-¿De qué demonios estás hablando? Cuando mis hombres lo sugirieron, dijiste que era un plan estúpido y que no funcionaría.-Porque la situación era otra, ahí solo estaría arriesgada yo, no habría forma de que pudiera ayudarme nadie.-¿Y cuál es la diferencia entonces?-Que ahora que sabemos lo que planean, podemos usar eso en su contra. -¿Y por qué no buscarlos, arrestarlos y ya?-Porque arruinaría la oportunidad de hacer caer todo de una sola vez.-Pero el cumpleaños de mi hija iba a ser cancelado. -No lo haga, sé por qué lo dice, pero si esa fiesta no se da, perderemos otra oportunidad de que todo esto por fin termine. -¿Puedes ser más específica, por favor? Estás frustrándome. -Bien, escuche, esto es así: si tomamos el plan de ellos, pueden llegar a arriesgarse algunos objetos, sin embargo, algo que dijo mi informante tiene razón, hacerles creer que consiguieron su objetivo, ayudará a que se confíen. Rastreadores en los objetos, harán que puedan seguirnos de cerca, pero no pued
Al tercer tono, esa voz que tanto conozco suena del otro lado. -Hola jefa, ¿qué va a ser ésta vez?-Quiero que me consigas un traje de tela elastizada que me tape desde el cuello hasta la mitad de la pierna, pero con los brazos descubiertos hasta los hombros, y que tenga suficiente sujeciones para armas, cartuchos y cuchillos.-Bien, no es algo tan difícil. ¿Para cuando?-Una semana a más tardar, mas tengo que tenerlo antes de la noche del sábado, antes de las ocho, para ser precisa. -Correcto, no es gran cantidad de tiempo, sin embargo, sabe que me gustan los retos. Tengo sus medidas, ¿cambió alguna? El traje de ninjitsu es suelto, no obstante, esto debe ser exacto. -Todo igual, así que usa las que tienes. -Correcto, le aviso en cuanto esté listo. -Avísame cuánto necesitas y te haré tu transferencia junto con tus honorarios. -No hay problema, le aviso en cuanto sepa. ¿Algo más?-No, por ahora, cualquier cambio te diré. -Entonces, será hasta que tenga el traje. Adiós jefa. El
Aún con el vestido en mi brazo, me acerco hasta quedar justo al lado de Alegra, la cual nota que estoy molesta y casi sonríe ante el gesto de los rostros de Jeanet y Alexei. Ella sabe que ya no estaba de buen humor el día de hoy, y que esto solo lo ha empeorado, así que simplemente se acomoda y observa, atenta a si debe intervenir. Sabe que Mailena es una chica con mal carácter, solo que de forma más histérica de lo que la verdadera yo lo es, en su caso, del estilo mimado, no obstante, no puedo cometer homicidio ahora, así que tendré que tener cuidado de no dejarme ver como soy realmente. -¿Qué pasó? ¿Dónde quedó tu arrogancia? Podría jurar que hace solo unos segundos, estabas muy altiva y prepotente, diciendo que no te importa lo que te digan, que harás lo que quieres. -Bu-bueno sí, puedo ha-hacer lo que quiera. -Qué curioso, aparte de zorra regalada, también careces absolutamente de sentido común y decoro.-Eso no es...-¿Qué? ¿Cierto? Por favor, puede que no haya escuchado toda
Mientras limpio y reviso cada arma que voy a utilizar éste sábado, la charla con Alegra vuelve a mi mente y no puedo evitar reírme por lo bajo. Nunca he tenido una amiga como tal, mis relaciones con otras mujeres suelen ser meramente profesionales, como la vampiresa que miente sobre el no querer verme, aunque soy básicamente su único contacto humano y realmente no me odia. La verdad es que se siente raro, y si fuera una chica común, alguien como ella o si realmente fuera Mailena, tenerla conmigo sería agradable, porque ella tiene algunos aspectos de la personalidad que me agradan, como por ejemplo, la lealtad, cosa que valoro mucho. Incluso se espantó y enfureció al saber lo que Alexei había querido hablar conmigo y le costó entender el porqué le permití el "ser mi amigo" luego de lo que me hizo, o bueno, a su verdadera amiga en realidad. En sus propias palabras, ella misma lo hubiera pateado en los huevos si hubiera estado en mi lugar, y aunque no se lo dije, la realidad es que, de
