Isabella vio cómo Mikel se iba en el auto que la empresa había enviado, e inmediatamente subió a su coche y antes, siquiera encender el motor, tomó el móvil y le marcó a James.
James estaba sobre la esterilla de yoga, torciéndose la espalda con un movimiento casi imposible, solo con el afán de sentir algo que fuera más fuerte y doloroso que su rabia y su impotencia hacia lo que Isabella estaba haciendo para acercarse a Mikel.
Estaba consciente de que no tenía derecho a decirle nada al respecto, también estaba consciente de que no podía simplemente hacerle una escenita porque, entre los dos, no había nada, nada más que una supuesta relación consanguínea, ¡Y de hermanos, nada más y nada menos!, y eso incluso para los empleados de la casa, que nada sabían sobre las mentiras construidas por los dos para mantener a flote toda su patraña.
— Robert, es James, necesito que tengamos una reunión de emergencia con el bufete de abogados que nos representa — James sonaba inquieto y preocupado.— Hola, James, sí por supuesto, ¿Para cuándo quieres la reunión?— De inmediato, la situación es delicada y necesito representación legal, además, no quiero que los demás inversores me tomen la delantera, las decisiones en cuanto a este tema las tomaré yo— ¿Y de qué exactamente estamos hablando, James? — El abogado quiso saber.— De nuestros convenios con Wolf Company, requiero consultarte algo, y es importante, ¿Puedes venir ahora mismo a la mansión? Conversaremos antes de que lleguen los demás, ya sabes que confío plenamente en ti, pero en los demás… bueno, con ellos es más un formalismo que otra cosa.— Claro, ya voy p
Mikel salió de la oficina de su padre echando chispas, casi atropella a la secretaria y se tropezó también con uno de los ejecutivos a quienes Emmett había convocado a una reunión.— Mikel, ¡Necesito hablar contigo!— Ahora no, Sanders, mi padre te espera en su oficina, debo atender a la prensa.— ¿Y qué es lo que les dirás?— Todavía no lo sé, voy a la planta a buscar más información, no quiero caer en las trampas de mi padre, esto no me gusta nada.— Ni a mí, pero confía en Emmett, él siempre sabe cómo sacarnos de este tipo de situaciones — palmeándole la espalda.Mikel pensó que nunca se había tomado la molestia de autenticar la veracidad de las acusaciones hechas contra Wolf Company en el pasado, ¿Y si su padre siempre barría la mugre bajo la alfombra
Mikel entró de nuevo en su oficina después de haber dado las declaraciones oficiales y se sentó en el mueble con un fuerte dolor de cabeza.Emmett entró y mirándolo comenzó a aplaudir su actuación antes las cámaras.— ¡Excelente, hijo! Hoy te luciste, como debe hacerlo un verdadero Wolf — le dijo adulándolo hipócritamente.— No te burles, papá, no estoy feliz por tapar tus mentiras, sabes que todo se sabrá tarde o temprano, no deberías celebrar todavía — Le contestó en tono frío y severo.— Te equivocas, querido Mikel, mi gente ya hablo con los familiares de los afectados, todos han firmado un acuerdo de confidencialidad y, a cambio, me haré cargo de sus gastos médicos.Mikel levantó la vista, asqueado, hacia su padre.— Entonces, ¡si comprarás su silencio,
— Robert, llama a Mikel Wolf, y cítalo para una junta urgente, dile que cenaremos esta noche en el lobby privado del Luna Park, si quiere que lo acompañe su abogado.— ¿Vas a plantearle todo lo que acordamos aquí, tú solo? Creo que deberías ir con alguien más, Isabella, por ejemplo, que es la otra accionista mayoritaria, y quizás Montgomery en representación de los accionistas minoritarios.— No, prefiero hacer esto cara a cara con ese desgraciado, solo me acompañarás tú, no necesito un séquito a mi lado para decirle unas cuantas verdades a ese canalla — Escupió con rabia.Al otro lado de la ciudad, en la planta de cosméticos de Wolf Company, Mikel se comprometía de manera personal con el representante de los obreros afectados, pidiéndoles que todo fuera con la mayor discreción, ya que su padre había acordad
