Hola a los uevos lectores, Estoy revisando ortografía, no va a haber cambios en la trama.
𝗣𝗿𝗲𝗳𝗮𝗰𝗶𝗼
Alexander Pávlov, conocido como el Lobo, es uno de los mejores luchadores en la historia de los torneos de boxeo clandestino. Su fuerza y tamaño asombran tanto a sus propios seguidores como a sus rivales. Las peleas las gana tan fácilmente que ni siquiera parece sudar. La gente comenta que parece ser de otro mundo, y bueno, los hombres que miden dos metros con diez centímetros no son muy comunes. De él se esperaría que fuera un luchador torpe debido a su estatura, pero se mueve con la agilidad de los más pequeños. Así que, en resumidas cuentas, Alexander Pávlov es letal.
Sin embargo, en algo tenían razón: él no es un tipo común. Alexander Pávlov es el líder supremo de un clan que está a punto de extinguirse, ya que su gente está siendo cazada. El tiempo apremia y la solución está en sus manos, por eso está viajando por todo el país. Cuando su padre, el antiguo Alfa, Nikolay Pávlov, último en la línea de la familia real, murió, su madre quedó sola.
La magia que estaba ligada al vínculo del Alfa y su Luna murió con él, y debido a esto, los lobos de la manada dejaron de tener compañeras, porque si se acercaban a los humanos, los asesinaban. Sin el poder de la magia de los Alfa, los lobos se volvieron salvajes y sus contrapartes humanas no podían controlarlos. Esta situación se volvió crítica para la supervivencia del clan.
Para tratar de encontrar una solución, Alexander comenzó a luchar. Su esperanza era que, si se hacía bastante conocido y viajaba por todo el país, quizás encontraría una solución. De momento, eso no había pasado. Las mujeres gritaban por él, lo idolatraban, pero no se acercaban; algo en su sangre mantenía lejos a todas, ya que su lobo solo aceptaría tener cerca a su compañera.
Anna, la última princesa nacida, ignora su linaje. Siendo testigo del asesinato de su madre, piensa que las historias de lobos y mates que ella le narraba cuando era niña eran solo cuentos de hadas. No tiene idea de la realidad que le espera ni del destino que la une a Alexander. Cuando Alexander la salva de un acosador, sabe que ha encontrado a su compañera, pero son muchas las fuerzas opositoras que no desean que el clan de los Pávlov pierda la maldición. Esta unión representa una amenaza para aquellos que han estado cazando a su gente y que desean mantener el poder a través de la maldición.
Alexander y Anna se enfrentan a un destino incierto. Por un lado, está la esperanza de restaurar la magia y salvar a su clan. Por el otro, están las fuerzas que buscan destruirlos. La búsqueda de Alexander no es solo por supervivencia, sino también por amor y redención. En cada lucha, en cada viaje, él mantiene la esperanza de encontrar a su compañera y con ella, la clave para liberar a su clan de la maldición que los aqueja. La historia de Alexander Pávlov, el Lobo, es una de valentía, lucha y la búsqueda interminable de un destino mejor para su gente.
Narra AnnaAnna, ese es mi nombre. No se me acerquen, soy la peste. Atraigo la mala suerte, me rodea la muerte y la soledad. Vivir no vale la pena, al menos yo, no he encontrado aún ese qué sé yo, que me haga levantarme cada mañana.¿Era demasiado joven para ser tan sarcástica y amargada? Pensaba mientras caminaba por la calle, sin importarme realmente que era más de medianoche, ni que mi vida podía estar en peligro. Bueno, a decir verdad, nunca fui una de esas personas preocupadas realmente por su propia seguridad. Odiaba mi vida, nunca había buscado suicidarme, pero si un auto me arrollaba, bienvenida la muerte entonces, pensaba.¿Y quién me extrañaría? Realmente, era joven para estar tan sola, pero si nadie me quería pues no podía hacer nada. No crean que no he tratado de ser sociable, pero saben, a veces con mis compañeros de trabajo nos bebemos una copa al acabar el día. Trato de opinar en las conversaciones, pero nada más empezar a hablar y me ignoran, me levanto y me marcho y no
Narra Alexander Mi lobo me gruñe, tiene razón. Mi compañera está herida y debo dejarla marchar.Mi contraparte peluda no está feliz, ¡pero vamos, no estoy feliz tampoco! Ella tiene tan mala opinión sobre sí misma, carga tanta oscuridad que lo mejor es no presionarla. Pero la necesidad de tenerla es abrumadora y ella es diminuta, realmente diminuta. Y siendo así, debería sentir que mantenerla a salvo será sencillo, pero al mismo tiempo siento que es tan frágil que me la pueden quitar en nada de tiempo. Y prueba de ello es verla así, magullada.Dejarla en esa pensión fue difícil, así que hablé con Guillermo y renté el apartamento de al lado. Los demás inquilinos pasaban a mi lado sin siquiera mirarme, tal y como debía ser. Aunque los humanos no sepan sobre mí, mi energía les hace sentirse atemorizados o al menos cautos.Vivir entre humanos resultaba tedioso, porque no podían realmente estar cerca de mí, así que estoy bastante solo y siendo parte lobo, quien disfrutaba de vivir en m
Narrador omniscienteCuando despertó a la mañana siguiente supo que su vida, que esa había cambiado por completo. La experiencia de la noche anterior, los orgasmos… los mordiscos… demonios… ese hombre la había hecho ver las estrellas.Estaba viva por primera vez en su vida y aunque amarlo significaba abrirse a él y mostrarle lo que ella era de verdad, no tenía miedo pues sentía que Xander era igual de vulnerable y que ella, incluso, podría herirlo más de lo que él lo haría con ella. Sentirse tan responsable de alguien era realmente aterrador, pero al mismo tiempo, esa carga aliviaba el vacío que tenía en su vida y en su corazón.Eran compañeros, eso quería decir que él no se iría, no la abandonaría. ¿Pero realmente podría creerlo? Había tenido experiencias muy feas durante su adolescencia. En dos ocasiones trataron de abusar de ella, bueno, es que viviendo en la calle era común, pero en ambas situaciones, los sujetos cayeron muertos a su lado.LITERAL, COMPLETA Y ABSOLUTAMENTE MUERTOS.
Narrador OmniscienteMientras desayunaba sola en casa de Xander, pues este estaba manejando algunos asuntos, Anna pensaba en todo. Antes de la llegada de Xander a su vida, Anna jamás pensó que uno de los más grandes mitos literarios se haría realidad ante sus ojos. Esas criaturas de las películas, las que la aterrorizaron de niña eran reales. Existían, la acechaban, uno de ellos quería mantenerla a salvo, otros matarla.Para sobrevivir debía adaptarse a su mundo, aprender de sus costumbres y confiar en aquel que quería tenerla a su lado por toda la eternidad. Alexander le gustaba, a su lado se sentía segura y el sexo era impresionante, sino de prueba tenía ese dolor agradable en la entrepierna.Mismo que en aquel momento generaba calor y ansiedad, lo necesitaba con ella, pero sabía que estaba ocupado.Conforme avanzaban las primeras horas de la tarde, aquello no se sentía agradable, así que en la cama, retorciéndose de dolor, empezó a llorar mientras lo llamaba por teléfono.—Anna.—Ay
Narrador OmniscienteAlgunas horas después, Anna estaba tomando un baño. De alguna manera, cuando su cuerpo entró en contacto con el agua y gimió con el placer del deleite, pudo percibir los gruñidos inconformes de sus tres compañeros.¿Qué tanto estarían conectados sus lobos sin haberse vinculado? —pensaba juguetona—Lo supo cuando comenzó a enjabonarse los hombros y descendió a sus senos. Inmediatamente, la puerta del baño se abrió, causando que gritara aterrorizada.—Lo siento, cariño, pero si no quieres que en esa tina haya 4 en lugar de 1, deja los jueguitos. Tu loba transmite en directo tus sensaciones y pensamientos.—Quería probar, ya sabes Alexander, ese vínculo. Lo sentí con tus hermanos, pero no sabía si era tan fuerte. Es decir, que si mi mano bajara por mi estómago y más allá del ombligo...—Sí, los tres estaríamos locos por tenerte…— ¿Podrían controlarse como hasta ahora?—No.— ¿Y si yo no quiero que se controlen? Los deseo, a los tres. ¿Qué sucede si lo hacemos juntos,
Narrador omniscienteAl despertar se sintió distinta. Sin moverse de la cama, supo dónde estaban sus compañeros.—IncreíbleDe pronto vino el dolor. Sentía como si fuese un cascarón que empezaba a quebrarse.—Ayuda…Ya sus hombres estaban ahí, le quitaban la ropa para que el cambio fuera sencillo.—Si luchas, dolerá. Esto pasa en cachorros y es más sencillo. Respira, bonita, pasará pronto.— ¿Cómo regreso de nuevo?—Cuando quieras cambiar, tu loba lo sabrá. Confía en ella y déjala salir, porque si la retienes, ella también sufre.—Va a querer salirse a la calle…—No, nos transformaremos también, nuestros lobos evitarán que se vaya. Tenemos detrás de la casa cuatro hectáreas de terreno para que la dejes correr.Al cambiar fue como un pop, similar al sonido de una gaseosa al abrirse. Sus hombres le pusieron un espejo delante. Era totalmente blanca y sus ojos eran amarillos; sus hombres cambiaron y resultó ser de un tamaño similar a ellos, aunque un poco más pequeña.Corrieron, juguetearo
Narrador omniscienteDespués de que Anna abriera el refugio, entró a buscar sus cosas. Mirar las fotos de su mamá, los dibujos, todo aquello fue muy duro.—Tranquila, mi niña.—La extraño.—Lo sé y ella, estoy seguro, te cuida desde algún sitio. Lo importante es que tienes todas estas cosas. Las llevaremos a casa y podrás descansar.Anna descansaba en una postura que dejaba claro que se sentía bien, a pesar de las descargas emocionales a las que se había sometido. Y sus compañeros guardaron sus cosas; sabían que ella no estaba lista aún para ver todo aquello. Un miembro de la manada llegó por la nueva loba; era necesario que otros la cuidaran durante las siguientes treinta y seis horas y ellos tres ya tenían demasiado entre manos con Anna.Alec, que estaba en la cocina, sonrió al mirarla bajar a comer.—Hola, cariño.—¿Y Mary?—Vinieron por ella de la manada, ¿quieres comer?—Muero de hambre. ¿Podrías, por favor, guardarme las cosas que trajimos? Sé que es importante para la manada que
Narrador omniscienteAnna intentaba nunca mirar atrás, las cosas que ya habían pasado no tenían forma de cambiarse, la sensación de ira, arrepentimiento o incluso miedo ya no tenían cabida en su corazón. Su realidad —una bastante desagradable, por cierto— era que su padre no la quería. No recordaba a su mamá y su papá le decía que la había abandonado cuando era una bebé.A su padre no le importaba qué hacía durante el día, mientras no le estorbara estaba bien porque si se atrevía a ser una molestia, la golpeaba. Aquella tarde en especial se sentía nerviosa. Había visto ese todoterreno varias veces y, cuando lo hacía, una marca de nacimiento empezaba a picar.Se decía que los dueños eran tres hermanos, cada uno más guapo que el otro, quienes ocasionalmente bajaban al pueblo y aquel era uno de esos días. Mientras caminaba por allí, se dio cuenta de que su padre tenía razón al llamarla torpe, pues por ir pensando en cómo solucionar su vida se estrelló con una inmensa pared de músculos. Su