Estaciono frente a la gran puerta de la lujosa casa a la que vengo y sonrío. ¿Qué mejor forma de ocultar al empleado de una operativa, que al hijo de una pareja influyente y con mucho dinero, al cual no le prestan la suficiente atención como para que actúe a sus anchas? Veinte años y muy hábil, un desperdicio encerrado en su casa al cual supe sacarle buen provecho. Me bajo del auto y me encamino hacia la entrada, aunque no necesito siquiera alcanzar el último escalón, para que la doble hoja de madera gigante se abra casi por sí sola. Niego divertida y me adentro en las decoradas paredes, encontrándome con su delgada figura acomodada relajada sobre uno de los grandes sillones del salón de la entrada. -Qué puntual. -Nunca llego tarde, y lo sabes Dylan. -Cierto... Y también sé que no me planeas decir para qué me hiciste el encargo que tengo arriba para ti. -Correcto, ¿me lo muestras? Silenciosamente, él se pone de pie y me guía hacia una de las habitaciones de la planta alta, la cu
Sus palabras me hacen darme cuenta de lo que acabo de decir y siento deseos de golpearme la cabeza contra la mesada de la isla por estúpida. Precisamente sabía que no tenía que haber mencionado siquiera esto, porque ya de por sí, J.J. ha dejado claro que desea acercarse a mí, y ahora básicamente le he confesado que, cuando todo acabe, desapareceré de aquí... Y todo porque su presencia, su compañía, me hace sentir lo suficientemente cómoda como para bajar la guardia. Me siento más estúpida de lo que estoy dispuesta realmente a aceptar, mas eso no lo hace menos cierto, porque sí me siento imbécil. Todo por bocona, ¿y ahora qué se supone que haga? Mis ojos pasan a él, quien me mira todavía a la espera de una respuesta, con un gesto entre estupefacto y absolutamente confundido, como si no pudiese creer lo que acabo de decirle, como si no pudiera caer todavía en lo que acabo de soltar por mi boca, y una vez más, me maldigo internamente. -¿Vas a responderme? ¿Cómo que te vas? ¿De qué
Dicen que, en la vida, quien no arriesga, si bien no pierde, tampoco gana. Yo he arriesgado hasta mi propia vida en montones de oportunidades y, aunque no conozca a J.J. de hace tanto tiempo, eso no cambia mi percepción de él, lo que me ha mostrado de sí mismo y quién es en verdad. Él me está pidiendo que, por una vez, deje todas mis reservas (obviamente, completamente justificadas), y me permita a mí misma, el tomar su mano, una mano amiga que solo busca algo positivo para mí, que solo busca ayudarme. Es un salto de fe, uno muy grande, y como mis instintos me dicen que él es alguien en quien puedo apoyarme, tal y como sus mismas palabras han expresado, decido finalmente aceptar y decido ser completamente honesta, por primera vez en mucho tiempo. -Alguna vez pertenecí a la orden conocida como "La Legión del Lirio Negro", una organización cuasi secreta, conocida por muy pocas personas hoy en día, que (en su momento) se dedicaba a eliminar amenazas a nivel mundial, por decirlo de alg
-Sé que no puedo estar ahí y que se supone que tengo que estar aquí atento a cualquier cosa que esté fuera de lugar o parezca sospechoso, sin embargo, eso no quiere decir que no quiera verte vestida con tu "disfraz de niña mimada". Seguro que te quedará excelente. Su declaración me hace reír y observo el rostro de J.J. en la pantalla, el cual me observa haciendo un puchero mientras yo me dedico a revisar mis armas para hoy. El disfraz del que habla, obviamente es el estúpido vestido para hoy en la noche, el cual está colgado en el armario y no he visto o tocado desde el día que lo compré. Y sí, eso implica que hoy en la noche es la fiesta de cumpleaños y todo el desastre que va a acompañarla, por lo que vengo con la cabeza funcionando a mil, con el cuerpo en tensión por la anticipación, y mis dedos picando por una buena pelea. Sé que tendré que esperar, porque no pasará hasta que me lleven a donde se les ocurra que es buena opción, y aún así, tendré que esperar a que se dé la situa