-Bueno, la verdad es que...
-¿Qué? ¿Que ella quiere quedarse aquí?
-Sí.
-No me sorprende, y mucho menos el que usted esté considerando aceptar eso, parece que no recordara realmente cómo es su hija.
-Ella solo...
-Solo está interesada en "mantener su imagen", a costa de la posibilidad de que la rapten. ¿A usted no le importa realmente o me trajo aquí por pura diversión?
-No puedes hablarle así al Presidente.
-Sí, sí que puedo, porque no voy a desperdiciar mi tiempo en un trabajo que, ya de antemano, sé que saldrá mal porque, mi contratador, no es capaz de mantener a su hija bajo control. Que no es capaz de decirle que no a sus caprichos por el bien de su protección y su vida. Si vamos a empezar así ya, entonces, con su permiso, yo me retiro.
Estoy por darme la vuelta, cuando su voz me d
Las armas de los de seguridad automáticamente salen de sus fundas y me apunta, haciendo que los observe con una ceja alzada, ¿esto es en serio? No puedo evitar poner los ojos en blanco y cuento hasta diez para mantener la calma, porque si hay algo que me saca de quicio, son los idiotas, y ahora estoy literalmente rodeada, ¿es que no usan el cerebro? Respiro profundo un par de veces, hasta que creo que puedo mantener completamente bajo control mi instinto asesino y vuelvo a centrar mi atención en el estúpido que inició esto.-¿Aliarme con esa escoria? Nunca, ni es sus más dulces sueños. Ese maldito hizo de mi vida un infierno y por perseguirlo para eliminarlo, es que terminé en la prisión. Si me reuniera con él, solo sería para matarlo, no para ayudarlo, lo quiero ver tres metros bajo tierra o, incluso, siendo devorado por buitres, no vivito y coleando, así que será m
-Bueno, la verdad, es que no confío en ella.-¿Por qué? Que desconfíe de ti es normal, hasta yo lo hago, solo que no pongo demasiadas objeciones porque yo fui quien te trajo, pero ella solo quiere que nuestra hija esté a salvo.-Con todo respeto, Sr. Presidente, su mujer es una manipuladora, por si no se ha dado cuenta. Por lo que he investigado sobre ella...-¿La investigaste?-Como a todas las personas que han estado a mi alrededor en estos días.-Por Dios...-La cosa es que, en lo que he averiguado, su mujer ha cambiado mucho desde que usted se metió en la política y empezó a tener cargos. Pasó de ser una mujer sencilla y tranquila, a una que tiene su mente puesta en el poder.-¿Y por qué debería ser eso motivo para que te de sus datos? ¿Estás insinuando que ella pudo tener que ver con lo que ha estado pasando
Mi mirada se dirige en dirección del origen de ese apodo estúpido y me encuentro con el estereotipo de "chico trofeo" más completo que se puedan imaginar: cabello rubio trigo brillante y con peinado corto de salón con una especie de jopo en la parte superior, piel bronceada, sonrisa del tipo de publicidad de crema dental y ojos azules, del tipo que toda chica quiere e intenta simular con las lentillas. La camiseta al cuerpo pegada, mostrando una espalda ancha en triángulo invertido con caderas más bien delgadas, brazos con buen tono muscular, (seguramente unos abdominales marcados bajo la camiseta), y un pantalón semientubado negro con zapatillas blancas.Parece el modelo usado para los protagonistas de las películas estadounidenses de colegios y universidades. Me da náuseas...En cuanto me alcanza, me abraza sin mi permiso y me besa, cosa que sunsida en mí, el reflejo in voluntario de hacerle