En el lobby privado del elegante restaurante Luna Park, Mikel y su abogado esperaban a Lennox con el corazón en la boca.Mikel sabía que todo el alboroto de los empleados y los químicos le traería más que problemas, y su padre no estaba ahí para asumir la responsabilidad, sino que lo lanzaba a los lobos esperando que pudiera salir ileso de semejante desastre, cosa muy difícil, conociendo la trayectoria de James Lennox y lo que se decía de él en el medio empresarial, ¡Que era implacable!Por algo estaba en la lista de los empresarios más ricos, y había salido tres años consecutivos en la portada de la revista Forbes.— ¿Crees que venga? Está retrasado veinticinco minutos — Mikel resopló haciéndole señas al mozo para que le sirviera el segundo trago de whisky.— Mikel hoy no, por favor — Le aconsejó su a
— James, ¿Crees que Mikel quiera hacer el comunicado? — Robert le preguntó cuándo habían salido del restaurante.— No lo sé, no es Mikel quien me preocupa, ¡Es su padre!, él no es un hueso fácil de roer.— No, no lo es, pero si me lo preguntas, creo que ha sido bueno enviarle un mensaje de que no es el tipo omnipotente que él cree que es.— Espero que así sea, Isabella estaba muy nerviosa con esto, no quisiera alterarla más — James comentó preocupado.— James, ¿Puedo hacerte una pregunta un tanto personal? — Robert se aventuró con cuidado.Lennox asintió con la cabeza.— ¿Qué está pasando entre tú y tu hermana falsa? — la pregunta fue directo a la yugular, Robert conocía muy bien a James, casi desde que era un niño, y hacía dí
Elisa respiró hondo cuando el abogado le extendió los documentos. Alargó la mano temblorosa para tomarlos y leyó con atención.—¿Comprende lo que dice ahí, señorita Alcalá?—Para serle franca comprendo la mitad — dejando escapar el aire.—Básicamente, la señora Beatriz Lennox dejó a su nombre el cincuenta por ciento de sus bienes, creo que no es muy difícil de entender.—Esa parte la comprendo perfectamente, lo que no entiendo es ¿Por qué decidió dejarme un porcentaje tan alto? — Elisa solo podía pensar en la reacción de James, el hijo de Beatriz.Mientras ella todavía hablaba, la puerta del despacho del abogado se abrió y James Lennox entró con elegancia y paso decidido.—Es la misma pregunta que me sigo haciendo — la voz de James era aplomada, pero glacial.—Llegas tarde, James — el abogado, observó ajustándose las gafas.—Tenía negocios que hacer, Robert, a diferencia de otras personas, yo sí me he ganado cada centavo.Elisa tragó grueso y se acomodó en la silla, no era su culpa qu
—¿Señor Wolf? ¿Sigue ahí? — Mikel enmudeció de pronto, sintiendo que un nudo comenzaba a formarse en su garganta.—¿Señor Mikel Wolf? — El policía insistió desde el otro lado de la línea — ¿Sabe si la señora Alcalá tenía otros familiares a quienes podamos informar?Mikel se aclaró la garganta para poder responder.—No, me temo que no.—¿Entonces solo su hijo es familiar directo?—Sí.—¿Tiene planes para el funeral? Si no los tiene, el Estado podrá hacerse cargo en el crematorio del presidio.Por un segundo, la mente de Mikel se quedó completamente en blanco. Si bien era cierto que hacía años, muchos, en realidad, había terminado por su propia decisión la relación con Elisa, el hecho de que muriera no lo hacía feliz, y menos cuando tenía un hijo de diez años a quien explicarle que su madre había muerto de una forma tan horrible, incendiada... ¿No era estúpido cremarla? Mikel sacudió la cabeza para apartar los fatídicos pensamientos.—Bien, ¿Entonces? — La voz del maldito policía comen