Warren Foster.

Abrí los ojos, luego de haber estado inconsciente por no sé cuánto tiempo. Se me dificultó hacerlo, por la luz que había en la habitación.

Fruncí el ceño al mirar el bello rostro de la mujer que estaba en frente de mí, examinándome. Era la mujer más hermosa que jamás había visto.

Y sin esperar, le pregunté: “¿Quién eres tú? ¿Te conozco?”

Honestamente, no recordaba nada. Ni siquiera sabía mi nombre. Vi que, al otro lado, había un hombre que gritó: ¡Médico!”

¿Quiénes eran todas estas personas? —me pregunté.

“Pues yo tampoco sé quiénes son, pero sí recuerdo que tú eres Warren Foster.” —Habló una voz dentro de mi cabeza.

Fruncí el ceño. “¿Quién eres?” —le dije a la voz.

“¡Carajo! ¿Tampoco me recuerdas? A ver si esto te refresca la memoria…”

Y como si fuera una película rápida, la voz me mostró muchas imágenes de mi vida.

Sentí como si todas esas vivencias me abrumaban, debido a la intensidad o a la carga emocional que había detrás.

Todas esas imágenes se convirtieron en rec