ALEXANDERAquí estábamos todos los familiares escuchando la lectura del testamento y lo inevitable sucedió, el abogado anunció que mi abuelo me había dejado casi todo, a mis tíos les había dejado solo unas pocas acciones, las casas y carros que él les había comprado antes, nada más que eso, lo cual no era de su agrado, estaban furiosos porque querían más.Querían estar a cargo de la empresa y obtener el poder que yo tengo, para poder ser libres de despilfarrar el dinero a su antojo.— Esto no puede ser.— espeto mi tío Mark levantándose furioso.— nosotros somos sus hijos, este testamento debe ser anulado.— El señor Walton hizo este testamento en pleno uso de sus facultades y tiene testigos, por lo que no puede ser invalidado. — aclaró el abogado, este mismo había trabajado por años para mi abuelo y era de plena confianza, él no permitiría que mis tíos violaran su ultima voluntad.— ¿Quiénes son los testigos?— preguntó mi tío John — este mocoso pudo aprovecharse de pap
ISABELLAHoy temprano había ido a la universidad y por esa razón no había podido acompañar a Alexander a la lectura del testamento, de todas formas se suponía que era algo familiar, así que estaba bien, solo me hubiese gustado estar ahí por si acaso necesitaba mi apoyo.Tenia claro que él era un hombre increíblemente fuerte y poderoso que podía lidiar con todo esto, pero sabia que estas cosas también le afectaban y quería estar ahí para él.Luego de eso había ido al apartamento de Andrew en el cual me tomé mi tiempo para hablar con él y Maddie avisándoles en ese momento que me mudaría, Andrew no estaba nada contento con que el lugar donde iba a vivir era en el apartamento de Alexander, incluso intentó convencerme de que me quedara más tiempo con ellos, a lo que inmediatamente me negué y él no tuvo otra opción que aceptar mi decisión aunque a le parecía muy apresurado por los problemas que Alexander y yo hemos estado enfrentando.No negaré que en este punto estoy de acuerdo con él,
ALEXANDEREstaba revisando unos documentos en mi oficina cuando recibo una llamada de Andrew, tenia ganas de ignorarlo al pensar que quizás me estaba llamando para intentar convencerme de que me alejara de Isabella, cosa que yo no haría, así que decidí contestar para arreglar este asunto de una vez.— ¿Para que me estas llamando? Si es para pedirme que me aleje de Isabella, te aviso de una vez que eso no pasará.— aclaré de una vez, cuando descolgué la llamada antes de dejarlo hablar.— No dejes que Isabella vuelva a casa ni siquiera que se acerque por ahí, incluso no debería salir, su papá estuvo en mi apartamento y atacó a Maddie. — explicó molesto, aunque en su voz podía sentirse la preocupación y yo me estremecí.Ese bastardo había vuelto a atacar a otra chica inocente, lo peor era que había venido en busca de Isabella, ni siquiera me puedo imaginar lo que le hubiese hecho si la encontraba.— Maldita sea, ese sucio bastardo ¿Ella está bien? ¿En que hospital están? — pregunté furios
ISABELLAAlexander me había traído a casa de su abuelo y de aquí no me dejaba salir, ni siquiera había tenido oportunidad de ver a Maddie por lo que me sentía más culpable aún, solo la había podido llamar y disculparme, ella había dicho que no me preocupara y me olvidara de eso, pero no podía, no había hablado mucho con Andrew así qué suponía que las cosas entre ellos iban verdaderamente mal, esto me entristecía mucho, aunque no me podía meter, mucho menos ayudar.Ya han pasado cinco días desde que me trajo aquí y él trata de pasar el mayor tiempo posible conmigo, pero a veces tiene que salir a ver algo de la empresa o verificar como va la búsqueda de mi papá, lo que más deseaba en este momento era que por fin lo atraparan, creo que ya había perdido todo el amor que podía sentir por él, lo que le hizo a Maddie fue la gota que derramó el vaso.Hoy Alexander había tenido que salir, pero no me preocupaba por eso porque estábamos altamente resguardados, él incluso había reforzado el perso
ALEXANDEREstaba reuniéndome con uno de mis socios en un restaurante cuando recibí una llamada de uno de los guardaespaldas que quedaron al cuidado de Isabella y lo que me dijo me llenó de miedo, estaba aterrado de que algo le pudiera pasar.Me estaba avisando que Isabella salió sin decirles nada en uno de mis autos y que cuando intentó acercarse a ella solo aceleró y no la pudieron perseguir, esto no significaba nada bueno, Isabella nunca agarraría uno de mis autos sin decirme y no hubiese salido sin avisarme.Activé el GPS de ese auto para ubicarlo desde mi teléfono y me marcaba que estaba por aquí cerca pero seguía en movimiento, la intenté llamar pero me aparecía como ocupado y con mi corazón latiendo desesperado me fui hasta mi auto sin despedirme de mi socio, lo arranque para seguir a Isabella.Manejé lo más rápido que pude intentando alcanzarla, pero no pude lograrlo y cuando llegué a su destino vi mi auto aparcado cerca de un edificio abandonado y avise a las autoridades antes
ISABELLADesde ese horrible día ya habían transcurrido dos años, fue un momento realmente difícil y superar todo lo ocurrido después fue más difícil aún, pero se hizo y ahora me encontraba aquí mirando hacia el mar, extrañándolo.Todo lo que sucedió ese día fue una locura, al solo pensar en ese día mi cuerpo se estremecía, pero lo único que me aliviaba es que el hombre que me engendró esta preso, pagando su condena y no creo que pueda salir jamás, así que no tendrá la oportunidad de dañar a nadie más.Además que a Mirtha el no pudo alcanzar a hacerle daño y ella ahora vivía con su hermana en Wisconsin, yo había ido a visitarla un par de veces, se encontraba feliz y tranquila, eso me alegraba mucho.Con ese pensamiento continué arreglando la mesa que estaba preparando frente al mar, ya había hecho toda la comida, quería que todo fuera perfecto cuando él llegara, ya que la cena no era la única sorpresa que le daría esta noche.Cuando terminé de acomodar todo lo oí llegar y mi corazón emp
ALEXANDERManeje lo más rápido que pude hacia la casa de Isabella y al llegar toque la puerta pero nadie me respondió y toque con más fuerza pero seguía sin haber respuesta, esto no me gustó nada, presentía que algo no iba bien, así que empecé a patear la puerta para abrirla, luego lidiaría con las consecuencias por irrumpir en una propiedad privada, en este momento lo único que me interesaba era ver que ella se encontrara bien.Pero cuando logre abrir la puerta la conmoción me inundo, no estaba preparado para esta escena, nunca pude imaginarme que la encontraría de esta forma.Era lo mas aterrador que podía vivir, nunca había sentido tanto miedo de algo en mi vida, pero al verla inconsciente y sangrando me sentía totalmente aterrado, yo no quería perderla.Y en ese momento supe que no podía vivir sin ella y peor aun, tampoco quería, no podía soportar vivir en un mundo en que sus preciosos ojitos no brillaran más, sin volver a ver su sonrisa que iluminaba mi vida. Tengo la certeza de
Tres meses antes.ISABELLARecién estaba comenzando mi cuarto semestre de la carrera en psicología, llegando a la universidad, robando miradas a mi alrededor como siempre, decidida y aparentando que tenia el mundo a mis pies, una mascara que había creado para ocultar una realidad bastante vergonzosa y triste que ninguna de las personas que me miraban podrían imaginar gracias a la perfecta imagen de frialdad y distancia que he creado a lo largo de los años.Estaba caminando para dirigirme hacia mi primera clase del día, cuando lo vi, el único hombre que robo mí atención con solo mirarlo, transmitía un aura de tener todo bajo control, una seguridad increíble y con una belleza y cuerpo que complementaba todo lo demás, ¿Quién lo podría ignorar? Definitivamente si había una persona esa no era yo, ni nadie más en esta universidad, ya que todas las mujeres alrededor lo observaban con ganas de devorarlo y los hombres lo veían con algo de recelo ¿ Y como culparlos? Seguramente se sentían algo