ELNo había muchas cosas que me sacaran de mis casillas, pero sin duda Samuel era una de ellas; de cierta forma le concede el beneficio de la duda al joven llamado Donovan por que crei que realmente era un mocoso. Pero ahora luciendo como Omar, algo en mi se puso en alerta.-¿Pero qué mierda es eso?. - mi voz tenue, estaba sorprendido y asqueado, busqué explicaciones en Camellia pero ella solo tenía la cabeza echada atrás mientras exhalaba cansada. Ella también estaba pensando lo mismo. Ahora había dos Samuels.-Largo, ambos. - Camellia regreso su vista el frente completamente derrotada. -Vuelvan cuando su edad mental sea superior a su edad física. - les hizo una seña con el dedo hacia la puerta para que se fueran pero los dos la miraron con una expresión de indignación exagerada. Cuando el cuerpo de Donovan volvió a ser el de un adolescente apenas arriba de sus 15’s se acomodó el saco y las mangas de la camisa y se sentó a tomar su té en silencio. Samuel lo siguió, bajando sus pies d
ELLAPodía sentir un cálido cobijo, estaba tan cómoda que cuando me gire sentí la brisa fría corriendo por mi espalda y me estremecí; busqué a tientas la frazada que Zhara dejaba para mi, las almohadas estaban estorbando el paso y las empuje, pero no se movieron, empuje mas fuerte pero no paso nada.Me gire en la cama pero sentía los párpados pesados y seguía somnolienta, cuando me estire le di un golpe a algo que se quejo fuerte. Así que me enderece, me tomó un momento darme cuenta que estaba Ragnar mirando documentos recostado en la cama a mi lado, solo llevaba un pantalón de pijama; tenía el ceño fruncido y me miraba encima de los documentos.-¿Es necesario golpearme?. - me senté en la cama frotándome la cara.-¿Estoy soñando?. - mi voz parecía entrecortada seguramente por el esfuerzo de vomitar; lo vi sonreír calmadamente.-La última vez que alguien me preguntó eso tuvimos que limpiar mucha sangre. No me quejo pero prefiero no hacer enojar a Zhara. -Sentía que todo era irreal. -¡
ELLACasi arruinó un perfecto momento de paz, haciendo estallar una peligrosa bomba de celos; era lo más estupido que había hecho en mi vida. Veía a Ragnar y Leo hablando pero no podía escuchar nada, mi mente repasaba una y otra vez todas las posibilidades que había sobre la mesa.-Camellia, ¡Camellia!.- La voz de Ragnar me regresó al presente.-¿Si?. - desvié la mirada hacia él; el señor Leo Fulmer estaba de pie a su lado con las manos en su espalda mientras me miraba preocupado.-¿Está todo bien?, estás dispersa desde hace un largo rato. - aunque me hablaba quedamente podía detectar ese ligero tono de furia en él.Estaba recargado de lado sobre la enorme silla, con el pecho desnudo y no parecía incomodar el frío. Aunque a mi en lo personal no me importaba, prefería sentir el calor. Le examiné los tatuajes y pude ver la marca roja brillar ligeramente en su pecho; pase mis dedos por mi labio inferior. Después de vomitar todo lo que devore de Marcel, me había quedado un ligero vacío
ELLA-¿Es necesario esto?. - la voz de Meyer me llegó fuerte, mientras caminaba entre la basura y pedazos de cristales en el suelo. Miraba aquí y allá revisando los daños. Las zapatillas pisaban los cristales y hacían un crujido muy particular. Llevaba las manos dentro de las bolsas del pantalón.Ragnar se había mantenido distante desde el incidente; me gustaría pensar que esto se solucionaría pero había un enorme elefante en la habitación con nosotros.-Señor Meyer, deje de preocuparse. Yo estoy bien, además debería preocuparme de los demás; ellos están atrapados conmigo. - Levante el rostro hacia él con una enorme sonrisa.-No me refiero a eso, si no que vino sin escolta y sin hablarlo con el Rey Alfa; él me gusta, ¿sabe?. ¿Puede dejar de ser una niña berrinchuda y arreglarlo?. - me detuve, saqué las manos de las bolsas e hice una expresión de inconformidad.“El tiene razón, realmente lo arruine. Hice un escándalo por algo que pude solucionar hablandolo, pero decidí hacer un berrinc
