ELLALos amplios pasillos jamás fueron tan largos ni fríos para hacerme sentir insignificante o incapaz de llevar el peso de toda una raza sobre mis hombros. Durante su caminata por el pasillo exterior del palacio hacia el bosque vistiendo solo leggins y top deportivo fue corto, había aprendido hacía mucho que correr sin zapatos en el bosque me generaba una sensación de paz que rara vez podía encontrar en otras cosas.Todos los aromas se mezclaban con fuerza y era abrumador la sobrecarga de sensaciones, aromas y emociones.Mi séquito estaba combinado por mandato de Ragnar; Zhara encabezaba la comitiva seguida de Sergei y Leo; detrás de mí iban 3 guerreros de la furia de la confianza de Ragnar y 3 Askin. Olían a incomodidad pero con un rastro de confianza y orgullo, me gustaba su olor en especial el del más pequeño, era a mantequilla y jarabe de maple.Cuando me lo presentaron, sonreí; era un chico agradable que lucía como un enorme oso grizzly, había un brillo en su mirada y una sonr
ELLa tenía sentada en mi erección, intentaba por todos los medios reprimir el creciente deseo de tomarla así como estaba; tenía sus piernas rodeando mi cintura, le pase las manos por las piernas hasta el trasero y se lo apriete.Es tan carnosa y se desborda de todos los lugares correctos que casi es un crimen tenerla escondida en el bosque. Pero luego recordé a los hombres desnudos del palacio y como me interpuse entre ellos. No quería que nadie la viera, “ella es mía”; estaba celoso aunque lo niegue.-No quiero lastimarte, tomarte con ese cuerpo tan pequeño solo podría herirte. - le masaje el trasero con suavidad, estaba muy calmada. - ¿No dirás nada?.-Ella solo me miraba con esos enormes ojos dorados, su labio inferior regordete era como una manzana acaramelada, brillaba seductoramente, buscando que la mordiera.-Besame Rey Alfa. - me pasó las manos por el cabello y levantó el rostro hasta pegar su frente a la mía. No dejaba de provocar, pasando su mejilla por la mía y sus manos p
ELEstaba al borde de un arranque de furia cuando vi al más pequeño de los hermanos colgado del cuello de Camellia.-¡Oye, oye!, suelta a mi compañera. - la expresión en la cara del joven no cambió mucho, olía a sorpresa; pero aun así la apretó y le pegó su mejilla a la de ella.-Podrá ser tu compañera, pero es mi hermanita. - luego le dio un beso en la mejilla. - No te enojes conmigo, ahora somos familia.-Voltee a ver a Camellia que tenía los ojos en blanco.-Calmate Donovan, no me gusta que molesten a Ragnar. - le jalo la oreja al chico.-¡Ay!, ¡Ay!, si, si; ya. - lo vi soltar a Camellia y bajar la mirada. -Lo lamento. - “Que mierda esta pasando”, no entendía qué carajo significaba que fueran hermanos.-¿Realmente es tu hermano?. - me puse las manos en la cintura y el joven me miró detenidamente.-¡Vaya!, Zhara no mentía cuando dijo que era una bestia. - pero Camellia no le permitió reírse, lo agarró por la oreja y le dio un fuerte tirón; se dio la vuelta llevándose consigo al jo
ELNo había muchas cosas que me sacaran de mis casillas, pero sin duda Samuel era una de ellas; de cierta forma le concede el beneficio de la duda al joven llamado Donovan por que crei que realmente era un mocoso. Pero ahora luciendo como Omar, algo en mi se puso en alerta.-¿Pero qué mierda es eso?. - mi voz tenue, estaba sorprendido y asqueado, busqué explicaciones en Camellia pero ella solo tenía la cabeza echada atrás mientras exhalaba cansada. Ella también estaba pensando lo mismo. Ahora había dos Samuels.-Largo, ambos. - Camellia regreso su vista el frente completamente derrotada. -Vuelvan cuando su edad mental sea superior a su edad física. - les hizo una seña con el dedo hacia la puerta para que se fueran pero los dos la miraron con una expresión de indignación exagerada. Cuando el cuerpo de Donovan volvió a ser el de un adolescente apenas arriba de sus 15’s se acomodó el saco y las mangas de la camisa y se sentó a tomar su té en silencio. Samuel lo siguió, bajando sus pies d