Respiro profundo y me centro en lo que he practicado estos últimos días en la Casa Blanca. Tengo que ser Mailena, ya no soy Hela, soy la chillona hija del Presidente y no una asesina profesional de "fama mundial".-¿Cómo te sientes? Debió de ser horrible...-Sí, que te intenten secuestrar debe ser espantoso.-Sí, claro, fue... espeluznante. Hasta me golpearon y tuve que tapar el ojo morado con maquillaje.-¿Qué? ¿Un ojo morado? ¿En serio?-¡QUE HORROR!-Al menos no es una cicatriz, eso sí habría sido horrible y necesitaría cirugía.-Una cicatriz en la cara, qué espanto.Si supieran de las que oculta el maquillaje...Ellas continúan con su cháchara sobre lo
Nuestras miradas se cruzan en el espejo y maldigo internamente: no puedo matarlo aquí, no en la universidad, sería algo complicado de poder explicar, y como extra, si quiero sacarle información, lamentablemente tiene que estar vivo... Maldita sea mi suerte.La forma en la que lo miro, la típica de "si te agarro, te mueres" con la que suelo ver a mis víctimas, parece alertarlo un poco sobre que, la situación que está ocurriendo, no es precisamente lo que él esperaba y noto cómo presiona el trapo que lleva en su mano con fuerza, señal clara de que se ha puesto nervioso. Pfff... novato, es obvio, pues un especialista jamás deja ver sus emociones a su blanco, nunca cambia su gesto de póker ni permite que lo inesperado lo afecte.Cada músculo se me pone en tensión y vigilo hasta el último pero, para poder ver su próximo movimiento, sabiendo que va a qu
Gruño frustrada y guardo el aparato en mi bolsillo. Nop, hacer esa llamada sería estúpido, sobre todo porque, si lo que suena de éste lado no es lo que Demetrius espera, no solo sospechará de lo que ocurre aquí, sino que, además, se deshará de todo lo que éste teléfono pueda ayudarme a rastrear. No es que sea mucho, la verdad es una simple migaja, mas como dije, algo es algo, y voy a ver a dónde me lleva.Mientras medito qué hacer con lo que conseguí y la mejor forma de rastrear el teléfono sin que nadie se dé cuenta, porque incluso podría llegar a conseguir meterme en ese otro aparato y usarlo como un micrófono (si es que aún está activo, porque puede que, si nadie da señales de vida desde el que tengo yo, sepa que algo pasó y, de todas formas, se deshaga del teléfono muy pronto, así que tengo que ser rá
Salvada por la campana de tener que aguantar más estupideces, reclamos tontos y chillidos de niña pequeña en mitad de un berrinche. Nunca estuve más feliz de ver a un empleador, de lo que lo estoy ahora de tener al presidente frente a mí. -Mailena, ve a tu cuarto, te dije que no salieras salvo que fuera una emergencia, que si necesitabas algo, le avisaras a tu madre, parece que no recuerdas que no debe verte nadie hasta que te traslademos a un lugar seguro. -Pero papá... -No quiero escuchar ningún pero. Ya que parece que no te preocupa tu seguridad, tengo que obligarte a protegerte porque a mí sí y como no cumplas lo que se te dice, cerraré esa puerta con llave. -No te atreverías... -Ponme a prueba. -Mamá no te lo permitirá. -Tu madre tendrá que aceptar lo que diga sin chistar en lo que a ti respecta, hasta que la amenaza ya no exista, si quiere que tú sobrevivas. -Ya no tengo cinco años, no puedes encerrarm
En cuanto conecto el teléfono, una alerta salta inmediatamente en mi pantalla y gruño frustrada: un virus. Esa maldita cosa está infectada, debió prever ésta situación, que nuevamente podría llegar a fallar su intento, y menos mal que tengo un antivirus potente, o quién sabe cómo podría haber terminado mi máquina.-Maldito...-¿No puedes?-Tiene un virus el teléfono, y él no es tan inteligente, así que alguien más de los que están trabajando con él debe haber previsto que, como todos los intentos anteriores, éste también podría llegar a fallar y decidió evitar que pudiera esto usarse en su contra. Solo me queda el