ELEstaba en la casa privada de Camellia viendo a todos enloquecidos corriendo de un lado a otro, ya no había silencio; parecía el maldito infierno.Maxim seguía gritando en un idioma diferente a Sergei que solo estaba ahí parado completamente ausente de su cuerpo.Yo no podía creerlo, ¿cómo llegamos a este punto?. Camellia tenía más de 28 horas desaparecida y aunque los 3 guardias Askin que iban con ella mantenían contacto e informes constantes; algo dentro de mí me tenía nervioso.-¡Ya basta!, dejen de discutir. - Maxim y Sergei voltearon a verme, yo estaba sentado en la silla trono de Camellia, la de colores pasteles que tanto le gustaba.Zhara incluso vestía ropa de cacería, con arneses en su pecho para sujetar unas dagas y llevaba el cabello recogido, había salido toda la noche a la ciudad a seguir el rastro de ubicaciones que los Askin le habían enviado, con la única meta de saber que estaban haciendo. -Es un hecho que están cazando a alguien porque están dejando un rastro de
ELLACuando por fin mi cuerpo comenzó a sanar y purgar el veneno del metal de las esquirlas, pude ponerme de pie con trabajos. Ragnar seguía intentando ser amable y eso me molestaba de sobremanera, pero estaba muy cansada para pelear; solo quería darme un largo baño caliente y descansar. No me importo que estuviera en el baño conmigo, me termine de quitar la ropa interior y me metí bajo la regadera para lavar la sangre y suciedad. Tardé una eternidad en quitarme las cosas adheridas a mi cabello; cuando finalmente salí solo me deslice dentro del agua caliente y cerré los ojos esperando que al abrirlos todo mejorará. Escuché la botella destaparse y abrí los ojos.Ahí estaba Ragnar sentado en el suelo, recargando la cabeza en el mismo mueble donde había estado yo hace un rato.-¿Por qué sigues aquí?. - me daba curiosidad.-¿Dónde más estaría?. - estaba inquieto, le dio un trago a la botella y la puso junto a mi.-En tu oficina, trabajando. - volví a cerrar los ojos cansada, suspire esper
ELLARegresé por una cazadora para completar mi atuendo y lo vi; el muy infeliz estaba revisando mis cajones. Luego llegó el aroma a curiosidad, una ligera fragancia a dulce con notas burbujeantes. Pasaba sus dedos por los compartimentos le resultaba nuevo todo lo que estaba viendo; arriba y abajo en donde almacenaba todo lo que hacía juego.Me dio risa verlo completamente fuera de sus cabales, levantó algo y estaba intentando buscarle lógica al bralette que tenía entre manos, incluso hizo una enorme “oh” con la boca.“Es lo mas lindo que he visto”, me quedé viéndolo hasta que sacó un babydoll y lo olió.-¿Te gusta?. - lo vi brincar de la sorpresa pero no lo soltó, solo giró mirándome con los ojos bien abiertos. - ¿También planeas chuparlo?. - Él realmente estaba dudoso, lo vi sonreír nervioso detrás del babydoll.Olía a deseo y mucho pasión, como el chocolate oscuro cuando se funde; se me hizo agua la boca.-Te juro que no planeo nada y no es lo que parece.- me pareció divertido su
ELLA“Estos dramas son lo mejor del día”, estaba sentada en mi sillón trono con los dedos entrelazados bajo mi mentón; completamente fascinada por cómo estaban pasando las cosas.Me gustaba la idea de ver a Maxim confundido y fuera de control, era como recibir regalos, por eso invitaba a los mellizos cada vez que había oportunidad.“Eso me recuerda a alguien”, saque mi móvil y busque el número de Donovan.“Donny a sus servicios mi amadísima hermanita”-¿Estás en casa?. - levanté la vista a Ragnar.“Justo estoy estacionando la SUV afuera. ¿Quieres que meta el regalo?”.-Si. -colgué la llamada ante la mirada atónita de todos. - Todos dedujimos que las manadas del norte tenian que ver, sus miembros y quizas alguno que otro idiota sin sentido comun que creyo poder contra nosotros. ¿Pero la verdad es que ninguno siquiera pensó en la posibilidad de que fueran pícaros o exiliados?, porque yo no. - me puse de pie y caminé hacia la entrada.Donovan entró arrastró por el pie a un hombre que dej