-Puedes quitarte ya la peluca, nadie te va a ver. Las ventanas, por si no recuerdas, están espejadas. -Sí, me acuerdo, solo estaba revisando. -Como tú digas, ahora voy por los planos físicos. -Gracias, los de la computadora no tenían suficiente definición. Necesito bien ver lo que estoy haciendo. -No te preocupes, te lo imprimiré en ploteo. -¿Por qué tienes esa impresora en tu casa?-Porque me gustan los pósters, y los hago yo mismo sobre lo que me da la gana. Además, a veces hago dinero con eso, pero solo por gusto. No es como si lo necesitara. -No, estoy segura de que no. -Como sea, ponte cómoda, en serio, nadie sabe que estás aquí ni te verá, tienes mi palabra. Una sonrisa tranquilizadora es lo último que recibo de él antes de que desaparezca por las escaleras y no me queda más que suspirar. Sé que tiene razón, que aquí no tengo nada de qué preocuparme, que nadie nos verá y ningún ser vivo se enterará de que estuve aquí, así que, aunque aún estoy bastante reticente, me pong
La luz de la luna es la única que entra por la ventana y da algo de claridad a la estancia en penumbras, iluminando los contornos de los muebles y sobre todo, de la cama, donde yace el cuerpo dormido del pelinegro, el cual se ve tan apacible y relajado, que prácticamente es como una pintura.Por mi lado, estoy sentada en el sofá que hay aquí en una esquina, en las sombras, ya vestida y luchando conmigo misma, pues no estoy segura de qué hacer ahora. He tenido sexo antes, he estado con otros a lo largo de mi vida, y nunca tuve algún tipo de problema o de confusión, siempre estuvo todo claro y, cuando todo terminaba, simplemente me levantaba, me vestía y me iba. Tan simple y sencillo como eso, sin ningún tipo de complicación, reclamo o remordimiento. Entonces, ¿cuál es el problema con esto ahora? ¿Cuál es la diferencia? ¿Por qué no puedo simplemente levantarme e irme como si nada? Me siento como estúpida aquí sentada sin hacer nada, simplemente mirándolo en silencio como una pervertid
Son las seis de la mañana y yo estoy tomando café negro, cargado y solo, para poder mantenerme despierta como corresponde y no como un oso gruñón al que lo sacaron de su maldita hibernación. Jodida noche de porquería, esa pesadilla no hizo más que ponerme los pelos de punta y reafirmar mi idea de que, no solo cometí un error al permitir que eso pasara, sino que también hice bien en irme como lo hice, porque eso me ayudará a poner barreras otra vez. No fue algo sentimental, no fue "hacer el amor", como le dicen a la relación sexual cuando implica sentimientos, sino que fue solo sexo, una necesidad "fisiológica" (si así quieren decirle), un momento de placer y solo eso, nada más, y así quiero que lo entienda, que no crea que hay algún tipo de relación más allá de algo físico. Lo físico suele ser "descartable", por así decirlo: puede pasar una vez, o más, sin embargo, si no hay nada más involucrado, cuando se quiere terminar, es un simple corte y ya, simple y sencillo, sin ningún tipo
En lo que resta e día, no me cruzo ni a J.J. (gracias a Dios, porque después e lo que dije, no sé con qué cara lo miraría ahora), ni tampoco con Alexei, el cual, nuevamente, parece haber desaparecido. Aún sin una casa qué vigilar, sí que lo he estado siguiendo con os rastreadores y, actualmente, ha salido de la ciudad, ni siquiera está cerca, ni él ni el auto, por lo que imagino que ésta es mi oportunidad y decido aprovechar. Es temprano aún, son solo las cuatro, por lo que todavía tengo tiempo de sol que me podría dar una ventana de observación, por lo que decido arriesgarme y, cuando las clases terminan, incito al equipo a volver rápido y, en cuanto estoy cambiada y lista, desaparezco del lugar sin que nadie lo note, como siempre.En cuanto llego al estacionamiento donde está el auto "camuflado" que estoy usando, me subo y arranco, acelerando hasta llegar cerca e mi objetivo, donde dejo el auto lo más escondido que puedo y recorro las últimas calles a pie, siempre oculta de cualqui
Fotos, eso es lo que hay, muchas, quizás unas treinta, que están marcadas como "ANTES" y "DESPUÉS", y todas son mías y de Mailena. Parece que han estado siguiendo vigilando, y que han notado algunos cambios. No gran cosa, solo pequeños cambios en los patrones de comportamiento, mis gestos de aburrimiento y mi falta de reacción ante cosas que, evidentemente, antes sí que provocaban reacciones en la niña de papi. Incluso noto que sonrío mucho menos que ella, aunque, si se la mira bien, queda claro que esas sonrisas son de arrogancia y "superioridad", de que se le han subido mucho los humos. Parece que no han deducido el por qué del cambio, solo tienen cada "detalle" rodeado con un círculo y un signo de interrogación. Y hasta tienen fotografías de los supuestos momentos de "ruptura" que tuve los últimos días con Alexei, quien, dicho sea de paso, también es un detalle que parece que notaron, el distanciamiento que impuse con él, pues él aparece junto a ella en casi el noventa y cinco por
Suspiro y tomo sus manos, separándolas de mi rostro, separándolo de mí antes de que las cosas se pongan mucho más intensas y pierda completamente el control de mi ser. En momentos como estos, agradezco estar apoyada contra el auto, porque aunque fui entrenada para sobreponerme a todo tipo de situaciones límite y jamás me ha temblado el pulso ni una sola vez, sin que importase el momento o lo que hacía, y aquí me tienen ahora, temblando como una maldita gelatina, a pesar de que hago un enorme esfuerzo para que no se note. Es él, solo él puede ponerme así y me molesta tanto... No me gusta perder el control de mí misma, no es algo fácil de lograr tampoco, y sin embargo, a J.J. no le cuesta nada conseguirlo, y me frustra de sobremanera. Además, no desiste, sin importar lo que le diga, no se da por vencido, sigue insistiendo y ya no sé cómo resistirme. -¿No vas a rendiste, no es así? Sin importar lo que te diga. -Nop, eso no está en mi repertorio, prácticamente ni siquiera en mi vocabul
Cuando llego a la Casa Blanca, el Presidente me intercepta para avisarme que, la que me tiene que retocar la espalda, llegará mañana por la mañana, así que tendré que estar temprano. No pienso decirle que, como las últimas noches, saldré cuando quiera y volveré a la hora que quiera sin que se dé cuenta, no gasto mi tiempo en tonterías, y simplemente asiento retirándome a mi cuarto para revisar algunas cosas. No ceno con ellos, no me interesa, por el contrario, paso el resto de la tarde monitoreando los movimientos de Alexei y revisando las grabaciones de la cámara miniatura que dejé escondida en una esquina de esa oficina. No ha habido mucho movimiento, sin embargo, si mis conjeturas son correctas, su actividad más abundante será cuando la noche haya caído por completo y nadie se percate de ellos accediendo a la fábrica abandonada. Aún hay cosas que no me quedan claras, como la participación del Ken humano en todo esto, porque se ha distanciado mucho desde que lo mandé a volar debid
Suaves círculos son dibujados en mi piel con lentitud, subiendo y bajando con calma por el lateral de mi cuerpo, al tiempo en que siento la cálida respiración del pelinegro en mi cuello. Han pasado varios minutos desde que nos acomodamos aquí, y la verdad sea dicha, es que estamos literalmente perdiendo el tiempo, sin embargo, la cruda realidad es que, en éste momento, eso no me interesa en lo más mínimo. Estoy segura de que jamás lo admitiré en voz alta a nadie, ni siquiera a J.J., mas ahora mismo, en ésta posición, en ésta cama, en ésta casa, y con él rodeándome con su persona desde atrás, me siento mucho más segura y acogida que en cualquier otro lugar en los últimos años. Me permite realmente relajarme, no estar en tensión por lo que sea que pueda ocurrir. Ni siquiera en la cárcel, donde se conocía mi nombre y nadie se atrevía a meterse conmigo de ninguna forma, donde sabía que nadie intentaría nada contra mí porque sabían las consecuencias, me permití a mí misma el bajar la gua