ELLAPodía sentir un cálido cobijo, estaba tan cómoda que cuando me gire sentí la brisa fría corriendo por mi espalda y me estremecí; busqué a tientas la frazada que Zhara dejaba para mi, las almohadas estaban estorbando el paso y las empuje, pero no se movieron, empuje mas fuerte pero no paso nada.Me gire en la cama pero sentía los párpados pesados y seguía somnolienta, cuando me estire le di un golpe a algo que se quejo fuerte. Así que me enderece, me tomó un momento darme cuenta que estaba Ragnar mirando documentos recostado en la cama a mi lado, solo llevaba un pantalón de pijama; tenía el ceño fruncido y me miraba encima de los documentos.-¿Es necesario golpearme?. - me senté en la cama frotándome la cara.-¿Estoy soñando?. - mi voz parecía entrecortada seguramente por el esfuerzo de vomitar; lo vi sonreír calmadamente.-La última vez que alguien me preguntó eso tuvimos que limpiar mucha sangre. No me quejo pero prefiero no hacer enojar a Zhara. -Sentía que todo era irreal. -¡
ELLACasi arruinó un perfecto momento de paz, haciendo estallar una peligrosa bomba de celos; era lo más estupido que había hecho en mi vida. Veía a Ragnar y Leo hablando pero no podía escuchar nada, mi mente repasaba una y otra vez todas las posibilidades que había sobre la mesa.-Camellia, ¡Camellia!.- La voz de Ragnar me regresó al presente.-¿Si?. - desvié la mirada hacia él; el señor Leo Fulmer estaba de pie a su lado con las manos en su espalda mientras me miraba preocupado.-¿Está todo bien?, estás dispersa desde hace un largo rato. - aunque me hablaba quedamente podía detectar ese ligero tono de furia en él.Estaba recargado de lado sobre la enorme silla, con el pecho desnudo y no parecía incomodar el frío. Aunque a mi en lo personal no me importaba, prefería sentir el calor. Le examiné los tatuajes y pude ver la marca roja brillar ligeramente en su pecho; pase mis dedos por mi labio inferior. Después de vomitar todo lo que devore de Marcel, me había quedado un ligero vacío
ELLA-¿Es necesario esto?. - la voz de Meyer me llegó fuerte, mientras caminaba entre la basura y pedazos de cristales en el suelo. Miraba aquí y allá revisando los daños. Las zapatillas pisaban los cristales y hacían un crujido muy particular. Llevaba las manos dentro de las bolsas del pantalón.Ragnar se había mantenido distante desde el incidente; me gustaría pensar que esto se solucionaría pero había un enorme elefante en la habitación con nosotros.-Señor Meyer, deje de preocuparse. Yo estoy bien, además debería preocuparme de los demás; ellos están atrapados conmigo. - Levante el rostro hacia él con una enorme sonrisa.-No me refiero a eso, si no que vino sin escolta y sin hablarlo con el Rey Alfa; él me gusta, ¿sabe?. ¿Puede dejar de ser una niña berrinchuda y arreglarlo?. - me detuve, saqué las manos de las bolsas e hice una expresión de inconformidad.“El tiene razón, realmente lo arruine. Hice un escándalo por algo que pude solucionar hablandolo, pero decidí hacer un berrinc
ELEstaba en la casa privada de Camellia viendo a todos enloquecidos corriendo de un lado a otro, ya no había silencio; parecía el maldito infierno.Maxim seguía gritando en un idioma diferente a Sergei que solo estaba ahí parado completamente ausente de su cuerpo.Yo no podía creerlo, ¿cómo llegamos a este punto?. Camellia tenía más de 28 horas desaparecida y aunque los 3 guardias Askin que iban con ella mantenían contacto e informes constantes; algo dentro de mí me tenía nervioso.-¡Ya basta!, dejen de discutir. - Maxim y Sergei voltearon a verme, yo estaba sentado en la silla trono de Camellia, la de colores pasteles que tanto le gustaba.Zhara incluso vestía ropa de cacería, con arneses en su pecho para sujetar unas dagas y llevaba el cabello recogido, había salido toda la noche a la ciudad a seguir el rastro de ubicaciones que los Askin le habían enviado, con la única meta de saber que estaban haciendo. -Es un hecho que están cazando a alguien porque están dejando un rastro de