamadas de Andrew, no se si Caroline o Mike le hablaron de lo que paso o si simplemente esta llamando para felicitarme y ver si me gusto su regalo, pero en este momento no quería hablar con nadie, ni siquiera con él, me sentía demasiado rota, solo quería encerrarme en mi habitación para intentar curar mis heridas sola y tratar de asimilar todo esto, así que apague mi teléfono antes de llegar a casa.Cuando llegue me sorprendí al encontrar a mi papá sentado en el sofá, viéndose realmente furioso, como si estuviera a punto de explotar, su cara estaba roja y tenia una botella de whisky en su mano de la que estaba bebiendo directamente, esta vista me atemorizo, nunca lo había visto tan enojado, así que quise solo subir directamente a mi habitación intentando pasar desapercibida hasta que escuche su voz. — No vayas a ningún lado. — gritó levantándose del sofá y yo me quede estática, incluso teniendo miedo de respirar.— Hoy me llego la
ALEXANDERDe regreso al hotel, me sorprendí al encontrar a Caroline en la recepción y cuando se dio cuenta de mi presencia caminó hacia mí furiosa y me dio una bofetada, que no esquive, yo sabia que me la merecía.— ¿Cómo te atreviste a hacerle eso? – preguntó con sus ojos nublándose por las lagrimas que quieren salir.— No quiero hablar de eso, permiso — dije intentando pasar a su lado, pero ella me toma del brazo.— No te vas a ir así, no despues de lo que le hiciste — Masculló y sin poderlo evitar más sus lagrimas empezaron a caer por su rostro — Ella no se merecía eso, confío en ti y te entrego todo de ella.Sus palabras se clavaban profundamente en mi corazón desgarrándolo aun más, quería gritarle que yo no quería que las cosas terminaran así y menos en su cumpleaños, pero a ella no es a quien le tendría que explicar las cosas.— Por favor suéltame. — Pedí lo más calmado que pude, no quiero seguir escuchando cuanto lastime a la mujer que amo y lo idiota que fui al hacerlo.—
Tiempo actual.ALEXANDERLuego de que Isabella salió de emergencias me quede con ella todo el día haciéndole compañía y había pasado la noche en el hospital, pero en la tarde del día siguiente la deje al cuidado de Caroline para ir a mi hotel a darme una ducha y luego arreglar algunas cuentas pendientes.Eso es lo que vine a hacer en el momento que llegue a la casa donde vive mi hermana, yo creía en todo lo que me había contado Caroline pero necesitaba una explicación de Emma o que al menos me rindiera cuenta por sus acciones.— Buenas tardes joven — Saludó Carmina dejándome pasar.— ¿Dónde esta mi hermana? — pregunté directamente, en este momento no tenia tiempo para cordialidades, necesitaba volver cuanto antes al hospital.— En su habitación.— al escuchar su respuesta subí directamente y abrí la puerta de su habitación sin tocar.Ella estaba acostada en la cama al parecer viendo algo en su teléfono y al verme entrar me miro desconcertada.— ¿Qué haces aquí? — preguntó sin preámbulos
ALEXANDEREstaba llegando a la habitación de Isabella cuando un hombre rubio de casi mi misma estatura y complexión al verme camina hacia mi luciendo furioso, puedo deducir que se trata de Andrew al estar aquí acompañado de Caroline y Mike.— ¿Qué haces aquí bastardo? No tienes ningún derecho de acercarte a Isabella. —Dijo entre dientes y apretando la mandíbula.— No eres nadie para decirme que hacer, así que hazte a un lado.— No, quiero que te largues de aquí y que te mantengas alejado de ella.— Me importa una mierda lo que quieras. — solté perdiendo la paciencia.— Este no es lugar para peleas — intervino Caroline mientras se acercaba.— Lo se pero el no merece estar cerca de ella cuando es responsable de lo que le paso.Tengo muy claro que no merezco estar cerca de Isabella, pero simplemente no puedo alejarme y mucho menos si ella esta así, necesito verla bien para así si ella me lo pide alejarme, del resto no lo haría.— Andrew ya basta, vamos por
ALEXANDER— ¿Qué avances han tenido?— preguntó Andrew refiriéndose a la búsqueda del padre de Isabella.Ya había pasado un mes, Isabella estaba totalmente recuperada de los golpes pero aun seguía sin despertar, los doctores decían que todo estaba bien, pero aun así no había respuesta de su parte y era demasiado aterrador ver que pasaban los días y ella aun no lograba abrir sus ojos, nos tenia muy desesperados a todos.En este tiempo Andrew y yo encontramos la manera de estar medianamente en paz, despues de todo pasábamos demasiado tiempo en el hospital con Isabella los dos, por lo que teníamos que buscar como soportarnos, no podíamos hacer una escena en el hospital y era demasiado incomodo ser siempre hostil con una persona que estas todos los días.— Todo igual, lo están buscando pero no ha dejado rastro alguno.— conteste frustrado.Estaba cansado de que Isabella permaneciera en coma mientras ese cobarde estaba libre, sin pagar por lo que le hizo.Era muy frustrante saber que
ISABELLAMi mente despertó primero pero mi cuerpo aun no respondía y pude empezar a escuchar a lo lejos indicios de una conversación en la cual no era capaz de reconocer ninguna voz e intente abrir los ojos pero no lo conseguía y no sabia donde estaba, pero solo podían haber dos respuestas, en un hospital o tirada justo donde me desmaye, no podía creer aun de lo que mi papá fue capaz y me dio miedo el pensar en tener que enfrentarme a ira de nuevo, pero al no reconocer ningún dolor en mi cuerpo me desconcertó y me hizo preguntarme si solo fue una pesadilla, pero rápidamente negué, porque todo había sido demasiado real y todo había dolido demasiado como para ser solo un sueño.Pronto empecé a escuchar mas claramente y pude reconocer a quienes pertenecían las voces y me alivio que ninguna de ellas perteneciera a mi papá.— ¿Seguirás siendo su novio así nunca despierte? ¿Me vas a decir que esperarías por ella toda la vida?— Escuche preguntar a Andrew, estaban hablando de mi, pero est
ISABELLA— Alexander esta aquí, quiere verte— dice Caroline entrando a la habitación con dos vasos de café en sus manos.— Dile que pase.— ¿En serio? — pregunto Andrew desconcertado— pensé que no lo querías ver.— Si, déjalo que pase.— repetí, esperando estar tomando la decisión correcta.Tenia que cortar con esto de una vez, era lo mas sano para los dos, creo que si no aceptaba verlo el seguiría insistiendo y era mejor aclarar todo cuanto antes.Caroline salió para avisarle que pasara y ahí estaba el, luciendo tan impresionante como siempre, pero esta vez al mirarlo mejor, pude darme cuenta de que había perdido peso y eso hizo que se me estrujara el corazón.— Hola, ¿Cómo te has sentido? — pregunto con una pequeña sonrisa, pero se podía notar que estaba nervioso.— Por favor déjennos solos— dije mirando hacia Caroline y Andrew.— ¿Segura? — preguntó este ultimo luciendo poco convencido.— Si, por favor.— dije y ambos salieron.— Por favor siéntate