Capítulo141
Juana estaba en sumo super contenta de su regreso y como loca solo gritaba:

—¡Isabelita! ¡Isabelita!

Isabella la miró sin poder evitarlo. Juanita parecía haber perdido cualquier atisbo de compostura.

El Rey Benito estaba sentado junto a Isabella, observó a Juana por un momento y pensó:

—Ella se llama Juana, ¿cierto?

—¿El Rey acaso aún la recuerda? —preguntó Isabella, sorprendida.

—Sí, que la recuerdo —respondió Benito con una sonrisa ligera.

—Recuerdo que una vez, cuando fui al Templo del Conocimiento, esta muchacha estaba en un árbol bajando cerezos. Al ver a tu hermano mayor y a mí, se asustó tanto que se cayó del árbol.

Isabella lo miró aún más sorprendida.

—¿Ha estado usted en el Templo del Conocimiento?

—Sí, pero eso fue antes de ir a los Llanos Fronterizos del Sur, yo iba cada año —dijo Benito suavemente, mientras la luz del sol de junio iluminaba sus ojos, aunque pronto se tornaron sombríos—. Después de eso, ya no volví.

—Pues yo nunca lo supe, ni siquiera lo vi en ninguna ocasi
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