Capítulo 2

-Algo por el estilo. Quiero que te hagas pasar por mi hija hasta que quien quiere llevársela caiga. Aunque no es precisamente un cumplido a mi parecer, estás clasificada como una de las asesinas más mortíferas e implacables conocidas hasta la fecha, aún con tu juventud, por lo que imagino que, si te haces pasar por ella y, quien quiere llevársela, ve lo que haces y cree que Mailena puede defenderse, podrían finalmente desistir o, en su defecto, te podrías encargar del tema. 

-¿Y por qué haría eso? ¿Qué podría llegar a tener de llamativo para mí? Porque, obviamente, creo que quedó claro que "mi libertad" no es algo que puedan realmente ofrecerme. 

-Bueno, en ese caso, quizás una... 

-¿Qué? ¿"Compensación económica"? ¿Un pago? Por favor, el dinero me sobra. Como no han podido encontrar dónde lo tengo, no pueden hacer nada al respecto, y como bien dijo, soy una de las mejores, sino que la mejor asesina a sueldo, así que tampoco me interesa eso. ¿Algo más?

El hombre frente a mí me observa impotente, evidentemente preocupado por no estar pudiendo alcanzarme ni a su objetivo de usarme para proteger a su niña mimada, ¿debería apiadarme de él? 

-Vamos, Sr. Presidente, es su hija de quien estamos hablando, ¿realmente no se le ocurre nada?

-Yo... bueno...

Un suspiro de rendición escapa de su boca y se frota el rostro con evidente preocupación, lo que me dice que no tiene nada, que ya no se le ocurre ninguna opción para "comprarme", y como no me gusta perder el tiempo, decido dar por terminada la "reunión". Es el Presidente de los Estados Unidos, seguramente se le ocurrirá alguna alternativa o quizás le ponga un ejército de guardaespaldas a la niñita, ¿quién sabe? Pero seguramente algo hará para mantenerla a salvo, mas lo que sea, no es algo que me preocupe en lo más mínimo, no perderé mi tiempo con algo tan ridículo. Un idiota que trata de secuestrar a la hija del presidente, qué cliché. 

Encogiéndome de hombros, me pongo de pie, tomando las esposas sobre la mesa para dárselas a Shon y me preparo para que me lleve devuelta a mi celda, cuando de entre las palabras dichas bajas y con pesar por el preocupado padre, escucho algo que me pone los sentidos en alerta. 

-¿Qué fue lo que dijo? ¿Qué nombre acaba de soltar?

-¿Demetrius?

-¿Por casualidad su apellido es Ledebh?

-Sí, ¿cómo lo sabe?

El rostro, ESE maldito rostro aparece en mi mente, sonriendo cruelmente iluminado de forma móvil por las flamas que nos rodeaban la última vez que lo vi. ¡MALDITA RATA INMUNDA, POR FIN SALIÓ DE SU AGUJERO! Ésta vez vas a ser mío, desgraciado infeliz. 

Con la ira bullendo dentro de mí como agua hirviendo a presión, vuelvo a sentarme, ésta vez sin siquiera un rastro de diversión en el rostro y parece que captan que la cosa ha cambiado, porque incluso los veo tragar grueso en cuanto sus ojos conectan con los míos... Gritan muerte. 

-Le dije que el trabajo podría ser más atractivo que la recompensa en sí que usted me pudiera dar. Ahora, quiero los detalles, no una explicación resumida, porque si se trata de ese infeliz, su hija es solo un peón más, y lo que planea, es mucho, mucho más grande. 

-Todo lo que pasó hasta ahora con Mailena está en ésta carpeta, cuándo, cómo, dónde y todos los detalles de cada ataque. Hasta lo más efímero. 

Me da la carpeta y la agarro, decidiendo darle solo un vistazo y luego repasar todo con más calma, cuando mi cerebro deje de imaginar todo tipo de muertes completamente brutales que tengan que ver con Demetrius. 

-¿Qué es lo que sabes sobre él? ¿A qué te refieres con lo de un peón y un plan mucho más grande?

-Mire, lo que sé sobre él, para mi desgracia, es bastante, y no le diré por qué, ese es tema mío, solo le dejaré claro que haré esto y no por un pago, lo único que me interesa es que me asegure que, quien le pondrá fin a su vida, voy a ser yo y de la manera que quiera. Nadie intervendrá en eso, no evitará lo que sea que desee hacer con él. 

-Bueno eso...

-Y en cuanto a lo de un peón, ese maldito hace mucho que está intentando algo grande, lo cual he estado evitando hasta que desapareció y yo quedé aquí. Lo que planea es más grande, si no ha cambiado (cosa que pondría mi mano en el fuego porque así es), y si no lo detenemos ahora, su hija no será la única que sufra, se lo aseguro. 

-¿Qué es lo que sabes sobre todo esto?

-Solo le diré, que imagine a Demetrius, no como un simple terrorista o chantajista, sino como uno de esos típicos super villanos de las películas y lo tome muy en serio, porque le puedo asegurar que, mientras siga vivo, no se detendrá para alcanzar su objetivo. Ahora, si me disculpan, iré a ver los detalles que me suministraron y a guardar las pocas cosas que tengo en mi posesión aquí y los veré a primera hora para que me saquen legalmente de este pozo del infierno, ¿sí?

No permito que digan nada más, simplemente agarro la carpeta, me pongo de pie y enfilo nuevamente hacia Shon, quien me pone las esposas simplemente por puro protocolo (porque sabe que conmigo no son más que un adorno, que no me detienen en lo más mínimo) y salimos de la sala hacia mi celda. En cuanto llego, dejo la carpeta sobre el catre por un momento y respiro profundo algunas veces para calmarme, porque el solo hecho de haber escuchado el nombre de ese malnacido, me pone del humor más negro que pueda esperarse. 

Cuando creo que ya soy capaz de controlarme completamente de nuevo, me siento con las piernas cruzadas sobre las manas y esparzo el papelerío a mi alrededor, empezando a revisar uno por uno los papeles y no me queda duda, ese estúpido ha vuelto, y ésta vez, voy a ponerle fin a esto.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo