Inicio / Hombre-lobo / La Tentación de Anubis / Anubis y los ojos amatistas
La Tentación de Anubis
La Tentación de Anubis
Por: Valkyria Wolf
Anubis y los ojos amatistas

Anubis, Dios de los muertos* estaba molesto. Muyyy molesto.

Solo le habían prohibido dos cosas antes de descender a la Tierra. Primero, no enamorarse de ningún humano y la segunda, incumplir la importante tarea de fecundar una mujer humana virgen. Solo dos simples prohibiciones.

Pero como le dices eso a alguien que ha roto la primera prohibición tan fácilmente que le resultó hasta indignante. La joven durmiendo tranquilamente a su lado era constancia de ello.

Ahí estaba el primer error. Y lo peor del caso es que la no le era indiferente. No era una mujer despampanante ni hermosa a morir pero tenía un encanto único que lo tenía anonadado. Por donde iba la cosa la segunda estaba por mal camino. Era  un dios comprometido con sus tareas pero siempre cometía el error de ser algo sentimental y eso le había demostrado que nunca se terminaba bien.

Un dios enamorado. ¿Dónde se ha visto eso?

Pues al parecer esa sería la primera vez ¿No?

Días antes.

Anubis entró en el Templo Central. Ya era tiempo de cumplir con su tarea. Cada 500 años necesitaba la esencia que se creaba dentro del vientre de una mujer pura para con esa energía abastecer el Orbe Celestial. La principal fuente del Imperio. Sin él no había forma en que ellos pudieran vivir como los grandes dioses.

Las humanas no tendrían recuerdos ni antes ni después del suceso. Como si hubiera sido un hermoso sueño. No tendrían cambios físicos, ni siquiera sabrían que había algo místico dentro de ellas. Simplemente cuando la energía quisiera salir perderían el conocimiento y la energía iría al Orbe.

Una misión que cada Dios tendría que cumplir cada 500 años garantizando así su supervivencia por encima de los humanos pero irónicamente dependiendo de ellos.

-Llegaste- una voz grave retumbó entre las paredes de aquel lugar.

Anubis se arrodilló delante de la persona sentada en el enorme trono de oro lleno de cojines. Ra, el dios supremo y el que decidía sobre la vida de todos.

No habló, no era necesario. Pocas veces entraba a ese lugar y esta vez era por una sola razón. Llegó el momento de descender.

No era algo que le gustaba mucho. Veces anteriores se había encontrado con todo tipo de personas aunque no tenía una mala opinión, solo que esta vez por alguna razón tenía un mal presentimiento.

Aun así ¿Quién era él para negarse? Pues nadie.

Ra vio salir al Dios chacal y sonrió levemente. Esta vez sería realmente interesante.

Datos aclaratorios

*Anubis. Dios de los muertos: es el nombre  del guardián de las tumbas asociado con la muerte y la vida después de la muerte en la religión del Antiguo Egipto, maestro de las necrópolis  y patrón delos embalsamadores, representado como un gran cánido negro acostado sobre su estómago, un chacal o un perro salvaje, o como un hombre con cabeza de perro.

*Orbe Celestial: lo que le da energía al Imperio para mantener el equilibro entre el poder de los dioses y la Tierra. Permite el transporte entre los dos mundos.

*Ra: Dios del cielo, y del origen de la vida. Símbolo de la luz solar, dador de vida,​ y responsable del ciclo de la muerte y la resurrección. Se representa con la cabeza de halcón y disco solar sobre su cabeza.

Capítulos gratis disponibles en la App >
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo