Ese pedido bajo, casi un susurro, me hace suspirar con frustración, porque aunque me moleste de sobremanera, es casi como si hubiese saltado con garrocha sobre los muros que acabo de levantar... inútilmente. ¿Por qué no puede dejar las cosas así? ¿Por qué no puede simplemente dejarlo estar? ¿Es tan difícil el hacer lo que le digo? ¿Tan complicado dejar estar el tema? Miro sus ojos y encuentro inmediatamente la respuesta: no servirá de nada negarme a responder, él no va a dejar de insistir, hasta que no le explique el por qué realmente a fondo. No me va a dejar en paz y solo se pone en peligro inútilmente una y otra vez con su maldita terquedad. Gruño frustrada y hundo mis dedos en mi cabello, tirando de las mechas rubias para intentar mantenerme lo más tranquila que puedo y no hacer una locura de la que me pueda arrepentir. Escojo mentalmente mis palabras con cuidado y respiro profundo cuando creo que puedo hablar sin gruñir.-Escucha, no puedo, ¿sí? Tú crees que es muy simple, pero
-Y eso lo reduce a, déjame ver... ¡Ah, cierto! Al noventa y cinco porciento del personal de la Casa Blanca y toda persona que asista a la universidad, ya sea alumnos, profesores o administrativos. Síp, una lista muy corta.-El sarcasmo no es necesario. -Y tu pregunta ridícula. Por supuesto que sé que hay alguien, ¿creés que no lo pensé? Pero si supiera quién es el topo a mi alrededor, te aseguro que ya me habría encargado de su triste y soplón trasero. Con que solo sospechara de alguien, sería suficiente para ponerme a investigar todo sobre él o ella, incluso el número de veces que va al baño por día si me fuese útil, lo que fuera para silenciarlo.-¿Y qué harás entonces?-Conseguí ojos y oídos discretos de la Casa Blanca, mas el tema sigue siendo la universidad. No puedo hacer lo mismo ahí sin delatarme más, no sé quién podría ser y hay demasiadas personas, demasiadas opciones. Podría ser tanto alguien de arriba, con poder para mantenerme bajo su ojo, o alguien de quien no sospechar
Cuando el despertador por fin suena, gruño completamente frustrada. No he dormido absolutamente nada, porque entre el dolor que volvió por la finalización del accionar de los analgésicos y la bronca por lo que pasó anoche, que no pude desfogar porque no puedo ir al gimnasio así como estoy, no pegué ojo en el tiempo que me quedaba para poder descansar. Solo pude pensar y repensar en lo que hablé con J.J. y en quién es el maldito soplón que causó todo esto. Voy a encontrarlo, sin lugar a dudas, y cuando lo haga, va a pagármelas muy caro. Miro la hora y suspiro: aunque me gustaría, no puedo quedarme en cama, Alegra vendrá dentro de poco para trabajar en la tarea que se nos asignó y, aunque en ese momento me pareció la mejor idea de todas el decirle que viniera temprano para tener más tiempo y que solo viniera hoy a la Casa Blanca (todo para no tener que pasar mucho tiempo en el cuarto rosa), ahora me arrepiento y mucho, porque lo que menos tengo ahora mismo, es paciencia y ganas para f
-¿No te gusta el cuarto?-Bueno, no es que sea feo, pero... no, la verdad no mucho. Me siento como si estuviera en la habitación de una niña.-¿Y por qué no dijiste nada antes?-La verdad es que, digamos que no te sentía demasiado accesible como para ser completamente honesta. -¿Y qué cambió?-No lo sé con certeza, solo sé que has estado actuando diferente de forma sutil y que, por alguna razón, siento que puedo abrirme más contigo que antes. No es que anteriormente no me pudiera expresar contigo o que pensara que no podía hablar de forma honesta completamente, es solo que, creo que las experiencias que has estado viviendo, aunque hayan sido horribles, te han ayudado a ser un poco más receptiva, quizás. -Puede que tengas razón. -Eres más tranquila, no gritas demasiado y hasta se puede mantener una conversación más profunda sin que te "aburras" y quieras en seguida cambiar de tema. Esas palabras me dejan muda por un momento, dejándome ver que he estado siendo "demasiado" yo en el ú
Lunes a primera hora, momento de reiniciar la semana y que yo odie a la humanidad. El despertador suena y me levanto sin ánimos, aunque gracias a Dios, con un poco menos de dolor. Estoy bastante acostumbrada a soportar dolor, me entrenaron de esa forma, a no gritar aunque se me rompan los huesos, a tolerar silenciosamente aunque me estén acuchillando, y aunque no es que me guste precisamente, eso no quiere decir que no pueda aguantarlo.Fingir que no sientes, que no te ha afectado lo que te han hecho, te da una ventaja sobre los que te atacan, porque cuando "no sientes", eso suele asustar y frustrar, y tiende a provocar errores de juicio. La ira y el miedo son los peores consejeros al momento de tener que tomar decisiones rápidas, porque no se es lógico en esos momentos.En fin, un día más de fingir, un día más cerca de poder encargarme de ese desgraciado hijo de puta, un día menos para poder conseguir mi "desaparición". Esa es mi mentalidad, lo que me ayuda a no hacer desaparecer a
Lo veo dudar, en sus ojos, ese brillo que me dice que no está seguro, me da la idea de que no está seguro, y decido jugar mi siguiente carta, una que sé que va a hacerlo entender lo que digo.-Sr. Presidente, cuando Osama Bin Laden apareció muerto, Al Qaeda no se quedó quieto o desapareció, por el contrario, sigue en pie y, según artículos, "es más fuerte que nunca". Una de sus mayores fortalezas, es el tener activos en distintos países del mundo. No podemos simplemente dejar que Demetrius muera y el resto viva, porque pasará lo mismo que con ellos. -¿Estás segura de lo que dices? Sobre Demetrius y el Ejécito de los Exiliados, ¿es así como se llaman?-Sí, así. Y sí, lo creo, porque conozco cómo piensan y cómo trabajan. El plan de Trenton y su segundo es una burda ilusión de éxito, que solo terminará por hacer que todo se arruine y que se pierda la oportunidad. Es su decisión, pero piense bien lo que decidirá, pues su hija nunca estará a salvo si escoge mal. Y no, antes de que lo pien
-¿Crees que realmente sea su auto o él? -Créeme, esos rastreadores son casi imposibles de ver. -¿Y por qué se o pusiste en la muñequera? -Porque es de las que no se quitan. Tejida y quemada en la punta para que no se suelte. No está diseñada para ser puesta y retirada, te la atas y la dejas. -Así que estás muy segura de a dónde estás yendo. -Sí, absolutamente. -Pues es una zona bastante jodida, me alegra que hayas cambiado de auto. -Busqué cuáles eran los autos más vendidos en los últimos años aquí y el Toyota Carmy estaba en primer lugar que no fuera una camioneta o todo terreno. Bastante discreto, y no parece nuevo, por lo que es más fácil que pase desapercibido. -¿Lo compraste usado? -No, simplemente me encargué de no parezca nuevo, que tenga un poco de desgaste. De lo contrario, sería demasiado llamativo, ¿no te parece? -Es un buen punto. Reviso el rastreador, que también puede ver J.J. desde su casa, y noto que Alexei ha acelerado hacia la parte más profunda de esa z
El golpeteo de mis uñas contra la superficie de la mesa, es casi complemente opacado por la música de fondo y las charlas de la gente a mi alrededor, la cual pasa de mí como si no estuviera, lo que me dice que no he perdido el toque. La peluca negra sobre mi cabeza, sobre todo con el corte carré con flequillo, los lentes sobre mi cabeza y el atuendo casual con cierto estilo bohemio, hace que nadie pueda reconocerme, lo cual me satisface y mucho.Sé que J.J. aparecerá vestido como siempre, porque él no debe ocultarse, pero yo sí, nadie debe saber que estuve aquí, por lo que me deja mucho más tranquila el saber que lo he conseguido. Mientras espero que me traigan mi café y a que el pelinegro aparezca, reviso los documentos sobre el lugar que he conseguido hasta ahora. Actualmente, pertenece a un conglomerado que, supuestamente, tiene planeas de demoler y reconstruir, lo compraron hace casi cinco meses con ese plan, mas no han hecho nada por cuestiones de "permisos legales" y presupuesto